10 Mensaje BíblicoJesús es el único a quienrealmente vale la pena escuchar,quien tiene algo para<strong>de</strong>cirnos, quien nuncanos <strong>de</strong>ja sin una respuesta.hecha una vez por todas, ynunca más habrá nuevas elecciones.Él regresará con todo elhonor y la gloria <strong>de</strong> Dios: “Puescuando él recibió <strong>de</strong> Dios Padrehonra y gloria, le fue enviada<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la magnífica gloria unavoz que <strong>de</strong>cía: Este es mi Hijoamado, en el cual tengo complacencia(2 P. 1:17).Jesús volverá como Aquél aquien señaló Moisés y a quiense refirieron todos los profetas.Moisés dijo: “Profeta <strong>de</strong> en medio<strong>de</strong> ti, <strong>de</strong> tus hermanos, comoyo, te levantará Jehová tuDios; a él oiréis” (Dt. 18:15).Cuando Moisés y Elías aparecieronjunto a Jesús en el Monte<strong>de</strong> la Transfiguración, se oyóla voz <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo,confirmando justamente estaspalabras <strong>de</strong> Moisés en formaextraordinaria: “Y he aquí lesaparecieron Moisés y Elías, hablandocon él. Entonces Pedrodijo a Jesús: Señor, bueno es paranosotros que estemos aquí; siquieres, hagamos aquí tres enramadas:una para ti, otra paraMoisés, y otra para Elías.Mientras él aún hablaba, unanube <strong>de</strong> luz los cubrió; y heaquí una voz <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la nube,que <strong>de</strong>cía: Éste es mi Hijo amado,en quien tengo complacencia;a él oíd” (Mt. 17:3-5).Hoy en día se presta atencióna muchas voces diferentes.Y eso que Jesús es el únicoa quien realmente vale la penaescuchar, quien tiene algo para<strong>de</strong>cirnos, quien nunca nos<strong>de</strong>ja sin una respuesta, quienes fi<strong>de</strong>digno, en quien po<strong>de</strong>mosencontrar consejo y ayuda,en quien nos po<strong>de</strong>mos resguardary <strong>de</strong> quien no tenemosnada que temer. Pero, esextraño; la gente añora la verdadpura, la no violencia, lajusticia, la paz, la armonía y elamor al prójimo. Pero, Jesús,quien vivió y enseñó justamenteeso, y lo prometió paraSu reino, ese Jesús es personano grata. Detrás <strong>de</strong> esto, sólopue<strong>de</strong> estar un po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>moníacoque tiene al mundo firmementeen su mano y lo tieneenceguecido.Jesús regresará como DiosLa transfiguración es unaconfirmación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>idad <strong>de</strong>Jesús: “Éste es mi Hijo amado,en quien tengo complacencia.”Esto se encuentra tanto en elevangelio <strong>de</strong> Mateo, comotambién en la segunda carta<strong>de</strong> Pedro. ¿Qué es Jesús, al serel Hijo <strong>de</strong> Dios? Sólo pue<strong>de</strong> serDios, ya que Él no fue creado,sino “engendrado”, pero no enel sentido humano, ya que Élno tiene comienzo. Así comoel ser humano engendrado esun ser humano, así el Hijo <strong>de</strong>Dios “engendrado” es Dios. Asícomo todo padre humano tieneprincipio y fin, todo nuevoser humano que nace tieneprincipio y fin. Lo que comienzacon la gestación, terminacon la muerte. Dios elPadre, sin embargo, no tieneni principio ni fin. Él es <strong>de</strong>s<strong>de</strong>siempre y por la eternidad Elque es: “Yo soy el que soy.” Asícomo Dios no tiene comienzo,el hijo tampoco tiene comienzo.Des<strong>de</strong> la eternidad, es elHijo <strong>de</strong> Dios.Los judíos lo comprendieronmuy bien, y mucho mejorque muchos cristianos: “Poresto los judíos aun más procurabanmatarle, porque no sóloquebrantaba el día <strong>de</strong> reposo,sino