Título: EL REENCUENTROAutor: Manuel Montes RodríguezCuando la mañana avanza y en el dormitorio entra un tenue sol invernal, Senén observa,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sillón junto al ventanal, los picachos nevados <strong>de</strong> la sierra que domina el balneario.No suele salir a practicar los normales entretenimientos <strong>de</strong> la variopinta fauna que habita laresi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso, muy alejada <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cimonónicas casas llenas <strong>de</strong> ancianitoscaducos en sillas <strong>de</strong> ruedas, ahora plagada <strong>de</strong> atléticos jóvenes con atuendo <strong>de</strong> esquí,gimnasia o tenis, dispuestos a comerse el mundo y a cualquiera <strong>de</strong> sexo opuesto que se lescruce en su camino <strong>de</strong> éxito y victoria.Él preferiría a los viejos, al menos <strong>de</strong>stacaría con sus cincuenta años bien conservados sinningún esfuerzo y no tendría que aguantar la visión <strong>de</strong> los exultantes músculos a cadamomento. ¡Cómo odia aquel culto al cuerpo, aquella manía obsesiva por el ejercicio físico! Asíque <strong>de</strong>ja correr los días en su habitación, con un pequeño paseo, antes <strong>de</strong> la comida, por lospasillos en dirección al quiosco <strong>de</strong> los periódicos don<strong>de</strong> compra dos o tres diarios que leerápor la tar<strong>de</strong>, mientras María hace alar<strong>de</strong>s en la más empinadas pistas <strong>de</strong> la cercana estacióninvernal.Jamás hubiese acudido a aquella “tuberculosería” reconvertida <strong>de</strong> no ser por ella. En realidadsiempre hace todo lo que ella estima oportuno. Él, sin embargo, prefiere los lugares don<strong>de</strong> elbullicio reina, y el cine, el teatro y las exposiciones están no muy lejos <strong>de</strong> las páginasculturales <strong>de</strong> su diario habitual. Por tanto, cuando su esposa le anunció que disfrutarían <strong>de</strong>unas <strong>de</strong>liciosas vacaciones <strong>de</strong> Navidad en la nieve, asintió con un gruñido y acudió a labiblioteca a llenar la maleta <strong>de</strong> libros. No quiso emitir la más leve protesta, no <strong>de</strong>seaba unabronca sin fin ni sentido, como la producida quince días antes por un asunto trivial. Habíaacercado a una compañera <strong>de</strong> la universidad en el coche hasta su domicilio y fue visto porella. ¡Nunca lo <strong>de</strong>bió hacer! Gritos, lloros, a<strong>de</strong>manes <strong>de</strong> abandono físico y mental, silencioante la, para ella, manifestación clara <strong>de</strong> un engaño amoroso, pero, evi<strong>de</strong>ntemente, <strong>de</strong>cía laapenada esposa, hacía mucho tiempo que le era infiel y se mantenía a su lado por lástima ypara no traumatizar a los hijos. Este último argumento lo exponía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> veinticinco añosatrás, y en la actualidad lo soltaba sin percatarse <strong>de</strong> que todos estaban in<strong>de</strong>pendizados.Aquel día <strong>de</strong> principios <strong>de</strong> enero, tal vez porque ya quedaban pocos para el regreso a lapolución, al ruido y al marasmo ciudadano, se da la licencia <strong>de</strong> asomarse al balcón con elpijama y la bata, a pesar <strong>de</strong> haber sonado las doce en el reloj <strong>de</strong>l vestíbulo. Los rayos solaresreverberan en la nieve y salen disparados en todas direcciones, libres en el transparente ynacarado éter, como saetas luminiscentes que hien<strong>de</strong>n en millones <strong>de</strong> porciones el paisaje, el<strong>II</strong> <strong>Certamen</strong> <strong>de</strong> <strong>Narrativa</strong> <strong>Breve</strong> <strong>Revista</strong> <strong>Digital</strong> I.E.S. <strong>Ventura</strong> Morón 132
