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Conociendo a nuestros científicos

Coordinación generalSecretaría de Ciencia y Técnica, ULPHernán MartensContenidosPaula BombaraDiseñoSecretaría de Comunicación, ULPRocío Juárez, Natalia Arenas1ª ediciónISBN: en trámite© Universidad de La Punta, 2011Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723Libro de edición argentinaEdiciónSecretaría de Comunicación, ULPDarío CalderónColaboradoresSecretaría de Ciencia y Técnica, ULPFederico Abrile, Micaela FiginiNo se permite la reproducción parcial o total, elalmacenamiento, el alquiler, la transmisión o latransformación de este libro, en cualquier forma o porcualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediantefotocopias, digitalización u otros métodos sin el permisoprevio y escrito del editor. Su infracción está penada por lasleyes 11.723 y 25.446

Agradecimientos:A Gabriel Masramón, quien con gran gentilezafacilitó fotografías y documentación inédita paraesta obra.A la Biblioteca de Aves Argentinas, que aportóexcelentes fotografías de las aves de San Luis.Al Archivo Histórico de San Luis, por su invalorableaporte de material.

Conociendo a nuestros científicosIntroducciónCapítulo 1:Creciendo al aire libreCapítulo 2:Cada rincón es un mundoCapítulo 3:Los pájaros de ConcaránCapítulo 4:Andariega y folcloristaCapítulo 5:Arqueología, ¡allí voy!Capítulo 6:Llegó la hora de los cuentosEpílogoNotasCronologíaReferencias

IntroducciónCapítulo 1:Creciendo al aire libre16 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de MasramónA principios del siglo XX las pocasuniversidades que había en nuestro paísestaban ubicadas en las ciudades más grandesde entonces. Y las mayores facilidades paraestudiar las tenían los varones. Por eso, granparte de las mujeres curiosas, inteligentesy de gran imaginación, que vivían lejos delas casas de estudios, decidían dedicarse ala enseñanza. Muchas maestras de aquellosaños, si hubieran tenido la posibilidad,habrían sido médicas, antropólogas oingenieras.Tal vez ese haya sido el caso de DoraOchoa de Masramón, una mujer que vivióestudiando profundamente su entorno,analizándolo al detalle, con la dedicaciónde una investigadora científica y la ternurade una enamorada de su tierra. Dueña demil facetas, curiosa y reservada, autodidactaen su métodología deinvestigación, lainfatigable maestraDora Ochoa deMasramón supo vertodo el conocimientoque encerraba su valle ylo reveló al mundo, sin irsenunca de allí.“Vivo en el Valle del Conlara, respiro su aireluminoso, bebo en el arroyo, cruzo el río,trepo a los cerros y a las cimas de las sierras,contemplo horizontes, me siguen desde lasalturas los cóndores, como emblema divinovuelan las palomas, en las frondas gorjeancalandrias, silban zorzales, luces de esmeraldaprenden los cocuyos, refulgen maticesnacarados. Hay palpitar de corazones, delos pequeños y los grandes, hay rumores,sonoridades, juegos de brisas, misterio deestrellas, lunas y soles: es la vida, el ansia deamor, de fe, de esperanza...“ 1Así comienza uno de los libros de Dora Ochoa,llamado Villancicos en la voz de la tierra. Yesas palabras resumen su sentir respecto a sulugar de origen. Un lugar musical, palpitante,dueño de secretos que a ella le daban ganas deconocer.Cuando Dora Ochoa nació, el 2 de febrero de1908, en el pueblo de Villa Dolores, el Valle deConcarán aún no sabía que estaba en el mundola mujer que lo recorrería milímetro a milímetro,a veces a pie, otras a caballo o encima de unburro, estudiando aspectos del mismo que ni lospropios vecinos sabían que estaban allí.La pequeña Dora, hija de Pascual Ochoa y LuisaFunes, pertenecía a la clase privilegiada de la

