Discurso de ingreso del Ilmo. Sr. D. Manuel de la Hera Oca, titulado

REAL ACADEMIA HISPANO AMERICANAREAL ACADEMIA HISPANO AMERICANA“LA EXPERIENCIA DE LA CREACIÓNDEL ESTADO PLURICULTURALEN LA REALIDAD ACTUALHISPANOAMERICANA”(Esbozo de lo que pudo haber sido y no fue de inmediato.Entre el Descubrimiento y los Pactosde San Andrés Larrainzar.)---o---Discurso leído por elIlmo. Sr. Don Manuel de la Hera Oca,Académico de Número,con motivo de su ingreso en esta Corporación.yContestación ofrecida por elIlmo. Sr. Dr. Don José Mira Gutiérrez,Académico de Número.---o---“LA EXPERIENCIA DE LA CREACIÓNDEL ESTADO PLURICULTURALEN LA REALIDAD ACTUALHISPANOAMERICANA”(Esbozo de lo que pudo haber sido y no fue de inmediato.Entre el Descubrimiento y los Pactosde San Andrés Larrainzar.)---o---Discurso leído por elIlmo. Sr. Don Manuel de la Hera Oca,Académico de Número,con motivo de su ingreso en esta Corporación.yContestación ofrecida por elIlmo. Sr. Dr. Don José Mira Gutiérrez,Académico de Número.---o---Cádiz, 20 de Mayo de 2.004Cádiz, 20 de Mayo de 2.0042

Excelentísimo Señor Directorde la Real Academia Hispano Americana,Excelentísimos e Ilustrísimos Señoras y Señores Académicos,Señoras y Señores© Manuel de la Hera Oca 2004José Mira GutiérrezMarianista Cubillo 1 3º C11008 CADIZCádiz 2004Depósito legal: CA –Hoy se me permite el honor de dirigirme a ustedes como nuevomiembro de esta Academia, y lo hago con el deseo sincero deprofundizar en el saber acerca de la aventura española en América y ladifusión de la gesta europea, indígena y criolla, que hizo aparecer elMundo Nuevo.A la vez, deseo dejar constancia del agradecimiento personal haciaquienes sostuvieron mi candidatura y me eligieron (pienso que con másbenevolencia que en uso de justicia estricta) tras la publicación por elMinisterio de Asuntos Exteriores en el Boletín Oficial del Estado de 1de Agosto de 2.002 del anuncio de la vacante.Y también quiero recordar que ocuparé un sillón que quedó vacío porel fallecimiento del Ilmo. Señor Don Mariano de Retegui y Bensusan,padre de mi esposa, Académico de Número de esta Real Corporación,hombre amante de esta ciudad y de su historia, a la que dedicó granparte de su labor literaria. Pero también hombre volcado hacia Américaa través del recuerdo de su antepasado Don Manuel de Retegui, el quemiraba sobre las aguas rizadas por el levante que conducían suimaginación hacia Veracruz, mientras se hallaba sometido a cuarentenaen el lazareto de Santibáñez en el saco de la bahía de Cádiz, a suobligada vuelta a España desde México en 1.822 tras la revoluciónindependentista.3 4

Ese Don Manuel, hijo de ferrones de Oiartzun y minero en elemporio de la plata zacatecana, puso casa en Cádiz, llegando a tener suapellido verdadero acento gaditano además de entronque en las máshondas raíces vascongadas. Puso casa en Cádiz con un marcado gustocriollo y una sincera devoción mariana; el primero se manifiesta alexterior en los aleros y adornos de la fachada, la segunda se entronizaen piedra en el corazón de la casa, en la soberbia escalera de acceso alos pisos superiores. En fin, el cuadro de la Inmaculada Concepción deestilo sevillano, pero con la cara y gesto de la Virgen de Guadalupe,que presidió la casa mexicana de Don Manuel de Retegui preside micasa hoy. Mariano de Retegui dedicó a su antepasado su discurso deingreso, y es justo que yo les recuerde hoy a ambos, en su mismo amora México, a esta ciudad, y a la Virgen Madre mexicana que les acogióen sus últimos momentos.Y paso a hacerles relación del asunto que hoy nos ocupa, que no essino el protagonismo de España y de América, de los europeos yamericanos, criollos y aborígenes en:“LA EXPERIENCIA DE LA CREACIÓNDEL ESTADO PLURICULTURALEN LA REALIDAD ACTUALHISPANOAMERICANA”(Esbozo de lo que pudo haber sido y no fue de inmediato.Entre el Descubrimiento y los Pactosde San Andrés Larrainzar.)1.- Los días del Descubrimiento.Quiero iniciar esta relación desde el recuerdo del relato delAlmirante acerca del primer contacto entre la expedición reciéndesembarcada en la nueva San Salvador y los habitantes de la viejaGuanahaní. Ocurrió, es sabido, un Doce de Octubre del año de graciade Nuestro Señor de mil cuatrocientos noventa y dos. Y era Viernes 1 debuena mañana, a la que había precedido una larga noche de tensavigilancia 2 durante la cual la marinería había permanecido despierta,1 Sabido es que el texto del “Libro de la primera navegación y descubrimiento de lasIndias” de Colón, copiado por DE LAS CASAS no tiene un capítulo específico para eldía del descubrimiento, sino que éste aparece sin solución de continuidad con el díaanterior, Jueves 11 de Octubre, narrándose los acontecimientos del avistamiento deseñales de tierra y de la tierra misma como el resultado de una larga noche devigilancia; quizá los acontecimientos del día anterior obligaron a Colón a mantenerseentre la tripulación sin tiempo para dedicarse a la escritura del diario.2 No puede olvidarse que, al menos desde el día 5 de Octubre anterior, Colón veníaapremiado por los demás capitanes, que no veían resultado a su ya prolongadanavegación hacia el Oeste, como consecuencia de las murmuraciones, conjuras deseosde amotinarse la gente del 3 de Octubre. Véase HERNANDO COLÓN, “Historia delAlmirante”, C. XXI: “Queriendo ellos ir de uno a otro lado para buscar aquellas5 6

Choque de culturas que es resuelto igualmente por Colón de manerainmediata y directa, expeditiva, con visión metropolitana e integradora:“Ellos deben ser buenos servidores y de buen ingenio, queveo que muy presto dicen todo lo que se les decía. Y creo queligeramente se harían cristianos, que me pareció que ningunasecta tenían.” 18Cuestión que, examinando las mismas fuentes de que disponemos,parece fue que también fue resuelta de manera igualmente inmediatapor los guanahainos, reconociéndoles carácter divino a los españolesque llegaban a sus costas en aquellos barcos inmensos y desconocidoshasta entonces para ellos, que inicialmente parece que creyeronanimales marinos 19 . Tanto el relato de Las Casas 20 como el deHernando Colón 21 , coinciden en aseverar que los recién llegados a laisla fueron tomados por seres venidos del cielo, cualidad celeste que nose preocuparon de negar con palabras pese a que las actitudes de losrecién llegados fueran ligadas más al materialismo del “rescate” delescaso oro que veían adornando los cuerpos de los guanahainos, y cuyaprocedencia reclamaban a los indígenas 22 , que a la unión espiritual ycultural con los nativos.18 Bartolomé DE LAS CASAS, “Libro de la primera navegación y descubrimiento delas Indias”. Jueves 11 de Octubre. Texto copiado del Diario original de Colón.19Sobre la identificación de los barcos españoles como monstruos marinos,HERNANDO COLÓN “Historia del Almirante”, Capítulo XXIII, inicio.20 “Los unos nos traían agua, los otros cosas de comer; otros, cuando veían que yo nocuraba de ir a tierra, se echaban a la mar nadando y venían, y entendíamos que nospreguntaban si éramos venidos del Cielo. Y vino uno viejo en el batel dentro, y otros avoces grandes clamaban todos, hombres y mujeres `venid a ver los hombres quevinieron del cielo: traedles de comer y beber´”. Bartolomé DE LAS CASAS, “Librode la primera navegación y descubrimiento de las Indias”. Domingo 14 de Octubre.Texto copiado directamente del Diario original de Colón.21 Parece que el deseo de obtener objetos de los recién llegados, no obedecía a codiciao a curiosidad, sino a una finalidad piadosa: “... teniendo como cierto que los nuestroseran gente bajada del cielo, y por ello deseaban que los quedase alguna cosa comorecuerdo”. HERNANDO COLÓN “Historia del Almirante”, Capítulo XXIV, final.22 Tanto en el relato de Hernando COLON como en el de Bartolomé de LAS CASAS,es llamativa la constatación de la resistencia de los nativos a indicar con precisión elNaturalmente que el trato continuado y el roce diario serviría paramodificar esas apreciaciones iniciales 23 desde el punto de vista de laexperiencia duramente adquirida 24 , adobándolas con ciertas dosis derealismo y de reflexión desapasionada; y a veces también de meroutilitarismo egoísta y cauto recelo en las relaciones trabadas. En esamutua consideración habían de influir, claro está, el conjunto depasiones excelsas o mezquinas que poseen los hombres y los pueblos,así como las tensiones soportadas o impuestas que configuran la vidasocial entre las personas y la coexistencia entre las ciudades y estados,ya sea en planos de igualdad, de subordinación o de dominación..2.- Relaciones entre indígenas y europeos. Sepúlveda,Las Casas y Vitoria.El 12 de Octubre de 1.492, todas las tierras del Caribe estaban habitadaspor pueblos autóctonos. A todos ellos se les llamó equivocadamente“Indios” creyendo que las islas Lucayas eran parte de la Indiaregida por el Gran Khan de Marco Polo a la que se dirigía el Almirante.lugar donde el oro se hallaba, así como los palos de ciego que los descubridores dabanpara hallar la mina inagotable que pensaban existía.23 Ángel Luis DÍAZ DEL RÍO “América en el Horizonte”, Madrid 1.999, pag. 414.“El proceso de colonización de la española tropezaba con grandes dificultades. Losindios, para comenzar, no eran tan pacíficos como en un principio se había presumido.Tenían las mismas pasiones que todos los hombres, con sus virtudes y sus miserias.Pero, además, eran indolentes y vagos, ya que la naturaleza se encargaba deproveerles en sus necesidades elementales sin tener que esforzarse demasiado. ... Elfortísimo choque entre dos concepciones tan diferentes de la vida era inevitable.”24 El desenfadado Bernal DIAZ DEL CASTILLO, “Historia verdadera de la conquistade Nueva España” es buena referencia para ilustrar esa consideración mutua yrecíproca entre los conquistadores y conquistados: por una parte, Cap. LXV in fine, seda cuenta como sus compañeros de la consideración divina que los mexicanos lesatribuyen a los españoles “...Y luego nos fuimos a nuestro real muy contentos y dandomuchas gracias a Dios, y enteramos al muerto en una de aquellas casas que tenianhechas en los soterra-neos porque no lo viesen los indios que eramos mortales, sinoque creyeran que eramos teules, como ellos decia.”. Y no deja tampoco de dar fe de labelicosidad de los oponen-tes y de su acierto en la pelea, Cap. LXIII) “Y andando enestas batallas nos cercan por todaspartes, que no os podiamos valer poco ni mucho,que no osábamos arremeter sobre ellos si no era todos juntos, porque no nosdesconcertasen y rompiesen, y si arremetíamos, hallábamos sobre veinte escuadronessobre nosotros que nos resistían”.1112

Cierta era su lejana descendencia común de pueblos asiáticos 25 , yciertas eran sus relaciones tribales, pero también eran diferentes unosde otros pueblos. 26En la Española, había Taínos, que se extendían por el Cibao y lacosta sur 27 mientras por el Norte se asentaban los Ciguayos; losSiboneyes 28 y Guanahatahibes 29 habitaban en la Isla de Cuba. Esacomposición étnica se repetía en Jamaica y Borinquen, lo que permitepensar en que pudiera repetirse en las demás Bahamas y Lucayas almenos hasta la llegada de los Caribes 30 . En atención a las característicasde evolución de cada pueblo, se les ha asignado, quizás demanera puramente especulativa 31 , el carácter de prearauacos a losGuanahatibes y Ciguayos, y de arahuacos a los Taínos y Siboneyes,llegados después de éstos a las Antillas desde las costas de Venezuela.Lo mismo hicieron los Caribes con los Tainos mientras se desplazabande isla en isla desde las de Barlovento, pasando de una en otra deforma sucesiva y arrinconando a sus predecesores cada vez más alnorte, situación que sorprende a los habitantes de las Antillas a lallegada de Colón 32 .25 Bartolomé BENNASSAR, 1.980. “L’Amerique espagnole et l’Amerique Portugalse”.Trad. esp. Carmen Artal, publicada 1.985, Madrid, con el título “La AméricaEspañola y la América portuguesa (Siglos XVI-XVIII)”.26 En algunos sectores meridionales del Arauco los indígenas guahibas mantienen elmodo de vida y las costumbres de sus antepasados precolombinos. Juan BOSCH,1970,“De Cristóbal Colón a Fidel Castro”. Madrid, 1985.27 Juan BOSCH, 1970,“De Cristóbal Colón a Fidel Castro”. Madrid, 1985.28 Parientes de los Taínos. Juan BOSCH, 1970, “De Cristóbal Colón a Fidel Castro”.Madrid, SARPE 1985.29 Al parecer más primitivos que los Tainos y emparentados posiblemente con losCiguayos. Juan BOSCH, 1970,“De Cristóbal Colón a Fidel Castro”. Madrid, 1985.30 Juan BOSCH, 1970,“De Cristóbal Colón a Fidel Castro”. Madrid, 1985.31 Prescinde de la distinción entre prearauacos y arahuacos Bartolomé BENNASSAR.“Historia Económica y Social del Mundo” Tomo I. Editorial ZYX Barcelona32 Juan BOSCH, 1970,“De Cristóbal Colón a Fidel Castro”. Madrid, 1985. “Todoparece indicar que antes de 1.492 haíia habido un proceso de desplazamientossucesivos que duró nadie sabe cuántos siglos. Es el caso que el proceso estaba todavíaen marcha cuando llegaron los españoles, esa vez con los Caribes establecidos ya enel litoral venezolano y en varias islas hacia el norte, y avanzando hacia los demás.”Esas constataciones debían haber hecho abandonar a muchos laimagen de un mundo idealizado en el cual los indios aparecen comoseres felices tal como Colón transmite en sus primeros relatos sobre elencuentro entre los hombres de ambos lados de la mar. No obstante sonmuchos los que más tarde siguen manteniendo que los americanosindígenas vivían en un sistema paradisíaco 33 según la idea del «buensalvaje», aunque los hechos demostraran que no siempre era acertadaesa apreciación inicial. Así, hubo también quienes sostuvieron que«esta gente destos indios de sí misma es para poco 34 , e por poca cosase mueren o se ausentan e van al monte; porque su principal intento(...) era comer, e beber, e folgar, e lujuriar, e idolatrar, e ejercer otrasmuchas suciedades bestiales».De la perplejidad de los descubridores nacieron preguntas que lesturbaron, a ellos y a sus compatriotas europeos: ¿son humanos losindios? Y si lo son, ¿son personas? En concreto, tres posturas clásicasse han venido estudiando acerca de la cualidad de los indios y delderecho del soberano español y de sus súbditos a colonizarlos: son lasde los estudiosos Ginés de Sepúlveda, de Francisco de Vitoria, y delPadre Las Casas.Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573) trata el problema de lasrelaciones de los españoles con los indios de manera semejante a comolos griegos solían situarse ante los bárbaros. Entendiendo que la LeyNatural es la misma Ley Divina o eterna, la voluntad de Dios quequiere que se conserve el orden natural y prohíbe que se perturbe,impresa por Dios en las criaturas y por la naturaleza en el corazón delhombre. Concluye así que la ley natural es la recta razón que permite lainclinación al deber y aprueba las obras virtuosas 35 , declarando en laconciencia de los hombres de bien lo que es bueno y justo, pero a esto33 Entre ellos Pedro Mártir de ANGLERIA: «...en la Edad del oro, desnudos, sin pesosni medidas, sin el mortal dinero, sin leyes, sin jueces calumniosos, sin libros,contentándose con la naturaleza, viven sin solicitud ninguna acerca del porvenir» en“Décadas del Nuevo Mundo”. Ed. José Porrúa e Hijos. México, 196434 Gonzalo FERNÁNDEZ DE OVIEDO, “Historia General y Natural de las Indias”.Edición crítica por Juan Pérez de Tudela. Madrid 1959.35 Juan Ginés de SEPÚLVEDA, “Tratado de las justas causas de la guerra contra losIndios”.1314

