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VER - Amigos del Museo Arqueológico de Lorca

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Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioLos cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>.Aproximación al ritual funerarioJuana Ponce García<strong>Museo</strong> Arqueológico Municipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>El planteamiento <strong>de</strong> este estudio es presentaruna aproximación a los cementerios islámicos<strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, conjugando la documentaciónexistente acerca <strong><strong>de</strong>l</strong> ritual funerario musulmán, lasfuentes medievales, los hallazgos antiguos, las referenciasorales y los resultados aportados por las excavacionesarqueológicas en la ciudad.Entre las razones que me motivaron a abordareste tema influyeron en gran medida las sentimentales,ya que la excavación arqueológica realizada enla calle Rubira, nº12, cuyo objetivo principal eradocumentar una parte <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio islámico <strong>de</strong> lamedina <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, fue uno <strong>de</strong> mis primeros contactosprofesionales con la arqueología en esta ciudad. Duranteel tiempo que duraron estos trabajos, recuerdoespecialmente las visitas <strong>de</strong> Juan Gabarrón Campoy,al que con el paso <strong>de</strong> los años fui conociendo y admirandopor su excelente labor como Presi<strong>de</strong>nte <strong><strong>de</strong>l</strong>os <strong>Amigos</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Museo</strong> Arqueológico <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>.EL RITUAL FUNERARIODetalle <strong>de</strong> la lápida sepulcral islámicaexpuesta actualmente en el <strong>Museo</strong> ArqueológicoMunicipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>Es particularmente complicado aproximarnos apartir <strong><strong>de</strong>l</strong> registro arqueológico al ritual funerario islámico,dado que las tumbas se caracterizan por susimplicidad y son iguales en todo el mundo musulmán(BOSWORTH et alii, 1986).La información que se expone a continuaciónestá recogida <strong>de</strong> los preceptos marcados por El Corán,incluyendo los propuestos posteriormente poralgunas escuelas jurídicas, como la malikí 1 , que tuvierongran difusión en España.1Los malikíes fueron los seguidores <strong>de</strong> la escuela fundada por el jurista musulmán Malik ibn Anas (710-795). Esta escuela, que dabaespecial importancia a la tradición, tuvo una gran difusión a través <strong><strong>de</strong>l</strong> tratado El collar <strong>de</strong> perlas preciosas <strong>de</strong> Abu MohamedAbdala ben Nachan.115


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioTerminada la oración <strong><strong>de</strong>l</strong> mediodía, el imánanuncia que hay un cadáver a la entrada, todos selevantan para orar brevemente en común por el reposo<strong><strong>de</strong>l</strong> alma <strong><strong>de</strong>l</strong> fiel creyente; pero no se entra en lamezquita (CARA,1993:87).La Salatul-Yanaza (oración <strong>de</strong> los funerales), noes más que una misericordia para el fallecido; dichaoración carece <strong>de</strong> ruku (inclinación) y <strong>de</strong> suyud (postración).Toda ella se efectúa <strong>de</strong> pie. La oración consta<strong>de</strong> cuatro takbirah (<strong>de</strong>cir Alá es el más gran<strong>de</strong> cuatroveces). Se recitan otras oraciones para la ocasióny se termina saludando, girando primero la cabeza ala <strong>de</strong>recha y luego a la izquierda.Acabada la oración, vuelve la comitiva a ponerseen marcha y camina siempre a pasos precipitados,porque si he sido bueno enviadme <strong>de</strong>prisa haciaDios; si he sido malo <strong>de</strong>shaceros <strong>de</strong>prisa <strong>de</strong> mí. Acada instante se reanudan los conductores, pues todos<strong>de</strong>sean participar <strong>de</strong> aquella obra <strong>de</strong> misericordia.Mientras dura el camino todos van cantandoversículos <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.Llegado al cementerio, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> repetir laoración <strong>de</strong> los funerales 3 (Oración <strong><strong>de</strong>l</strong> Yanaza), elcadáver es colocado en la fosa sin ataúd, sobre latierra mirando hacia La Meca (CARA,1993:87).La conexión directa <strong><strong>de</strong>l</strong> cadáver con la tierra tieneuna significación relevante, porque <strong>de</strong> la tierravenimos y a la tierra volvemos, sin ninguna barrera.No se <strong>de</strong>ben emplear ataú<strong>de</strong>s, aunque arqueológicamentese ha comprobado que algunos enterramientosislámicos presentaban signos <strong>de</strong> haberlos utilizado(clavos, argollas).Era recomendable cubrir la fosa con lajas <strong>de</strong> piedra,adobes (ladrillos crudos) o tablas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, paraque no entrara tierra en el interior, ya que el fallecido<strong>de</strong>bía estar presto a incorporarse cuando Munkary Nakir viniesen. Un manuscrito <strong>de</strong> Ab MohamedAbdala ben Nachan afirma que cuando el difuntoquedaba sólo sufría el juicio en la fosa, apareciéndoleestos dos angelotes que le premiaban o castigabansegún hubiera sido su vida fiel o infiel a la doctrina<strong>de</strong> Mahoma (JORGE, 1966:111).Sólo los sabios (Cuando uno se pone en el camino<strong>de</strong> buscar la sabiduría, Alá le facilitará el caminohacia el paraíso), creyentes especiales y guerreroscaídos en la lucha en el camino <strong>de</strong> Dios pasaninmediatamente al cielo (A aquellos que luchan lesha sido concedido el permiso porque han sufrido lainjusticia) (CONCOSTRINA, 1996:6).Puesta la cubierta a la tumba, algunos <strong>de</strong> los presentesechaban puñados <strong>de</strong> tierra. Este era también elmomento <strong>de</strong> la ceremonia llamada carta <strong>de</strong> la muerte,que consistían en colocar en la fosa un pergaminoo papel en el que estaba escrita con azafrán una oraciónconteniendo la protesta <strong>de</strong> fe y la súplica <strong><strong>de</strong>l</strong>perdón <strong>de</strong> los pecados (JORGE, 1966:110-111).Despúes la comitiva vuelve a casa <strong><strong>de</strong>l</strong> difuntopara darle el pésame a la familia. Durante este tiempo,como también en el que expira, y por ocho díasconsecutivos, las mujeres <strong>de</strong> la familia se reúnen paradar gritos <strong>de</strong> dolor que duran casi todo el día. (CARA,1993:87). Cuando moría algún miembro <strong>de</strong> una familiapobre, las mujeres se embadurnaban la cara conhollín, gritaban y se lamentaban, se laceraban el pechoy las mejillas (ARIÉ, 1982: 275).El recuerdo <strong><strong>de</strong>l</strong> fallecido permanecía imborrableentre sus parientes y amigos puesto que eran muyfrecuentes las visitas al cementerio, sobre todo losviernes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la oración <strong><strong>de</strong>l</strong> mediodía (salat) yen todas las fiestas <strong>de</strong> la Comunidad Islámica (POZO,1990:115).Otras referencias nos aportan nuevos datos paralos funerales <strong>de</strong> los príncipes <strong>de</strong> sangre durante elreinado <strong><strong>de</strong>l</strong> emir omeya Muhammad I, así el cronistaIbn Hayyan nos cuenta que se llevaba a los príncipesdifuntos al cementerio sobre parihuelas nuevaspreviamente aromatizadas con aceite <strong>de</strong> algalia 4 (galiya).Precedía al difunto un cortejo que incluía a sustíos, sus hermanos, sus hijos y luego los visires, losaltos dignatarios y los juristas; seguía una <strong><strong>de</strong>l</strong>egacióncompuesta <strong>de</strong> comerciantes y artesanos (ARIÉ,1982:275).El empleo <strong>de</strong> sustancias olorosas durante losfunerales también está atestiguada en Córdoba a prin-3La oración fúnebre <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>cirse para un niño si al menos ha gritado una vez pero nunca para un suicida que está con<strong>de</strong>nado alinfierno (POZO, 1990:115).4La algalia es una sustancia untuosa, <strong>de</strong> consistencia <strong>de</strong> miel, blanca, <strong>de</strong> olor fuerte y sabor acre. Se saca <strong><strong>de</strong>l</strong> gato <strong>de</strong> algalia y seemplea en perfumería.117


Juana Ponce Garcíacipios <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XI, don<strong>de</strong> se utiliza un perfumadorpara dar humo aromático al cádaver (ARIÉ,1982:276).EL LUTOEn la Córdoba <strong>de</strong> los omeyas, el color <strong>de</strong> duelofue en un principio el blanco, como reacción contrael negro, color <strong>de</strong> los estandartes abbasíes (AL-MA-QQARI AL-TILIMSANI, 1968:364). Parece que estacostumbre <strong>de</strong>sapareció en la España <strong>de</strong> taifas (ARIÉ,1982:276).El color <strong>de</strong> luto fue el negro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo XI.Según ‘Ibn Idari, el azul era color <strong>de</strong> luto durante ladominación almoha<strong>de</strong> (LEVI-PROVENÇAL, 1930).Algunas citas poéticas mencionadas por al-Maqqariponen <strong>de</strong> manifiesto que, en el reino <strong>de</strong> Granada, losandaluces se vestían <strong>de</strong> oscuro, azul o negro, en señal<strong>de</strong> duelo. Sin embargo, dos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lacaída <strong>de</strong> la dinastía nasrí, cuando Jerónimo Münzer 5asistía en Granada al entierro <strong>de</strong> un musulmán, notoque las mujeres vestían <strong>de</strong> blanco (ARIÉ, 1982:276).LOS CEMENTERIOS ANDALUSÍESLa fundación <strong>de</strong> un cementerio era consi<strong>de</strong>radacomo una obra pía (ARIÉ, 1982:276), similar a lacreación <strong>de</strong> una mezquita; no se realiza ningún tipo<strong>de</strong> rito para consagrar la tierra, el cementerio ganasu significación religiosa por serlo.Las personas encargadas <strong>de</strong> cuidar los cementerioseran el cadí (qadi) y el almotacén (al-muhtasib),funcionarios encargados <strong>de</strong> <strong>de</strong>moler las construccioneslevantadas abusivamente en los cementerios y<strong>de</strong> prohibir las prácticas que podían suponer una profanación<strong>de</strong> las tumbas, como, por ejemplo, echarbasuras o coger las telas votivas <strong>de</strong>positadas sobrelas lápidas sepulcrales (GARCIA y LEVI-PRO-VENÇAL, 1981). No <strong>de</strong>bía tolerarse que la gente sesentara sobre las tumbas para beber vino o inclusopara entregarse al libertinaje (GARCIA y LEVI-PROVENÇAL, 1981; ARIÉ, 1982:105).El emplazamiento <strong>de</strong> los cementeriosLos creyentes musulmanes enterraban a susmuertos en lugares habilitados para tal fin, generalmenteen cementerios extramuros <strong>de</strong> los núcleos urbanos,pero también podían enterrarlos a veces ensus propias casas o en pequeños panteones privadosintramuros o extramuros <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s (POZO,1990:114).Los cementerios situados extramurosEs conocida la pauta <strong>de</strong> situar los cementerios alos lados <strong>de</strong> los caminos principales <strong>de</strong> la ciudad, alexterior <strong>de</strong> las murallas y próximos a las puertas principales(TORRES BALBAS, 1981:145), con el objetivo<strong>de</strong> que los paseantes o viajeros dirijan una oraciónpor sus pre<strong>de</strong>cesores. Los cementerios no solíanestar <strong><strong>de</strong>l</strong>imitados por un muro <strong>de</strong> cierre y eranlugares sagrados don<strong>de</strong> no se <strong>de</strong>bía cultivar ni construiredificación alguna (CARA, 1993:86).En el caso <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s en el interior es frecuenteque se ubiquen en la<strong>de</strong>ra. En <strong>Lorca</strong> se eligióla la<strong>de</strong>ra para fundar la mayoría <strong>de</strong> los cementerios,uno <strong>de</strong> ellos incluso con un ramblizo que contorneasu límite occi<strong>de</strong>ntal.La proximidad <strong>de</strong> una rambla o ramblizo a uncementerio no es un hecho aislado, sino que está constatadoen Granada don<strong>de</strong> incluso penetra en el cementeriomarcando un eje.Otra pauta que se observa en algunas ocasionesen los cementerios andalusíes es la reocupación <strong>de</strong>un lugar que ya había tenido esa misma función funeraria.Esta circunstancia se ha observado en los enterramientosislámicos <strong>de</strong> la calle Rubira, nº 12, localizadosen el mismo lugar don<strong>de</strong> anteriormente habíanrealizado sus tumbas los iberos. Desconocemossi los musulmanes conocían este hecho, pero sí nosconsta que los sepultureros al cavar las estrechas fosas<strong>de</strong> enterramiento hallaron las cenizas, los carbonesy los restos óseos quemados <strong>de</strong> las incineracionesibéricas.Datos que vienen a corroborar esta superposi-5En su Viaje por España y Portugal en los años 1494 y 1495.118