zona. Su padre era dueño deuna estancia y se dedicaba ala agricultura. De su madre,ama de casa, no han quedadodemasiados datos, más que susensibilidad: cuentan que solíarepartir leche en los hogarespobres de la zona.Bajo la mirada atenta defamiliares y criados, Dorarecorría las tierras de suspadres en busca de tesorosque estaban a la espera de serdescubiertos: nidos de pájaros,piedras dibujadas, madrigueras,pequeños animales.En 1915, la familia se mudó ala casa donde actualmente seencuentra el museo privado“Dora Ochoa de Masramón”.Esta casa de dos plantas, muyamplia, rodeada de árboles,se encontraba en el pueblollamado, aún, Villa Dolores(diecinueve años más tarde, en1934, una ley estableció que elnombre del pueblo pasaría a serConcarán, nombre que significaValle Hermoso en la lengua delos habitantes originarios de lazona, los Lasta-Caucara).Dora era menuda y callada,presumiblemente, muy curiosa.En una época en la cual elacceso a la información era muyescaso, tenía el privilegio deposeer buenos libros. Tampocoera sencillo conseguir libros enun pueblo como Villa Dolores;seguramente los elegirían porcatálogos, pidiendo su envíopor correo y pagándolos contrareembolso. Entre el pedido yla llegada del paquete con loslibros podía pasar bastantetiempo. ¡Recibir y leer los librossolicitados era una fiesta!Realizó sus estudios primariosen la Escuela Nacional N° 74del pueblo donde nació. Comoquería continuar sus estudios,sus padres la mandaron ala Escuela Normal NacionalPaula Domínguez de Bazán,en la ciudad de San Luis. Allí serecibió de maestra.Mientras estaba estudiando, alos 15 años, Dora perdió a sumadre. No pudo, por lo tanto,estar en la fiesta de egresadas,ya que en aquella época el lutose guardaba durante 2 años y ensu familia fueron muy estrictosal respecto. Ese fallecimiento talvez tuvo peso en la decisión devolver a su pueblo natal luegode terminar los estudios, éstees un dato que no podemosconfirmar. Lo cierto es que, alrecibirse de Maestra NormalNacional, enseguida comenzóa ejercer su profesión en unaescuela de Villa Dolores.

2Capítulo2:Cada rincón es un mundoEn 1931, Dora dejó su cargo de maestra en Villa Dolorespara ocuparse de la dirección de la Escuela NacionalN°256, ubicada en La Gramilla, localidad del departamentoChacabuco, en la provincia de San Luis. Se trataba de unaescuela rural, muy pequeña y con un número de inscriptosmuy bajo, donde ella era la única contratada. Eso significa queera quien se ocupaba de todo en la escuela, desde las tareasdirectivas hasta el mantenimiento edilicio.8 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de MasramónAllí pasó 23 años de su carrera docente, durante los cuales,además, realizó múltiples investigaciones relacionadas con lacultura de la zona. Ella misma lo cuenta en la introducción a unode sus libros:“(...) Toda mi actuación en la docencia ha sido en escuelas rurales.El trato continuo con la gente del lugar, mi adaptación asus modalidades en la participación de sus momentos de expansión,trances dolorosos, o decisiones trascendentales, o loshechos triviales del diario vivir, me capacitaron para escudriñarla idiosincrasia de cada uno en particular y la de los núcleossociales que gravitaban en cada vecindario” 2 .Estaba comenzando su carrera como maestra rural en La Gramillacuando conoció a Enrique Justo Masramón, un boticario de origencordobés con quien se casó en agosto de 1934. La boda fue enla Iglesia Parroquial del pueblo y los recién casados se instalaronen la casa familiar de Dora. Enrique pronto abrió las puertas de sufarmacia, una de las primeras en Concarán. El matrimonio tuvo doshijos varones, Enrique y Roberto.Paralelamente a sus tareasdocentes, Dora comenzó atomar notas y a registrar todoaquello que le interesaba.Comenzó con las poesías detransmisión oral, visitando alos ancianos para que se lascantaran, siguió con leyendas,con costumbres de la zona, ytodo lo anotaba y guardaba encarpetas y cuadernos.

