COMO PROVOCAMOSNUESTRA MAXIMA TRAGEDIADel Diario <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Polk (1845-1849)Lunes 16 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 1846. Vi gente hoy hastalas 12 <strong>de</strong>l día, habiendo concurrido un númeroinusitado <strong>de</strong> personas. Entre otros el Coronel A. J.Atocha, el caballero español que tuvo conmigo unaconversación el día 13 <strong>de</strong>l actual; se presentó.a horatemprana. Le di una audiencia <strong>de</strong> cerca <strong>de</strong> unahora, hasta que mi mensajero anunció que habíamuchas personas esperando en la antesala. El nohabía concluido su conversación y, por consiguiente,le dije que lo vería yo a las 2 y media <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong><strong>de</strong> hoy.Exactamente a las 2 y media <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> se presentóel Coronel Atocha y le concedí una nuevaaudiencia <strong>de</strong> más <strong>de</strong> una hora. Tuvo conmigo unalarga conversación sobre las actuales condiciones<strong>de</strong> México v las relaciones <strong>de</strong> los EE.UU. con aquélGobierno. Repitió que había <strong>de</strong>jado al General SantaAnna en La Habana hacía cosa <strong>de</strong> un mes; yreiteró también la conversación que había yo tenidocon él, según se asentó en este diario el día13 <strong>de</strong>l actual. Repitió que el General Santa Annaestaba en favor <strong>de</strong> un tratado entre México y losEE.UU ,por medio <strong>de</strong>l cual aquél país ce<strong>de</strong>ría alos EE.UU, a cambio <strong>de</strong> una compensación pecu•niaria, toda la comarca al Oriente <strong>de</strong>l [Río Gran<strong>de</strong>]<strong>de</strong>l Norte, y al Norte <strong>de</strong>l Colorado <strong>de</strong>l Oeste, y habíamencionado 30 millones como la cantidad quele sería satisfactoria. Le hice entonces la observación<strong>de</strong> que México tendría que satisfacer lasreclamaciones <strong>de</strong> los ciudadanos americanos y quesi el Gobierno <strong>de</strong> México tenía alguna proposiciónque hacer tal como la que sugería, se tomaría enconsi<strong>de</strong>ración cuando se hiciera. A esto el CoronelAtocha me dijo que no había Gobierno o Administraciónen México que se atreviera a hacer semejanteproposición, porque si la hiciera, sobrevendríaotra revolución por medio <strong>de</strong> la cual sería <strong>de</strong>rrocado.Dijo que necesitaban aparecer que se lesobligaba a consentir en semejante proposición.Continuó dando su opinión y según dijo, la <strong>de</strong>l GeneralSanta Anna, sobre que los EE.UU. <strong>de</strong>beríantomar enérgicas medidas antes <strong>de</strong> que pudieraefectuarse ningún arreglo. Dijo que nuestro ejército<strong>de</strong>bería marchar inmediatamente <strong>de</strong> CorpusChristi al [Río Gran<strong>de</strong>] <strong>de</strong>l Norte, y que <strong>de</strong>bería<strong>de</strong> reunirse una po<strong>de</strong>rosa fuerza marítima en Veracruz;que el señor Sli<strong>de</strong>ll, Ministro <strong>de</strong> los EE.UU., <strong>de</strong>bería retirarse <strong>de</strong> Jalapa, y mantenerse abordo <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> nuestros barcos <strong>de</strong> guerra en Veracruz,y ya en esa posición, <strong>de</strong>bería exigir el pago<strong>de</strong> la suma que se <strong>de</strong>be a nuestros ciudadanos;que es bien sabido que el Gobierno Mexicano estáimposibilitado para pagar en efectivo, y que cuandovieran una fuerza consi<strong>de</strong>rable lista para darel golpe en sus costas y en la frontera, no teníaduda <strong>de</strong> que sentirían el peligro y convendrían enla línea divisoria que se sugería. Dijo que Pare<strong>de</strong>s,Almonte y el General Santa Anna, estaban todosdispuestos en favor <strong>de</strong> semejante arreglo, peroque no se atreverían a hacerlo hasta que no fueraevi<strong>de</strong>nte