Discurso de ingreso del Ilmo. Sr. D. Manuel de la Hera Oca, titulado

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que el proceso de aculturación se desarrolló y configuró en el ámbito deconfrontaciones sociales e ideológicas. Prácticamente, el proceso deconversión cultural y religiosa estuvo a cargo de las ordenes franciscanay jesuita, y los intentos de Vasco de Quiroga, y en otra forma menosdecidida por los dominicos partidarios de la “preservación”. Laaculturación fue más eficaz e integradora en las ciudades, en tanto queen las poblaciones agrícolas tuvo menos desarrollo y menostrascendencia. La adopción de la religión cristiana, en su confesiónCatólica fue ampliamente aceptada por los muchos puntos de contactolitúrgicos con las practicas religiosas aztecas, y el poder que losreligiosos españoles tenían frente a los propios gobernantes, comohabían observado los indios, y los muchos fenómenos naturales queasociaron con este poder, en muchos casos “casi milagroso”.En este periodo hemos visto conflictos entre las distintas órdenesreligiosas por la preeminencia en la labor misionera, y por el intento deapoderarse de los pueblos indios al margen del poder temporal de laCorona. Y están los intereses del Reino, de los conquistadores y de locolonos, comerciantes y funcionarios, y las envidias de otros reinoseuropeos. Y están los interese de los indios, que hemos vistoevolucionar favorablemente hacia una integración, que no pudo sercompleta y plena durante el periodo colonial.A los detractores de la conquista y de la colonización podríamosdecirle que en la historia ninguna conquista ha sido incruenta, y ningunacolonización es aceptada graciosamente, todas persiguen las tierras y lasriquezas de los conquistados. La tolerancia es falsa y la integraciónconfusa, si la hay. En el caso de España en América es necesarioreconocer una colonización con fuerte tendencia a la igualdad de ambospueblos, lo que en gran parte fue conseguido. La cristianización serealizó prácticamente al completo con la inevitable y enriquecedorasupervivencia de restos de la vieja cultura.E invocamos aquí a López de Gómara que dijo, refiriéndose al descubrimientoy la colonización de América: “La mayor cosa después dela creación del mundo sacando la encarnación y muerte del que lo creó”.Y respecto a los pueblos indígenas, nuestro recipiendario lo hapuesto de manifiesto. El problema ha sido abordado en el contextocontemporáneo, pero las soluciones propuestas no complacen a todos ono son compatibles con los criterios y comportamientos del tiempoactual. Y resuenan en nuestros oídos los términos “conversión delindígena en ciudadano”, “propiedad de la tierra”, “ciudadanía integrada”de Kymlicka, o la propuesta de Young que la rechaza por representar elremate de la aculturación.Nos sorprende esta persistencia. El precio a pagar, quinientos añosdespués de la conquista de México, por conservar una cultura yaextinguida, una lengua aun conservada y conservable, y una leyesconsuetudinarias las más de las veces incompatibles con las leyes delEstado, bajo la deficitaria disponibilidad de una economía agrícolaprecaria, y una escasa significación social en el mundo actual, nosparece un acto heroico, si es voluntario, de estos pueblos indígenas,representados actualmente por 50 millones de personas en la AméricaHispana.E insistiendo en López de Gómara, en la Dedicatoria de su crónica“La conquista de México”, a Martín Cortés, marqués del Valle, en laversión de Zaragoza de 1552, lo expresa muy significativamente:“La conquista de México y conversión de los de la Nueva España,justamente se puede y debe poner entre las historias del mundo, asíporque fue