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioción <strong>de</strong> enterramientos nos fueron proporcionadospor los testimonios orales <strong>de</strong> algunos trabajadoresque participaron en las obras <strong><strong>de</strong>l</strong> edificio <strong>de</strong> Telefónicaen la calle Alburquerque don<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrieronmuertos, manchas cenicientas y espadas dobladasal practicar la cimentación (MARTÍNEZ y PONCE,1999:229). Los muertos correspon<strong>de</strong>rían con los enterramientosislámicos, las manchas cenicientas sonlas incineraciones ibéricas y las espadas dobladas<strong>de</strong>bieron formar parte <strong><strong>de</strong>l</strong> ajuar funerario <strong>de</strong> estasúltimas.Otras referencias orales aportan informaciónsobre los hallazgos durante el <strong>de</strong>sfon<strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> solar queocupaba el Convento <strong>de</strong> las Claras en la calle Corre<strong>de</strong>ra6 , don<strong>de</strong> apareció una inhumación romana(MARTÍNEZ, 1990: 78). Este dato induce a pensarque el uso funerario <strong>de</strong> este lugar se originó con losiberos, continuó con los romanos y posteriomenteprosiguió durante época islámica. Las inhumacionesromanas son fácilmente reconocibles como restosóseos humanos, por lo que posiblemente el uso <strong>de</strong>esta zona <strong>de</strong> la ciudad como espacio funerario enépocas anteriores <strong>de</strong>bió ser conocido por la poblaciónmusulmana.Los cementerios situados en el interior <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>sEn el interior <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s, los palacios realestenían su rawda o necrópolis, situada generalmenteen el jardín (ARIÉ, 1982:276).Los soberanos omeyas fueron enterrados en elrecinto <strong><strong>de</strong>l</strong> Alcázar <strong>de</strong> Córdoba. Muhammad b.‘Abbad, primer rey ‘abbasí <strong>de</strong> Sevilla, fue inhumadoen el año 1041-1042 en el interior <strong><strong>de</strong>l</strong> palacio real <strong>de</strong>esta ciudad. En Valencia poco antes <strong>de</strong> la conquista<strong>de</strong> la ciudad por Jaime I <strong>de</strong> Aragón, el cementerioreal se hallaba ubicado cerca <strong>de</strong> la gran mezquita(ARIÉ, 1982:276).Debió existir una espléndida capilla funeraria,la Rawda, <strong>de</strong> la que no queda casi nada, en los jardines<strong>de</strong> la Alhambra, al este <strong>de</strong> la mezquita; allí <strong>de</strong>scansaronlos restos mortales <strong>de</strong> los sultanes MuhammadII, Isma’il I y Yusuf I, hasta el día en que Boabdilse llevó los restos <strong>de</strong> sus antepasados a su emirato<strong>de</strong> las Alpujarras y los hizo enterrar al pie <strong><strong>de</strong>l</strong> castillo<strong>de</strong> Mondújar (LEVI-PROVENÇAL, 1931:144-145; TORRES BALBAS, 1928).En <strong>Lorca</strong> no disponemos <strong>de</strong> referencias <strong>de</strong> laexistencia <strong>de</strong> cementerios <strong>de</strong> estas características, sinembargo, recientemente se ha <strong>de</strong>scubierto en las excavacionesarqueológicas que se están realizando enel entorno <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Dios en Murcia7 , don<strong>de</strong> se encontraría emplazado el alcázar islámico,un conjunto funerario formado por un panteóny una mezquita u oratorio <strong>de</strong> pequeñas dimensiones.LOS CEMENTERIOS ISLÁMICOS DE LORCALas ciuda<strong>de</strong>s populosas disponían <strong>de</strong> varios cementerios,así en la Córdoba <strong>de</strong> los siglos XI y XIIhabía trece cementerios, sin embargo Toledo, ciudadmuy poblada en tiempo <strong>de</strong> los musulmanes, sólotenía dos.La madina <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> dispuso <strong>de</strong> varios cementerios(Lám. 1) situados fuera <strong><strong>de</strong>l</strong> núcleo urbano, extendiéndosejunto a las puertas <strong>de</strong> la muralla. Estoscementerios separarían la ciudad <strong>de</strong> la fértil huertaregada por acequias y poblada por cortijos y almunias.Los hallazgos conocidos a través <strong>de</strong> referenciasorales y excavaciones arqueológicas en la ciudadpermiten intuir la localización <strong>de</strong> cuatro cementeriosislámicos (MARTÍNEZ, 1995:45).EL CEMENTERIO DE LA ALCAZABA DELORCALa amplia meseta que coronó el Castillo <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>fue utilizada por los musulmanes como ciuda<strong><strong>de</strong>l</strong>amilitar y población (MARTÍNEZ y PONCE, 1994) yactualmente también sabemos que como cementerio.En las excavaciones arqueológicas que se están6Actualmente ocupado por el edificio <strong>de</strong> Muebles San José.7Dirigidas por los arqueólogos D. Luis Alberto García Blanquez y D. José Sánchez Pravia.119


Juana Ponce GarcíaLámina 1: Plano <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> con la ubicación <strong>de</strong> las intervenciones arqueológicas y las referencias orales <strong>de</strong>enterramientos islámicos.120


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerariorealizando <strong>de</strong>ntro <strong><strong>de</strong>l</strong> Proyecto <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong> obras<strong>de</strong> consolidación y restauración en el Castillo <strong>de</strong><strong>Lorca</strong> 8 , dirigidas por D. José Sánchez Pravia, se hanhallado once inhumaciones que siguen el ritual funerarioislámico (SÁNCHEZ, 2001:56).Estas sepulturas, aún en proceso <strong>de</strong> estudio 9 , seefectuaron en fosas excavadas en el terreno, a vecescon sus pare<strong>de</strong>s revestidas <strong>de</strong> yeso, construidas conladrillos y enlucidas o realizadas con obra <strong>de</strong> piedrasy yeso con bancos laterales para sostener la cubierta.Algunas incluso conservaban la cubierta realizadacon lajas <strong>de</strong> caliza e incluso se han hallado fragmentos<strong>de</strong> maqabriyas.Entre las sepulturas islámicas halladas en el cerro<strong><strong>de</strong>l</strong> Castillo sobresale un conjunto aislado constituidopor, al menos, tres enterramientos lindantes queparecen estar relacionados estructuralmente; quizáse trate <strong>de</strong> un panteón. En este caso se apreció quelas tumbas estuvieron cubiertas por un túmulo <strong>de</strong> yesorematado con una estela alargada <strong>de</strong> sección triangular(maqbariyya) <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo material (SÁNCHEZ,2001:56-57).Conforme a la dispersión <strong>de</strong> las inhumacioneslocalizadas, el cementerio musulmán pudo alcanzaruna superficie aproximada <strong>de</strong> 1.000 m. 2 (SÁNCHEZ,2001:57).El área don<strong>de</strong> se localizaría el cementerio <strong>de</strong> laalcazaba, posiblemente asociado a sus habitantes, seencuentra en las