aire, el tiempo y la vida. Un taxi, que gira en la explanada <strong>de</strong> asfalto <strong>de</strong>finida por talu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>nieve, llama la atención <strong>de</strong> Senén. Sin duda un nuevo cliente que llega a disfrutar <strong>de</strong> unmerecido <strong>de</strong>scanso. Baja una mujer a la que mira indiferente, pero, cuando la dama caminahacia la entrada, dando la espalda al ala lateral <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> la observa, no pue<strong>de</strong> evitar unmovimiento reflejo que fija sus ojos en las piernas tensas por los altos tacones, ceñidas pormedias negras y <strong>de</strong>scubiertas hasta por encima <strong>de</strong> las rodillas, don<strong>de</strong> comienza una faldaajustada. Aquel caminar bamboleante, aquel meneo <strong>de</strong> trasero, perceptible a pesar <strong>de</strong>lgrueso chaquetón <strong>de</strong> piel que lo cubre, le son familiares, aunque los encuentra cansinos<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la enorme energía que manifiestan. Conoce a la mujer. Le parece imposible, peroes Mila, una antigua alumna <strong>de</strong> la facultad tan solo cinco años menor que él y que le traerecuerdos maravillosos.Se cambia rápidamente, nervioso y excitado, se peina y perfuma, y toma el pasillo hacia laescalera en dirección al vestíbulo.– Deseo saber la habitación <strong>de</strong> una mujer que acaba <strong>de</strong> registrarse – solicita al recepcionista–. Su nombre es Mila García.– Habitación 209 – respon<strong>de</strong> <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> consultar el or<strong>de</strong>nador.Gira en redondo y retoma la escalera con un ímpetu abandonado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los días en los quese citaba con Mila a escondidas <strong>de</strong> su mujer. Le hierve la sangre. Un temblor incontrolable leagita las piernas, y el gusanillo revoltoso <strong>de</strong> la inquietud ante lo <strong>de</strong>sconocido le cosquillea enel estómago cuando llama con los nudillos en la puerta <strong>de</strong> número dorados.– ¿Quién es? – pregunta una voz <strong>de</strong>sganada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el interior.– Traigo un recado – respon<strong>de</strong> él con disimulada inquietud.Se abre la hoja <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra y aparece ante sí una mujer <strong>de</strong>smejorada, los ojos hundidos, lacara enflaquecida y macilenta, que se apoya en el picaporte y le mira con pasmo.– ¡Senén! – exclama -. ¿Qué haces aquí?– ¿Me <strong>de</strong>jas pasar? –pregunta él sin saber qué <strong>de</strong>cir.–Pasa, pasa... – dice Mila echándose a un lado.Pasa y ella cierra la puerta. Se quedan mirándose en el centro <strong>de</strong> la estancia unos segundos,para caer uno en brazos <strong>de</strong>l otro a continuación. Mila solloza y no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> repetir: “¿por quéahora? ¿Por qué ahora?” Ninguno <strong>de</strong> los dos sabría calcular el tiempo transcurrido hasta quese separaron sus cuerpos, pero podría ser toda una vida, aquella que no pasaron juntos y<strong>de</strong>bió ser compartida. Qué hermosos días <strong>de</strong> citas secretas en el parque, qué inolvidablesjornadas <strong>de</strong> trabajo y <strong>de</strong> amor. Siempre estaban a la caza <strong>de</strong> cursillos, eran una estupendaexcusa para estar juntos y burlar la férula matrimonial, don<strong>de</strong> asistían a conferencias,reuniones, conciertos, y podían ocupar una habitación compartida en el hotel. Siempre había<strong>II</strong> <strong>Certamen</strong> <strong>de</strong> <strong>Narrativa</strong> <strong>Breve</strong> <strong>Revista</strong> <strong>Digital</strong> I.E.S. <strong>Ventura</strong> Morón 133
- Page 3:
Relatos en el I.E.S. Ventura Morón
- Page 6 and 7:
ÍndiceRelato ganadorUN HOMBRE DE B
- Page 8 and 9:
volví a verla. Ahora vivo de una p
- Page 10 and 11:
- ¿Te das cuenta de la hora que es
- Page 12 and 13:
puertas verificando que se trataba
- Page 14 and 15:
Tuvo que esperar mucho rato antes d
- Page 16 and 17:
-Habrá que comprobarlo. Si lo es r
- Page 18 and 19:
por las mejillas de la muchacha le
- Page 20 and 21:
Título: UN TRÁMITE MÁSAutor: Jos
- Page 22 and 23:
Intenta pensar en algo distinto. Re
- Page 24 and 25:
ahora como está, descompuesto, fur
- Page 26 and 27:
económico que efectuó su padre a
- Page 28 and 29:
afirmar la jerarquía, destacando e
- Page 30 and 31:
Esa misma noche, Laurent, aunque no
- Page 32 and 33:
Título: COCOAutora Manuela Bascón
- Page 34 and 35:
almacenar y cubrir todos los días
- Page 36 and 37:
arbaridad. Querían alertar a todos
- Page 38 and 39:
Título: ALBAÑILERÍA POÉTICAAuto
- Page 40 and 41:
en la vida sin dar un palo al agua.
