Priego de Córdoba - periodicoadarve.com

ISobre globos, globalesy globalizaciónJOSÉ ANDRÉS ROJANO MORENOHe de reconocer que todo esto deInternet, la red, las web, y la globalizaciónestá muy bien .Sin ir más lejos: Hace mucho tiempoque vivo fuera de Priego y desdesiempre tenía la sensación de estartodavía más lejos de lo que el contadorparcial de kilómetros de mi automóvilme dice cada vez que me dejo caer poresa tierra tan maravillosa y que tantoañoramos aquellos que estamos fuera. Esta distancia ffsica me hacía perderel contacto con todo lo que ocurríaen el pueblo, más aún cuando el tiempotranscurrido entre una visita y otraera demasiado largo.Siempre me encontraba con la idea,repetida en mi mente, de subscribirmea la publicación que desde siempretengo en el recuerdo como el lugar decultura, ocio, información, etc., dondetodos los Prieguenses nos hemos vistoreflejados alguna vez para o buenoy para lo malo. Evidentemente hablodel Periódico Adarve. No obstante lafalta de confianza en el servicio decorreos, los amigos de lo ajeno y losrepartidores de publicidad habían hechoque mi idea se fuese posponiendode una forma indefinida.Pero como al que sabe esperar yperseverar el tiempo le recompensa,desde hace pocas fechas me veo recompensado,gracias a todo este entramadotecnológico que, reconozcamos,parece ccmagia potagia». Ahorano tengo más que dar a unos pocosbotones frente a una pantalla y, Illalehoop!!!Puede ver, - Ioh maravillosaglobalizaciónl el periódico de mi pueblo,aquí, a más de cuatrocientos cincuentakilómetros de allá. Por todoesto y mucho más, considero que latecnología nos hace más libres, nosayuda a dejar atrás la ignorancia, nosacerca a la información, convierte nuestropequeño mundo en un patio devecindad en el cual todos nos vemosunos a otros por medio de la ventanaque supone la pantalla del ordenador.No obstante todo tiene pros y contras,faltaba más, y a veces nos quieren venderque la ccAldea Global» es un lugardonde todos tenemos cabida en igualdadde condiciones. Nada más lejano a'la realidad, no hay que ser muy avispadopara darse cuenta de que algo nofunciona. Ultimamente podemos asistira una carrera local y desenfrenadade las grandes compañías por conseguirel control de cualquier cosa, comosea, de fusionarse con quien sea incluidoel tendero de la esquina porque tieneun buen escaparate. El asunto es sermás grande, controlar más mercado,diversificar sus productos, lo mismoda fabricar yogures que ladrillos, todoval e. Lo importante es crecer y crecerpara ser la más grande, que nadie tehaga sombra, copar el mercado conlos productos de mi compañía. Lo importantees que en el global anual todosean beneficios superiores a los delaño pasado.Que miedo me da todo esto, meaterra comprobar como poco a pocoun a o dos empresas se hacen dueñasde todo y uno o dos bancos engullen alresto. Claro cctodo en beneficio del cliente»y por unos intereses mucho másloables que el de ganar dinero.Es alucinante comprobar como muypoquito a poco el comercio mundial vasiendo controlado por un número insignificantede empresas, creando unmonopolio; ccEI monopolio Globalizado»en el cual convertirán irremediablementea nuestro pequeño mundo.No deseo dar ejemplos pero seguroque a todos se nos ocurren varios, enun breve espacio de tiempo veremoscomo hay muchas marcas pero todasestarán controladas por una sola compañíala cual impondrá sus tarifas suforma de hacer empresa. Y existe unacompañía que controla la mayoría delpetróleo de este país, la mayoría delgas, el petróleo de parte de Américadel Sury por último ahora, anda detrásde controlar una de las compañías eléctricas.Pero lo que más me cabrea, meindigna y me hace coger unos ccglobos»impresionantes es el hecho deque todo esto sevea como algo naturaldesde los poderes políticos. No hacenmás que deshacerse en elogios paralas empresas, a poco que tienen conocimientooficial, de otra