3Capítulo 3:Los pájaros de Concarán“(...) Pasaban los años, en mis cuadernoshabía glosas, décimas, romances,coplas, adivinanzas... (…) Aisladamentepubliqué en revistas de la capitaly de mi provincia algunos cuentos yleyendas y artículos de nuestro folklore;y después hubo un lapso de silencio enesta materia. Mi ambular, aunque siempreen áreas folklóricas se desvió haciael estudio de los pájaros (...)” 3El espíritu científico de Dora Ochoa se revelacompletamente al observar cómo realizósus registros “de campo” 4 . Con el correrdel tiempo fue desarrollando de maneraautodidacta una metodología en susinvestigaciones, con observaciones precisasy minuciosas que acumulaba en carpetasrotuladas según el tema que trataran.La manera de aprender, si no se podíaconcurrir a las universidades, eraconsultando libros, revistas especializadasy asistiendo a las ocasionales charlas y/oseminarios que se dictaban sobre el temaen cuestión, ¡no había internet ni muchomenos!Como todas sus investigaciones, la que realizósobre los pájaros está increíblemente biendetallada. Era tal el interés por realizar uncatálogo completo de los pájaros del Valle deConcarán, que Dora no dudaba en salir a caminarcargando algún ejemplar de la revista El hornero 5o, más tarde, el libro Las aves argentinas. Unaguía de campo, de Claes Christian Orlog 6 y unrifle, dispuesta a dispararle a los especímenesraros que cruzaran el cielo. Tal vez esa prácticahoy suene desalmada e innecesaria, pero lascámaras fotográficas con las que contaba notenían la tecnología que tienen hoy en día ytampoco existían las filmadoras, por lo cual, lamanera más precisa de realizar una descripciónera ¡consiguiendo un ejemplar de la especie!No siempre eran disparos los que le permitíanestudiar a los pájaros, a veces hallaba pequeñospichones al pie de los árboles, o pájaros muertosluego de las tormentas.Sea cual fuere el caso, Dora se dio cuenta de que,para conservarlos, debía aprender a embalsamar.¿Y qué es embalsamar? Así se denomina unprocedimiento de conservación de cuerpos deanimales muertos que consiste en eliminar todoaquello que pueda pudrirse y reemplazarlo poralgún material que resista el paso del tiempo.Existen muchos métodos para hacerlo, en Internetse encuentran detallados varios de ellos.9 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramón

310 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de MasramónAl contar con los cuerpos de lospájaros, además de observarloslargas horas escuchando suscantos, Dora podía realizaruna descripción detallada delplumaje, podía medir distintaspartes del cuerpo, evaluar lapresencia de insectos entre susplumas y, en ocasiones, darseuna idea de los hábitos de laespecie.Toda esa información eravolcada en sus carpetas primeroy transformada en artículos,después. Su Contribución alestudio de los pájaros de San Luissalió publicada en tres partesen la revista El hornero, en losvolúmenes XI (años 1969, 1975y 1977) y XII (año 1979).También publicó Cienaves de San Luis,premiada en1957 porFotografías de Ramón Moller Jensen: Benteveo Común y Hornero.la Dirección de Cultura de la provincia; y Aves del nordeste de SanLuis, junto a la Dra. Nelly A. Bó, jefa de Laboratorio en la DivisiónZoología Vertebrados de la Facultad de Ciencias Naturales yMuseo de La Plata.Pero tenía tanta información, que regresó a sus anotaciones sobrepájaros cuando escribió el libro Folklore del Valle de Concarán, en1966. Allí nos dice:“He realizado el estudio exhaustivo de la avifauna del valle deConcarán (la colección completa se guarda en la Facultad deCiencias Naturales y Museo de la Plata); al mismo tiempo heindagado el folklore de las aves; no es rico en leyendas, pero sien detalles que evidencian la estrecha convivencia de los habitantescon los seres alados que los rodean recreándolos.” 7En este libro, en el capítulo de Avifauna, se lista una serie de avesprimero y pájaros, luego, en la cual se comenta el porqué de cadanombre, leyendas o anécdotas si las hay, los colores de las plumasy otros detalles que descubren el nivel de conocimiento que Doratenía de su entorno.