proximida<strong>de</strong>s <strong><strong>de</strong>l</strong> aljibe <strong>de</strong> la explanada,antes <strong>de</strong> iniciar el camino que ascien<strong>de</strong> haciala Torre Alfonsina (Lám. 1).Por tradición oral 10 , y sin confirmar arqueológicamente,se conocen hallazgos <strong>de</strong> restosóseos humanos en la la<strong>de</strong>ra norocci<strong>de</strong>ntal <strong><strong>de</strong>l</strong>Cerro <strong><strong>de</strong>l</strong> Castillo (MARTÍNEZ, 1995 45), quepue<strong>de</strong>n ser interpretados como otro cementeriorelacionado con los pobladores <strong>de</strong> la alcazaba(Lám. 1).EL CEMENTERIO DE LA PUERTA GIL DERICLA O BAD AL-SHARIA / BAB AL-MAQABIREs el único <strong>de</strong> los cementerios islámicos <strong>de</strong> lamedina <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> documentado arqueológicamentey está vinculado a una <strong>de</strong> las puertas <strong>de</strong> la muralla(Lám. 2).Desconocemos el nombre que tendría esta puertaen época islámica, pero a tenor <strong>de</strong> los resultados <strong><strong>de</strong>l</strong>a excavación en la calle Cava, nº 11 don<strong>de</strong> se documentóuna qubba o sharia <strong>de</strong> este cementerio y conlos datos <strong>de</strong> que a veces este tipo <strong>de</strong> oratorios dabannombre a las puertas <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s junto a las que seedificaban, como suce<strong>de</strong> en Valencia y Murcia, sepue<strong>de</strong> aventurar que pudo llamarse Bad Al-Sharia.Por otro lado tampoco es raro que la puerta máscercana al cementerio (maqbāra) 11 tomara el nombreel mismo. Todavía en la actualidad en Ronda (Málaga),una <strong>de</strong> las puertas <strong><strong>de</strong>l</strong> recinto se llama Puerta <strong>de</strong>Almocobar o Almocabar, y correspon<strong>de</strong> exactamentea la antigua Bab al-Maqābir (Puerta <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio).En Algeciras y Jaén, una puerta <strong><strong>de</strong>l</strong> recinto tambiénse llamaba Bab al-Maqābir (ARIÉ, 1982:276), al igualque en Lisboa (NAVARRO, 1986: 486).En las fuentes escritas <strong>de</strong> época cristiana referidasa <strong>Lorca</strong> aparece una puerta <strong>de</strong>nominada comoGil <strong>de</strong> Ricla. La <strong>de</strong>scripción que <strong>de</strong> esta puerta sehace en 1526 (Libro <strong>de</strong> Traslados <strong>de</strong> Escrituras <strong>de</strong>Censos, fol. 15) y las coinci<strong>de</strong>ncias con los datosaportados por las posteriores excavaciones arqueológicasrealizadas en el Colegio <strong>de</strong> la Purísima hacenintuir que posiblemente estaría enclavada en estelugar (MARTÍNEZ, 1990-91: 220).Extensión <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerioNo hay una pauta establecida que permita conocerla extensión aproximada <strong>de</strong> un cementerio, ya8Promovidas por <strong>Lorca</strong>tur S.A.9Los datos que se incluyen en este apartado fueron proporcionados por el técnico-arqueólogo D.José Sanchez Pravia, director <strong>de</strong>estas excavaciones.10Dato que sitúa en el lugar mencionado el hallazgo <strong>de</strong> tumbas excavadas en la roca con los cadáveres colocados según las prescipcionescoránicas.11Maqbāra (pl. maqābir) es el término utilizado en época islámica para <strong>de</strong>nominar un cementerio.121


Juana Ponce GarcíaLámina 2: Recreación i<strong>de</strong>al <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio ubicado en las proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Puerta Gil <strong>de</strong> Ricla <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> (Dibujo<strong>de</strong> D. José Antonio Ruiz Martínez).122


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioque pue<strong>de</strong>n llegar a ocupar gran<strong>de</strong>s espacios. JerónimoMünzer 12 se quedó admirado ante el cementeriomusulmán <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> Elvira <strong>de</strong> Granada cuyasuperficie era el doble <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Nuremberg(ARIÉ, 1982:276).Por el momento no es posible <strong>de</strong>terminar la extensióncompleta <strong>de</strong> este cementerio <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, aunquepo<strong>de</strong>mos intentar una aproximación contando conlos hallazgos <strong>de</strong> restos óseos humanos al realizar canalizacionesy obras <strong>de</strong> alcantarillado (Plaza <strong>de</strong> España,calles Rojo, Nuñez <strong>de</strong> Arce, Espín y Corre<strong>de</strong>ra)y los resultados <strong>de</strong> las excavaciones arqueológicaspracticadas en esta zona <strong>de</strong> la ciudad (Lám. 1).Los dos primeros enterramientos islámicos documentadosdurante una excavación arqueológicacorrespon<strong>de</strong>n a los hallados al reforzar la cimentación<strong><strong>de</strong>l</strong> Colegio <strong>de</strong> la Purísima para su rehabilitacióncomo Conservatorio <strong>de</strong> Música. Estas sepulturasquedarían en el interior <strong><strong>de</strong>l</strong> recinto fortificado,no coincidiendo con la instalación <strong>de</strong> los cementeriosen el exterior <strong>de</strong> la cerca amurallada, lo que planteados hipótesis: que existiera un pequeño cementerioen el interior <strong>de</strong> la muralla o que este cementeriohubiera sido fundado con anterioridad a la construcción<strong>de</strong> la muralla, y por lo tanto, estos enterramientospertenecerían a los primeros momentos <strong>de</strong> utilización(MARTÍNEZ, 1995: 46). Esta última parecemás acertada a tenor <strong>de</strong> los datos que disponemos,dado que la ciudad no disponía <strong>de</strong> una muralla quela <strong>de</strong>fendiese hasta finales <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XII y los habitantesque poblaban la ciudad durante los siglos anteriorestuvieron que disponer <strong>de</strong> un cementerio. Estecementerio se exten<strong>de</strong>ría bajo la Colegiata <strong>de</strong> SanPatricio hasta el ramblizo don<strong>de</strong> se ubicó entre lossiglos XII-XIII la puerta <strong>de</strong> los Santos (MARTÍNEZy PONCE, 2000: 404).Las dimensiones <strong>de</strong> este cementerio originariose verían alteradas a finales <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XII con la construcción<strong>de</strong> la muralla, cuyo trazado en la zona queocupa este cementerio coinci<strong>de</strong> entre las actualescalles Zapatería y Cava, sirviendo en muchos casos<strong>de</strong> medianera a las viviendas actuales.Tras la construcción <strong>de</strong> la muralla, el cementerioislámico se instala próximo a una <strong>de</strong> sus puertasprincipales, a partir <strong>de</strong> la cual recoge su <strong>de</strong>nominacióncomo Bad al-Maqābir o Bab al-Sharia, posteriormentePuerta Gil <strong>de</strong> Ricla.Ya fortificada la madina <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, es posible quese respetara una zona <strong>de</strong> paso <strong>de</strong> unos metros <strong>de</strong> anchurabor<strong>de</strong>ando la cerca amurallada sin efectuarenterramientos, ya que en las intervenciones arqueológicasque se han realizado próximas al lienzo murado(en la Plaza <strong>de</strong> Simón Mellado <strong><strong>de</strong>l</strong> Colegio <strong><strong>de</strong>l</strong>a Purísima y en calle Cava, nº 35) no se han documentadoenterramientos.Des<strong>de</strong> aquí, el cementerio islámico se extendíaocupando la la<strong>de</strong>ra, habiendo sido documentado envarios puntos <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> a partir <strong>de</strong> excavacionesarqueológicas en la calles Rojo, nº2 (MAR-TÍNEZ, 1996), Cava, nº 11 (MARTÍNEZ y MON-TERO, 1996) y 20-22 (PONCE, 1998), Palacio <strong>de</strong>Villaescusa, Rubira, nº 12 (PONCE, 1997), Nuñez<strong>de</strong> Arce, nº 9 (MARTÍNEZ, 1997) y Plaza <strong>de</strong> España,nº 2 (PONCE, 1999).El límite occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> este espacio funerariopue<strong>de</strong> establecerse en la actual calle <strong><strong>de</strong>l</strong> Alamo, cuyotrazado fosiliza un ramblizo que partía <strong><strong>de</strong>l</strong> Castillo ycontinuaba hacia la calle Lope Gisbert. Las gravas yarenas <strong>de</strong>positadas por este ramblizo se constataronpor primera vez en las excavaciones arqueológicasque se realizaron en el solar <strong>de</strong> la Casa <strong>de</strong> los García<strong>de</strong> Alcaráz.Las sepulturas islámicas se exten<strong>de</strong>rían por laactual Plaza <strong>de</strong> España, conocidos los hallazgos <strong>de</strong>restos óseos humanos al efectuar unas zanjas paracanalizaciones. Este dato fue más tar<strong>de</strong> confirmadotras realizar una intervención arqueológica en la Casa<strong>de</strong> los Mazzuchelli en la Plaza <strong>de</strong> España, nº 2 (PON-CE, 1999:348), don<strong>de</strong> se documentó un enterramientoinfantil que seguía el ritual funerario islámico ycuya fosa había sido abierta en las mismas gravas<strong><strong>de</strong>l</strong> ramblizo mencionado.Este cementerio quedó frenado por la existencia<strong><strong>de</strong>l</strong> ramblizo en la calle <strong><strong>de</strong>l</strong> Alamo, ya que lasintervenciones arqueológicas 13 llevadas a cabo en lamargen izquierda <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo se ha comprobado que12Ibi<strong>de</strong>m nota 5.13Excavaciones arqueológicas realizadas en la calle Selgas - Ayuntamiento <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> (MARTÍNEZ Y PONCE, 1997: 364-375) y en laPlaza <strong><strong>de</strong>l</strong> Caño - calle Marmolico (PUJANTE, 1999: 49).123


Juana Ponce Garcíaesta zona estaba invadida por viviendas islámicaspertenecientes a un arrabal <strong>de</strong> la ciudad. Otra supervisiónarqueológica realizada recientemente en laconfluencia <strong>de</strong> la calle <strong><strong>de</strong>l</strong> Alamo con General Eytier,don<strong>de</strong> se rebajó hasta una profundidad <strong>de</strong> cinco metros,ha vuelto a constatar la presencia <strong>de</strong> una sedimentaciónasociada a un ramblizo, sin presencia <strong>de</strong>sepulturas islámicas 14 .Es mucho más complicado establecer el límiteoriental <strong>de</strong> este cementerio en base a la documentaciónactual. Se han documentado enterramientos islámicosal realizar el hueco <strong><strong>de</strong>l</strong> ascensor <strong><strong>de</strong>l</strong> Palacio<strong>de</strong> Villaescusa, pero las intervenciones arqueológicasrealizadas más al este como en la calle Cava, nº35, al igual que una supervisión efectuada en la Plaza<strong><strong>de</strong>l</strong> Libreño, han evi<strong>de</strong>nciado la existencia <strong>de</strong> pozosciegos que <strong>de</strong>bieron estar vinculados a viviendas.Para establecer su extensión hacia el sur contamoscon la excavación realizada en la calle Nuñez <strong>de</strong>Arce, nº 9 (MARTÍNEZ, 1997) y los testimonios orales<strong>de</strong> hallazgos <strong>de</strong> restos humanos en las zanjas realizadaspara el alcantarillado en la calle mencionada,en la calle Espín y en la construcción <strong><strong>de</strong>l</strong> edificio enclavadola calle Corre<strong>de</strong>ra, nº 55 (ocupado anteriormentepor la antigua Falange). Posiblemente el cementeriono se ensancharía más allá <strong>de</strong> la calle Corre<strong>de</strong>ra,don<strong>de</strong> <strong>de</strong> nuevo por referencias orales, se sabeque se hallaron enterramientos al realizar unas zanjasa la altura <strong><strong>de</strong>l</strong> nº 58. Los recientes son<strong>de</strong>os arqueológicosrealizados en la Plaza <strong>de</strong> San Vicente Ferrermotivadas por el proyecto <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> un aparcamientosubterráneo, han evi<strong>de</strong>nciado la existencia<strong>de</strong> inhumaciones islámicas que ocupan al menos untercio <strong><strong>de</strong>l</strong> solar.Evolución <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerioEn el actual Casco Histórico-Artístico <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>se han ido sucediendo una serie <strong>de</strong> intervencionesarqueológicas efectuadas en zonas ocupadas por estecementerio islámico 15 , don<strong>de</strong> se han exhumado 216enterramientos caracterizados por la austeridad queimpone la religión islámica.Los resultados extraídos han aportado datos sobreaspectos tales como sus orígenes, evolución <strong><strong>de</strong>l</strong>os tipos <strong>de</strong> enterramiento y su abandono como espaciofunerario.El crecimiento <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio, quizá <strong>de</strong>bido alaumento <strong>de</strong>mográfico <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, fue ocupando a finales<strong><strong>de</strong>l</strong> siglo X la zona don<strong>de</strong> se encontraban losobradores <strong>de</strong> cerámica, obligando a trasladar los alfaresa otro lugar <strong>de</strong> la periferia. Esta circunstanciase ha documentado en las excavaciones arqueológicas<strong>de</strong> las calles Rojo, nº 2 y Cava, 