fusión, otramacro-compra, otra super alianza, etc.,mientras los verdaderos interesados,el pueblo llano, no puede más quemirar y esperar al desarrollo de losacontecimientos con la única esperanzade que la última fusión no supongala creación, bajo cuerda, de un monopoliode tamaño monumental. Ojaláme equivoque y todo esto no sea másque una forma de rellenar un par defolios en blanco. Pero si no es así,estaremos abocados a un mundo en elcual unas pocas empresas controlarántodo el comercio mundial imponiendosus criterios y marketing, asumiendoel papel de ((padre protector» de todoslos consumidores. Lo peor será quenosotros nos lo creamos y aceptemosesa tutela y control como algo irremediable.Seamos más libres, más objetivos,más persona, y que no crean quenos ccchupamos el dedal> .ADARVE / N° 565-566 - 15 de Diciembre 1999 - 1 de Enero 20002000JOSÉ MI DEL PINOLo normal es que el precio de un café loexpresemos en pesetas y el de, digamosun cortijo, en millones; aunqueambas sean cantidades de la mismamagnitud y sea posible decir que el cafédel desayuno cuesta 0'000125 millones.Opino que con el ti empo ocurre otrotanto y, aunque cualquier cantidad sepueda expresar en cualquier unidad,hay cantidades para ser medidas en segundos,como los cién metros lisos, y otras, como las distanciasestelares, para medirlas en año luz. En esesentido, nuestra vida la medimos en años, la historiaen siglos y la era geológica en milenios; estamospués ante una muy emblemática fecha que no sólocontabilizará en nuestras vidas, también será unafecha para la historia e incluso para el holocenocuaternario en que dicen estamos.oo' Aunque la verdad seguramente sea que no setrata sino de un referente consensuado para hacernosla ilusión de que sabemos por dónde vamos.Los muy ortodoxos debaten si el cambiio desiglo es este año o el que viene sin pararse a pensarque, con los cambios de calendario y de contabilidaddel tiempo introducidos a lo largo del milenio,seguramente no habrán pasado mil años real esentre el año mil yel dos mil;y por lo tanto, el cambioreal numérico no sea ni este año ni el otro. Y eso sinconsiderar que otras culturas, otros pueblos,llevansu propia cuenta que no tiene nada que ver con lanuestra. Creo que el ti empo se nos escapa de sucálculo como de las manos y hasta de nuestracoherencia; y hablamos con familiaridad y desparpajodel milenio, como si lo conociéramos de sobra,al tiempo que asumimos resignados e incapaces deevitar los estragos que veinte o treinta años hanhecho en nuestra estampa personal. Desde luego,el tiempo es una magnitud terrible y rebe lde quecasi da miedo mirar de frente.Pienso que, aunque este cambio de calendariotan llamativo como espectacular no sea sino unespejismo que no cuadra por ningún sitio, puedetener extraordinarias ventajas ligadas a nuestrapsicología colectiva y a la percepción que noshacemos de nosotros mismos y de nuestra historiacomún.Creo que es bueno percibir que la guerra, ladictadura, la opresión y la miseria están en otropaquete temporal; que ya son cosa del siglo pasadoporque en éste hay libertad y suficiencia. Creo queestá bien considerar que la ignorancia, la intoleranciay los fanatismos son cosa de otros tiempos; queel cambio de dígitos en el almanaque pone uncandado a los viejos rencores y abre una nueva eraen la que todo podría ser mejor. Y, en fin, creo quepercibir la derogación de las viejas actitudes y elvencimiento de las viejas deudas es bueno paracomenzar un futuro en paz.En ese sentido doy la bienvenida al nuevo año,al nuevo siglo, al nuevo milenio; y espero y deseoque los españoles, los andaluces, los prieguenses,sepamos poner el punto y aparte en ese tiempo malcontado y comenzar un nuevo periodo que permitaal menos la ilusión de que tanta y tanta miseriapasada quedó atrás y sepultada para siempre el díatreinta y uno de diciembre de mil novecientosnoventa y nueve a las doce en punto de la noche.7