se mantienen ajenos todos aquellos que han corrompido la rectanaturaleza con malas costumbres. Así, el Derecho natural se restringe ala opinión de los hombres doctos, de tal manera que son los pueblos desuperioridad natural y ética los que deben determinar aquello que seajusto por naturaleza, esto es, el contenido del Derecho natural. Portanto nada más saludable pudo ocurrir a los indios americanos que“quedar sometidos al imperio de aquellos cuya virtud y religión loshan de convertir de bárbaros, tales que apenas merecían el nombre dehumanos, en seres civilizados en cuanto pueden serlo; de torpes ylibidinosos en probos y honrados, de impíos y siervos, en probos yadoradores del verdadero Dios.” 36Sepúlveda, sin embargo, confunde el sentido del Derecho Naturalcon el Derecho de Gentes. Entiende que todos los pueblos civilizados,las naciones homologadas y conocidas dentro de la imago mundi de laépoca, observan todas lo que él llama la Ley Natural, que rige lasrelaciones entre todos los pueblos. Solo contempla la excepción deaquellos tan bárbaros que a su juicio deben considerarse al margen dela humanidad: en este estadio de la personalidad coloca Sepúlveda alos indios antillanos y continentales 37 , sin poderse negar multitud de losdatos en que se apoya 38 , especialmente en cuanto a la falta de respetopor la vida ajena en los regímenes imperiales autóctonos.No cree Sepúlveda que el indio sea una persona completa enrealidad, hallándose más bien en un estadio intermedio entre lahumanidad y la condición animal; la condición humana la iráadquiriendo por grados, en tanto en cuanto vaya asumiendo lascostumbres civilizadas y la religión cristiana. Entretanto, la conquista36 Ibidem..37 Todos ellos son para SEPÚLVEDA, “hombrecillos tan bárbaros, incultos einhumanos” que tienen una “impía religión” y practican tan “nefandos sacrificios enque veneran como Dios al demonio, a quien no creían tributar ofrenda mejor quecorazones humanos”. Juan Ginés de SEPÚLVEDA, “Tratado de las justas causas dela guerra contra los Indios”.38 Véanse al efecto Salvador de MADARIAGA, “El corazón de Piedra Verde” encuanto a las formas salvajes y crueles de la religión oficial azteca; igualmente, en lomenester Bernal DIAZ DEL CASTILLO, “Historia Verdadera de la conquista deNueva España” passim.es lo más saludable para el indio, como hemos visto, para “estosbárbaros contaminados con torpezas nefandas y con el impío culto delos dioses”, a los que “no solo es lícito someterlos a nuestradominación para traerlos a la salud espiritual y a la verdaderareligión por medio de la predicación evangélica,” sino que además,“se les puede castigar con guerra todavía más severa”. 39Francisco de Vitoria (1492-1546), en cambio, asume de plano que«la naturaleza ha establecido el parentesco entre todos los hombres»,no obstando su estado de barbarie a que los indios sean hombres y«prójimos de los españoles, como surge del Evangelio» 40 . Indica que atodos los hombres se aplica un Derecho de gentes que rige lasrelaciones entre todas las naciones y que se deriva del Derecho natural,apareciendo como un ordenamiento racional de relaciones humanasentre diversos pueblos, con el objeto de satisfacer las exigencias ynecesidades de socialización.Ese Derecho Natural lo representa Vitoria como un ordenamientouniversal a pesar de la pluralidad de sus partes y la diversidad de lasformas históricas en las cuales se puede expresar. Más aún, se presentacomo un ordenamiento necesario 41 , no siendo concebible fuera de él39 Juan Ginés de SEPÚLVEDA, “Tratado de las justas causas de la guerra contra losIndios”.40 Es clásica la afirmación de VITORIA: “Por lo que creo que el que parezcan taninsensatos y obtusos, proviene de su mala y bárbara educación, lo que es admisible siconsideramos que entre nosotros no faltan rústicos poco diferentes de los animales”.Francisco de VITORIA, “Relecciones sobre los Indios y el Derecho de Guerra”41 Pese a la semejanza in terminis del pensamiento de Vitoria con los fundamentos delDerecho Romano, se halla distanciada de éste su concepción del ius gentium, en tantoque lo considera derecho natural de las naciones y no derecho escrito destinado a regirlas relaciones con y entre los no romanos. Obsérvese cómo tanto SEPÚLVEDA comoVITORIA, y también LAS CASAS, parten en sus argumentaciones del comentario deGayo recogido en el Digesto “«El derecho se divide en civil o de gentes. Todos lospueblos regidos por leyes y costumbres tienen un derecho que en parte les es propio, yen parte es común a todos los hombres; pues el derecho que cada pueblo se daexclusivamente, es propio de los individuos de la ciudad, y se llama derecho civil; masel que una razón natural establece entre todos los hombres y se observa en casi todoslos pueblos, se llama derecho de gentes, es decir, de todas las naciones» (I.1.2.1)“. LasCasas en cambio, se apoya más directamente en Cicerón “De Legibus“. Sobre estostextos desarrollan un pensamiento teológico y político dirigido a crear un marco1516

otras formas de relaciones entre los pueblos y sus respectivos ordenamientosnacionales que las codificadas en el Digesto para los pueblosno romanos.Las Casas, empero, distingue y entiende que existe un Derechonatural común a todas las personas al igual que el Derecho de gentes escomún a todos los pueblos y naciones, «sean cristianos y gentiles, y decualquier secta, ley, estado, color y condición que sean, sin ningunadiferencia” 42 . La ley natural está estrechamente vinculada a una visiónhumanista radical, cuya fuente la halla en el Derecho romano clásico;por ello, citando a Cicerón 43 , Las Casas sostiene que 44 :“Todas las naciones del mundo son hombres, y de cada unodellos es una no más la definición... todos tienen entendimientoy voluntad, todos tienen cinco sentidos exteriores y sus cuatrosinteriores, y se mueven por los objetos dellos; todos se huelgancon el bien y sienten placer con lo sabroso y alegre, y todosdesechan y aborrecen el mal y se alteran con lo desabrido y leshace daño... Todo esto dice Tulio en el libro I de Legibus...”.Ahora bien, para Las Casas, la ley racional se conforma a la leydivina, que la perfecciona, y en tal sentido: «... aunque los hombres alprincipio fueron todos incultos, y, como tierra no labrada, feroces ybestiales, pero por la natural discreción y habilidad que en sus ánimostienen innata, como los haya criado Dios racionales, (...) se han demover y atraer hacia el ejercicio de la virtud las racionalescriaturas» 45 . El hombre, como criatura de Dios, ha sido hecho a suimagen y semejanza, ser racional. Por ello, Las Casas reacciona contrala fácil calificación de bárbaros, y de incapaces, que algunos juristas yintelectual tanto de la legislación positiva y de la acción de gobierno, como de laevangelización de las Indias. Véase el trabajo de Gorki GONZALES MANTILLA: “Laconsideración del indio como persona: el Derecho Romano, factor de resistencia en elSiglo XVI”, al que se sigue en éste y otros aspectos de este discurso.42 Bartolomé DE LAS CASAS. Historia de Indias, Lib. I, cap. XLVI, t. I, p. 233.43 Marco Tulio CICERO: «Nada hay tan semejante, tan igual a otra cosa como todoslos hombres entre nosotros mismos» (De Legibus 1,10,29).44Bartolomé DE LAS CASAS. Historia de Indias, Lib. II, cap. LVIII, p. 334.45 Bartolomé DE LAS CASAS. Historia de Indias, prólogo, t. I, p. 14-15.teólogos atribuían a los pueblos que no pertenecían a su cultura ni a sureligión, pues se desprende que en su concepto de Derecho natural –queno se desliga a la formulación ciceroniana–, el hombre se define por surazón, la misma que es común a todos los seres humanos sin distinción.Así, tal como indica Gonzales Matilla 46 , en el contexto delhumanismo propugnado por Las Casas, el iusnaturalismo teológico sereencuentra con la consideración jurídica de hombre del Derechoromano:«Desde el principio del género humano, todos los hombres ...por derecho natural y de gentes fueron libres ... y no sujetos aservidumbre» 47 .De ello se infiere que siendo hombres los indios, y hombres libres, nocabía que fueran reducidos a esclavitud ni despojados de sus tierras nisometidos a las vejaciones propias del trabajo forzoso y forzado a favordel encomendero que les tuviere a cargo, como sin embargo habíanpreconizado las primeras leyes de encomienda 48 .De esta manera, la aceptación de la cualidad humana de los indios seirá produciendo progresivamente, no sin resistencias, quedando zanjadafinalmente la polémica por la bula papal Sublimis Deus 49 , que tiene al46 Gorki GONZALES MATILLA: “La consideración jurídica del indio como persona:el Derecho Romano, factor de resistencia en el siglo XVI”. Universidad Nacional deMéxico. 2.001.47 Bartolomé DE LAS CASAS. De regia potestate.48 KONETZKE, Richard. Colección de documentos para la formación social deHispanoamérica, 1493-1810, vol. I (1493-1592), Madrid, Consejo Superior deInvestigaciones Científicas, 1953, p. 9. Reales Cédulas de 20 de marzo de 1503 (Alcaláde Henares) y 29 de marzo de 1503 (Zaragoza), que organizan el sistema de trabajo através de las encomiendas. Los indios serían reunidos en aldeas, catequizados ycivilizados bajo la autoridad de un español encomendero, que les garantizaba tambiénjusticia y protección; a cambio, serían sometidos a un servicio forzado, por turno, bajolas órdenes de los caciques.49 Ver: HANKE, Lewis. El Papa Paulo III y los indios de América. México, EditorialJus, 1992, p. 19-23. En torno a la idea de la incapacidad de los indios, Alberto de laHera advierte citando al Padre Remesal que: «Para que no hubiese que les argüir (alos que hacían grandes estragos entre los indios) vinieron a negar un principio tancaro y evidente como que los indios eran hombres, y con esto respondían a quienes les1718

indio por ser racional y confirma la unidad de la categoría jurídica dehombre 50 , como se conoció en el Derecho Romano clásico y semantuvo en su evolución posterior a través del derecho comúnmedieval, manteniéndose la igualdad de naturaleza intrínseca de todoslos hombres pese a reconocerse y admitirse diferencias entre ellos enrazón a su status libertatis.Puede admitirse que la bula papal es el fruto de un proceso dereacción en contra del trato inhumano que se venía dando a losaborígenes, el mismo que incluía la creencia de que los indios no erancapaces para la fe y no tenían la capacidad para vivir por sí solos, sinoque requerían estar permanentemente sometidos. En ella se indica:“El Dios sublime ama tanto a la raza humana, que El mismoha creado al hombre de manera tan sabia para que puedaparticipar no solamente en las cosas que otras criaturas puedangozar, sino que le ha dotado con la capacidad para alcanzar elinaccesible e invisible bien supremo y contemplarlo cara acara; (...) Nos... consideramos convencidos, que los indios sonhombres verdaderos y que no solamente son capaces deentender la fe católica sino, que según tenemos entendido,desean vehementemente recibirla (...) los dichos indios y todoslos otros pueblos que posteriormente sean descubiertos por loscristianos, por ningún concepto podrán ser privados de libertado propiedades aun cuando estuvieran fuera de la fe, y quepodrán libre y legítimamente disfrutar de su libertad y laposesión de sus propiedades y no podrán por ningún motivo serafeaba el término que usaban ellos y el robarles sus personas, hijos y haciendas, comoquien no tenía más dominio sobre lo uno o lo otro que las fieras del campo. Estaopinión diabólica tuvo principio en la isla Española, y fue en gran parte para agotarlos antiguos moradores de ella, y como toda la gente que se repartía por todo estenuevo mundo de las Indias pasaba primero por aquellas islas, que era en este puntoentrar en una escuela de Satanás para depender este parecer y sentencia del infierno.Lleváronla muchos a México y sembráronla por la comarca, y principalmente lossoldados que entraban a descubrimientos y conquistas y nuestra provincia deGuatemala estuvo bien infeccionada de ella». Alberto DE LA HERA. “Los Derechosespirituales y temporales del Nuevo Mundo”. México, Editorial Jus, 1992, p. 102-103.50 Alberto DE LA HERA. Los Derechos espirituales y temporales del Nuevo Mundo.México, Editorial Jus, 1992, p. 95.reducidos a esclavitud pues si de otro modo sucediera, ello51sería nulo y sin efecto”.Y la reina Isabel 52 , al testar, dispone en el Codicilo de Medina delCampo la obligación de sus sucesores no sólo de respetar la obligaciónde evangelizar a los indios sino de tratarlos con humanidad 53 :«Sea su principal fin ...procurar inducir y traer a los pueblosde ellas y los convertir a nuestra Santa Fe Católica ...y noconsientan ni den lugar a que los indios vecinos y moradores delas dichas Indias y Tierra firme ganadas y por ganar, recibanagravios algunos en su persona y bienes, mas mando que seanbien y justamente tratados...»Más adelante las Leyes Nuevas ordenaban que los indios «...seaninstruidos y enseñados en las cosas de nuestra santa fe católica y bientratados como personas libres y vasallos nuestros como lo son...»,retomando una antigua instrucción de los Reyes Católicos 54 , retomandoel concepto unitario de hombre en consonancia con el documentopontificio citado, en forma tal que la humanidad y personalidad jurídicade los indios determinó el marco teórico en el cual habrían de moverselos argumentos para afirmar los derechos de los habitantes de losnuevos territorios. Más aún, se instituyó como el núcleo 55 contra el cualhabrían de enfrentarse los argumentos que pugnaban por restringirlos onegarlos, vinculando los efectos jurídicos de los demás problemas de lacolonización española en América.Sin embargo, en esta época ya se ha acordado con carácter general elestablecimiento de vínculos generales de vasallaje de los indígenas afavor de la Corona castellana. En buena parte esa convicción del51 Promulgada en junio de 1537.52 BATAILLON, Marcel, y SAINT LU, André. El padre de las Casas: la defensa delos indios. Barcelona, 1976, p. 76.53 Codicilo de Medina del Campo, 23 de noviembre de 1504; su texto, transcrito enBRAVO LIRA, Derecho común y Derecho propio en el Nuevo Mundo, p. 196.54 Instrucción a Nicolás de Ovando Gobernador de las Indias y Mar Océano, citada enRichard KONETZE, “Colección de Documentos para la formación social deHispanoamérica”. CSIC, Madrid 1953, Tomo I, pag. 955 Silvio ZAVALA, “Las instituciones jurídicas en la conquista de América”, pag.56.1920

predominio de la corona española sobre las tierras descubiertas y sobrelos estados en ellas existentes obedecía a que, una vez barruntada laimportancia que el descubrimiento podía tener, a la vuelta del primerviaje de Colón, los Reyes Católicos habían procurado conseguir laconsagración papal de sus derechos sobre las tierras descubiertas y pordescubrir. Y aunque la respuesta papal no puso en tela de juicio lacapacidad racional de los naturales de los territorios recién descubiertos,tampoco la afirmó de manera contundente. En cualquier caso, sesostiene en ella que las gentes«...que pacíficamente viven, y que según dicen andandesnudos y no comen carne; y (...) las tales gentes, habitantesde las antedichas islas y tierras, creen en un Dios creador queesta en los Cielos, y parecen bastante aptos para recibir la fecatólica y serles enseñadas buenas costumbres...».De este modo, la soberanía concedida por el Papa Alejandro VI,estuvo subordinada a la evangelización de los habitantes 56 . Talobligación evangelizadora imponía que se considerase a los indiosaptos, capaces y dignos de recibir las enseñanzas de la religión, asícomo si procedía que fueran forzados al bautismo.Parecía pues, si se juzgara por los abundantes y encendidos escritospublicados y las opiniones manifestadas de teólogos y juristas delrenacimiento español, que el espíritu y la legalidad de la colonizaciónposterior a la conquista de los primeros asentamientos y territorios ibadestinada al establecimiento de lazos de relación con los pueblos de laAmérica hispana tratando de igual a igual a las comunidades yorganizaciones humanas, una vez se hubiera producido el reconocimientode unos y otros y demostrado su recíproco deseo de paz yconcordia.Pese a ello, el examen de las relaciones concretas entre los pueblosindígenas y los conquistadores primero, y posteriormente los poblado-56 Francisco MORALES PADRÓN, “Teoría y leyes de la Conquista”. Madrid,Ediciones Cultura Hispánica, Centro Iberoamericano de Cooperación, 1979, p. 165-179.res, no parece que hayan mantenido una relación conforme a la leyespañola ni al mandato pontificio, aun cuando sí hayan recibido untrato más tolerante que el padecido en la época por judaizantes omoriscos conversos en la península Ibérica.3.- Las relaciones entre los pueblos. Cortés en México yPizarro en Cuzco. Carlos V y los caciques.Así, aunque se admitía teóricamente la igualdad de los hombres anteDios, se mantenía el axioma de la superioridad de la civilizaciónoccidental sobre la de los indígenas, y se afirmaba el dominio de laCorona de España sobre la tierra descubierta, como se colige porejemplo de la exigencia de vasallaje realizada a Montezuma, según laforma habitual de operar de Cortés en México 57 :“Como el Capitán Cortés vio que estaban ya presos aquellosreyecillos por mí nombrados y todas las ciudades pacíficas,dijo a Montezuma que .... pues ya había entendido el granpoder de nuestro rey e señor, e que de muchas tierras le danparias e tributos y le son sujetos muy grandes reyes, que serabien que aquel y todos sus vasallos le den obediencia porqueasí se tiene por costumbre, que primero se da la obidiencia yque dan las parias o tributos”.Y bueno es recordar que esa “obidiencia” o reconocimiento devasallaje, se reclamaba en este caso de un rey preso al que se tratabasegún Bernal con grandísima consideración 58 , pero que se manteníacomo rehén ante su pueblo en forma tal que su autoridad estaba minaday sus actos, en puridad, debían considerarse nulos y sin valor alguno57 Véase la jura de Montezuma al Rey Carlos ante Cortés en 1519, en Bernal DIAZDEL CASTILLO, “Historia verdadera de la conquista de Nueva España” Cap CI.58 Bernal DIAZ DEL CASTILLO, “Historia verdadera de la conquista de NuevaEspaña” Cap CI,.afirma en relación a Montezuma: “E queriamoslo tanto e de buenasentrañas, que a nosotros de velle llorar se nos enternecieron los ojos y soldado hoboque lloraba tanto como Montezuma; tanto era el amor que le teniamos.”2122