4Capítulo4:Andariega y folcloristaLuego de pasar esos 23 años como directora en laescuela de La Gramilla, Dora Ochoa de Masramónfue trasladada a la Escuela Nacional N°217 dePozo Cavado, otra localidad del Departamento deChacabuco. Allí ejerció algunos años más comodirectora y luego, en el año 1958, se jubiló. Lejos deser motivo para quedarse en su casa, el culminar sucarrera docente hizo que Dora se dedicara tiempocompleto a sus investigaciones.Las largas caminatas, los paseos junto a susalumnos, las entrevistas que hacía a los ancianosdel lugar, su facilidad para establecer relaciones conlos lugareños, y por supuesto, su habilidad paraorganizar y sistematizar los conocimientos queiba adquiriendo la llevaron a plantearse la tarea deescribir sobre la cultura de su tierra.El libro Folklore del Valle de Concarán es, de verdad,sorprendente. Al hojearlo, lleva a repreguntarsesobre el significado de la palabra “folclore”.Seguramente, a lo primero que remitees a un género musical; pero, segúnlos diccionarios, significa “conjunto detradiciones, creencias, costumbres, fiestas,músicas, etc., de los pueblos”. La palabra deorigen inglés de la cual deriva, folk, significa“popular”. Pero Dora Ochoa fue mucho más alládel estudio de dicho conjunto pues, según suvisión, el folclore no puede desatarse de su entornonatural y por lo tanto, las características geográficas,la avifauna, la vegetación y el clima, lo influyenfuertemente. Ella dice:“Todo el material poético, recogido a través demuchos años de andanzas en lugares de culturafolk, me interesaba. Todo lo escuchaba de lacharla diaria de las ‘comadres’ y me identificabacon sus creencias, supersticiones, costumbres,anotando desde la receta de belleza hasta lacomplicada fórmula de la curandera que muycircunspecta me decía -a título de diploma habilitante-que “había estudiado las siete asistenciaspara médica” (…) Se pasaban momentos de enternecimientocon esa gente de alma tan simple,sin ambiciones imposibles, en paz con lo que lavida les da, felices con el pan y el vino, rituales enla mesa de cada día”. 811 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramón

4En12 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramónsu libro, premiado por la Secretaría deCultura de la Nación (1960-1962) y publicadocon el auspicio del Fondo Nacional de lasArtes por la editorial Luis Lasserre y Cia SA en1966, en Buenos Aires, recorre creencias y ritosmortuorios, fiestas y ceremonias, diversiones yjuegos, danzas, canciones, coplas y leyendas,algunas originarias del Valle de Concarán y otrasque hasta allí llegaron gracias a viajeros y avisitantes.La manera que Dora eligió para escribir estelibro sigue la línea de lo que cuenta: sinahorrar detalles de cómo accedió a tal o cualinformación, con gran sencillez y efectividad nosva adentrando en el Valle. A modo de ejemplo, ladescripción de un juego infantil:“La diversión favorita de los niños en lasnoches oscuras era la de cazar tucos 9 . Sereunían los del vecindario, o si era una estancia,los hijos del patrón, del capataz yde los peones, originándose un verdaderotorneo de caza. Cada niño agitaba un tizónencendido al mismo tiempo que llamaba:“Tuco toma pan... tuco toma pan...tuco tomapan...”. El insecto bajaba atraído por el brillode la brasa, volteándolo con la mano o untrapo. Ya no hacia falta el fuego, se acercabana ver la luminosidad de los mismostucos que los niños agitaban en forma delíneas quebradas. Resultaba ganador el quejuntaba mayor número de tucos, los cualesse guardaban en un tarrito para continuarla siguiente noche. Algunos averiguaban ladirección de su suerte, así, simplemente “desu suerte”, pensando o imaginando lo quepara ello era suerte. “Volá pan’ta mi suerte...volá pan’ta mi suerte...”, decían, hasta que eltuco colocado en la uña del pulgar derecho,volaba hasta perderse en la oscuridad.”En los años siguientes a la publicación deFolklore del Valle de Concarán, Dora Ochoa seavocó al estudio de las canciones tradicionales deSan Luis, elaborando un Cancionero Tradicionalde San Luis, que recibió una mención especialde la Secretaría de Cultura de la Nación en eltrienio 1963-1965, pero no se editó hasta más de30 años después, cuando fue redescubierto pordos estudiosas del folclore, Margarita M. ZabalaRodriguez y Lidia C. Scharer.

