I.-Introducción; II.- ¿Qué es el proceso de flag - Colegio de ...

No menos cierto es, como se subrayara en la “Segunda ConferenciaNacional de Jueces” (Salta 2.007) que, en los últimos quince años el aumentode la litigiosidad ha sido inusitado. Un incremento en pedidos de actuacióndel sistema judicial que viene creciendo con gula y, que está conectado conel rasgo omisivo de la gestión de la conflictividad de las agencias ejecutivasen los años 90, y que refleja a su vez, una sociedad que ha perdido su capacidadde solucionar armoniosamente sus conflictos. Aspecto que debe serobjeto de previsiones al profundizar el proceso de reforma en nuestra provinciay ser neutralizado mediante el uso eficiente de criterios de selección depersecución penal, ampliando el menú de opciones que deriva de las diversasmanifestaciones del principio de oportunidad, fortaleciendo el uso de salidasde baja punición (arts. 56, 56 bis del C.P.P.).La planificación y posterior calificación de un programa de reforma –poracotado que sea- demanda exaltar la necesidad de contar con herramientasque permitan la identificación y anticipación de los problemas que su instrumentaciónpuede conllevar frente a los cambios experimentados y, en especialteniendo en cuenta -como ya lo apuntamos- la heterogeneidad propia delos diversos departamentos judiciales de esta vasta provincia y la plural ydiversa conflictividad que los mismos exhiben. También es altamente enriquecedorabrir canales institucionales que faciliten la socialización de la informacióny recabar experiencias personales, críticas y propuestas.En ese sentido, es notable que la puesta en marcha del procedimientode flagrancia en cada departamento judicial estuvo precedida de un curso decapacitación a cargo de la Procuración General de la Provincia de BuenosAires, que además de tender puentes entre los distintos distritos y ser poleade transmisión de la experiencia recabada, habilitó espacios de debate dentrodel servicio de justicia, evitando la implementación automatizada del proyecto,y considerando las peculiaridades del ámbito local, en cada caso.Fuera de las objeciones que despertó en algunos sectores el “PlanPiloto…” en su versión preliminar 13 , es innegable que expresó una iniciativaconcreta por mejorar la prestación del servicio de justicia a corto plazo, parámetrosque mantuvo incólume la sanción de la ley 13.811. No puede desatenderseque los logros obtenidos han sido traídos de la mano del consenso13 CEJA “Informe sobre el Sistema de Justicia Penal de la Provincia de Buenos Aires” publicadoen la Revista Política Criminal Bonaerense” Nº 1 , del INECIP, Ed. Lajouane año 2.006 p.448 y ss.entre la magistratura, la fiscalía y la defensoría pública, y que esa atmósferafecunda de acuerdos, ha sido deliberadamente estimulada por los mentoresdel programa. Sería abrumador extendernos sobre las bondades de esta instanciade oralidad temprana, aplicada a discusiones tan costosas para losderechos de las personas. Si –parafraseando a Bentham- “… la publicidad esel alma de la Justicia”, la discusión de la libertad en el proceso penal,comienza a renacer, a partir de este protocolo de actuación.Es altamente encomiable, la discusión pronta respecto de la implementaciónde una solución no judicial, que razonablemente lleve satisfacción aquien aparece damnificado, en un lapso atendible, resolviendo así el conflictoy, de esta forma, desempolvando la figura de la víctima, siempre utilizadacomo excusa legitimante por el falso punitivismo, pero profundamente olvidaday desamparada por esa “corriente”.La existencia de dos audiencias, donde se reúne el Juez de Garantíascon las partes para intentar llegar a alguna solución alternativa al conflictopenal de manera que no sea necesaria la realización del juicio, obedece aesos fines. Genéricamente la realización de estos encuentros entre los protagonistasde la contienda a breve de acaecido el hecho que constituiría undelito, es el medio adecuado para la búsqueda de una solución inmediata almismo. Confiere un marco razonable para abordar el conflicto antes que elmismo se manifieste como enfrentamiento irresoluble, conformando a losinvolucrados, en toda la dimensión que el suceso abarca.A su vez permite reconstruir la relación entre el sistema de justicia y loshabitantes, mejorando la calidad institucional.Desde otro enfoque, la realización de audiencias orales y públicas paradebatir una cuestión capital por excelencia, cual es la suerte de la libertad delimputado, no da pábulo a la delegación. Porque lo resuelto así gana cualitativamentepor la percepción directa del juez de los planteos de las partes,muchas veces diluidos en la frialdad del expediente.En ese curso de pensamiento, en la Segunda Conferencia Nacional deJueces celebrada el pasado año, el Ministro Lorenzetti propuso la implementaciónde “casas de justicia”, algo semejante a la figura del juez de paz, quepermita un acercamiento, sin intermediarios entre los protagonistas del conflictoy el juez, como una estructura que predetermina padrones de comportamientoque importan real inmediación, y llevan indefectiblemente a eludir ladelegación de decisiones jurisdiccionales de central trascendencia.102Colegio de Magistrados y Funcionariosde la Provincia de Buenos AiresColegio de Magistrados y Funcionariosde la Provincia de Buenos Aires 103