13.07.2015 Views

Revista - ipnusac

Revista - ipnusac

Revista - ipnusac

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Año 2 - Edición 34 - Agosto/ 2013<strong>Revista</strong>Análisis de laRealidad Nacional61autoafirmación a los seres humanos en un momento en quese están definiendo sus papeles sociales, sus imágenes de símismo como adultos. Siempre han existido; son, en definitiva,un mecanismo necesario en la construcción psicológicade la adultez. Quizá el término hoy por hoy goza de malafama; casi invariablemente se lo asocia a banda delictiva.Pero de grupo juvenil a pandilla delincuencial hay una grandiferencia.En la génesis de cualquier pandilla se encuentra unasumatoria de elementos: necesidad de pertenencia a ungrupo de sostén, la dificultad en su acceso a los códigosdel mundo adulto; en el caso de los grupos pobres de esaspopulosas barriadas de cualquier capital centroamericana sesuma la falta de proyecto vital a largo plazo. Por supuesto,por razones bastante obvias, esta falta de proyecto de largoaliento es más fácil encontrarlo en los sectores pobres queen los acomodados: jóvenes que no hallan su inserción enel mundo adulto, que no ven perspectivas, que se sientensin posibilidades para el día de mañana, que a duras penassobreviven el hoy, jóvenes que desde temprana edad vivenun proceso de maduración forzada, trabajando en lo quepuedan en la mayoría de los casos, sin mayores estímulos niexpectativas de mejoramiento a futuro, pueden entrar muyfácilmente en la lógica de la violencia pandilleril. Una vezestablecidos en ella, por una sumatoria de motivos, se vatornando cada vez más difícil salir.La sub-cultura atrae (cualquiera que sea, y con más razónaún durante la adolescencia, cuando se está en la búsquedade definir identidades). Constituidas las pandillas juveniles–que son justamente eso: poderosas sub-culturas– es difíciltrabajar en su modificación; la “mano dura” policial-militarno sirve. Por eso, con una visión amplia de la problemáticajuvenil, o humana en su conjunto, es inconducente plantearseacciones represivas contra esos grupos como si eso sirvierapara modificar algo. De lo que se trata, por el contrario,es ver cómo integrar cada vez más a los jóvenes en unmundo que, en la actualidad, no le facilita las cosas. Esdecir: crear un mundo para todos y todas. O más aún: si sequiere trabajar de verdad el problema, habría que partir porplantearse dónde están las causas, y sobre ellas actuar. Y noson otras que la exclusión crónica, la pobreza, las asimetríassociales. Pero lo que vemos es que estos grupos, en vez deser abordados en la lógica de poblaciones en situación deriesgo, son criminalizados.Tan grande es esa criminalización, que eso lleva a pensarque allí se juega algo más que un discurso adultocéntricorepresivo y moralista sobre jóvenes en conflicto con la leyÍndice

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!