para vincular a un pueblo libre. En todo caso, recuerda Bernal que lasumisión se prestó entre las lágrimas de todos:“Despues Montezuma volvio a hablar con sus caciques sobreel caso estando Cortés delante ... e dieron la obidiencia a SuMajestad, y con mucha tristeza que mostraron, y el Montezumano pudo contener las lágrimas”. 59No debe olvidarse tampoco la política conquistadora en Perú frente alos Incas reinantes, con los que, lejos de establecerse una federación oalianza, se implicaron los españoles en las luchas internas de lospobladores y en las disputas entre los Incas. Pizarro había emprendidodos expediciones al Sur desde Panamá, de la que era Alcalde, fallidasambas por la dureza de la oposición indígena; y, negado el socorro parala tercera expedición, tras los episodios de la Isla del Gallo, obtienecartas del Rey 60 que le confirman en su misión. Así inició el tercerviaje a principios de 1531. Al llegar a su antiguo refugio de Tumbezcontemplaron como la ciudad había sido arrasada con motivo de laguerra civil entre Huascar y Atahualpa iniciada al fallecer el padre deambos, Huaina Capac, decidiendo aprovechar para esa lucha intestinasometer al Imperio del Sol. Pizarro decide penetrar en el país incaicomanteniendo a sus tropas en las cercanías del litoral y ascender conescaso bagage a los Andes, corazón del Imperio. El 15 de noviembre de1532 alcanza Cajamarca, encontrándose la ciudad abandonada. Seenvió una embajada a Atahualpa -reciente vencedor de su rival,Huascar- en la que se le indicaba la presencia hispana en la zona y losdeseos de reunirse con él. Atahualpa llegó acompañado de 10.00059 Bernal DIAZ DEL CASTILLO, “Historia verdadera de la conquista de NuevaEspaña” Cap CI60 Tras dos aventuras fallidas en su intento de alcanzar las tierras del Sur de Panamá delas que había tenido noticias, y cuyo descubrimiento se le había encomendado junto aDiego de Almagro y al clérigo Hernando de Luque, Pizarro viene a España, y, ademásde conocer a Cortés, es recibido por Carlos I, de quien obtiene la “Capitulación deToledo” -26 de julio de 1529- por la cual se concedía a Pizarro el cargo de CapitánGeneral y Gobernador de Nueva Castilla, nombre otorgado a las tierras peruanas, asícomo una pensión de 1.000 ducados. Almagro recibiría el título de hidalgo y el oficiode alcaide de Tumbez mientras que Luque obtendría el obispado de Nueva Valencia ylos "Trece de la fama" que habían acompañado a Pizarro en la Isla del Gallo, recibíanel privilegio de hidalguía.quiteños desarmados, sometien-do a prisión a Atahualpa. El incaofreció a los españoles a cambio de la libertad una gran cantidad deriquezas que trajo Huascar a Cajamarca y que fueron repartidas entrelos conquistadores. Temiendo que los recién llegados nombraran inca aHuascar, Atahualpa mandó asesinarle, apor-tando a Pizarro una buenaexcusa para condenarle a muerte. Atahualpa será ejecutado el 26 dejulio de 1533. En agosto Pizarro -acompañado de las escasas tropasespañolas y de los auxiliares quechuas, enemigos de la dominacióninca- se dirige a Cuzco, la capital del Imperio Inca, tomando la ciudady convirtiéndose en el dueño del Perú, a pesar de reconocer como incaa un tercer hermano, Manco Cayac.Este resumen de la historia de la conquista del Perú no resta un ápicea los tintes de gesta heroica de Pizarro y sus compañeros, comotampoco oculta sus maniobras político-militares a fin de desunir a losindios y someterlos, no tampoco oculta las malísimas relaciones entrelos españoles que tomaron parte en la conquista del Perú, los“peruleros”, como despectivamente fueron llamados en la penínsulaIbérica; y, en suma, es paradigma de la conquista del territorio con laeliminación de las instituciones estatales que sobre él existían y elmantenimiento de la población indígena sin opción política propiasobre su tierra 61 .Al tiempo se publicaba en Valladolid la obra crucial de las Casas enel año de 1.542, apareciendo posteriormente 62 impresa en 1.552. Por61 Los gobernantes españoles posteriores intentaron aprovecharse más tarde de laestructura estatal incaica nombrando un soberano títere en la persona de TupacHuallpa, hermano de Huáscar e hijo del Inca Huayna Capac. La resistencia de los incasaun continuaría durante varias décadas, con los intentos fracasados de Tisoc, MancoInca, Sayry Túpac, Tito Cusi y Túpac Amaru, éste decapitado por los españolescuarenta años después de su llegada. La resistencia aun tendrá nuevos episodiosdurante los siglos XVII y XVIII, el más importante de los cuales será el de TupacAmaru en 1780, siempre con el objetivo no cumplido de restaurar el antiguo imperiodel Tawantinsuyo.62 Así resulta de la obra del Obispo: “Descubriéronse las Indias el año de milcuatrocientos noventa y dos. Fuéronse a poblar el año siguiente de cristianosespañoles, por manera que ha cuarenta y nueve años que fueron a ellas cantidad deespañoles”. Bartolomé DE LAS CASAS, “Brevíssima Relación de la Destrucción delas Indias”. Capítulo inicial2324

esas fechas, en 1543, había escrito Carlos I de España su famosa carta alos caciques indios:“Y porque Nos deseamos tener con vosotros toda amistad ybuena confederación, para que, habiendo conformidad, todossirvamos a Dios como debemos, les hemos dado todo nuestropoder cumplido (a los portadores) para que puedan con Voshacer cualesquier concordias y asientos, para que haya entrenos y vosotros verdadera amistad, y mucha benevolencia, yentre nuestros súbditos y los vuestros, toda hermandad ycompañía; y vuestras tierras gocen de lo que en nuestros reinosDios ha criado, que allá no tengáis, y lo que en los ingenios y laindustria de nuestros súbditos en todos los siglos ha hallado einventado. De lo cual creemos que cuando tengáis enteranoticia tendréis mucho contentamiento. Y también esperamosque como la suma sabiduría de Dios en todas las partes delmundo cría cosas de mucho provecho para los hombres, y encada provincia se da a los naturales de ella ingenios e industriabastante, habrá algunas cosas en esa vuestra tierra, de quenuestros reinos sean aprovechados y reciban beneficio; por locual huelgan de os ir a ver y llevar las cosas”. 63Desde luego, el tenor de la carta del Emperador no se cohonestabacon los hechos en la mayor parte de los territorios de conquista. Ésta seproducía, por lo general, como hemos visto, haciendo saber la superioridaddel europeo sobre el nativo, ya por tener una fe verdadera a la quedebían ser convertidos los indios para su salvación, ya por la simplefuerza de las armas. Al contacto precavido pero franco había seguido elsometimiento de los pueblos, antes que la civilización y el comercio.La reacción del Emperador frente a la desposesión de los señores ocaciques de los indios de su autoridad y, en suma, de la usurpación delpoder político que las comunidades y pueblos indios se habían dadopor los nuevos encomenderos o conquistadores, había venido precedidade la intención del Monarca de abandonar las Indias a sus señores63 Puede verse en Silvio ZABALA: “Las Instituciones jurídicas en la conquista deAmérica”. Pag. 15.luego de conocer los abusos habidos en la primera época de laconquista 64 del Perú. Si no llega a hacerlo es por el consejo de personasde influencia y sabio consejo, tales como Vitoria 65 , que le insisten enque en el caso de abandonar las Indias a su suerte quedaría desbaratadala obra iniciada de la evangelización americana. Triunfa así en la mentedel Emperador, al menos, y de la mano de Vitoria, la doctrina de LasCasas que proclamaba que al hacerse a los reyes españoles donacióndel Nuevo Mundo no pudo caber en su ánimo el privar a los Reyes oSeñores indígenas de su jurisdicción para transferirla a los Reyes deCastilla, sino la de constituirles en Emperadores sobre aquella multitudde Príncipes para facilitar la predicación del Evangelio.4.- La emancipación de las repúblicas americanas y lasituación de los pueblos indígenas.No podía dejarse de reconocer, pese a todo, que a partir de la primeraconquista se desarrolló en América un trabajo ímprobo decolonización, de descubrimiento de nuevas tierras, de evangelización,de puesta en valor de los territorios, y de asentamiento del poder realsobre las tierras descubiertas, colonizadas y labradas. Se establecenAudiencias, se crean Concejos, se nombran Alcaldes y Regidores, seerigen Diócesis y Virreinatos, y todo ello se lleva conforme a patróncastellano desde Castilla, a la inmediación del Rey por el Consejo deIndias y los demás en lo menester, sin contar como ciudadanos con losindios, que no alcanzan esos regimientos y dignidades que les hubieranpermitido organizar los destinos de sus pueblos junto al hermanoespañol.64 Puede verse la relación del “Anónimo de Yucay” de 16 de Marzo de 1.571, atribuidoindistintamente a Sarmiento de Gamboa o a Polo de Ondegardo, donde se relata que“quiso S.M. dejar estos reynos a los Incas tiranos”. También Sarmiento de Gamboa ensu obra identificada “Historia Indica” alude explícitamente a la intenciónd elEmperador de dejarlas renunciando a su soberanía.65 Sobre la intervención de Francisco de VITORIA cerca de Carlos V, es fundamentalla obra de Juan MANZANO, “La incorporación de las Indias a la Corona deCastilla”. Véase también Rafael VARGAS UGARTE “Fray Francisco de Vitoria y elderecho de la conquista de América”, Buenos Aires 1930.2526

La colonización española y el desarrollo urbano, tanto en lasciudades (entre ellas Veracruz, Zacatecas, Caracas, Cartagena oBuenos Aires) como en los núcleos rurales suficientemente asentados,habían ido parejos hasta el punto de que a principios del Siglo XIX seencontraban en aquellos núcleos de civilización los verdaderosasentamientos de la población estable criolla y de la europea de paso,dejando fuera a los indígenas.Estos permanecían en las selvas y los campos, viviendo su vida enunas ocasiones tal como en los tiempos del descubrimiento, negándoseal contacto con el nuevo hombre o ignorándolo simplemente; y en otrasaceptando una mínima influencia de la cercanía del hombre moderno omodernizado, europeo o criollo. Se habían creado a su vez castasnuevas de hombres que, como los llaneros de Venezuela y Colombia 66 ,o los gauchos 67 de Argentina y Brasil, poblaban amplias zonas de lassabanas interiores y de las llanuras subtropicales 68 .66 Acerca de la génesis de los llaneros, véase Salvador de MADARIAGA, “Bolívar”SARPE, Madrid. En general puede decirse que algunos grupos se han mantenido almargen del paso del tiempo en el llano de Venezuela. Pero en general, el llanero actuales el reflejo de un mundo de extremos. La necesidad de adaptarse a una vida anfibia loha convertido en un hombre valeroso, independiente e individualista, pero tambiéngeneroso y hospitalario. Labora en hatos -grandes propiedades dedicadas a la ganaderíaextensiva-, donde realizan doma de caballos salvajes y ejecuta las faenas de recogidadel ganado (vaquerías), a la entrada y salida de las aguas. Cantos de ordeño y arreoacompañan sus labores y durante bautizos, bodas, festividades religiosas, comienzo yfin de las faenas, interpreta e improvisa décimas, corridos y coplas. Sus instrumentosson el arpa, el cuatro, las maracas y a veces la bandola. La forma musical porexcelencia es el golpe, el joropo es un golpe que se baila con zapateo. Debate sushabilidades con otros llaneros en contrapunteos, peleas de gallos y coleo de reses.67 Aunque se la utilizó en todo el río de la Plata - y aún en Brasil - no existe absolutacerteza sobre el origen de la palabra gaucho. Es probable que el vocablo quichuahuachu (huérfano, vagabundo) haya sido transformado por los colonizadores españolesutilizan-dose para llamar gauchos a los vagabundos y guachos a los huérfanos.También existe la hipótesis de que los criollos y mestizos comenzaron a pronunciar así(gaucho) la palabra chaucho, introducida por los españoles como una formamodificada del vocablo chaouch, que en árabe significa arreador de animales. Ladenominación se aplicó generalmente al elemento criollo (hijos de españoles) omestizo (hijos de españoles con indígenas), aunque sin sentido racial sino étnico ya quetambién fueron gauchos los hijos de los inmigrantes europeos, los negros y los mulatosque aceptaron su clase de vida, extendiéndose por la llanura que va desde la PatagoniaPero la existencia de criollos, gauchos y llaneros, así como lasmezcolanzas étnicas producidas por la conquista y la coexistenciaposterior de los hombres y mujeres de América, pueden hacer olvidarla existencia de los descendientes de los primitivos habitantesprecolombinos de América, reconocidos hoy sin embargo, luego derealizado un amplio censo de culturas, a veces debido a la propiaintervención de los entes indígenas interesados. 69hasta los confines orientales de Argentina, llegando hasta el Estado de Rio Grande delSur, en Brasil (gaúcho).68 La denominación se aplicó generalmente al elemento criollo (hijos de españoles) omestizo (hijos de españoles con indígenas), aunque sin sentido étnico ya que tambiénfueron gauchos los hijos de los inmigrantes europeos, los negros y los mulatos queaceptaron esa clase de vida, extendiéndose por la llanura que va desde la Patagoniahasta los confines orientales de Argentina, llegando hasta el Estado de Rio Grande delSur, en Brasil (gaúcho). Dentro del tipo de gaucho, se distinguió desde antes de 1.810,.el simple peón de ganado, junto al gaucho nómada o al gaucho alzado, o delincuenteechado a la llanura para huir de la Autoridad. Todos ellos dieron lugar a ladenominación unitaria de Gaucho, en razón a su vida solitaraia y dedicada al trabajosobre el caballo, conduciendo y guardando los grandes rebaños de la Pampa.69 Solo hoy en México puede hablarse de los siguientes pueblos indígenas que formanparte del entramado social con características propias de cultura y origen, y deasentamiento sobre una determinada población: Amuscos de Oaxaca, Coras, Chatinos,Chichimecas, Chinantecos, Chochos, Choles, Chontales (Altos de Oaxaca), Chontalesde Tabasco, Guarijíos, Huastecos de San Luis Potosí, Huastecos de Veracruz, Huaves,Huicholes, Kikapúes, Lacandones, Mames, Matlatzincas, Mayas, Mayos, Mazahuas,Mazatecos, Mexicaneros, Mixes, Mixtecos, Mochós, Nahuas de Guerrero, Nahuas(Huasteca Veracruzana), Nahuas de Milpa Alta, Nahuas de Morelos, Nahuas (SierraNorte - Puebla), Otomíes del Estado de México, Otomíes del Valle del Mezquital,Pames de Querétaro, Pames de San Luis Potosí, Pápagos, Pimas, Popolucas,Purépechas, Tarahumaras, Tepehuanes del Sur, Tlapanecos, Totonacas, Triquis,Yaquis, Zapotecos (Istmo Tehuantepec), Zapotecos (Sierra Norte -Oaxaca), Zapotecos(Valles Centrales), Zoques de Chiapas.En Argentina, estas Comunidades de Pueblos Indígenas son, según informaciónobtenida de FRITES, Eulogio ”El DerechoIndígena Consuetudinario y PositivoArgentino” entre otras, las siguientes: Comechingones: están en el cordón Cruz delEje-San Luis, en Córdoba, organizados en Comunidad con asiento en San MarcoSierra. Están tratando de resocializar una Merced Indivisa, reconocida en 1806 por elVirrey Sobremonte. Las Comunidades del Pueblo Indígena Chane, está en Tuyunti,Tartagal, Salta; las comunidades indígenas del pueblo Diaguito Calchaqui, están enTucumán, Catamarca y Salta, siendo el centro neurálgico Amaicha del Valle; lascomunidades indígenas del pueblo GUARANI, están en Misiones, Corrientes, Salta yJujuy; las comunidades indígenas del pueblo HUARPE, están en Mendoza, en la2728

