Discurso de ingreso del Ilmo. Sr. D. Manuel de la Hera Oca, titulado

Acosta trata de justificar las consecuencias de la ignorancia de lasculturas azteca e incaica, y el desprecio de su organización, leyes,religión e historia, y la duda de la naturaleza de humanidad plena de losindios, lo que le motiva a enterarse de todo esto, de divulgarlo y de darasí un espacio de conocimiento a los gobernantes para un mejorgobierno. Lo dice en estos términos:“Más como sin saber nada de esto entramos por la espada sin oillesni entendelles, no nos parece que merecen reputación las cosas de losindios, sino como de caza habida en el monte y traída para nuestroservicio y antojo. Los hombres más curiosos y sabios que han penetradoy alcanzado sus secretos, su estilo y gobierno antiguo, muy de otrasuerte lo juzgan, maravillándose que hubiese tanto orden y razón entreellos”Y recordando el carácter providencial dado al descubrimiento y laconquista, como designio divino concedido a los españoles comoapóstoles de la cristianización de un Nuevo Mundo, nos dice:“Junto con esto es bien que no se condenen tan absolutamente todaslas cosas de los primeros conquistadores de las Indias, como algunosletrados y religiosos han hecho, con buen celo sin duda, perodemasiado. Porque aunque por la mayor parte fueron hombre cudiciososy ásperos, y muy ignorantes del modo de proceder, que se había de tenerentre infieles, que jamás habían ofendido a los cristianos, pero tampocose puede negar que de parte de los indios hubo muchas maldades contraDios y contra los nuestros, que les obligaron a usar de rigor y castigo”.“Junto con esto es bien que no se condenen tan absolutamente todaslas cosas de los primeros conquistadores de las Indias, como algunosletrados y religiosos han hecho, con buen celo sin duda, perodemasiado. Porque aunque por la mayor parte fueron hombre cudiciososy ásperos, y muy ignorantes del modo de proceder, que se había de tenerentre infieles, que jamás habían ofendido a los cristianos, pero tampocose puede negar que de parte de los indios hubo muchas maldades contraDios y contra los nuestros, que les obligaron a usar de rigor y castigo”.Recordemos que Hernán Cortés, el controvertido conquistador deMéxico, fue el primero en solicitar religiosos a la Corona, para lacristianización de los pueblos conquistados, y que en testimonio de laparticipación de la Providencia en la conquista por su mediación,redactó en sus reposteros y armas una leyenda en estos términos:“Iudicium Domini aprehendit eos, et fortitudo eius corroboravitbrachium meum”, lo que en castellano se traduce como “El juicio delSeñor los conquistó y su fuerza robusteció mi brazo”. Por otra parte,como afirma Cardona, fue Cortés un organizador y civilizador de primerorden, que entendió bien la sentencia de López de Gómara “quien nopoblare no hará buena conquista”, con cuyo motivo redactó lasOrdenanzas del buen gobierno para los vecinos y moradores de NuevaEspaña”, con lo que proyectaba convertir a los conquistadores enpobladores asentados y arraigarlos en aquellos territorios convertidos ensu nueva patria.Y Bernal Díaz del Castillo dice que Cortés comenzó a mandar y amostrar sus mejores dotes diplomáticas para atraerse a los indígenas.Procuró se respetasen sus propiedades y sus mujeres.Y Luis Cardona, en el “Juicio de Cortés y su obra” escribe: “PeroCortés significó más, hombre de carne y hueso al fin y al cabo, lleno deextraordinarias virtudes y defectos, fue el fundador de una nuevanacionalidad en la que se integraron muchos más pueblos de los queobedecían al señor azteca. Se ha afirmado, no sin razón, que laindependencia de México, nació con la conquista”.El mismo Alcina Franch considera la posición ideológica de LasCasas no como “indigenista”, en el sentido clásico, sino como un“indianismo primitivo” en el que la idea fundamental del dominico enrelación con el problema de las culturas indígenas era la de conservarlasen estado de preservación y aislamiento respecto de la española, demanera que estando incluidos en el organismo político que era elImperio, y siendo sus habitantes indios, súbditos del emperador, sedesenvolverían como entidades políticas independientes, con susórganos de gobierno, según la tradición indígena”.67 68