20-22, don<strong>de</strong> lasfosas <strong>de</strong> enterramiento más antiguas se abren sobrelos restos <strong>de</strong> una alfarería <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo X (MARTÍNEZy PONCE, 2000:407).Al igual que en <strong>Lorca</strong>, también en otras ciuda<strong>de</strong>slos cementerios invadieron espacios <strong>de</strong>stinadosanteriormente a la producción <strong>de</strong> cerámicas: en elcementerio <strong>de</strong> San Nicolás <strong>de</strong> Murcia (NAVARRO,1986: 12) y en el cementerio <strong>de</strong> Bab Bayyana en Almería(MARTÍNEZ, MELLADO y MUÑOZ,1995:100).Los edificios <strong>de</strong> carácter funerario: QubbasSobre las tumbas <strong>de</strong> algunas personas significativasse levantaba a veces una pequeña capilla funeraria,cubierta con una cúpula y ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> un jardíncerrado; este es el caso relatado por Ibn al-Jatī b <strong><strong>de</strong>l</strong>a que erigieron los malagueños sobre la tumba <strong><strong>de</strong>l</strong>hombre <strong>de</strong> letras Ibn al-Qattān, víctima <strong>de</strong> la pesteen el año 1350, en el cementerio situado en las inmediaciones<strong>de</strong> la puerta <strong><strong>de</strong>l</strong> arrabal <strong>de</strong> Funtanālla,al noreste <strong>de</strong> Málaga (ARIÉ, 1982:277).El único edificio con estas características vinculadoa este cementerio que se ha tenido la oportunidad<strong>de</strong> documentar, fue hallado en las excavacionesarqueológicas efectuadas en la calle Cava, nº 11(MARTÍNEZ y MONTERO, 1996: 617).Es una construcción <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XII, <strong>de</strong>nominadoqubba o morabito, y cuya funcionalidad era la <strong>de</strong> unpanteón funerario (Lám. 3).Este panteón se elevó con muros <strong>de</strong> tapial, empleandotambién el adobe en algunas partes y utili-14Información proporcionada por D. Enrique Pérez Richard, técnico-arqueólogo que realizó la supervisión <strong>de</strong> este solar.15Hay que precisar que la excavación <strong>de</strong> estos enterramientos se ha abordado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el máximo respeto a los restos exhumados,prevaleciendo el criterio científico con el que se <strong>de</strong>be enfrentar un arqueólogo ante las fuentes materiales halladas.124


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioLámina 3: Planta <strong>de</strong> la qubba <strong>de</strong> la calle Cava, nº 11 (Según Martínez y Montero).zando el yeso tanto para el enlucido <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>scomo para los pavimentos. No presenta <strong>de</strong>coraciónalguna. La cubierta posiblemente estaría formada poruna cúpula que apoyaría en los muros principales, aligual que las qubbas que aún hoy en día se elevan enlos cementerios musulmanes <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s actuales.En el muro orientado al este <strong>de</strong> la habitacióncentral se abre un pequeño vano que comunica conuna estancia rectangular <strong>de</strong> reducido tamaño, interpretadocomo el mihrab <strong>de</strong> este panteón (MARTÍ-NEZ y MONTERO, 1996:617).Asociados al panteón se hallaron cinco enterramientos<strong>de</strong> adulto y uno infantil. Cuatro <strong>de</strong> las sepulturas<strong>de</strong> adultos se encuentran alineadas y <strong><strong>de</strong>l</strong>imitadaspor muros <strong>de</strong> encofrado, a modo <strong>de</strong> panteón, observandoque la construcción <strong>de</strong> las fosas fue coetáneay producto <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo proyecto. Se accedía a ellaspor un pasillo comunicado con el edificio <strong>de</strong>scrito.El enterramiento que ocupaba la posición centralpodía ser el más significativo y correspon<strong>de</strong>r aun santón (MARTÍNEZ y MONTERO, 1996:617).La sepultura infantil no parece formar parte <strong>de</strong>esta construcción funeraria, sino <strong>de</strong> una fase anteriorya que estaba alterada durante la construcción <strong><strong>de</strong>l</strong>edificio.En el interior <strong><strong>de</strong>l</strong> edificio se localizaron algunascerámicas como alcadafes (recipientes con una formasimilar a la <strong>de</strong> un barreño y <strong>de</strong> variados usos)situados cerca <strong>de</strong> las puertas, algunos <strong>de</strong> ellos inclusofijados al suelo, por lo que se <strong>de</strong>duce que podríanusarse como vasijas para contener el agua utilizadaen las abluciones rituales (MARTÍNEZ y MONTE-RO, 1996: 625). Otras piezas halladas fueron losbacines (Lám. 4) con una profusa <strong>de</strong>coración realizadaen cuerda seca total empleando los colores azul,ver<strong>de</strong>, marrón, melado y blanco, cuya función está<strong>de</strong>scrita como evacuatorios (AZUAR, 1989:119) uorzas <strong>de</strong> abluciones (TORRES BALBAS, 1983:233).125


Juana Ponce GarcíaLámina 4: Bacines (nº 3 y 4) <strong>de</strong>corados con cuerda seca total <strong>de</strong> las excavaciones <strong>de</strong> la qubba <strong>de</strong> la calle Cava, nº 11(Según Martínez y Montero).126


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioEl hallazgo <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> piezas asociado a espaciosfunerarios también está documentado en Almería(MARTÍNEZ GARCÍA et alii, 1990: 76).Tras el estudio <strong>de</strong> la documentación aportadapor la excavación y dada la situación <strong>de</strong> este edificiojunto a una puerta <strong>de</strong> la muralla islámica, posteriormentellamada Puerta <strong>de</strong> Gil <strong>de</strong> Ricla, parece que sepodría tratar <strong>de</strong> un murabit (MARTÍNEZ y MON-TERO, 1996:617). Torres Balbás <strong>de</strong>scribe la atracciónque ejercían las tumbas a las que se atribuía lasantidad diciendo “era frecuente la existencia en loscementerios <strong>de</strong> una o más qubbas que albergabanlos restos <strong>de</strong> ilustres letrados, ascetas, taumaturgoso varones señalados por su santidad y vida piadosa,en torno a las cuales se enterraban las gentes parabeneficiar <strong>de</strong> su influencia espiritual que <strong>de</strong> ellosirradiaba. A las personas veneradas que yacían endichas sepulturas se las tenía como patronos y protectores<strong>de</strong> la puerta próxima <strong>de</strong> la cerca, guardianesque impedían entrase por ella la malaventura ola <strong>de</strong>sgracia” (TORRES BALBÁS, 1957: 138).Las qubbas son edificaciones características <strong><strong>de</strong>l</strong>a arquitectura funeraria islámica, especialmente enel Norte <strong>de</strong> Africa, como lo argumentan ejemplos enBarudiyyin (Marruecos), Tremecén (Argelia) y Sidial-Mazari (BOSWORTH et alii, 1986:289).La distribución <strong>de</strong> este edificio también podríacoincidir con la <strong>de</strong> una mezquita funeraria, como laslocalizadas en el cementerio <strong>de</strong> Yabal Faruh en Málaga(FERNÁNDEZ, 1995: 69-82; MARTÍNEZ yMONTERO, 1996: 627).Es significativa la presencia <strong>de</strong> dos fragmentos<strong>de</strong> candiles <strong>de</strong> factura muy fina en la qubba <strong>de</strong> lacalle Cava (MARTÍNEZ y MONTERO, 1996: 627).En este caso la razón <strong>de</strong> su hallazgo pue<strong>de</strong> estar asociadaa su carácter <strong>de</strong> elemento <strong>de</strong> iluminación, posiblementeempleado al realizar las oraciones preceptivasdurante las noches siguientes a la <strong>de</strong>función<strong>de</strong> un musulmán.Recintos funerarios a cielo abiertoOtro ejemplo <strong>de</strong> panteones funerarios son losformados simplemente por un espacio cercado conun muro <strong>de</strong> mortero, en cuyo interior se efectúan losenterramientos, a modo <strong>de</strong> panteón privado. Este tipo<strong>de</strong> recintos han sido documentados en los cementeriosislámicos <strong>de</strong> Alhama <strong>de</strong> Murcia, Almería (MAR-TÍNEZ, MELLADO y MUÑOZ, 1995: 90) y Málaga.Sobre este aspecto se refiere Ibn ‘Abdûn cuandomencionan “los cercados circulares [que ro<strong>de</strong>an algunastumbas] (GARCÍA GÓMEZ; LEVI PRO-VENÇAL, 1948:97) y más específica aún es la cita<strong>de</strong> Simón <strong>de</strong> Argote en 1800 al referirse a las tumbas<strong>de</strong> los cementerios islámicos <strong>de</strong> Granada, aún visiblesen su época: las personas <strong>de</strong> mediana esferalevantaban unos paredones baxos, y formaban comoun corral, que servía <strong>de</strong> panteón a toda la familia; ylos pobres se enterraban sin más distinción que la<strong>de</strong> levantarse dos almenas pequeñas que indicasenel sitio que ocupaban los pies y la cabeza 16 .En las excavaciones arqueológicas efectuadasen la calle Rojo, nº 2 <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> se documentaron dosestructuras <strong>de</strong> estas características. La primera estácompuesta por cinco sepulturas infantiles, pertenecientesal último momento <strong>de</strong> uso <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio,recogidas en una especie <strong>de</strong> pequeño panteón formadopor adobes (MARTÍNEZ, 1996: 653). El segundoes un panteón triple con sepulturas <strong><strong>de</strong>l</strong>imitadaspor adobes y alterado por construcciónes posteriores(MARTÍNEZ, 1996:647).EL CEMENTERIO DEL PORCHE DE SANANTONIOPor referencias orales se conoce la presencia <strong>de</strong>restos óseos humanos en las inmediaciones <strong><strong>de</strong>l</strong> Porche<strong>de</strong> San Antonio al realizar obras <strong>de</strong> acondicionamientoen la calle <strong><strong>de</strong>l</strong> Gigante (MARTÍNEZ y PON-CE, 2000:420) (Lám.1).Posteriormente se nos ha comunicado que aparecieron<strong>de</strong> nuevo enterramientos islámicos al realizaruna zanja junto al edificio <strong>de</strong> Hacienda (Lám.1),así como en remo<strong><strong>de</strong>l</strong>aciones en las cimentaciones <strong>de</strong>un establecimiento próximo.La existencia <strong>de</strong> este cementerio está aún sindocumentar arqueológicamente, a pesar <strong>de</strong> las inter-16ARGOTE, S. <strong>de</strong> (1805): Nuevos paseos históricos, artísticos, económico-políticos por Granada y sus contornos. Granada, p. 37.Citado por L. Torres Balbás, 1957: p. 142, n.1; i<strong>de</strong>m, 1985: p. 243, n. 41.127


Juana Ponce Garcíavenciones arqueológicas que se han llevado a caboen esta zona.En la excavación <strong>de</strong> la Plaza <strong>de</strong> Juan Moreno,nº 8 (calle <strong>de</strong> los Tintes, esquina con las escalinatas<strong>de</strong> San Antonio) no se documentó signo alguno <strong>de</strong> laexistencia <strong>de</strong> enterramientos islámicos, aunque hayque precisar que los niveles islámicos estaban arrasadospor las construcciones posteriores.A finales <strong>de</strong> 2000 se realizó una intervenciónarqueológica en el antiguo Convento <strong>de</strong> la Mercedque ha aportado datos sobre la existencia <strong>de</strong> basurerosen el siglo XIII, pero sin documentar sepulturasislámicas en este sector 17 .En la construcción <strong>de</strong> nuevas viviendas en lazona <strong>de</strong> La Alberca, en concreto la intervención arqueológicarealizada antes <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> losbloques VII y VIII, se halló un muro fechado en elsiglo XIII interpretado como perteneciente a un establecimiento,tipo almunia o alquería, ligado a laproximidad <strong><strong>de</strong>l</strong> río Guadalentín (MARTÍNEZ AL-CALDE, 1999: 35-36) y <strong>de</strong> nuevo ninguna evi<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> enterramientos islámicos.Habría que precisar que en la mayoría <strong>de</strong> loscasos <strong>de</strong>scritos, los niveles que correspon<strong>de</strong>rían a laépoca islámica estaban muy alterados o habían sido<strong>de</strong>sfondados al construir edificios posteriormente.EL CEMENTERIO DE LOS ALFAREROSEl barrio <strong>de</strong> los alfareros en los siglos XII y XIIIestuvo instalado en las proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la calle Galdo,don<strong>de</strong> se dispusieron las instalaciones (balsas parala <strong>de</strong>cantación <strong>de</strong> la arcilla, hornos...) para la producción<strong>de</strong> la cerámica.En 1890, Cánovas Cobeño menciona los hallazgos<strong>de</strong> cerámicas <strong>de</strong>fectuosas y útiles <strong>de</strong> alfarero (atiflesy barras empleados para separar las piezas en elinterior <strong><strong>de</strong>l</strong> horno) en las calles Aguila y Ollería (CA-NOVAS, 1980:136). Este dato fue posteriormente fueconfirmado por las excavaciones realizadas en laconfluencia <strong>de</strong> las calles Galdo, Padre Morote y PadreCarlón (MARTÍNEZ Y MONTERO, 1993: 456-470), Jiménez y calle Echegaray (MARTÍNEZ yPONCE, 1999: 50).Las sepulturas halladas en la calle Vicente Ruiz(Lám. 1), llamada con anterioridad calle <strong>de</strong> la Moruza,estarían próximas a estos alfares y pudieron pertenecera los habitantes <strong>de</strong> este barrio (MARTÍNEZ,1995: 45).En las inmediaciones <strong>de</strong> la puerta <strong><strong>de</strong>l</strong> Albollónen el barrio <strong>de</strong> San Pedro se pudo localizar un