5LastaCapítulo 5:Arqueología, ¡allí voy!El caminar continuo recorriendola geografía del Valle, lacuriosidad que la llevó aentrar en las cuevas de lassierras, los relatos acerca de lacultura del pueblo originariode la zona, hizo que Dorapusiera el ojo en las pinturasrupestres que iba encontrandoy comenzara a fotografiarsitios de interés arqueológicoaún no descubiertos porlos arqueólogos. Incluso, alcomentar estos hallazgoscon los lugareños, ellosmismos le indicaban dóndeencontrar más petroglifos ypictografías 10 . Pronto se diocuenta de la magnitud de losdescubrimientos e inauguróotra de sus carpetas, dondefue guardando fotografías desus hallazgos y anotando lasobservaciones, comparacionesy datos que iba obteniendo deellas.Se trataba de huellas dejadaspor los habitantes originarios,llamados Lasta Caucara oConcara, indígenas deorigen comechingón. Loscomechingones ocupabanla región nordeste de SanLuis y desde la zona de Cruzde Eje hasta la de Achirasen el sur de la provincia deCórdoba. Habitaban cuevasde las sierras, o construíansus viviendas cavando latierra y cubriéndolas conmadera o paja; los abrigosrocosos se completaban con“pircas” 11 adosadas a ellos.Prácticamente todas lasviviendas que se conservanmuestran pinturas en susparedes. Utilizando rayosinfrarrojos (tecnología queno poseían en los ‘70, porsupuesto), los arqueólogoshan encontrado más de 30.000dibujos en 200 cuevas oabrigos.Según los estudiosos deestos pueblos originarios, losrestos arqueológicos de loscomechingones podrían teneruna antigüedad de 5000 años.Y muchos de ellos fueron vistospor primera vez por Dora Ochoa¡casi sin querer!Como sucedió en el caso de lasinvestigaciones ornitológicasy en el de las folclóricas,13 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramón

6Capítulo 6:La hora de los cuentos14 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramónestos hallazgos tuvieron repercusión primeroprovincial y, luego, nacional. Su primer estudiode campo sobre este tema lo volcó en un notaque data de 1950 y se llama Vestigios indígenasen el Valle de Concarán.A fines de los años ‘60 y durante la década del‘70 Dora participó de numerosos congresosy simposios americanistas, argentinos einternacionales, como el que tuvo lugar en Perú,en 1967, en el cual fue expositora y miembrotitular. Esta actividad la llevó a relacionarsecon académicos de diferentes universidadesde América y a perfeccionar el modo en queregistraba sus descubrimientos.Con el apoyo del Instituto de InvestigacionesArqueológicas y Museo de la Universidad de SanJuan, publicó en 1980 su Contribución al estudio delArte Rupestre de las Sierras Centrales de San Luis.En el museo particular “Dora Ochoa deMasramón” se encuentra exhibida su colecciónarqueológica, formada por elementos que seencontraron en las sierras, sobre todo muestrasde arte rupestre. También pueden versemorteros con sus respectivas manos y puntas deflecha talladas por los Comechingones.Tantas historias contó y escuchóDora Ochoa de Masramón a lolargo de su vida que llegó unmomento en que fue hora deponerse a escribir sus propiasproducciones. Sus primeroscuentos los publicó en la revistaMundo Infantil, en el año 1955,cuando aún ejercía comomaestra. Continuó escribiendodurante toda su vida; lo últimoque publicó data del año 1984.Muchos continúan inéditos.En la mayoría de estas historias,algunas escritas en verso y otrasen prosa, los protagonistasson animales que sienten y seexpresan como humanos. Talvez fruto de su conocimientode las aves, muchos estánprotagonizados por pájaros dedistintas especies que confrontancon otros e interaccionan conniños hablando todos el mismolenguaje.Su libro de cuentos más conocidose llama Catilandia, publicadoen 1975. Lo interesante de este