Es interesante destacar que doscientos años más tarde de laInstrucción de Carlos I a Ovando, el 10 de febrero de 1795, se dicta enAranjuez la Real Cédula de "Gracias al sacar" por la que se suspendenlos caracteres infamantes del estado de "pardo, zambo o quinterón". Apartir de entonces las razas despreciadas podrían comprar el título deDon y acceder a puestos hasta ahora eran exclusivo privilegio de losblancos. Pero al conocerla, el Ayuntamiento de Caracas, órgano deexpresión de los criollos, acuerda enviar al rey el 14 de abril de 1796una súplica para suspenda los efectos de la mencionada Cédula.Poco antes, el Rey había promulgado su Pragmática sobre laesclavitud, de 31 de mayo de 1789 codificando la legislación,clarificando los derechos de los esclavos y los deberes de los amos, yen general intentando mejorar las condiciones de vida de aquéllos.Como resalta Linch, “Los criollos rechazaron la intervención estatalentre el amo y el esclavo, y combatieron contra este decreto en base aque los esclavos eran proclives al vicio y a la independencia yesenciales a la economía. En Venezuela -y por supuesto en todo elLaguna de Huanacachi, organizados y en forma dispersa en San Juan, San Luis y LaRioja; las comunidades indígenas del pueblo Kolla, en Salta, Jujuy y Catamarca y susáreas de influencia; las comunidades indígenas del pueblo Mapuche, están en BuenosAires, La Pampa, Neuquén, Rio Negro y Chubut; las comunidades indígenas delpueblo MOCOVI, están en las provincias de Santa Fe y Chaco; las comunidadesindígenas del pueblo PILAGA, están en Formosa y en Tartagal, Salta; las comunidadesindígenas del pueblo QUICHUA, están en Santiago del Estero; las comunidadesindígenas del pueblo Selk`Man (ONA), están en Tierra del Fuego, Antártida e Islas delAtlántico Sur; las comunidades indígenas del pueblo Tehuelche (Aoniken), están en laprovincia de Santa Cruz y zonas de influencia; las comunidades indígenas del puebloTOBA, están en las provincias de Chaco, Formosa, Salta y zonas de influencia comoSanta Fe y Buenos Aires; y las comunidades indígenas del pueblo Wichi - Matacos. Aestas organizaciones comunitarias de los Pueblos Indígenas mencionados, hay queagregar numerosas personalidades indígenas que se encuentran en Ciudades y queforman organizaciones de apoyo, que se revitalizan permanentemente en tanto y encuanto no pierdan el contacto con sus comunidades de origen y mantengan laconciencia de pertenecer a un Pueblo o Nación Indígena.El estado chileno reconoce como principales etnias indígenas de Chile a: laMapuche, Aimara, Rapa Nui o Pascuenses, las de las comunidades Atacameñas,Quechuas y Collas del norte del país, las comunidades de Kawashkar o Alacalufe yYámana o Yagán de los canales australes. (ley indígena 19.Caribe español -los plantadores se resistieron a la ley y procuraron sususpensión en 1794". 70Llegaba el fin de la presencia española en la América continental.Pero entretanto, los Soberanos españoles mantenían entre sus títulos losde Reyes, Duques o Señores de territorios y de dominios, pero no depueblos. El Rey de España mantenía la enumeración de sus títulosdesde los últimos Reyes de Castilla, acrecentando la lista de laextensión territorial de su poder, pero sin incluir entre ellos a lospueblos sobre los que reinaba. Eran Reyes de Algecira, de Jerusalén yde Cerdeña, del Tirol, Señores de Vizcaya y de Molina, pero nunca senombraron Reyes de los Guaraníes, Señores de los Aztecas o Duquesde los Mayas. Ni siquiera Incas de los PeruanosComo españoles, al producirse la invasión napoleónica y el traslado aBayona de la familia Real y la abdicación de Carlos IV, con elnombramiento imperial de José Bonaparte como Rey impuesto, loshabitantes de la América española, precisamente por españoles, teníanel mismo derecho que los habitantes de la Península para nombrar suspropias Juntas 71 . «No pertenecemos a España -decían-, pertenecemosal Rey de Castilla; desaparecido éste, tenemos el derecho de escogerotro gobierno». Hubo sin embargo quienes, perplejos ante la situacióncreada, decidieron bien seguir al rey francés o tomar un camino propioque desembocara en la independencia de la corona española o delrégimen que la sustituyera en la metrópoli.Sin embargo, no todos los americanos pensaron de esta manera, y enla confusión del momento histórico, predominando el sentimiento defidelidad al Rey, la opinión se dividió frente al hecho de encontrarseEspaña toda en poder del invasor, y el Rey prisionero de Napoleón en70 Véase John LINCH, "Las revoluciones hispanoamericanas", cit. pág. 217.71 Marius ANDRÉ. “El fin del Imperio Español en América”. Editorial CulturaEspañola, Madrid «Tomaron y ejercieron prerrogativas reconocidas legales por lasSiete Partidas -dice Marius André- No tenían necesidad de elecciones deenciclopedistas; la Edad Media les abre las puertas de la libertad; según las SietePartidas, cuando se extingue la familia real, el nuevo soberano debe elegirse poruniversal sufragio; el Rey Sabio no dice «por las Cortes» ni «por la nobleza», sino«por acuerdo de todos los habitantes del reino que le escogiesen por señor».2930

Bayona. Era preciso acudir a una revisión de las teorías constitucionales,dilucidando el dilema acerca de si el Rey cautivo podía sersustituido por otro órgano legal. Desgraciadamente, la solución dada enlas Cortes de Cádiz, solución integradora y aceptada de grado protodos, incluso los americanos que aquí concurrieron en defensa de losintereses españoles, no llegó a ser tenida en cuenta por todos en losterritorios americanos, pensándose que las Cortes así reunidas norepresentaban al Rey. El grito del Cura Hidalgo, en México, era el de lade la fidelidad al rey prisionero: «¡Viva Fernando! ¡Viva la Religión!».El Plan de Iguala, en su artículo cuarto, refiriéndose al Gobierno deMéjico, decía:«Su Emperador será el Señor don Fernando VII, y si él no sepresenta en los plazos fijados por las Cortes, serán llamadosen su lugar el Serenísimo Señor Infante don Francisco dePaula, el archiduque Carlos (de Austria) o cualquier otropríncipe de casa reinante que el Congreso eligiere»Las Juntas que se organizan gobiernan en nombre del Rey prisionero.La de Caracas se llama «Junta Conservadora de los Derechos deFernando VII», y sustituye al capitán general Emparán, creyéndolepartidario de José I. Buenos Aires quiere un rey Borbón, y Belgranopropone a la infanta Carlota Joaquina, hija de Carlos IV y Emperatrizdel Brasil por entonces. La independencia por eso se presenta concaracteres propiamente americanos.«La guerra hispanoamericana es guerra entre americanosque quieren los unos la continuación del régimen español, losotros la independencia con Fernando VII o uno de susparientes por Rey, o bajo un régimen republicano». 72En ese contexto de guerra americana entre americanos, los indiosestaban por el Rey como también los mestizos, zambos y mulatos. Y engeneral los mestizos estaban enfrentados a los criollos en razón a losprivilegios a los que podían acceder, antes exclusivos de los criollos y72 Marius ANDRÉ. “El fin del Imperio Español en América”. Editorial CulturaEspañola, Madrid..que les habían sido concedidos por las Autoridades españolas 73 . Estolos ponía de parte de la metrópoli y frente a los criollos. Un caso típicoes el de los famosos llaneros de Venezuela que, comandados porBoves, luchan por los realistas primero; pero luego, muerto aquél, sedejan capitanear por Páez y se pasan al bando bolivariano.Sin embargo, los pueblos indígenas, desde la emancipación de lasColonias hasta tiempos recientes, han carecido tanto de representaciónen los órganos de decisión política como de reconocimiento de suspeculiares formas de organización, más allá de las leyes que pudieranestar vigentes en las repúblicas americanas procedentes de la NovísimaRecopilación y las Leyes de Indias. 74Un recorrido por la historia y la legislación de las repúblicas meso ysudamericanas, deja a la vista el olvido tradicional de las necesidades,aspiraciones y demandas de la población indígena en cuanto tal, a la quesolo se protegía o contemplaba en cuanto se occidentalizaba o se integrabaen los procesos de producción, siendo frecuente su persecución eincluso su eliminación cuando existìa conflicto acerca de la propiedad o73 Marius ANDRÉ. “El fin del Imperio Español en América”. Editorial CulturaEspañola, Madrid: «Los mestizos, zambos, mulatos y otros americanos no difierenmucho de los indios en este punto. Al principio son, en su mayoría, partidarios delantiguo régimen, y bajo la bandera de éste se alistan sus soldados. Poco a poco sepasan al nuevo, porque es el que triunfa, porque se les embriaga con promesas yporque sufren diversas influencias, de las que son las principales las de los jefesaureolados por la victoria, de los párrocos y de los frailes patriotas».74 Ver en Roque ROLDAN: “Territorios colectivos de indígenas y afroamericanos enAmérica Central y del Sur. Su incidencia en el desarrollo”.Banco Interamericano deDesarrollo. Ponencia presentada en la Reunión Anual den Fortaleza (Brasil) Marzo de2.002, donde se contiene el siguiente párrafo: “La expoliación a los pueblos indígenasdurante la conquista y la Colonia continuó con el nacimiento de las nuevas Repúblicas.Al amparo de los principios filosóficos igualitarios que orientaron la nueva política, lasformas de autogobierno y dominio comunitario sobre la tierra fueron vistas como unobstáculo para la consolidación de los nuevos regímenes. De ahí que los procesos dereducción, sometimiento y a veces de exterminio, emprendidos contra los indígenas porlos Estados, o por particulares con la tolerancia de los estados, salvo casosexcepcionales como el de la explotación del caucho en la Amazonía, a costa de la vidade millares de indígenas, se mantuvieran durante los dos últimos siglos, ante laindiferencia de la comunidad internacional. El botín perseguido eran las tierras y lamano de obra de las comunidades.”3132

de la posesión de la tierra o el disfrute de su riqueza. Lasconfrontaciones tuvieron diferentes matices, y en algunos casos sesucedieron hasta entrado el siglo XX, presentándose las insurreccionesindígenas en casi todos los países, con sucesivos repliegues decomunidades a zonas inhóspitas, ante la derrota sufrida por las armas.Pero, al margen de la vida estrictamente política, la verdad es que, comoresultado de la colonización, el imprsionante mosaico cultural deHispanoamérica se debe en gran medida a la existencia de unapoblación indígena calculada en la actualidad en más de cincuentamillones de personas 75 , quienes aportan sus tradiciones, sus creencias,sus sueños y la manera como explican el mundo en el que viven, y alcual moldean de manera conjunta con toda la sociedad integraloccidentalizada que ahora los reconoce como un importante sector,heredero de los pueblos que aquí habitaron desde hace más de cincosiglos y de los que merece la pena conservar sus tradiciones, cultura yleyes, no con afán museístico, sino como expresión viva y actual deldinamismo de una comunidad que es capaz de tratar con desigualdadsituaciones desiguales en orden siempre al bien común.5.- Los pueblos indígenas hoy. Una perspectiva defuturo.La cuestión indigenista.- No es sino ya entrado el Siglo XX cuandose definen ciertas políticas estatales de carácter proteccionista ycentradas principalmente en la comunidad indígena como institución,donde el reconocimiento teórico, en el plano de los principios, dedeterminados derechos sobre la tierra a las comunidades, negados aveces de forma sistemática por leyes especiales 76 . En general se observacómo esas leyes proteccionistas olvidaron que era igualmenteimportante la conversión del indígena en ciudadano, lo cual suponía nosólo entregarle la propiedad de la tierra, sino también reconocerlo comosujeto de un conjunto de derechos orientados a perfeccionar dichacondición ciudadana y a asumir con claridad que los indígenas sean losgestores de su propio destino.Pero el reconocimiento del derecho indígena, y del “ciudadanoindígena” en tanto que parte sustantiva y fundamental de sociedadesétnica y culturalmente plurales, implica analizar los niveles delreconocimiento de la diferencia existente. En esta medida el derecho ala diferencia que se expresa en la noción de ciudadanía étnica, será untema importante porque cuestiona la homogeneidad de la igualdadpropuesto por un proyecto civilizador ajeno a la cultura indígena y a laconcepción unitaria de la población estatal.En definitiva, la base de la discusión en torno a los derechosindígenas se reduce a si conviene o no reconocerles su autonomía comopueblos diferenciados con capacidad normativa propia y generadoresde un derecho alternativo distinto del nacional, emanado de lasCámaras estatales y de la costumbre de los ciudadanos no integrados enlas organizaciones tribales. Verdaderamente este problema deberíacarecer de grave trascendencia en países sometidos a régimen federal,75 Ibidem: “Según los datos más confiables, la población indígena en América del Sury Central, alcanza una cifra superior a los 52 millones, un 10’57 de la población totalen esta zona del continente. Un 88’12 % está constituido, en un primer sector, por lasetnias Azteca, Maya, Quechua y Aymará, descendientes de las grandes culturasmesoamericanas y andinas precolombinas, caracterizados hoy por una carenciageneral de gobierno propio, una mediana inserción a las economías locales en las queparticipan como vendedores de excedentes agropecuarios y productos artesanales yuna constante interrelación con la población no indígena que ha inducido cambios entodas las esferas de la vida comunitaria y de su patrimonio cultural ancestral. Un11’88 “ de la población indígena conforma un segundo sector numéricamentereducido, pero formado por una inmensa variedad de pueblos y comunidades que, porsu aislamiento relativo del resto de la población en áreas selváticas y periféricas de lospaíses, conserva de modo más acentuado rasgos distintivos de su identidad cultural.”76 Ver en Roque ROLDAN: “Territorios colectivos de indígenas y afroamericanos enAmérica Central y del Sur. Su incidencia en el desarrollo”.Banco Interamericano deDesarrollo. Ponencia presentada en la Reunión Anual den Fortaleza (Brasil) Marzo de2.002. “La Constitución Peruana de 1.920 consagró por primera vez en América laexistencia legal de las sociedades indígenas, y su derecho de dominio imprescriptiblesobre la tierra. En 1.940, el Congreso de Patzcuaro, en México, creó el InstitutoIndigenista Interamericano, que trazó algunas pautas para la defensa de los indígenas.La OIT mediante los Convenios 107 de 1.959 y 169 de 1.989, abrió algunos espaciosde respeto a los derechos fundamentales de los indígenas, especialmente el de tener supropio territorio. Los Estados centro y sudamericanos han empezado a caminar deforma progresiva en esta misma dirección.”3334

tales como Venezuela, México, Argentina y otros 77 , caracterizados porlo tanto por la coexistencia de soberanías, sin renuncia a la misma porel hecho de que un pueblo soberano se colocara bajo la protección deuna potencia más fuerte.Tanto el modelo de la ciudadanía integrada con las características deasimilación presentes en América Latina, como el modelo de ciudadaníadiferenciada, no dejan de presentar dificultades. Pero la importancia es queponen de manifiesto un problema crucial: el de si en un orden democráticoes posible hacer compatible la idea de comunidad política con eldesarrollo de múltiples identidades colectivas.En los últimos años se ha abierto camino la concepción de laciudadanía diferenciada, promovida principalmente por los trabajos delprofesor canadiense Will Kymlicka 78 . En esta obra 79 se intenta buscaruna solución al problema de las minorías culturales y sociales para lasque el concepto de ciudadanía integrada supone la eliminación de suidentidad diferenciada (social o cultural), diseñando un concepto deciudadanía que permita a las minorías sociales desfavorecidas y a lasminorías étnicas, religiosas o culturales su integración en el Estado sinperder por ello sus rasgos propios claramente diferenciados. Propugnaincluso un concepto de ciudadanía que permita la integracióndiferenciada de tales minorías, no sólo como individuos sino también -y especialmente- como grupos específicos. Como es obvio, este nuevoplanteamiento del concepto de ciudadanía puede implicar cambiosdecisivos en la política social y cultural en general, aunque sea unhecho que se haga especialmente perceptible en los Estadosmultiétnicos, que es una de las características de la mayoría de lospaíses hispanoamericanos.77 En relación a los Estados Unidos de América, véase la afirmación de HenryWHEATON, “Elementos de Derecho Internacional”: “Las relaciones políticas de lastribus indígenas de la América del Norte con los Estados Unidos, son las de un Estadomedio soberano con las del Estado bajo cuya protección se encuentra”.78 Profesor de filosofía Social en la Universidad de Queens, Ontario.79 Will KYMLICKA, “Ciudadanía Multicultural”, Madrid 1.996, y “Filosofía Políticacontemporánea”, Madrid 1.995.La propuesta de ciudadanía diferenciada de Kymlicka, requiere elreconocimiento a esas minorías étnicas de derechos específicos, dediferente configuración en cada caso, pero que pueden reducirse a lossiguientes grupos:a) Derechos permanentes de autogobierno de las minoríasnacionales, necesarios porque es la única forma de que consiganestar mejor representados.b) Derechos especiales de representación de los gruposdesfavorecidos, que han de ser conferidos de forma temporal, nopermanente.c) Derechos comunes a todas las etnias, que no tienen comoobjetivo el autogobierno sino la integración en el conjunto de lasociedad. Se los denomina derechos poliétnicos 80 porque tienencomo objetivo ayudar a los grupos étnicos y a las minoríasreligiosas a que expresen su particularidad en las institucioneseconómicas y políticas de la sociedad dominante.d) Derechos lingúísticos, que al igual que los tres derechosseñalados anteriormente, tienden a capacitar la autonomía de lasminorías nacionales con respecto a la nación mayoritaria,atendiendo a que un factor determinante para la supervivencia deuna cultura es su lengua.Debe hacerse mención igualmente de otras posiciones de mayorradicalidad, entre las que ha de citarse la de Iris Young 81 para quien, elconcepto hasta ahora hegemónico de ciudadanía integrada atenta contrael genuino concepto de igualdad, ya que viene a negar en la práctica losderechos de las minorías sociales y étnicas al forzarlas a una homogeneizaciónbajo las pautas de la mayoría; y tal proceso homogeneizadores también injusto puesto que contribuye a perpetuar su marginaciónsociocultural en beneficio de los grupos privilegiados de la mayoría.80 KYMLICKA. op. cit. passim.81 Iris YOUNG, Ph. D. en Filosofía por la Universidad de Pennsilvania, es Profesoradel Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Chicago.3536