bien hecha, como porque fue muy grande. Por ser buena laescribo aparte de las otras, como muestra de todas. Fue grande, no en eltiempo, sino en los hechos, pues se conquistaron muchos y grandesreinos con poco daño y sangre de los naturales, y se bautizaron muchosmillones de personas, las cuales viven, a Dios gracia, cristianamente”.Sobre la experiencia de nuestro pueblo español, fruto de conquistas ycivilizaciones milenarias, indómito ante las conquistas y permisivo antelas nuevas y sucesivas culturas llegadas a nuestra Península, hemossabido aceptar la “romanización”, el “cristianismo”, la “arabizacióncultural”, hemos tenido un “Siglo de Oro”, y hemos aceptado la“ilustración”, y participamos en la “modernidad” y colaboramos en“futuros viajes planetarios”, y con todo ello hemos sabido hacer un solo71 72
pueblo, fruto de esas viejas civilizaciones, que se enorgullece de susrespectivas historias y las incorpora a la nuestra, sin nostalgiasobstinadas del paleolítico, del vaso campaniforme o de la culturatartésica, por ello nos permitiremos sugerir a esos pueblos que reclamenla total ciudadanía a todos los niveles, que conserven su historia, que yaes la de México o la del Perú, y que adopten sin reservas las ciencias, lasletras y las técnicas de las poblaciones inmigradas a sus tierrasancestrales, porque ya lo dijo el sabio Don Quijote, al recuperar lacordura: en “nidos de hogaño no hay pájaros de antaño”.He dicho.Muchas graciasCádiz a 20 de Mayo de 2004.Palacio de la Excma. Diputación Provincial.Salón del TronoBIBLIOGRAFÍA CONSULTADAAcosta, José de. “Historia natural y moral de las Indias”. [Edición deJosé Alcina Franch}. Crónicas de América nº 34. Edt. Historia 16, S. A.,Madrid, 1987.Alcina Franch, José. “Introducción” a “Historia natural y moral delas Indias”. Véase Acosta, José de. pp. 7-44.Benavente, Fray Toribio de. Historia de los indios de la NuevaEspaña. [Edición de Claudio Esteva] Crónicas de América, nº 16. Ed.Historia 16, S. A., Madrid, 1985.Cardona Castro, Francisco Luis. “Estudio preliminar” a “Destrucciónde las Indias”. Véase Las Casas, Bartolomé, Vol. 1, pp. III-XXIII.Cardona, Francisco-Luis. “Testamento y postrera voluntad deHernán Cortés”. [In Historia de Nueva España. “La conquista deMéxico por Hernán Cortés (facsimilar, 1770. Círculo del Bibliófilo, S.A., 1981.Colón, Cristóbal. Diario de a bordo. Crónicas de América [Ediciónde Luis Arranz] nº 9. Historia 16, Madrid, 1985.Esteva Fabregat, Claudio. Introducción a “Historia de los Indios dela Nueva España”. Vease Benavente, Fray Toribio de), pp. 7-48.Las Casas, Bartolomé. Destrucción de las Indias. [Edición de JuanAntonio Llorente, [1822] Estudio preliminar de Francisco CardonaCastro [1981]. Vols, 1 y 2. Edit. Amigos Círculo del Bibliófilo, S. A.,Madrid, 1981.López de Gómara, Francisco. La conquista de México. [edición deJosé Luis de Rojas]. Crónicas de América 36. Historia 16, Madrid,1986.Quiroga, Vasco de. La Utopía Americana. [Edición de Paz SerranoGassent]. Crónicas de América nº 73. Ed. Historia 16, S. A., Madrid,1992.Sahagún, Bernardino de. “Historia general de las cosas de NuevaEspaña”. [Edición de Juan Carlos Temprano] Crónicas de América. Nº55a y 55b. Edt. Historia 16, S. A., Madrid, 1990.Serrano Gassent, Paz. Introducción a “La Utopía Americana”. VéaseVasco de Quiroga, pp. 7-51.Temprano, Juan Carlos. “Introducción” a “Historia General de lascosas de Nueva España”. Ver Sahagún Vol. 1º [55ª] pp V-LI.Vitoria, Francisco de. “Relecciones sobre los indios y el derecho deguerra”. [Edición de Armando D. Pirotto]. Ed. Espasa-Calpe, S. A.,Madrid. Colección Austral nº 618. 3º ed. 197573 74
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