libro es que en los cuentosfiguran modismos de la zona,nombres de objetos, plantas oanimales que ella luego aclaraen un glosario de términos parafacilitar la comprensión de losmismos.En el libro Villancicos en lavoz de la tierra, publicado alfinalizar el Año Internacionaldel Niño, en 1979, Dora publicasus villancicos 12 , organizadossegún el tema que abordan,más de una docena dedicadosa los pájaros que tanto observó.A modo de advertencia, en el comienzo de este libro ella dice:“Gratos momentos de enajenación me ha deparado la interpretacióndel sentir de cada cosa y de cada ser, la traducciónde realidades y herencias espirituales, de sucesos y actuacioneshistóricas y geográficas con la inclusión de los juegos con deciresde la tradición poética infantil, a los que se les ha dado unsentido religioso, lo mismo que a los de invención de los niñosde estas comarcas. (…) Ahora, que continúe el cántico de la tierracomo un mensaje, simple y humilde, de serenidad, de la sonrisaque suaviza el rostro, de la dulce inocencia en estos tiempos dematerialismo, de rumbos equivocados, de incredulidad.” 13Dos años más tarde, continuandosu obra poética, se publicóAnimalitos del Señor, volumen depoesías para niños integramentededicado a los animales y, en1984, Cuando cantan los cocuyos,una compilación de su narrativabreve.Mucho de lo que Dora Ochoade Masramón escribió continúainédito, encerrado dentrode alguna de sus carpetas,esperando sorprendernos.15 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramón

eEpílogoDora Ochoa de Masramón pudo, en vida, ser reconocida por laimportante obra que realizó. Se la premió de diferentes maneraspor esa labor científica autodidacta que la llevó a viajar porArgentina y por el mundo. Sin embargo, después de cadaperegrinar, de cada investigación, de cada reconocimiento,siempre volvió a su casa en el pueblo de Concarán.16 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de MasramónCuentan que uno de sus últimos trabajos lo presentódirectamente en su casa, rodeada de sus pájarosembalsamados y su colección de piedras y restosarqueológicos. Los invitados no querían irse, tal era elencanto de ese pequeño gran mundo.Uno de sus nietos recuerda que Dora jamás quiso queentrara en su casa un televisor, que era una abuela que sabíaescuchar, de esas personas que saben mucho más de lo quedicen. Como esas ancianas que tanto visitó, no solía hacerdemostraciones de afecto, sin embargo, el amor se desprendía desu mirada y llegaba a los suyos como una brisa cálida.En el año 1991 el Gobierno de su Provincia de San Luis lahomenajeó con el título “Tesoro viviente de la cultura sanluiseña”.Pocos meses después, el 10 de julio de 1991, falleció de unapulmonía, a la edad de 83 años, rodeada del afecto de susfamiliares y amigos. Seguramente, más de un pájaro habrá cantadopara despedirla ese día.