Tanto por razones de igualdad como de justicia, las minorías marginadasexigen políticas específicas que eviten el mantenimiento más omenos subrepticio de los procesos de marginación, opresión o explotacióna partir de un cierto imperialismo cultural y social, que se traduceigualmente en términos económicos y políticos.El indigenismo en el plano “de lege ferenda”.- Uno de losprincipales obstáculos para concretar las necesidades de los pueblos ynaciones indígenas, son los derivados de la aplicación teórica ypráctica, a nivel legislativo y judicial o administrativo del principio deigualdad en tanto en cuanto sea éste entendido torcidamente comouniformidad de régimen jurídico para todos los ciudadanos, pero nocomo desigualdad de trato para los desiguales 82 . No cabe duda de queese principio, el de igualdad, es uno de los fundamentales para lograr lainstauración de un régimen político democrático y justo, pero suaplicación indiscriminada, sin considerar las peculiaridades de loscolectivos integrantes del pueblo del Estado, llevará de manerainmediata a la negación de diferencias étnicas y culturales de sectoresde esa aparentemente uniforme población.A menudo se esgrimen argumentos fundados en que el reconocimientode ese derecho alternativo conduciría al desmembramiento delpaís, entendiendo que las comunidades indígenas se disgregarían delresto de la nación fundando verdaderos “enclaves de soberanía” dentrodel Estado unitario. Pero en la mayoría de los casos esos argumentosno dejan de ser sino puramente integradores, careciendo de la necesariavisión tuitiva de un patrimonio común que es el de la diversidad: elfuero indígena no sería inconstitucional porque está recogido enmultitud de constituciones y porque los Estados lo han incorporado asu entramado legal y a su ordenamiento jurídico a través de la firma delTratado 169 de la OIT. Por ello, no procediendo entender que hayapartes de la Constitución que sean inconstitucionales 83 , debe serdeslegitimado el argumento en la mayoría de los países afectados por laexistencia de comunidades aborígenes del Cono Sur y de Mesoamérica.Hoy transcurren ya nuevos tiempos políticos, nuevos tiemposdemocráticos que hacen posible la construcción conjunta de una nuevarelación nacional, afirmando el cambio de la política de integración yexclusión por una política de participación equitativa de los indígenas,reconstituidos como pueblos, en las decisiones del Estado, en la vida deuna sociedad intercultural y en el desarrollo integral más justo. Elmismo Estado se pone en revisión, procurando una reforma institucionalque aporte principios, políticas y modelos de actuación multiculturalese interculturales, que se aprecian tanto en el campo internacionalcomo en el interno.Pero aún mas: debe tenerse en cuenta que además de la integraciónen el derecho interno, al máximo rango normativo ordinario, de lasdisposiciones contenidas en los Tratados internacionales (una vez éstosreciben el refrendo de las cámaras legislativas), en las más modernasconstituciones se recoge el principio de la primacía del DerechoInternacional sobre el Derecho interno 84 (lo que no es ninguna novedadpara los países integrados en la Unión Europea, como resulta del textode los Tratados constitutivos 85 y sus posteriores adiciones y modificaciones,e incluso en los Estados Unidos de América 86 ), de manera queen todo caso las adhesiones y ratificaciones del Tratado 169 de la OIThan venido incorporando esas normas a su ordenamiento interno,incluso por encima de sus previsiones constitucionales originarias.Queda así reconocido, por lo general, el carácter fundamental de losderechos de los indígenas.Y supuesta la posibilidad de reconocimiento de la diversidad culturaly nacional entre los diversos pueblos y colectivos que integran lapoblación del estado, ¿qué derechos deben ser reconocidos a tales82 Véase la mención del artículo 46 de la Constitución Política de Paraguay, antescitado: “las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no seránconsideradas como factores discriminatorios sino igualitarios.“83 En relación al concreto caso mexicano, puede verse el artículo “Nueva Constitucióny nuevo derecho indígena” Manuel GONZALEZ OROPESA, UNAM México, 2.002.84 Así se recoge expresamente en las de Francia y Alemania.85 El llamado “efecto de primacía” se recoge en el artículo 249 (ex189) del Tratado dela Unión Europea.86 Véase la Sentencia del Tribunal Supremo de los EEUU del caso Curtiss WrightExport Corporation vs. US, de 1.9363738

pueblos indígenas? Mendívil, en su monografía dedicada a los pueblosperuanos los recoge así: 87a) derechos culturales, dirigidos a la recuperación de la identidadde los pueblos en sus raíces históricas. Debe garantizárseles suderecho a existir y no ser extinguidos por procesos de aculturacióny homogenización, reconociéndolos como preexistentes al Estado,y por lo tanto parte constitutiva del Estado y la nación. De estaforma se protegería constitucionalmente la diversidad cultural yétnica como característica de la nación y de su futuro;b) derechos económicos, concretados en el derecho de propiedadcolectiva sobre los territorios que ancestralmente ocupan; así comoproteger y apoyar los sistemas de producción propios y sus modosde vida solidarios.c) derechos sociales, como el reconocimiento de la autonomíacomunal, estableciendo dentro de los límites que la Constitucióndetermine el derecho al autogobierno comunal o nacional para laadministración territorial.d) derechos politicos, reconociendo que los pueblos indígenastienen derecho a elegir en distritos electorales ad hoc a susrepresentantes ante el Congreso de la República, y a sus propiasautoridades rectoras de los gobiernos regionales y municipales,como parte de la descentralización del país.e) derecho a la diversidad juridica, aceptando el pluralismojurídico y reconociendo que las comunidades tienen derecho aejercer la administración de justicia a través de sus propiasinstituciones, según usos y costumbres del derecho consuetudinarioy los derechos humanos fundamentales que toda persona ociudadano tiene.87 José MENDIVIL “Reforma constitucional y pueblos indígenas peruanos”. Lima2.002La cuestión indigenista “de lege data” en el plano internacional einterno.- En el ámbito internacional 88 , existe una prolija y amplialegislación entre la que cabe señalar, por su importancia el Convenio88 Los principales textos internacionales, pueden verse en el documento de laOrganización de Estados Americanos (OEA) OEA/Ser.L/V/II.110. Doc. 22. 1 marzo2001. “Fuentes en el derecho internacional y nacional del proyecto de declaraciónamericana sobre los derechos de los pueblos indígenas”, donde se recogen con grandetalle las fuentes fundamentales. Las principales son las siguientes:Carta de las Naciones Unidas, Junio 26, 1945, entró en vigor el 24 de octubre de1945.Declaración Universal de Derechos Humanos, Resolución Asamblea General 217 A(III), UN Doc. A/810 p. 71 (1948).Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ResoluciónAsamblea General 2200A (XXI), UN GAOR Supp. (No. 16) p. 49, ONU Doc. A/6316(1966), 993 UN, Serie sobre Tratados 3, en vigor 3 de enero de 1976.Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Resolución Asamblea General2200A (XXI), 21 UN GAOR Supp. (No. 16) p. 52, ONU Doc. A/6316 (1966), 999 UN,Serie sobre Tratados 171, entró en vigor 23 de marzo de 1976.Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,Resolución Asamblea General 2200A (XXI), 21 ONU GAOR Supp. (No. 16) p. 59,ONU Doc. A/6316 (1966), 999 UN, Tratados 302, en vigor 23 mar. 1976.Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y PueblosColoniales, Resolución de la Asamblea General 1514 (XV), 15 ONU GAOR Supp.(No. 16) p. 66, ONU Doc. A/4684 (1961).Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas deDiscriminación Racial, 660 ONU, Tratados 195.Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales, E/CN.4/Sub.2/1982/2/Add.1,anexo V (1982).Declaración sobre la Eliminación de todas las formas de Intolerancia yDiscriminación fundadas en la Religión o las Convicciones, Resolución de la AsambleaGeneral 36/55, 36 GAOR Supp. (No. 51) p. 171, ONU Doc. A/36/684 (1981)Declaración sobre los Derechos de las Personas pertenecientes a MinoríasNacionales o Etnicas, Religiosas y Lingüísticas, Resolución de la Asamblea General47/135, annex, 47 UN GAOR ONU Doc. A/47/49 (1993).Convención sobre los Derechos del Niño, Resolución de la Asamblea General 44/25,anexo, 44 UN GAOR Supp. (No. 49) p. 167, ONU Doc. A/44/49 (1989), entró en vigor2 de septiembre de 1990.Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de laEnseñanza, 429 UN, Serie Tratados 93.Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes (ConvenciónNo. 169 de la Organización Internacional del Trabajo) 72 Official Bull. 59, entrada envigor 5 de septiembre de 1991.Proyecto de Declaración sobre los Derechos de las Poblaciones Indígenas, UNE/CN.4/SUB.2/1994/2/Add.1 (1994).3940

169 de la Organización Internacional del Trabajo, sobre pueblosindígenas y Tribales, que vino a sustituir al anterior, el Convenio 157de la misma Organización.Dentro del campo interno de los estados americanos, cabe enunciarlos pronunciamientos constitucionales habidos en la mayoría de lospaíses mesoamericanos y del cono sur 89 , producto de la discusión89 Entre la legislación interna sobre la materia, pueden tenerse en cuenta: Argentina:Constitución de la Nación Argentina (1994). Constitución de la Provincia de Salta(1986 reformada parcialmente, concordada y sancionada por la ConvenciónConstituyente el día 7 de abril de 1998, y jurada el día 8 del mismo mes y año). LeyNo. 426 de 1984 (Provincia de Formosa). Ley No. 23.302 de 1985 (Ley Nacional delIndígena). Bolivia: Constitución Política del Estado (1967 reformada en 1994).Decreto 7765 de 1966 (Ley de Colonización). Ley 1.700 de 1996 (Ley GeneralForestal). Ley 201 de 1962. Resolución Suprema No. 205862 de 1989. Brasil:Constitución de la República Federativa de Brasil (1988 reformada en 1999). Estatutodas Sociedades Indígenas (Proyecto de Ley). Statuto do Indios (Ley No. 6.001 19-XII-1973). Canada: Canada’s Constitution Act 1982. Nisga’a Agreement. Nisga'a FinalAgreement. Royal Commission on Aboriginal Peoples. Royal Commission onAboriginal Rights. Canadian Charter of Rights and Freedoms (1982). AnishnaabeGovernment Agreement. Colombia: Constitución Política (1991 reformada en 1997).Decreto No. 715 de 1992. Ley 1.088 de 1993. Resolución No. 10.013 de 1981.Decreto 1142 de 1978. Costa Rica: Constitución Política de la República de CostaRica (reforma 1999). Ley No. 6.172. Chile: Constitución Política (reformada en1989). Ley 19.253 de 1993. Ecuador: Constitución Política del Estado Ecuatoriano(1998). El Salvador: Constitución de la República de El Salvador (1982). EstadosUnidos de América: Indian Self Deter-mination and Education Assistance Act, 25,USC §450a(a). Native American Languages Act, 25 U.S.C. § 2901- 04. Morton v.Mancari, 417 U.S. 535 (1974). Upholding a statutory "Indian preference" for hiring bythe Bureau of Indian Affairs ("BIA") and relying on the fact that the statute's purposewas to assist Indian self-government. Civil Rights Act of 1964. Executive Order toProtect American Indian Sacred Sites (May 24, 1996). National Historic PreservationAct of 1966 (NHPA). Archeological Resource Protection Act, 16 U.S.C. NativeAmerican Graves Protection and Repatriation Act. Indian Child Welfare Act of 1978.Memorandum Presidencial de enero 18, 2001. “Guía para las delegaciones de losEE.UU. a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Grupo deTrabajo de la Comisión sobre el Borrador de Declaración de las Naciones Unidas sobreDerechos Indígenas y el Grupo de Trabajo de la OEA sobre similar Borrador deDeclaración Americana, y las Reuniones Preparatorias de la Conferencia de lasNaciones Unidas contra el Racismo…” Secretaria de Estado de los EE.UU.,Washington D.C. Honduras: Constitución Política de la República de Honduras(1982). Guatemala: Constitución Política de la República de Guatemala (1985reformada en 1993). Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas.serena de los constituyentes y de la necesidad de asumir loscompromisos internacionales definidos en los Tratados sobremulticulturalidad étnica, desarrollo sostenible y medio ambiente. Eigualmente la legislación delegada en la que se concretan, y a veces selimitan de manera no especialmente justificada, los derechosreconocidos a las personas y comunidades por las normasinternacionales y por las constitucionales.La Ley de Reforma Constitucional Argentina (artículo 75), indicaque corresponde al Congreso el reconocimiento de la preexistenciaétnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos; la garantía delrespeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe eintercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y laposesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmenteocupan; y la regulación la entrega de otras aptas y suficientes para eldesarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible nisusceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la1995. Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria. Ley de laAcademia de las Lenguas Mayas de Guatemala (Decreto 65-90). Ley de Alfabetización(Decreto 43-86). México: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos(1917 reformada en 1998). Constitución del Estado Libre y Soberano de Oaxaca. Leyde Derechos de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Oaxaca. LeyAgraria (1992). Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, ypara toda la República en Materia de Fuero Federal. Nicaragua: Constitución deNicaragua (1987). Estatuto de Autonomía de las Regiones de la Costa Atlántica deNicaragua, Ley No. 28 (7 Septiembre 1987). Panamá: Constitución Política dePanamá (1972 reformada en 1978, 1983 y 1994). Decreto de Gabinete No. 53 (26-JJ-71). Régimen Especial de la Comarca Kuna Yala. Ley 22 de 1983 (Crea la ComarcaEmberá-Wounaan). Ley 16 de 1953 (Organiza la Comarca de San Blas). Paraguay :Constitución de la República de Paraguay (1992). Ley 904 de 1981 (Estatuto de lascomunidades indígenas). Perú: Constitución Política del Perú (1993). Ley 24.656(Ley General de Comunidades Campesinas). Ley 22.175 de Comunidades Nativas y deDesarrollo Agrario de las Regiones de Selva y Ceja de Selva. Suriname: Constituciónde Suriname (1987 reformada en 1992). St. Kitts and Nevis: Constitution of St. Kittsand Nevis (1983). Trinidad Tobago: Constitución de la República de Trinidad yTobago (1980). St. Vincent and St. Grenadines: Constitution of St. Vincent and St.Grenadines (1979). Venezuela: Constitución Política del Estado (1999, que sustituye ala de 1967 reformada en 1994). Ley 1551 de 1994 (Ley de participación popular). LeyOrgánica de Educación. Actualmente se halla en discusión una reforma legislativa dedesarrrollo de la Constitución en una Comisión formada específicamente por representantesindígenas.4142

gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que losafecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estasatribuciones. Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidadcultural, la libre creación y circulación de las obras del autor; elpatrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales.La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de1.999, caracteriza a la República como irrevocablemente libre eindependiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores delibertad, igualdad, justicia y paz internacional, en la doctrina de SimónBolívar, el Libertador. Dispone el artículo 126 que los pueblosindígenas, como culturas de raíces ancestrales, forman parte de laNación, del Estado y del pueblo venezolano como único, soberano eindivisible.Se reconocen, respetan y protegen en el marco de la ley, (Artículo100) las culturas populares constitutivas de la venezolanidad, quegozan de atención especial, reconociéndose y respetándose lainterculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas.A la vez, en sus artículos 116 a 120, reconoce con amplitud elderecho de las comunidades indígenas a su su organización social,política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas yreligiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierrasque ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias paradesarrollar y garantizar sus formas de vida.Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar suidentidad étnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y suslugares sagrados y de culto; a mantener y desarrollar su identidadétnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugaressagrados y de culto; a la participación política en cuanto tales pueblos.En la Constitución Política del Estado Boliviano, 90 se define aBolivia, como una nación libre, independiente, soberana, multiétnica ypluricultural, constituída en República unitaria, (Artículo 1°), que90 Constitución Política del Estado Boliviano (1967) modificada por la reformaconstitucional de 5 de Agosto de 1994.adopta para su gobierno la forma democrática representativa, fundadaen la solidaridad de todos los bolivianos.Se reconocen, respetan y protegen en el marco de la ley (Artículo171) los derechos sociales, económicos y culturales de los pueblosindígenas que habitan en el territorio nacional y especialmente losrelativos a sus tierras comunitarias de origen, garantizando los usos yaprovechamiento sostenible de sus recursos naturales, a su identidad,valores, lenguas, costumbres e instituciones.El Estado reconoce la personalidad jurídica de las comunidadesindígenas y campesinas y de las asociaciones y sindicatos campesinos.Las autoridades naturales de las comunidades indígenas ycampesinas podrán ejercer función de administración y aplicación denormas propias como solución alternativa de los conflictos, enconformidad a sus costumbres y procedimientos siempre que no seancontrarios a esta Constitución y las leyes. La ley compatibilizará estasfunciones con las atribuciones de los poderes del Estado.La Ley Indígena de Chile, 91 declara en su artículo primero que elEstado reconoce que los indígenas de Chile descendientes de lasagrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desdetiempos precolombinos, conservan manifestaciones étnicas y culturalespropias, siendo para ellos la tierra el fundamento principal de suexistencia y su cultura. El Estado valora su existencia por ser parteesencial de las raíces de la Nación chilena, así como su integridad ydesarrollo, de acuerdo a sus costumbres y valores.Especialmente, sobre el derecho indígena, contiene la Ley algunasprevisiones que afectan al sistema de fueros interculturales, a fin defijar el punto de conexión de la relación jurídica controvertida con lanorma aplicable para resolverla:Así, el Artículo 54 referido a relaciones en las que sean parteexclusivamente indígenas, se establece la prevalencia del fueropersonal, admitiéndose como regulación aplicable el derecho91 Ley 19.253 de Chile (Ley Indígena) de 19934344