para el Arzobispo <strong>de</strong> México y el puebloen general ,que era necesario eso para salvar a supaís <strong>de</strong> una guerra con los EE. UU. Manifestó quelas últimas palabras que el General Santa Annale dijo cuando salió <strong>de</strong> La Habana hacía un mesfueron : "cuando vea usted al Presi<strong>de</strong>nte, dígaleque tome enérgicas medidas, y entonces podrá hacerseel Tratado, y yo lo sostendré". El CoronelAtocha dijo que el Gobierno <strong>de</strong> México <strong>de</strong>bía alArzobispo medio millón <strong>de</strong> pesos y que éste se conformaríacon la seguridad <strong>de</strong>i que el Gobierno Mexicanole pagaría cuando los EE. UU. pagaran lacompensación. Dijo que Pare<strong>de</strong>s y Almonte estabanambos en favor <strong>de</strong> semejante arreglo si esque se atrevían a hacerlo, y que el General SantaAnna, <strong>de</strong> acuerdo con ellos, los apoyaría, Dijo queel General Santa Anna le había dicho que las cosaspodrían encontrarse en condiciones <strong>de</strong> que élpudiera regresar a México en Abril o Mayo y probablementese haría cargo <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r nuevamente,pero que él y Pare<strong>de</strong>s necesitaban tener dineropara sostenerse. Dijo que con medio millón disponiblepodrían hacer el Ti-atado y mantenerse porunos cuantos meses hasta que se pagara el saldo.Dijo que Arista* era, amigo <strong>de</strong> los EE. UU. y estabaen favor <strong>de</strong> la anexión <strong>de</strong> los Departamentos<strong>de</strong>l Norte a los EE. UU., y que por consiguiente,favorecería el arreglo. Dijo que Arista era dueño<strong>de</strong> una gran finca cerca <strong>de</strong> Monterrey, y estabaansioso porque se efectuara la anexión. El CoronelAtocha insinuó su intención <strong>de</strong> regresar a La Habana,y según yo inferí, tenía <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> llevar alGeneral Santa Anna los puntos <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l Gobierno<strong>de</strong> aquí. A esta insinuación no contesté nada,siendo mi propósito en la conversación obtenerinformes ; pero no revelar mis propias miras. ElCoronel Atocha, en quien yo no tendría confianza,es evi<strong>de</strong>ntemente un hombre <strong>de</strong> talento y educación,pero todas sus maneras y su conversación meprodujeron la impresión <strong>de</strong> que no es <strong>de</strong> fiar, yque sería capaz <strong>de</strong> abusar <strong>de</strong> la confianza que se<strong>de</strong>positara en él si estuviera en su interés hacerlo.Por consiguiente, oí todo lo que me dijo, perono le comuniqué nada a él. Me dijo que <strong>de</strong>searía
NORTE/15que yo viera al señor Brantz Mayer,*>.- <strong>de</strong> Baltimore,antiguo Secretario <strong>de</strong> Legación en México, <strong>de</strong>quien dijo ser muy íntimo y que podría darme muchosinformes sobre el tema <strong>de</strong> los asuntos mexicanos.Y concluyó haciendo observar que nuestrasdificulta<strong>de</strong>s con México nunca podrían arreglarsea menos que ostentáramos fuerzas importantes enlas fronteras y <strong>de</strong>mostráramos que estábamos resueltosa reclamar y obtener nuestros <strong>de</strong>rechos.* Mariano Arista, Comandante <strong>de</strong> las fuerzas mexicanasen las batallas <strong>de</strong> Palo Alto y Resaca <strong>de</strong> la Palma, mayo8 y 9 <strong>de</strong> 1846. Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> México, 1850-1853.** Brantz Mayer, <strong>de</strong> Baltimore, Secretario <strong>de</strong> Legaciónen México, 1841-1843. Uno <strong>de</strong> los fundadores <strong>de</strong> la SociedadHistórica <strong>de</strong> Maryland y autor <strong>de</strong> varios libros sobreMéxico.De Diario <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte Polk (1845-1849). Recopilación,traducción, prólogo y notas <strong>de</strong> LUISCABRERA. Antigua Librería Robredo. México,1948.