nNotas1 - Dora Ochoa de Masramón, Villancicos en la voz de la tierra. San Luis: Ediciones Gráfica Lavalle,1979.2 - Dora Ochoa de Masramón, Selección del Cancionero Tradicional de San Luis. Lidia C. Scharer yMargarita M. Zabala Rodriguez (compiladoras), San Luis: Edic. Pircas, 1997.3 - Idem4 - Se llama “investigación de campo” a la que se realiza al recorrer la zona geográfica implicada enuna investigación científica.5 - Dora Ochoa coleccionaba la publicación semestral de la Asociación Ornitológica del Plata,llamada “El hornero”, en la cual, además, publicó varios artículos. Esa colección puede revisarseen el museo “Dora Ochoa de Masramon”, cito en Concarán.6 - Claes Christian Olrog es un ornitólogo sueco que vivió gran parte de su vida en Tucumán,Argentina. Podemos definirlo como un pionero de la Ornitología tropical. Su guía, publicadapor primera vez en 1959, fue la única durante mucho tiempo. Bajo condiciones difíciles, siguióun programa de investigación de campo activo, incluyendo, la fauna de áreas poco conocidasen Argentina, Bolivia y Brasil. Publicó más de 100 artículos y varios libros acerca de la biología,la morfología, la biogeografía y la ecología de aves, mamíferos, y reptiles del continenteamericano.7 - Dora Ochoa de Masramón, Folklore del Valle de Concarán. Buenos Aires: editorial Luis Lasserre y CiaSA, 1966, pg 20.8 - Dora Ochoa de Masramón, Selección del Cancionero Tradicional de San Luis. Lidia C. Scharer y MargaritaM. Zabala Rodriguez (compiladoras), San Luis: Edic. Pircas, 1997.9 - El tuco es un insecto de unos 3 cm color marrón oscuro que emite una luz verdosa producidapor órganos situados a los lados del tórax. También se lo llama cocuyo.10 - Los petroglifos son grabados simbólicos sobre piedras y las pictografías son escrituras hechasmediante signos gráficos que expresan ideas relacionadas materialmente con el objeto que elsigno representa; por ejemplo, unas líneas onduladas para expresar “mar”.17 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramón

nNotas11 - Las “pircas” son las paredes de piedras construídas sin agregar agua a los materiales.12 - Los villancicos son canciones populares, principalmente de asunto religioso, que se cantan enNavidad y otras festividades.13 - Dora Ochoa de Masramón, Villancicos en la voz de la tierra, San Luis: Ediciones Gráfica Lavalle,1979.18 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramón

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ReferenciasGatica de Montiveros, M. D. (1986). Pequeña historia de las letras puntanas.San Luis: Imprenta oficial.Gatica de Montiveros, M. D. (1988). Rescatando la memoria de la mujerpuntana. San Luis: Editorial Anello.Ochoa de Masramón, D. (1965). La víbora mamona. En 13 cuentosargentinos. Buenos Aires: Instituto de amigos del libro argentinoediciones.22 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de MasramónOchoa de Masramón, D. (1966). Folcklore del Valle de Concarán. BuenosAires: Editorial Luis Lasserre y Cia SA.Ochoa de Masramón, D. (1969). Contribución al estudio de las aves de SanLuis. Revista El hornero, 11(1).Ochoa de Masramón, D. (1970). Cantares históricos de la tradición puntana.San Luis: Separata del Boletín nro 2 de la Junta de Historia de San Luis.Ochoa de Masramón, D. (1975) Catilandia. Cuentos para niños. San Luis:imprenta oficial.Ochoa de Masramón, D. (1979). Villancicos en la voz de la tierra. San Luis:Ediciones Gráfica Lavalle.Ochoa de Masramón, D. (1980). Contribución al estudio del arte rupestreen las sierras centrales de San Luis. San Luis: Fondo editorial sanluiseño.

Ochoa de Masramón, D. (1982). Animalitos del Señor. Mendoza: EditorialInca.Ochoa de Masramón, D. (1997). Selección del Cancionero Tradicional deSan Luis. Scharer, L. y Zabala Rodriguez, M. (Eds.). San Luis: Edic. Pircas.Artículo “¿Quién fue Dora Ochoa de Masramón?”, del Museo Dora Ochoade Masramón, disponible en http://ministerios.sanluis.gov.ar/notas.asp?idCanal=5334&id=3046Artículo sobre Dora Ochoa de Masramón, disponible en http://www.artistaspuntanos.com/literaturalist/dora-ochoa-de-masramon.htmlBiblioteca Digital del Gobierno de la Provincia de San Luis: http://biblioteca.sanluis.gov.ar/index.aspx23 | Conociendo a nuestros científicos | Dora Ochoa de Masramón