consuetudinario: “La costumbre hecha valer en juicio entre indígenaspertenecientes a una misma etnia, constituirá derecho, siempre que nosea incompatible con la Constitución de la República.” Y ello auncuando se refiera a la esfera penal: “En lo penal se la considerarácuando ello pudiere servir como antecedente pare la aplicación de unaeximente o atenuante de responsabilidad.” La prueba de la costumbredeba ser acreditada en juicio “podrá probarse por todos los medios quefranquea la ley y, especialmente, por un informe pericial que deberáevacuar la Corporación a requerimiento del Tribunal”. Por lo demás,el Juez encargado del conocimiento de una causa indígena, a solicitudde parte interesada deberá aceptar el uso de la lengua materna debiendoal efecto hacerse asesorar por traductor idóneo, el que seráproporcionado por la Corporación.Y el Artículo 55 establece especiales medios de conciliación enlos pleitos entre indígenas, indicando que “para prevenir o terminar unjuicio sobre sierras, en el que se encuentre involucrado algún indígena,los interesados podrán recurrir voluntariamente a la Corporación a finde que los instruya acerca de la naturaleza de la conciliación y de susderechos y se procure la solución extrajudicial del asuntocontrovertido. El trámite de la conciliación no tendrá solemnidadalguna”. En caso de haber avenencia, ésta “producirá el efecto de cosajuzgada en última instancia y tendrá mérito ejecutivo. De no llegarse aacuerdo podrá intentarse la acción judicial correspondiente ocontinuarse el juicio, en su caso.”La Constitución Política de Colombia, 92 reconoce y protege ladiversidad étnica y cultural de la nación colombiana (artículo 7), asícomo el derecho de los pueblos indígenas a organizarse según sus leyesa través del reconocimiento expreso de las Autoridades de los pueblosindígenas, a las que el Artículo 246 reconoce la potestad de ejercerfunciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, deconformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que nosean contrarios a la Constitución y leyes de la República. La leyestablecerá las formas de coordinación de esta jurisdicción especial conel sistema jurídico nacional.92 Constitución Política de Colombia, de 5 de julio de 1991.La Constitución guatemalteca 93 establece en sus artículos 58. 66y 140 el reconocimiento y respeto del Estado a la identidad cultural (Sereconoce el derecho de las personas y de las comunidades a suidentidad cultural de acuerdo a sus valores, su lengua y suscostumbres), la protección a grupos étnicos (Guatemala está formadapor diversos grupos indígenas de ascen-dencia maya. El Estadoreconoce, respeta y promueve sus formas de vida, costumbres,tradiciones, formas de organización social, el uso del traje indígena enhombres y en mujeres, idiomas y dialectos), a la vez que configura suorganización como un Estado libre, independiente y soberano,organizado para garantizar a sus habitantes el goce de sus derechos yde sus libertades, con un sistema de gobierno republicano, democráticoy representativo.En la Constitución Política del Perú 94 , se indica en su Artículo 2,que toda persona humana tiene derecho a su identidad étnica y cultural,reconociendo y protegiendo el Estado la pluralidad étnica y cultural dela nación, y el derecho de todo peruano a usar su idioma propio antecualquier autoridad mediante un intérprete; por cierto que este derechoes igualmente reconocido a continuación a los extranjeros cuando soncitados por cualquier autoridad.Y en relación con la Administración de Justicia, el Artículo 149indica que las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativascon el apoyo de las Rondas Campesinas, pueden ejercer las funcionesjurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con elderecho consue-tudinario siempre que no violen los derechosfundamentales de la persona. La ley establece las formas decoordinación de dicha jurisdicción especial con los Juzgados de Paz ycon las demás instancias del Poder Judicial.La Constitución Política del Paraguay, 95 proclama el principio deigualdad en dignidad y derechos de todos los ciudadanos de laRepública (Artículo 46), obligando al Estado a remover los obstáculose impedirá los factores que las mantengan o las propicien e indicando93 Constitución guatemalteca de 1985.94 Constitución Política del Perú, de diciembre de 1993.95 Constitución Política del Paraguay, de Junio de 1.992.4546

además que las protecciones que se establezcan sobre desigualdadesinjustas no serán consideradas como factores discriminatorios sinoigualitarios. Reconoce (Artículo 62.- De los pueblos indígenas y gruposétnicos) la existencia de los pueblos indígenas, definidos como gruposde cultura anteriores a la formación y a la organización del Estadoparaguayo. Por fin (Artículo 63.- De la identidad étnica), dejareconocido y garantizado el derecho de los pueblos indígenas apreservar y a desarrollar su identidad étnica en el respectivo hábitat.Tienen derecho, asimismo, a la autonomía y a aplicar libremente sussistemas de organización política, social, económica, cultural yreligiosa, al igual que la voluntaria sujeción a sus normasconsuetudinarias para la regulación de la convivencia interna, siempreque ellas no atenten contra los derechos fundamentales establecidos enesta Constitución. En los conflictos jurisdiccionales se tendrá en cuentael derecho consuetudinario indígena.Pero también, y muy señaladamente es de tener en cuenta laconquista de los propios pueblos de su identidad cultural en el ámbitodel Estado moderno, incluso mediante la rebelión armada terminada enconcordia nacional: nos referimos al levantamiento indígena de la selvaLacandona, en Chiapas, que dio lugar a los llamados Pactos de SanAndrés Larrainzar, suscritos el 16 de febrero de 1996, por elPresidente de los Estados Unidos Mexicanos y el Ejército Zapatista deLiberación Nacional, la Comisión de Concordia y Pacificación(Cocopa) y la Comisión Nacional de Intermediación (Conai). Sefirmaron cuatro documentos que integran los llamados Acuerdos deSan Andrés Larrainzar, basados en el Convenio 169 de la OrganizaciónInternacional del Trabajo (OIT), la máxima norma internacional hoypor hoy en materia de derechos indígenas, reconocida por el gobiernomexicano en 1991.Entre los principales derechos indígenas contemplados por esosacuerdos están la autonomía territorial, el acceso colectivo de losrecursos naturales y el reconocimiento de la cultura política indígena yde los sistemas normativos que cada pueblo tiene, entendiendo a lareivindicación de los derechos indígenas como condición mínima parala reconstitución de los pueblos originarios y para un modelo dedesarrollo alternativo a la globalización del pensamiento único, ladestrucción de la naturaleza y la crisis agrícola de nuestro país 96 .Sin embargo, a más de seis años de su firma, los Acuerdos de SanAndrés aún no se han traducido en una legislación que fortalezcaplenamente los derechos y la cultura indígenas, por lo que los pueblossiguen marginados del desarrollo nacional, explotados por empresas,gobierno y particulares 97 , pese a acciones de fuerza y manifestacionesmultitudinarias que han tenido eco directo en las institucioneslegislativas del país, en las que se ha permitido hablar directamente alos representantes del Poder legislativo federal.La llamada “Ley Cocopa” (Ley de cultura y derechos indígenas), quefue presentada por el Poder Ejecutivo tras el acuerdo con lasorganizaciones indigenistas, fue reducida de contenidos en el Senadode la República en Abril de 2.001, si bien se dio al problema indígenarango constitucional, por más que la reforma respectiva no haya sidosatisfactoria para los zapatistas y otras organizaciones, ya que relegabala autonomía al ámbito local y dejando a criterio de los estados y losgobiernos locales su reconocimiento.Ha sido precisamente esta situación de la autonomía en el ámbitolegislativo de los estados heredados los que ha producido en Chiapas latensión acaecida en los meses de Diciembre y Ebero pasados, al96Ver Isidro OLVERA JIMÉNEZ: “Alcances y limitaciones de la reformaconstitucional en materia de derechos y cultura indígena”. Informe al Senado de losEstados Unidos Mexicanos, 2.002.97 Merece la pena tenerse en cuenta la propuesta elaborada por la Comisión deConcordia y Pacificación mexicana, presentada como iniciativa por el Titular delEjecutivo Federal, en diciembre del 2001, y que consistió, aun cuando se escuche comodiscurso político, en sentar las bases para el establecimiento de una nueva relaciónentre el Estado, la sociedad, y los pueblos indígenas. Teniendo como punto de partidael reconocimiento del derecho a la libre determinación y, como expresión de ésta, a laautonomía, a partir de la cual los pueblos indígenas podrían decidir sus formas internasde convivencia y organización social, económica, política y cultural; aplicar sussistemas normativos; fortalecer su participación política; acceder de manera colectivaal uso y disfrute de los recursos naturales; preservar y enriquecer sus lenguas, así comoadquirir, operar y administrar sus medios de comunicación.47 48

ecomendar el EZLN a los indígenas proclamar en paz su autonomíadentro de las tierras de sus comunidades, conflicto aún no resuelto hoy.6.- A modo de conclusión.Quizás debería ser transportado ese proyecto a grupos sociales noespecíficamente definidos por su pertenencia a una etnia diferenciada,sino marginados del conjunto de la población integrada en otra formade vida social y económicamente occidental o civilizada. Son éstos loshabitantes de las “favelas”, cantegriles” o “pueblos nuevos”, a los quese refieren Lewis 98 , Herrán 99 y Araujo 100 , antropólogos sociales queponen de manifiesto una especial capacidad de respuesta creativa queprovee soluciones de los desposeídos frente a su posición marginal.Pone de relieve Lewis, citado por Cervini 101 , que ciertas particularidadessubculturales de estas poblaciones son solo intentos de soluciónlocal de problemas que las instituciones de la comunidad estatal noresuelven; así, en buena medida, la creación de entes locales deautogobierno, disciplinados por la Ley, confiados a los propiosafectados, y provistos de los medios administrativos y económicopresupuestariosnecesarios, pueden llevar a una mejora en el nivel devida, de adaptación a la convivencia y de acceso a los bienes culturales,de los integrantes de esos grupos marginales.o religiosos característicos, dando lugar a una integración tambiéndiferenciada de los mismos en la organización estatal.A esto no se llegó en su día, y quizás pudo haberse llegado si el ReyCarlos I, quien no quería quitar sus reinos a los Caciques, hubierapodido dedicarse a la gesta americana como hubo de dedicarse a laeuropea que le convirtió en Kaiser Karl. Hoy está en las manos deindígenas y criollos el decidir su futuro en términos de libertad y deDerecho.Cádiz, Mayo de 2.004.En definitiva, un concepto de ciudadanía diferenciada permitiría atales minorías étnicas y sociales mantener su identidad tanto individualcomo de grupo con la plena vigencia de sus valores y rasgos culturales98 Oscar LEWIS. “Antropología de la pobreza”, Fondo de Cultura Económica.México, 1.961; y “A study of Slum Culture” Ed. Radom House, NY, 1.968.99 Carlos HERRAN, “La cultura de la pobreza”. Centro Editor. Buenos Aires 1.972.100 Joao Marcello DE ARAUJO JURNIO “Proyecto alternativo de Rio de Janeiro”,trabajo de campo inédito sobre aspectos subculturales del consumo de drogas, citadopor Raúl CERVINI en “El Principio de respeto a las autonomías culturales y sutrascendencia en Latinoamérica” Revista de la Asociación de Ciencias penales deCosta Rica, Número Dos, Marzo de 1.990.101 Raúl CERVINI. “El Principio de respeto a las autonomías culturales y sutrascendencia en Latinoamérica”. Revista de la Asociación de Ciencias penales deCosta Rica, Número Dos, Marzo de 1.990.4950

Excmo. Sr. Académico Director,Discurso de contestación al de ingreso comoAcadémico de Númerodel Ilmo. Sr. Don Manuel de la Hera Ocaen laREAL ACADEMIA NACIONAL HISPANO AMERICANAPor el Ilmo. Sr. Dr. Don JOSÉ MIRA GUTIÉRREZAcadémico de NúmeroExcmos/as e Ilustrísimos/as Sres/Sras Académicos/as,Excmas e Ilmas. Autoridades,Sras y Sres.Tenemos hoy el honor y la satisfacción de contestar al Discurso derecepción en nuestra Real Academia Nacional Hispanoamericana, delilustre recipiendario don Manuel de la Hera Oca, que acabamos deescuchar con atención, interés y admiración por el trabajo realizado y suexposición. Como han podido entender, su labor investigadora se refierea la evolución de las relaciones de los pueblos indios, descubiertos,conquistados, colonizados, pacificados y perdidos por los españoles enel llamado Nuevo Mundo, Indias Occidentales, Orbe Nuevo , y Américapoco después. En este trabajo se analiza y documenta un proceso quecomienza con el descubrimiento y termina con la relación de lasConstituciones vigentes en los Estados Hispanoamericanos, surgidos dela descolonización e independencia de los antiguos virreinatos, coloniaso dominios de ultramar, del Imperio Hispano.Nuestro recipiendario, nace en Cádiz 53 años ha, y como muchosgaditanos, con espíritu aventurero, se licencia en Derecho en laUniversidad de Zaragoza al cumplir los 21 años, a pesar de habercirculado previamente por las Universidades de Navarra y Barcelona enuna especie de exploración de la excelencia profesional que desdeentonces ha sido su característica personal en el ejercicio de lasrelevantes funciones que ha desempeñado y desempeña, así como lapermanente dedicación al perfeccionamiento de su formación, alejemplar cumplimiento de sus responsabilidades, y a la generosa tarea51 52

de compartir sus conocimientos y sus investigaciones mediantepublicaciones y conferencias.Es el suyo un currículum dilatado y completo, que enumerado adpedem litera sería largo de exponer y difícil de retener, por lo quetrataremos de resumirlo, sin perjuicio de sus esencias ni menoscabo desu calidad y su diversidad.Tras la obtención de su licenciatura en Derecho, recorre una serie deaños ligado temporalmente a las Fuerzas Armadas en distintos empleosde la Marina, hasta 1.975, en que se incorpora al Colegio de Abogadosde Cádiz en el que ejerce su profesión hasta 1980, cuando ingresa poroposición al Cuerpo de Jueces de Distrito, ejerciendo en distintosjuzgados de Extremadura. Oposita esta vez a Jueces de Ascenso, y mástarde, en 1985, como Magistrado, y tras un largo camino atendiendojuzgados de Palencia, Lérida y Jerez, donde fue Decano electo, llega a laAudiencia Provincial de Cádiz en 1993, de la que hoy es Presidente desu Sección Segunda. Cabe destacar que es miembro de la Sala deGobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta yMelilla, habiendo formado parte de su Comisión Permanente.Es Diplomado en Derecho Comunitario Europeo, y en DerechoPrivado de Cataluña y del País Valenciano. Entre 1988 y 1994 fueProfesor encargado del área de Derecho Penal y Procesal penal de laEscuela de Práctica Jurídica del Ilustre Colegio de Abogados de Jerez,desarrollando cinco ciclos anuales completos.Es autor de varias publicaciones en revistas profesionales deprestigio, sobre temas de sus especialidades, y ha pronunciado numerosasconferencias en estrados profesionales, como también de un librotitulado “Raíces Perdidas” vol. 1º, ya terminado, y elabora en laactualidad el que será el 2º volumen de esta importante obra genealógicafamiliar.En la actualidad es alumno del Tercer Ciclo de Humanidades en laUniversidad de Cádiz, orientando sus preferencias investigadoras ycríticas al estudio de la revolución liberal del XIX en relación a la formade enjuiciar en el ámbito criminal en España y la América española, sinabandonar sus trabajos acerca de las Comunidades Indígenas americanasen la legislación histórica y en el Derecho Constitucional comparadoactual, tema que es también el de su Discurso.Y por fin, es Académico Correspondiente de la Real AcademiaEspañola de Jurisprudencia y Legislación, por acuerdo de su Junta deGobierno de 17 de Junio de 2.002.Vistas las excelencias de su Currículum y el interés histórico y actualde su disertación, ha sido el ámbito de esta Real Academia NacionalHispanoamericana, el foro más indicado para el tema de sus disertación,y para el propio recipiendario, gaditano de hecho y de derecho, el leerloen el salón más regio e histórico de la histórica ciudad de Cádiz, cuyomismo mar baña las lejanas costas del Nuevo Continente, y en la quecada uno de sus rincones, de sus efemérides, de los vestigios de su Siglode Oro y de sus ciudadanos, son la evidencia de que nuestra culturalocal es, como las coplas, de “ida y vuelta” y que, en los sueños denuestros soñadores siempre el sueño fue, ha sido y será “hacer lasAméricas”, llevando algo de aquí, o trayendo algo de allá, o como ennuestro caso, enriqueciéndonos con un “discurso académico”, sobre eldevenir jurídico de los derechos de los pueblos autóctonos, que fueronpilares olvidados del esplendor de nuestro Imperio y de nuestra Ciudad,y a los que, en cierto modo, rendimos con ello el modesto tributo de unmerecido homenaje.No es fácil para nosotros introducirnos en el terreno jurídico deldiscurso de nuestro recipiendario al seleccionar el tema de nuestracontestación, si pretendemos relacionar nuestros contenidos con lossuyos, por lo que hemos decidido entresacar de varios personajes de lainmediata época cortesiana en Nueva España y pizarrista en el Perú,que escribieron sendas obras con su visión de los hechos que marcaroneste período histórico y conflictivo de la relación indio – español a todoslos niveles de responsabilidad institucional o privada.Debemos hacer constar aquí que la conquista y la colonizaciónfueron tratadas en los documentos escritos de los cronistas, de losreligiosos y de los historiadores con cierta inflación en lo bueno y en lomalo, por lo que advertimos a priori que lo que decimos aquí es lo que53 54

dijeron otros en su tiempo vivido y que la evaluación crítica de su justamedida solo quizá puedo estabilizarse a partir de la segunda mitad delsiglo XVIDesde 1492 a 1898, en que se liquida el Imperio, se han sucedidomuchas controversias, violencias infinitas, e infinitas alegaciones teológicas,religiosas, jurídicas, morales, antropológicas, sociales y de todootro tipo para justificar la presencia de España en América, y susderecho de posesión sobre la tierra, sus habitantes, sus gobernantes y susbienes, y paralelamente, como causa y efecto, todos los argumentos parademostrar lo contrario, la falta de todo título legal que ampare ante elmundo este dominio sobre tierras inmensas, grandes poblacionesaborígenes, y al menos, de tres civilizaciones muy desarrolladas yorganizadas, la Maya, ya decaída entonces, la Azteca y la Incaica, y, enfin, sobre una cornucopia de bienes y riquezas, fáciles de controlar y deobtener.Los Reinos de Europa, no solo el portugués, con su ya manifiestavocación descubridora, conquistadora y comercial, encelados cada vezmás, tras los primeros viajes de Colón, y las maravillas que de lasnuevas tierras se contaban, alcanzan el paroxismo de la envidia, cuandose conquista México y más tarde el Perú, ambas conquistas con susgestas heroicas, y con sus riquezas, que convierten a los ReyesCatólicos, y a sus herederos, en los soberanos más prestigiosos ypoderosos y a la monarquía española en la más estable del ViejoContinente, al amor de la toma de Granada, la expulsión de los judíos ymoriscos, la unidad de los antiguos reinos y la sumisión de la nobleza ylos feudos.Esta situación no es gratuita, y los reyes Católicos y sus sucesores,concretamente el Emperador y Felipe II, han de hacer muchas gestionesdiplomáticas, religiosas, militares y legislativas, para mantener elinmenso imperio que se agranda de forma imparable por todos losconfines del Mundo.Nuestro recipiendario ha tenido la acertada idea de hacer unseguimiento de las relaciones de los descubridores con los indios, desdelos primeros contactos de Colón e introducirnos en el inicio y desarrollode un cuerpo de doctrinas teológica y jurídica, que se pone en marchacon la adjudicación, por el Papa Alejandro VI, de las tierras descubiertasal dominio de España, con la obligación de su cristianización,circunstancia que será impugnada desde muchas perspectivas, aunquedado el poder delegado de Cristo que ostenta el Pontífice, parezcainicialmente irrevocable en el contexto del siglo XV. Recordemos queeste Papa, que reina desde 1492-1503, es Rodrigo Borja, natural deJátiva, en Valencia, al que los Reyes Católicos deben este título y elTratado de Tordesillas, que facilitó la convivencia entre España yPortugal. Este Papa también condicionó, prudentemente, “que losnaturales de las tierras descubiertas y colonizadas solo podrían serconvertidos al cristianismo por su propia y libre decisión”.Condicionados por motivos tácticos y estratégicos, culturales yreligiosos, políticos y económicos, tanto los indios de América del Sur yCentral, moldeados por el catolicismo, como los del Norte, relacionadoscon el protestantismo, algunos de los países colonizadores condujeron alas poblaciones indígenas a situaciones de marginación, a veces deaislamiento étnico, y en cualquier caso a la aculturación o al sincretismocultural y religioso, y en definitiva a la no integración ni a larecuperación de sus tierras y sus bienes, y mucho menos a la restituciónplena de su organización y sus leyes, sobre cuyos derechos se hayan enpleito desde hace siglos, hasta la fecha, en que ciertos reconocimientosse encuentran recogidos en las Constituciones de los paísesiberoamericanos.Una serie de citas, en el Diario de a bordo, o de la Vida delAlmirante, sobre el indio ya descubierto y contactado, desde el 12 deOctubre de 1492 hasta el viaje de regreso, predicen lo que ocurrirá conel tiempo, y ante la imposibilidad de transcribirlas en este acto, creemospoderlas resumir, literalmente en una de ellas, en la que Colón,pensando en el futuro de los indios, después de estudiar sus aptitudes,comportamientos y espíritu pacífico, dice:“Ellos [los indios de la Española] no tienen armas y van todosdesnudos y no tienen ningún ingenio en las armas, y son muy cobardes,que mil no aguardaría tres. Y así son buenos para mandarles y hacerlestrabajar, sembrar y hacer todo lo otro que fuere menester, y que hagan55 56