que también <strong>de</strong>cía queDios era su propio Padre, haciéndoseigual a Dios” (Jn.5:18). La aseveración <strong>de</strong> ser Hijo<strong>de</strong> Dios, incluye el hecho <strong>de</strong>ser Dios (cp. Jn. 10:33,36). Pedropone todo el peso en estehecho, cuando escribe en laintroducción <strong>de</strong> su carta: “SimónPedro, siervo y apóstol <strong>de</strong>Jesucristo, a los que habéis alcanzado,por la justicia <strong>de</strong>nuestro Dios y Salvador Jesucristo,una fe igualmente preciosaque la nuestra” (2 P. 1:1).Jesús regresa como Dios, en la
Mensaje Bíblico11majestad <strong>de</strong> Dios, con honor,po<strong>de</strong>r y gloria.¿Qué efecto tiene esta sublimeverdad en la práctica <strong>de</strong>nuestra fe? Sin falta <strong>de</strong>beríamosaferrarnos a la profecíabíblica hasta que el Señor vengapor Su iglesia: “Tenemostambién la palabra proféticamás segura, a la cual hacéisbien en estar atentos como auna antorcha que alumbra enlugar oscuro, hasta que el díaesclarezca y el lucero <strong>de</strong> la mañanasalga en vuestros corazones”(2 P. 1:19). Como ya hemosvisto, en las palabras anterioresPedro habló <strong>de</strong> la segundavenida <strong>de</strong> Jesús en gloria, <strong>de</strong> lacual ya dieron testimonio losprofetas <strong>de</strong>l Antiguo Testamento,y los apóstoles la vieronproféticamente en el Monte<strong>de</strong> la Transfiguración, proclamándolamás a<strong>de</strong>lante ensus escritos.Pedro enfatiza con tanta vehemenciala palabra proféticatotalmente segura, y la urgencia<strong>de</strong> prestar atención a la mismay <strong>de</strong> aferrarnos a ella, porquesu carta es una carta <strong>de</strong>l fin<strong>de</strong> los tiempos. La misma, encierto sentido, es su testamentopoco antes <strong>de</strong> su muerte y, poreso, un legado. Pedro ve, <strong>de</strong> antemano,el peligro <strong>de</strong>l tiempo<strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>scuidar la profecía.En realidad es una paradoja,que justamente en el tiempocuando es más necesaria, menosatención se le presta.Un dicho dice: “El abusono anula el uso.” Aplicado ala Biblia esto significa: el maluso <strong>de</strong> la profecía, no anulala necesidad <strong>de</strong> la profecíabíblica. Vivimos en un mundooscuro, y la única luz fi<strong>de</strong>dignaen la oscuridad <strong>de</strong>nuestro mundo es la Palabra<strong>de</strong> Dios con respecto a la segundavenida <strong>de</strong> Jesús. No<strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> orientarnospor esa palabra, <strong>de</strong> aferrarnosa ella, <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar queella nos guíe, <strong>de</strong> escudriñarlay <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarla brillar hasta quecomience un nuevo día, y elSeñor Jesús regrese cual lucero<strong>de</strong> la mañana.1 factum 9/072 factum 9/07, pág. 20INFOBOXEl Monte <strong>de</strong> la TransfiguraciónEl Monte <strong>de</strong> laTransfiguración probablementeno hayasido el Tabor, sino elHermón. Esta conclusiónse saca <strong>de</strong>l siguientecontexto: Pocoantes, Jesús había estadoen Cesarea <strong>de</strong> Filipo(Mr. 8:27; 9:1ss).Ese lugar se encontrabaen las cercanías <strong>de</strong>lHermón, no muy lejos<strong>de</strong>l actual sur <strong>de</strong> Líbano.A<strong>de</strong>más, el Monte<strong>de</strong> la Transfiguración,es <strong>de</strong>scrito en losevangelios como un“monte alto” (Mt. 17:1;Mr. 9:2). El Hermón,actualmente, tieneuna altura <strong>de</strong> 2.814metros.N.L.El Monte Hermón