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PARTE II: El hambre y el aprendizaje - BVSDE

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obtener recursos, a saber, los derechos de matrícula.En general, las ventajas de reducir las tasas (yproporcionar alimentación escolar, raciones para llevara casa y transferencias de efectivo) superan a loscostos, pero es preciso planificar las consecuenciasque <strong>el</strong>lo tendrá en <strong>el</strong> sistema (Proyecto d<strong>el</strong> Milenio d<strong>el</strong>as Naciones Unidas, 2005b).• Mejora de la infraestructura y de lacapacidadLas ventajas de aumentar la asistencia a la escu<strong>el</strong>amediante la alimentación escolar, la raciones parallevar a casa, las transferencias de efectivo y lareducción de las tasas escolares no podránobtenerse si no se cuenta con los recursos básicospara <strong>el</strong> <strong>aprendizaje</strong>. Estos recursos son lossiguientes: infraestructura e instalaciones, materialdidáctico, recursos humanos (directores y profesores)y administración de escu<strong>el</strong>as (UNESCO, 2004). Sin<strong>el</strong>los, la calidad y <strong>el</strong> valor de la enseñanzadisminuyen. Las estrategias gubernamentalesdestinadas a aumentar <strong>el</strong> índice de asistencia debencombinarse con unos recursos suficientes paramantener la capacidad d<strong>el</strong> sistema educativo.Menor capacidad de atenciónIncluso cuando se consigue que <strong>el</strong> niño vaya a laescu<strong>el</strong>a, éste se puede ver afectado por <strong>el</strong> <strong>hambre</strong>transitoria, que se produce por no haber hechouna comida o caminar largas distancias a la escu<strong>el</strong>acon <strong>el</strong> estómago r<strong>el</strong>ativamente vacío. Este tipo de<strong>hambre</strong> es la principal causante de la disminuciónde la capacidad de atención y de la incapacidadpara concentrarse en <strong>el</strong> aula, lo que provoca amenudo un bajo rendimiento académico. En estoscasos, las intervenciones basadas en laalimentación escolar pueden ser de ayuda.• Alimentación escolarCada vez hay más pruebas de que los programas dealimentación escolar permiten luchar eficazmentecontra <strong>el</strong> <strong>hambre</strong> transitoria y mejorar la capacidad deatención y la función cognitiva de los escolares. EnBangladesh, gracias a un programa de alimentaciónescolar d<strong>el</strong> que se beneficiaron en torno a un millónde alumnos mejoraron los resultados de los tests un15,7% (Ahmed, 2004). En <strong>el</strong> marco de un estudiorealizado en Jamaica, los niños que realizaron unacomida en la escu<strong>el</strong>a mejoraron sus resultados enaritmética (y <strong>el</strong> índice de asistencia escolar) despuésde un semestre en comparación con las clases decontrol (Simeon, 1998). Sin embargo, los resultadosde otros estudios han sido menos concluyentes(PMA y otros, 1999). Estas discrepancias podríanobedecer a problemas metodológicos, o a fallos enla concepción de determinados programas.Recuadro 4.3 — Lo que no puede hacer la alimentación escolar…La alimentación escolar ofrece posibilidades para abordar factores que afectan al <strong>aprendizaje</strong>, como las bajas tasas dematrícula y de asistencia, <strong>el</strong> <strong>hambre</strong> a corto plazo o las carencias de micronutrientes. Pero no siempre es apropiadapara perseguir otros objetivos:• No hay pruebas concluyentes de que produzca mejoras a largo plazo en <strong>el</strong> estado nutricional de los estudiantes.• No mejora <strong>el</strong>ementos fundamentales de la calidad de la educación, como <strong>el</strong> plan de estudios, <strong>el</strong> material didáctico,la infraestructura escolar y la formación d<strong>el</strong> profesorado.• Puede que no siempre llegue a los más pobres entre los niños pobres, ya que quizá las comidas no ofrezcansuficiente compensación inmediata a los hogares paupérrimos como para compensar los costos directos y deoportunidad de enviar a los hijos a la escu<strong>el</strong>a.Fuente: Allen y Gillespie, 2001; <strong>el</strong> PMA y otros, 1999; Levinger, 1986.71

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