villas y se enseñen a andar vestidos y aprendan nuestras costumbres”Aquí se inicia la colonización.Y con este motivo, Alejandro VI, muy liberalmente le concedió a losReyes Católicos, “no solo de cuanto hasta entonces se habíadescubierto, sino en todo lo que se había de descubrir hacia Occidentehasta llegar a Oriente en las partes donde en aquel tiempo ningúnpríncipe cristiano tuviese posesión, prohibiendo a todos generalmenteque no entrasen en los términos referidos, lo cual confirmó el añosiguiente con muy eficaces cláusulas y palabras significativas”.La experiencia “insular” del indio calcolítico y del indio caníbal,caribe o antropófago no constituyó un buen prologo para el ulteriordesarrollo de una “conquista prudente” y su “tolerable aceptación” porel “conquistado”, especialmente en el caso de los Imperios Azteca eIncaico.En estas controversias estarán presentes una serie de personajes, queen defensa de cada una de las partes, de los indios por un lado y de losdemás por otro, han pasado a la historia por sus argumentos teológicos ojurídicos o por las aportaciones etnológicas recogidas “in situ” en obrasmaestras en las que se encuentra diluida la ideología político-religiosade sus autores, en relación con los conflictos de la época respecto alNuevo Mundo.Mencionaremos aquí, por orden de aparición en la escena americana,a Fray Bartolomé de las Casas, dominico; a los franciscano Fray Toribiode Benevente, apodado Motolonía y Fray Bernardino de Sahún, a Vascode Quiroga, laico, doctor en cánones, que fue Obispo seglar, todos enNueva España y el jesuita José de Acosta, en el Perú. Sin olvidar alconquistador, Hernando Cortés, que no quedó al margen de lascontroversias y de las críticas.Y, finalmente, uno de los padres del “Derecho de gentes” y del“Derecho internacional”, que nunca estuvo en América, pero totalmenteimplicado en la regulación jurídica de España ante el mundo, eldominico Francisco de Vitoria, ampliamente comentado por nuestroIlustre académico electo..Muchos más estarían en la lista, pero a nuestros efectos estos sonsuficientes, y aun demasiados, dado el carácter de nuestra intervenciónen este acto.El descubrimiento de América, y sus inmediatas consecuencias,obligaron a la teología y al derecho españoles a plantearse una serie deproblemas y a resolverlos: el derecho del dominio de España sobre lasIndias y el problema de la guerra justa y el de la esclavitud de los indios,fundamentalmente. Vasco de Quiroga analiza y comenta, a la luz de lasdoctrinas históricas y de las prevalentes en su época, muchos de estosaspectosLos antecedentes sobre la preeminencia de los poderes eclesiásticoso civiles habían sido interpretados en dos sentidos. La “teologíasentencialista”, agustiniana, exaltaba el orden sobrenatural y laimportancia de la gracia, por encima del orden temporal, por lo queterminaba concluyendo la primacía del poder de la Iglesia y de losderechos de la cristiandad sobre los pueblos infieles. La segunda opción,tomista, trataba de armonizar ambos órdenes, resaltando la importanciade los “derechos naturales” que, por esencia, se encontraban en todoslos hombres, fieles e infieles.La otra cuestión es la del derecho de España a estar en América y susoberanía sobre los territorios y poblaciones descubiertos. Los derechosse basaban en las bulas del Papa Alejandro VI, concedidas a los ReyesCatólicos, con la obligación de evangelizar a la nueva humanidad.La Corona hubo de reunir Consejos de sabios, teólogos y juristas queencontraran mejores argumentos que la autoridad papal. Una de estareuniones, la de 1511, aportó considerandos para justificar la soberanía,admitiendo que ésta era temporal, que los indios carecían de estructuracivil y organizada, que no tenían relaciones de propiedad, y que laconcesión pontificia y la obligación de la cristianización, acreditaban lalegitimidad de la posesión.Pero la conquista de México y del Perú pone de manifiesto unaauténtica sociedad civil organizada, con derecho de propiedad sobretierras y bienes de sus reyes y de sus súbditos, y hay que buscar otros57 58

argumentos para seguir manteniendo la soberanía y el derecho deconquista legítimamente. El derecho natural reconoce el derecho de losindios sobre sus tierras y bienes y solo podría apoderarse de ellos porhaberlos perdidos antes de la conquista, bien por sus pecados,infidelidad, irracionalidad o locura, según el derecho.En 1539 aparecen las “Relecciones”, apuntes de cátedra de Franciscode Vitoria, recopiladas en De Indis, por algunos de sus alumnos, en lasque se revisaban los argumentos anteriores y se proponían otros másrazonables y convincentes.“El dominio no podía depender de la gracia, ya que se derivaba de lapropia naturaleza del hombre, de su racionalidad, que no se perdía nicon el pecado ni con la infidelidad, no considerando que estascircunstancias fueran suficientes para anular los derechos naturales delos indios, como se había acordado en 1511. La única salida para losderechos de la monarquía era considerar a los indios como niños, esdecir, poseedores de una racionalidad potencial, que les hacía incapacesde ejercer plenamente los derechos naturales. La misión de España seríala de tutelarlos, hasta que alcanzaran la mayoría de edad, es decir, setrataba de un derecho temporal de albacea.La posibilidad de someter a los indios por la guerra, solo sejustificaba en muy raras ocasiones, que según los frailes no se dabanentre los indios, por ser sumisos y obedientes, en contra de lo quemanifestaban los conquistadores y colonizadores. De otra parte, el poderde la iglesia y del papado sobre los infieles había sido descartado,porque habitaban en un territorio que ni de hecho ni de derecho habíasido nunca cristiano.Al fin y al cabo, este recurso era practicado por Moctezuma, quenunca pactaba la paz con una de las tribus limítrofes, los Tlascaltecas,para así poder guerrear “con” causa, y así proveerse de prisioneros, queterminarían de esclavos o de victimas en los sacrificios rituales.Otra cuestión a dirimir en estos momentos es el de la guerra justa,pues solo en estado de guerra podía hacerse lícitamente esclavos a losindios.Las causas justas de guerra requería ciertas condiciones: Que fueradeclarada por una autoridad competente, y no lo era el que podíaobtener beneficio de ella. Que hubiera una causa justa, es decir, culpadel enemigo, ofensa verdadera y negativa de éste a la correspondientereparación. Que se diera una recta intención, la de reparar el dañocausado y no la de castigar desproporcionadamente, privando alenemigo de sus derechos naturales. La evangelización debería hacersepor persuasión y no por compulsión.Los naturales eran vasallos libres y no se podía justificar de ningunamanera la esclavitud. Si la derivada de la guerra es ilícita por no habercausa de guerra justa, también lo era la de rescate, aquella que sefundaba en la esclavitud previa de los indios por indios.Otra cuestión era la de la servidumbre del indio hacia el español, quese fundaba en la inferior inteligencia de los indios como racionalesimperfectos, frente a la superior inteligencia de los españoles, según laantigua enseñanza de Aristóteles sobre “señores y servidores”. Estadoctrina era defendida por muchos, a pesar de que en la bula papalSublimis Deus de 1537, quedaba determinada con claridad la tesis de lacompleta humanidad de los indios.Resulta desconcertante el ingente esfuerzo doctrinal, religioso,político, legal y sociológico que la propia Corona ha de hacer parajustificar el descubrimiento, la conquista, la colonización y el usufructode las riquezas de las Nuevas Tierras, y el presente y futuro de laspoblaciones indígenas. Posiblemente es caso único en la Historia de laHumanidad, en la que el “derecho de conquista” era la consecuencia dela conquista misma, que también justificaba las consecuencias negativaspara los conquistados, o “daños colaterales”, como se denominan en laactualidad.La conquista de América del Norte por los ingleses no dio lugar atantas sutilezas, cuando, posiblemente, fue más cruenta y más marginalpara el autóctono, que prácticamente fue despreciado sin el más mínimointento de colonización, adoctrinamiento o integración, siendoconsiderados a perpetuidad como enemigos, y relegados a reservas cadavez más extremadas e inhóspitas.59 60

En este momento del periodo de Cortés en Nueva España, y dePizarro en Perú, en el fondo hay dos objetivos mal avenidos.De una parte la obtención de riquezas del Nuevo Mundo, y de otra laprotección de los indios por los religiosos y las Leyes de Indias. Alrepresentar el indio y sus tierras, y sus minas y bosques la única fuentede riqueza para el español, conquistador primero, y colono después, laCorona los premia por sus servicios, dándoles tierras en los pueblosconquistados y además se le dan indios, que han de trabajar seis mesespara el encomendero y tres meses para él mismo. Esta situación seconoce con el nombre de encomienda y repartimiento, El trabajo delindio es la única fuente de riqueza para el conquistador-colono, y eso esuna situación de alto riesgo en sus relaciones. El indio es también objetodel deseo de los religiosos, que persiguen evadirlo de toda relaciónlaboral con el colono, para disfrutar a tiempo completo de suadoctrinamiento y asegurar la preservación de su inocencia en el nuevo“paraíso terrenal”.Frente a esta presunta inaceptable situación de los indios de lasencomiendas, los dominicos se niegan a dar la absolución y la comunióna los encomenderos que no acrediten la licitud de sus ganancias, eladoctrinamiento de sus indios y un benévolo comportamiento con ellos.Las Casas, previamente encomendero, y más tarde dominico, viaja aEspaña para informar de lo que ocurre, y como resultado de su gestiónes nombrado “procurador general y defensor de los indios”, volviendo aNueva España con autoridad para reformar la “encomienda”, sinsuprimirla. Únicamente consigue suprimir al encomendero no residente,al que se le prohíbe utilizar al “estanciero” o “minero” que tanto dañohabían hecho como gestores de la encomienda y el “repartimiento”.Las Casas no cede y vuelve a España donde es recibido por CarlosV, que le otorga unas tierras en la Costa de las Perlas, en Venezuela,para que ponga en marcha su proyecto de “poblados mixtos” deespañoles e indios, donde se gobiernen conjuntamente sin encomiendasni encomenderos. Las Casas fracasaría en este intento.Entre 1542 y 1543 se promulgan las Leyes Nuevas, que suprime lasencomiendas, amortizando las existentes, y se prohíben toda clase deexigencias de trabajo sobre los indios, la esclavitud, las pesquerías deperlas, los encomenderos crueles, y se decreta la libertad de losesclavos “ilegales”, y se pone a disposición del indio el derecho areclamar en las Audiencias. A partir de este momento la “encomiendaservil” se transformará en “encomienda tributaria”, por cesión detributos de la Corona al encomendero.Aun todavía, Las Casas consigue de Felipe II que aniquile definitivamentela “encomienda. En 1564 se instala en Madrid, falleciendo en elConvento de Atocha en Julio de 1566, a los 92 años de edad.Las Leyes Nuevas fueron una chispa incendiaria en Méjico y Perú,que amotinó a conquistadores, encomenderos, autoridades e incluso alos religiosos.El libro de Las Casas, conocido como “Destrucción de las Indias”,aunque se reconoce por muchos que está plagado de exageraciones,generalizaciones e inexactitudes, posiblemente sirvió para recomponerlo reprobable de algunos colonos, pero también esgrimido paradesacreditar a España, a los conquistadores y colonos e incluso a losreligiosos, si bien su publicación y las Nuevas Leyes justificaron a laCorona, que reaccionaba ante unos hechos improcedentes y losilegitimaba.Respecto a los misioneros, cronológicamente, los franciscanos llegarona México en 1524, los Dominicos en 1526 y los Agustinos en 1553.A Nueva España habían llegado, tras la conquista, tres expedicionesde frailes franciscanos, a petición del conquistador Hernán Cortés, paracristianizar las poblaciones recientemente incorporadas a la Corona.En la segunda de estas expediciones, Fray Toribio de Benaventeembarcó con sus compañeros franciscanos en Sanlúcar de Barrameda el25 Enero de 1524 con destino a Méjico, como predicador y confesor,en la expedición de Fray Martín de Valencia, conocida como “el grupode los doce”, o “de los doce apóstoles”, desembarcando en San Juan de61 62

Muchos cronistas, entre ellos los frailes José de Acosta, Bernardinode Sahagún, y el propio Fray Toribio, han descrito con detalle lasfiestas Aztecas en honor de los dioses y semidioses de su panteón. Laidentificación de las victimas con el dios honrado en cada una de estasfiestas, ennoblece a la víctima, que recibe toda clase de consideracionesy respeto y en cierto modo se deifica, de tal suerte que el consumo de sucarne adquiere el carácter metafísico o teológico de una comunión oeucaristía cruenta, como ya insinuaron los religiosos del momento,especulando si no hubiera llegado a aquellas tierras antes de Colón,misioneros cristianos, cuya enseñanzas hubiesen sido adulteradas y malinterpretadas por los infieles a lo largo del tiempo. Lo sacrificiosmasivos pretendían apaciguar a los dioses y propiciarlos para elbienestar del país y del propio comulgante.Fray Bernardino de Sahagún, que llega a Nueva España [1529] conun grupo de 19 frailes franciscanos, al mando de Fray Antonio deCiudad Rodrigo, ocho años después de la conquista de México porHernán Cortés en 1521, detecta en Nuevo España, que las conversionesy práctica del cristianismo de los indios es en realidad muy dudosa, apesar que se les había dicho a los padres dominicos y a los franciscanos,que ya estaban casi todos bautizados e iniciados en la religión RomanaCatólica y había abandonado la idolatría, lo que pone en duda, y en tonode broma aporta un reproche cuando nos dice:“Tuvimos esta información por muy verdadera y milagrosa, porqueen tan poco tiempo y con tan poca lengua [es decir, con tan pocosmisioneros que hablaran las lenguas vernaculares] y predicación [y estoes más grave] y sin milagro alguno, tanta muchedumbre de gente sehabía convertido y unido al gremio de la Iglesia, .....”Fray Bernardino considera necesario el profundo conocimiento de lalengua náhuatl, de la historia pasada y reciente del pueblo azteca, sureligión y sus dioses, su liturgia y sus creencias, sus recursos naturales,su medicina, etc., sin lo cual, el misionero no conseguirá nunca laconversión verdadera del doctrinando, ni entenderá nunca sucomportamiento.Fruto de estos objetivos es la gran obra de Fray Bernardino, la“Historia general de las cosas de Nueva España”, y el mérito de habersido declarado el “padre de la antropología americana” La redacción deesta obra en náhuatl le acarreará muchos problemas, con sus cofradesfranciscanos como con los del Consejo de Indias, pues estiman que elpreservar la historia de estos pueblos en su propia lengua será unimpedimento para que la olviden y se integren en su nueva civilizacióncristiano-europea. Él, como ninguno, describe los sacrificios humanosen las fiestas, aprende la lengua y escribe en náhuatl sus libros ypronuncia sus predicaciones.La participación de los jesuitas en la cristianización de los indios yen la descripción y conocimiento de sus tierras y civilización, puedeestar representada en la época que analizamos, por José de Acosta(nacido en Medina del Campo en 1540 y fallecido en Salamanca en1600), de la Orden de Jesús, que reside en el Perú de 1571 a 1586, conestancias en México. En su famosa obra Historia Natural y Moral de lasIndias, que le ha hecho ser considerado como el “padre de la geofísica”,es quizá quien pone algo de ecuanimidad y temperancia, y un intento deinterpretar el desarrollo de la conquista y colonización de los dosimperios americanos, el azteca y el incaico, en su relación con losinvasores españoles.Alcina Franch, prologuista y comentarista de la edición de la HNMI,dice: "Aunque el sentimiento indigenista en el P. José de Acosta noadquiere el tono acusador y apocalíptico del P. Las Casas, sus ideas seenmarcan dentro de un cuadro muy parecido”.... “ya que el autor[Acosta] afirma [en el Proemio de la HNMI] que son muchas las obrasque se han escrito hasta entonces sobre los hechos y sucesos de losespañoles que han conquistado y poblado el Nuevo Mundo pero encambio hasta agora no he visto ..... libro cuyo argumento sea los hechose historia de los mismos indios antiguos y naturales habitadores delNuevo Orbe”.Esto no es cierto, pues recordamos aquí que Fray Toribio deBenavente y Fray Bernardino de Sahagún, entre otros, habían escritomucho y muy profundamente sobre estos aspectos en Nueva España.65 66