- Page 42 and 43:
Para recuperar su autoestima acudí
- Page 44 and 45:
se tornara fuego de amor eterno. Po
- Page 46 and 47:
Patro desde que el mundo existía p
- Page 48 and 49:
semillas. Liso, quizás de plástic
- Page 50 and 51:
profunda que parece retrotraerse ha
- Page 52 and 53:
que al menos ella lo creyera así y
- Page 54 and 55:
tranca estaba apoyada contra la chi
- Page 56 and 57:
Raquel. Y Raquel no se va con sus a
- Page 58 and 59:
“Dr. Spock, mi vida ha dejado de
- Page 60 and 61:
Título: LA CONVERSACIÓNAutora: Em
- Page 62 and 63:
mis oídos, una se fue abriendo cam
- Page 64 and 65:
sobre la mesa saca de su interior l
- Page 66 and 67:
Título: ESTUDIO BREVE SOBRE LAS OL
- Page 68 and 69:
Estoy culminando la primera hora…
- Page 70 and 71:
suficiente. Pienso en mis padres em
- Page 72 and 73:
olas, al entornar los ojos, es de u
- Page 74 and 75:
Título: ESPEJOAutor: Javier Fernan
- Page 76 and 77:
entiéndeme. Pero hijo, sigo creyen
- Page 78 and 79:
de golpearte como en aquella noche
- Page 80 and 81:
-La culpa la tiene tanta medida de
- Page 82 and 83: -Perdone que le pidiera que se camb
- Page 84 and 85: Nada más girarse, después de que
- Page 86 and 87: novia? No. Bueno pues cuando la ten
- Page 88 and 89: música. Yo me olvidé por completo
- Page 90 and 91: Título: LLUVIA DE RANASAutor: Davi
- Page 92 and 93: de los conductores pensaría que es
- Page 94 and 95: II Certamen de Narrativa Breve Revi
- Page 96 and 97: uscarnos aquí, es mas inteligente
- Page 98 and 99: el pueblo nunca tuvo una vida place
- Page 100 and 101: viciado aire del lugar; en cada pil
- Page 102 and 103: El balido de la pequeña cabra de p
- Page 104 and 105: ajustado a sus necesidades y a mi a
- Page 106 and 107: Me fijé en la cara fruncida y agac
- Page 108 and 109: Título: EL PREMIO DE FELISAAutora:
- Page 110 and 111: -Mira, hijo, si no hubiera segundo,
- Page 112 and 113: -Ahora yo, tata. ¡He aprobado el p
- Page 114 and 115: Jamás se habló de esa discusión
- Page 116 and 117: eclamaba las dos semanas que le deb
- Page 118 and 119: Título: TRUE ROMANCEAutor: Víctor
- Page 120 and 121: De pronto, sentada en el sentido co
- Page 122 and 123: tren se paraba totalmente. La parej
- Page 124 and 125: Título: ÉXTASISAutor: Ángel Agui
- Page 126 and 127: Érase esta virgen la bienaventurad
- Page 128 and 129: Título: AREQUIPAAutor: Manuel Hoya
- Page 130 and 131: occidente. Estaba harto de tratar a
- Page 134 and 135: miradas, roces, frases intencionada
- Page 136 and 137: tenía que decidirme por una. ¿Sab
- Page 138 and 139: Título: RAÍCESAutora: Pilar Galin
- Page 140 and 141: Matilde, la mujer que iba una vez e
- Page 142 and 143: porque gastaba en mí todas sus hor