8 o Lunes 31 de marzo de 2014TodasmilenioInmujeres
www.milenio.comInmujeresLunes 31 de marzo de 2014 o9Todasespecial2015 ¿paridad a la vista?Aún no llegamos a los puestosde toma de decisionesEl impulso a los derechospolíticos de las mujeresno es un asunto nuevo.En el caso de Méxicose han logrado avancessobre todo en los últimos15 años, con las leyesde cuotas, presupuestosetiquetados, capacitación ysensibilización en materiapolítico-electoralCecilia Tapia Mayans*No obstante, nos falta permearmás a nivel de partidos políticos,de empoderamientode las mujeres, trabajo enlas comunidades y tambiénde sensibilización al electorado. Todoesto entraña un problema de cambiocultural, que si bien con los años nos hadejado más candidaturas, en el indicadorde ocupación real de las mujeres enlos puestos de toma de decisiones siguesiendo cuestionable.El último corte del Instituto Nacionalde las Mujeres —en el contexto del DíaInternacional de la Mujer—, reporta quesolo 17.6 % de las titulares de Secretaríasde Estado son Mujeres. En el Poder LegislativoFederal ocupamos poco más de30% de las diputaciones y senadurías; enla Suprema Corte de Justicia de la Nación,solamente tenemos 2 espacios que equivalena 18% del total. En las entidadesfederativas, actualmente ninguna mujerocupa una gubernatura y en los congresosestatales las mujeres promedian 22.4%de participación. La cifra más raquíticasigue en los municipios con apenas 6.6%de presidentas, en poco más de 2 milayuntamientos.A nivel macro, en los mecanismosinternacionales que velan por nuestrosderechos, desde inicios de la primeradécada de los 2 mil, México no participaen el Comité de Expertas de laCEDAW de Naciones Unidas y, en otroscomités de la OEA como Belem do Pará,si bien se está presente, no ha habidorotación en el mismo. En la CIM la últimapresidencia de México concluyó en 2012.De lo antes expuesto, se deprende quela apertura de espacios para las mujeresen distintos ámbitos de la vida pública esun hecho tangible, pero lo cierto es queaún entre las mujeres como colectivo nosfalta fortalecer los liderazgos que existen,conseguir que estos se transformen enliderazgos políticos competitivos, e impulsarel surgimiento de nuevas lideresasque garanticen la llegada y presenciapermanente de mujeres en los años porvenir, en los distintos niveles de gobiernoy posiciones a nivel organizacional,incluidos los partidos políticos.Como bien lo dijo Michelle Bachelet desdela Dirección Ejecutiva de ONU Mujeres“Cuando una mujer entra en la política,cambia la mujer. Cuando entran muchas,cambia la política”. Ante esto, cabe la pregunta¿existe un verdadero reconocimientopropio de nuestros derechos políticos? Enmi opinión, estamos en una etapa inicial,y es que aun cuando las mujeres que militanformalmente en las estructuras de lospartidos políticos oscilan entre 40 y 50%del total de la base, de acuerdo a estudiosrealizados a nivel global por el Programade Naciones Unidas para el Desarrollo,menos de 10% se ubican en posiciones detoma de decisiones.De ahí que se confirme la necesidad deimpulsar estrategias que contribuyan aque las mujeres se asuman como sujetosde derechos y permitan visibilizarlas alinterior de sus partidos como cuadroscompetitivos, y para aquellas que participandesde la sociedad civil, en casode que decidan incursionar en política,garantizar la existencia de canales departicipación auténticos y efectivos.¿Qué tenemos que hacer entonces, vigilaro impulsar? En el caso de los partidos,es indispensable que 2% del financiamientodestinado al empoderamiento ycapacitación de las mujeres se fiscaliceen su aplicación, planeación y ejercicio apartir de estrategias claras, transparentesy medibles. También debemos trabajarpara remover los obstáculos que impidandesde los estatutos partidarios alcanzaruna mayor participación a las militantes,no solo en las candidaturas, sino enposiciones al interior de los partidos y alfrente de sus comisiones.A la par de esto, es impostergable impulsarel conocimiento de los documentosbásicos de los partidos (en especial losestatutos), las leyes electorales locales yfederal, las rutas para promover impugnacionescomo vía de defensa en casode la afectación de alguno de nuestrosderechos políticos, lo mismo que elconocimiento y reconocimiento de lasinstituciones que tienen la labor de llevara cabo estos procesos. Todo redunda enalgo: Conocer nuestros derechos y lasformas de ejercerlos, como condiciónnecesaria para exigirlos y defenderlos.La participación política de las mujeresno se limita solo a votar y ser electas, estose extiende hacia la participación ennuestras comunidades, organizacionessociales y también en los procesos deobservación, escrutinio y evaluaciónde nuestras políticas y procesos electorales.Esta lucha no solo es legítima, sinoque tiene que verse reflejada en la agendapolítica, ya que es la única forma de lograrque la representación se enriquezca yabone al desarrollo democrático.Urge construir y desarrollar aptitudes,actitudes y liderazgos que comiencen desdeetapas tempranas en las escuelas con lasniñas, fortaleciendo su participación y culturacívica. En el caso de las comunidades,se requiere diseñar e implementar modelosde participación que aún en los sistemas deusos y costumbres impulsen a las mujerescampesinas, indígenas y jóvenes. Todoesto evaluado con sistemas estadísticosque evidencien avances o retrocesos, paraoperar nuevas y mejores estrategias.En México, hoy existe una coyunturafavorable para potenciar el ejercicio delos derechos políticos de las mujeres. Lareciente aprobación de la reforma constitucionalen materia político electoralimpulsada por el titular del Ejecutivofederal, que establece la paridad en elmarco de la Constitución, atiende a la luchaañeja de organizaciones de mujeres poralcanzar la igualdad sustantiva. Se tratade un paso importante, y por tanto esavoluntad y esa lucha deben concretarseen leyes secundarias claras, de corteincluyente. Nada de concesiones ni desimulaciones. Únicamente, avanzar haciauna sociedad más igualitaria y justa. Nimás, ni menos. T* Integrante del Consejo Consultivo delInstituto Nacional de las Mujeres.