Acosta trata de justificar las consecuencias de la ignorancia de lasculturas azteca e incaica, y el desprecio de su organización, leyes,religión e historia, y la duda de la naturaleza de humanidad plena de losindios, lo que le motiva a enterarse de todo esto, de divulgarlo y de darasí un espacio de conocimiento a los gobernantes para un mejorgobierno. Lo dice en estos términos:“Más como sin saber nada de esto entramos por la espada sin oillesni entendelles, no nos parece que merecen reputación las cosas de losindios, sino como de caza habida en el monte y traída para nuestroservicio y antojo. Los hombres más curiosos y sabios que han penetradoy alcanzado sus secretos, su estilo y gobierno antiguo, muy de otrasuerte lo juzgan, maravillándose que hubiese tanto orden y razón entreellos”Y recordando el carácter providencial dado al descubrimiento y laconquista, como designio divino concedido a los españoles comoapóstoles de la cristianización de un Nuevo Mundo, nos dice:“Junto con esto es bien que no se condenen tan absolutamente todaslas cosas de los primeros conquistadores de las Indias, como algunosletrados y religiosos han hecho, con buen celo sin duda, perodemasiado. Porque aunque por la mayor parte fueron hombre cudiciososy ásperos, y muy ignorantes del modo de proceder, que se había de tenerentre infieles, que jamás habían ofendido a los cristianos, pero tampocose puede negar que de parte de los indios hubo muchas maldades contraDios y contra los nuestros, que les obligaron a usar de rigor y castigo”.“Junto con esto es bien que no se condenen tan absolutamente todaslas cosas de los primeros conquistadores de las Indias, como algunosletrados y religiosos han hecho, con buen celo sin duda, perodemasiado. Porque aunque por la mayor parte fueron hombre cudiciososy ásperos, y muy ignorantes del modo de proceder, que se había de tenerentre infieles, que jamás habían ofendido a los cristianos, pero tampocose puede negar que de parte de los indios hubo muchas maldades contraDios y contra los nuestros, que les obligaron a usar de rigor y castigo”.Recordemos que Hernán Cortés, el controvertido conquistador deMéxico, fue el primero en solicitar religiosos a la Corona, para lacristianización de los pueblos conquistados, y que en testimonio de laparticipación de la Providencia en la conquista por su mediación,redactó en sus reposteros y armas una leyenda en estos términos:“Iudicium Domini aprehendit eos, et fortitudo eius corroboravitbrachium meum”, lo que en castellano se traduce como “El juicio delSeñor los conquistó y su fuerza robusteció mi brazo”. Por otra parte,como afirma Cardona, fue Cortés un organizador y civilizador de primerorden, que entendió bien la sentencia de López de Gómara “quien nopoblare no hará buena conquista”, con cuyo motivo redactó lasOrdenanzas del buen gobierno para los vecinos y moradores de NuevaEspaña”, con lo que proyectaba convertir a los conquistadores enpobladores asentados y arraigarlos en aquellos territorios convertidos ensu nueva patria.Y Bernal Díaz del Castillo dice que Cortés comenzó a mandar y amostrar sus mejores dotes diplomáticas para atraerse a los indígenas.Procuró se respetasen sus propiedades y sus mujeres.Y Luis Cardona, en el “Juicio de Cortés y su obra” escribe: “PeroCortés significó más, hombre de carne y hueso al fin y al cabo, lleno deextraordinarias virtudes y defectos, fue el fundador de una nuevanacionalidad en la que se integraron muchos más pueblos de los queobedecían al señor azteca. Se ha afirmado, no sin razón, que laindependencia de México, nació con la conquista”.El mismo Alcina Franch considera la posición ideológica de LasCasas no como “indigenista”, en el sentido clásico, sino como un“indianismo primitivo” en el que la idea fundamental del dominico enrelación con el problema de las culturas indígenas era la de conservarlasen estado de preservación y aislamiento respecto de la española, demanera que estando incluidos en el organismo político que era elImperio, y siendo sus habitantes indios, súbditos del emperador, sedesenvolverían como entidades políticas independientes, con susórganos de gobierno, según la tradición indígena”.67 68

Y ese mismo planteamiento indianista atribuye Alcina Franch aJosé de Acosta, que en un párrafo de su HNMI dice, a los gobernantesalgo parecido a lo que decía Sahágún a los predicadores:“El otro fin que puede conseguirse con la noticia de las leyes ycostumbres , y pulicía de los indios, es ayudarlos a regirlos por ellasmismas, pues en lo que no contradicen la ley de Cristo y de su santaIglesia, deben ser gobernados conforme a sus fueros, que son como susleyes municipales, por cuya ignorancia se han cometido yerros de nopoca importancia, no sabiendo los que juzgan ni los que rigen, pordónde han de juzgar y regir sus súbditos; que demás de ser agravio ysinrazón que se les hace, es un gran daño, por tenernos aborrecidoscomo a hombres que en todo, así en lo bueno como en lo malo, le somosy hemos siempre sido contrarios”.Con relación a la integración de los indígenas en la nueva cultura ysociedad, existía un ejemplo próximo en el tiempo. En Granada, ciudadconquistada en 1492, había una situación similar a la que se conoceríaen Méjico. Granada requería una urgente cristianización para el controly gobierno de los vencidos. Se utilizaron dos tácticas: Una fue lapropiciada por el Cardenal Cisneros, y sus franciscanos, que llevó a losbautismos masivos, falsos y forzados, no consiguiendo una plenaaculturación de los musulmanes granadinos, que intentaron numerosasrebeliones o alzamientos como el de 1499.La otra estrategia fue la de Fray Hernando de Talavera, primerarzobispo de Granada, que consistió en la catequesis, la instrucción delos próceres y sus hijos en la gramática y lengua castellana, historia,doctrina, etc., lo cual se hizo en la fundación del Colegio y Seminario deSan Cecilio. Este colegio y sus funciones debe ser un precedente de loque Quiroga años más tarde realizaría en la fundación de San Nicolás dePátzcuaro, México, donde pretendía educar a mexicanos y españoles,además de formar un clero selecto, indígena y español, que dominara lalengua de los doctrinables, sus costumbres e historia y sin sentimientosde desigualdad racial.Los frailes franciscanos primero, y los jesuitas más tarde en sus“reducciones”, pensaban en poblados indios comunales, supervisadospor los religiosos, autosuficientes, con sus estamento de agricultores,ganaderos, artesanos, y eventualmente doctos que se rigieran según sushábitos y leyes, con una dependencia protectora de la Corona de Españay adoctrinados y asesorados por los religiosos.Los dominicos pensaban en devolver los reinos y tierrasconquistadas a sus dueños ancestrales o a sus herederos, y ellos, losreligiosos, los adoctrinarían en la vida cristiana.Vasco de Quiroga, nacido en Madrigal de las Altas Torres, provinciade Ávila, laico, doctor en cánones elevado a Obispo seglar deMichoacán, cuya cargo ejerce entre 1531 a 1565, se sitúa en unaposición intermedia, inducido por la Utopía de Tomas Moro, aparecidaunos 15 años antes, y que lleva a Vasco a pensar en sus puebloshospital,que fundó en América, como la realización cristianizada de laorganización política que proponía como modelo el canciller inglés.La utopía requería la reducción de los individuos a ciudades, dondela variedad de actividades y especializaciones permitiría el intercambiode bienes y servicios entre los ciudadanos.Sus pueblos – hospital no suscitaron muchos recelos, pero del mismomodo que los franciscanos, creó también una Escuela para la formaciónde la élite de los futuros gobernantes nativos y un seminario paraformación de sacerdotes españoles, en convivencia con los autóctonospara la compenetración y buen entendimientos entre ambos pueblos.Las Escuelas y los Seminarios sí fueron sospechosos, en amboscasos, por suponer una potencial pérdida de poder de los colonos y dela Corona como dueños y señores de las posesiones actuales y veniderasen el Nuevo Continente, ya que lo serían de las Ordenes Religiosas y delos indígenas que en ellas se formaban en humanidades, medicina, artesy otras disciplinas, y que entrarían en competencia a la hora de cubrircargos de la administración de la Corona.Pero olvidemos a los hombres y analicemos los resultados, siguiendoa Claudio Esteva en sus comentarios a la edición La Historia de losIndios de la Nueva España, de fray Toribio de Benavente, cuando dice69 70

que el proceso de aculturación se desarrolló y configuró en el ámbito deconfrontaciones sociales e ideológicas. Prácticamente, el proceso deconversión cultural y religiosa estuvo a cargo de las ordenes franciscanay jesuita, y los intentos de Vasco de Quiroga, y en otra forma menosdecidida por los dominicos partidarios de la “preservación”. Laaculturación fue más eficaz e integradora en las ciudades, en tanto queen las poblaciones agrícolas tuvo menos desarrollo y menostrascendencia. La adopción de la religión cristiana, en su confesiónCatólica fue ampliamente aceptada por los muchos puntos de contactolitúrgicos con las practicas religiosas aztecas, y el poder que losreligiosos españoles tenían frente a los propios gobernantes, comohabían observado los indios, y los muchos fenómenos naturales queasociaron con este poder, en muchos casos “casi milagroso”.En este periodo hemos visto conflictos entre las distintas órdenesreligiosas por la preeminencia en la labor misionera, y por el intento deapoderarse de los pueblos indios al margen del poder temporal de laCorona. Y están los intereses del Reino, de los conquistadores y de locolonos, comerciantes y funcionarios, y las envidias de otros reinoseuropeos. Y están los interese de los indios, que hemos vistoevolucionar favorablemente hacia una integración, que no pudo sercompleta y plena durante el periodo colonial.A los detractores de la conquista y de la colonización podríamosdecirle que en la historia ninguna conquista ha sido incruenta, y ningunacolonización es aceptada graciosamente, todas persiguen las tierras y lasriquezas de los conquistados. La tolerancia es falsa y la integraciónconfusa, si la hay. En el caso de España en América es necesarioreconocer una colonización con fuerte tendencia a la igualdad de ambospueblos, lo que en gran parte fue conseguido. La cristianización serealizó prácticamente al completo con la inevitable y enriquecedorasupervivencia de restos de la vieja cultura.E invocamos aquí a López de Gómara que dijo, refiriéndose al descubrimientoy la colonización de América: “La mayor cosa después dela creación del mundo sacando la encarnación y muerte del que lo creó”.Y respecto a los pueblos indígenas, nuestro recipiendario lo hapuesto de manifiesto. El problema ha sido abordado en el contextocontemporáneo, pero las soluciones propuestas no complacen a todos ono son compatibles con los criterios y comportamientos del tiempoactual. Y resuenan en nuestros oídos los términos “conversión delindígena en ciudadano”, “propiedad de la tierra”, “ciudadanía integrada”de Kymlicka, o la propuesta de Young que la rechaza por representar elremate de la aculturación.Nos sorprende esta persistencia. El precio a pagar, quinientos añosdespués de la conquista de México, por conservar una cultura yaextinguida, una lengua aun conservada y conservable, y una leyesconsuetudinarias las más de las veces incompatibles con las leyes delEstado, bajo la deficitaria disponibilidad de una economía agrícolaprecaria, y una escasa significación social en el mundo actual, nosparece un acto heroico, si es voluntario, de estos pueblos indígenas,representados actualmente por 50 millones de personas en la AméricaHispana.E insistiendo en López de Gómara, en la Dedicatoria de su crónica“La conquista de México”, a Martín Cortés, marqués del Valle, en laversión de Zaragoza de 1552, lo expresa muy significativamente:“La conquista de México y conversión de los de la Nueva España,justamente se puede y debe poner entre las historias del mundo, asíporque fue bien hecha, como porque fue muy grande. Por ser buena laescribo aparte de las otras, como muestra de todas. Fue grande, no en eltiempo, sino en los hechos, pues se conquistaron muchos y grandesreinos con poco daño y sangre de los naturales, y se bautizaron muchosmillones de personas, las cuales viven, a Dios gracia, cristianamente”.Sobre la experiencia de nuestro pueblo español, fruto de conquistas ycivilizaciones milenarias, indómito ante las conquistas y permisivo antelas nuevas y sucesivas culturas llegadas a nuestra Península, hemossabido aceptar la “romanización”, el “cristianismo”, la “arabizacióncultural”, hemos tenido un “Siglo de Oro”, y hemos aceptado la“ilustración”, y participamos en la “modernidad” y colaboramos en“futuros viajes planetarios”, y con todo ello hemos sabido hacer un solo71 72

pueblo, fruto de esas viejas civilizaciones, que se enorgullece de susrespectivas historias y las incorpora a la nuestra, sin nostalgiasobstinadas del paleolítico, del vaso campaniforme o de la culturatartésica, por ello nos permitiremos sugerir a esos pueblos que reclamenla total ciudadanía a todos los niveles, que conserven su historia, que yaes la de México o la del Perú, y que adopten sin reservas las ciencias, lasletras y las técnicas de las poblaciones inmigradas a sus tierrasancestrales, porque ya lo dijo el sabio Don Quijote, al recuperar lacordura: en “nidos de hogaño no hay pájaros de antaño”.He dicho.Muchas graciasCádiz a 20 de Mayo de 2004.Palacio de la Excma. Diputación Provincial.Salón del TronoBIBLIOGRAFÍA CONSULTADAAcosta, José de. “Historia natural y moral de las Indias”. [Edición deJosé Alcina Franch}. Crónicas de América nº 34. Edt. Historia 16, S. A.,Madrid, 1987.Alcina Franch, José. “Introducción” a “Historia natural y moral delas Indias”. Véase Acosta, José de. pp. 7-44.Benavente, Fray Toribio de. Historia de los indios de la NuevaEspaña. [Edición de Claudio Esteva] Crónicas de América, nº 16. Ed.Historia 16, S. A., Madrid, 1985.Cardona Castro, Francisco Luis. “Estudio preliminar” a “Destrucciónde las Indias”. Véase Las Casas, Bartolomé, Vol. 1, pp. III-XXIII.Cardona, Francisco-Luis. “Testamento y postrera voluntad deHernán Cortés”. [In Historia de Nueva España. “La conquista deMéxico por Hernán Cortés (facsimilar, 1770. Círculo del Bibliófilo, S.A., 1981.Colón, Cristóbal. Diario de a bordo. Crónicas de América [Ediciónde Luis Arranz] nº 9. Historia 16, Madrid, 1985.Esteva Fabregat, Claudio. Introducción a “Historia de los Indios dela Nueva España”. Vease Benavente, Fray Toribio de), pp. 7-48.Las Casas, Bartolomé. Destrucción de las Indias. [Edición de JuanAntonio Llorente, [1822] Estudio preliminar de Francisco CardonaCastro [1981]. Vols, 1 y 2. Edit. Amigos Círculo del Bibliófilo, S. A.,Madrid, 1981.López de Gómara, Francisco. La conquista de México. [edición deJosé Luis de Rojas]. Crónicas de América 36. Historia 16, Madrid,1986.Quiroga, Vasco de. La Utopía Americana. [Edición de Paz SerranoGassent]. Crónicas de América nº 73. Ed. Historia 16, S. A., Madrid,1992.Sahagún, Bernardino de. “Historia general de las cosas de NuevaEspaña”. [Edición de Juan Carlos Temprano] Crónicas de América. Nº55a y 55b. Edt. Historia 16, S. A., Madrid, 1990.Serrano Gassent, Paz. Introducción a “La Utopía Americana”. VéaseVasco de Quiroga, pp. 7-51.Temprano, Juan Carlos. “Introducción” a “Historia General de lascosas de Nueva España”. Ver Sahagún Vol. 1º [55ª] pp V-LI.Vitoria, Francisco de. “Relecciones sobre los indios y el derecho deguerra”. [Edición de Armando D. Pirotto]. Ed. Espasa-Calpe, S. A.,Madrid. Colección Austral nº 618. 3º ed. 197573 74

INDICEDiscurso de ingreso …………………..……........……………... 1Presentación ……………………………….………………… 11.- Los días del Descubrimiento. ………………………….… 32.- Relaciones entre los indígenas y europeos: Sepúlveda,Las Casas y Vitoria. ……………………………………..…. 93.- La relaciones entre los pueblos. Cortés en México,Pizarro en el Cuzco. Carlos V y los Caciques. …………..….. 184.- La emancipación de las Repúblicas Americanas yla situación de los pueblos indígenas …………………..…… 235.- Los pueblos indígenas hoy: una perspectiva de futuro .... 30-La cuestión indigenista ………………………………… 30- El indigenismo en el plano “de lege ferenda” ……….... 33- El indigenismo en el plano “de lege data” ………......... 36. El Convenio 169 de la OIT. ………………….….... 37. La Ley de Reforma Constitucional Argentina …..... 39. La Constitución de la República Bolivarianade Venezuela …………………………………….… 40. La Constitución Política del estado Boliviano …... 40. La Ley Indígena de Chile …………………........... 40. La Constitución Política de Colombia ……….….. 41. La Constitución Guatemalteca …………………... 42. La Constitución Política del Perú ……….……….. 42. Constitución Política del Paraguay …………….… 43. Los Pactos de San Andrés Larrainzar …………… 446.- A modo de conclusión ……………………..…….....…... 45Se acabó de imprimir el día---------Discurso de contestación ……………………..……..........…... 51Bibliografía …..…………...…………………..……..........….. 7375 76