cementeriovinculado al arrabal, que se exten<strong>de</strong>ría porlas inmediaciones <strong>de</strong> la rambla <strong>de</strong> los Albaricos. Conla expansión <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio pudo terminar uniéndoseen el siglo XII al cementerio <strong><strong>de</strong>l</strong> barrio <strong>de</strong> los Alfarerosjunto a la Plaza <strong>de</strong> Alcolea (MARTÍNEZ,1995: 45).LOS CEMENTERIOS RURALES DE LORCALos cementerios rurales islámicos estaban situadosen las inmediaciones <strong>de</strong> los núcleos habitados,como alquerías y castillos (o husun).Generalmente en estos cementerios suelen pervivirlos tipos más antiguos <strong>de</strong> enterramiento, porser poblaciones más conservadoras, <strong>de</strong> menores recursosy más alejadas <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> las modas<strong>de</strong> la ciudad (PERAL, 1995:16).Las dos únicas excavaciones arqueológicas quese han realizado hasta el momento en cementeriosrurales en <strong>Lorca</strong>, correspon<strong>de</strong>n al asociado al Castillo<strong>de</strong> Puentes y a la Alquería <strong><strong>de</strong>l</strong> Cortijo <strong><strong>de</strong>l</strong> Centeno(La Tova). Ambas intervenciones estuvieron motivadaspor las obras <strong>de</strong> ampliación <strong>de</strong> la Presa <strong>de</strong>Puentes 18 (PUJANTE, 2000: 58-61).Las fosas <strong>de</strong> estos enterramientos estaban excavadasen la tierra y cubiertas con lajas <strong>de</strong> pizarraplanas. El tipo <strong>de</strong> sepultura <strong>de</strong> fosa excavada en laroca o en la tierra con cubierta <strong>de</strong> lajas <strong>de</strong> piedra,es un sistema ampliamente empleado y utilizadopor otras culturas (visigodos, mozárabes,...) y pue<strong>de</strong>caracterizar un sencillo tipo <strong>de</strong> gran aceptación,sobre todo en ambientes campesinos (PERAL,1995:16).17Información proporcionada por Dª. Ana Pujante Martínez, directora <strong>de</strong> estas excavaciones arqueológicas.18Información más <strong>de</strong>tallada sobre estos enterramientos se encuentra en el artículo sobre el poblamiento en la zona <strong>de</strong> Puentespublicado en esta misma revista.128


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioLa única referencia a la existencia <strong>de</strong> un cementerioislámico en Felí (Purias), posiblemente asociadoa la alquería próxima (MARTÍNEZ y PONCE,1999:15) pertenece a A. Beltrán (1945:99) que mencionael hallazgo <strong>de</strong> enterramientos en este lugar.La existencia <strong>de</strong> otra posible necrópolis islámicarural fue documentada en las proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> laalquería islámica <strong>de</strong> la Olla Mora (La Culebrina),emplazada en una terraza <strong>de</strong> la margen izquierda <strong><strong>de</strong>l</strong>río Luchena. En las prospecciones arqueológicasefectuadas se hallaron restos óseos humanos y numerosaslajas <strong>de</strong> piedra que pudieron servir <strong>de</strong> tapa<strong>de</strong>raa las fosas 19 .Un cementerio similar es el documentado en lascercanías <strong>de</strong> la Alquería <strong>de</strong> Beas (Agua<strong>de</strong>ras), a partir<strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> restos óseos humanos en la superficie<strong><strong>de</strong>l</strong> terreno, aunque sin evi<strong>de</strong>ncias <strong><strong>de</strong>l</strong> tipo<strong>de</strong> tumba empleado.Los actuales acondicionamientos y <strong>de</strong>smontes<strong>de</strong> terrenos paralelos al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la actividadagrícola extensiva están provocando la paulatina <strong>de</strong>saparición<strong>de</strong> los cementerios rurales y alquerías, normalmenteemplazadas en las cercanías <strong>de</strong> buenosterrenos <strong>de</strong> cultivo.TIPOS DE ENTERRAMIENTOSLos enterramientos islámicos presentan muchassimilitu<strong>de</strong>s, dado que siguen los mismos preceptoscoránicos.Los cadáveres se <strong>de</strong>positaban en el interior <strong><strong>de</strong>l</strong>as fosas excavadas en la tierra, colocados <strong>de</strong>cúbitolateral <strong>de</strong>recho, extendidos y con las extremida<strong>de</strong>sinferiores ligeramente flexionadas. Los brazos suelenestar <strong>de</strong>splegados o un poco flexionados con lasmanos colocadas la zona púbica. En algunos casosse ha observado, sobre todo en los enterramientosinfantiles, que aparecen colocados <strong>de</strong>cúbito prono osupino 20 , aunque con la cabeza mirando al sureste.La orientación <strong>de</strong> los cuerpos suroeste-norestecon el rostro vuelto hacia el sureste, hacia la Meca,es una generalidad en los enterramientos islámicos,y aunque en algunos casos la orientación <strong><strong>de</strong>l</strong> cuerpopue<strong>de</strong> variar sensiblemente, la posición <strong>de</strong> la cabezacumple los preceptos coránicos.La característica principal <strong><strong>de</strong>l</strong> rito se centra enla inmovilización <strong><strong>de</strong>l</strong> cadáver. Para conseguir que elcuerpo permaneciera en la posición en la que fue<strong>de</strong>positado en la fosa se usan técnicas simples: fragmentos<strong>de</strong> teja calzando el cadáver, el apoyo <strong>de</strong> lacabeza sobre un ladrillo <strong>de</strong> adobe o piedra plana o elacuñamiento <strong><strong>de</strong>l</strong> cuerpo con pequeñas piedras en laspare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la fosa (MURILLO et alii, 1999: 81).La profundidad <strong>de</strong> las fosas es difícil <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminardurante las excavaciones arqueológicas, salvocuando excepcionalmente se ha conservado algúnelemento <strong>de</strong> señalización sobre las tumbas (comomaqbariyyas o lápidas); en estos casos la profundidad<strong>de</strong> la fosa suele oscilar entre los 35-60 cms. Ladoctrina malikí recomendaba que los hoyos para enterrarno <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> ser más profundos que la cintura<strong>de</strong> un hombre y <strong>de</strong>bían cavarse en la misma tierra,sin obra hecha <strong>de</strong> yeso, ni fábrica en que se use barro,habiéndose <strong>de</strong> cubrir con ladrillos o piedras(ARAGONESES, 1966:107).Se pue<strong>de</strong> establecer diez tipos <strong>de</strong> sepulturas empleadasen <strong>Lorca</strong>, basándonos en las documentadashasta el momento en las excavaciones arqueológicas.A. Enterramientos en fosa simple (Lam.5)Estrechas fosas excavadas directamente en latierra y en su interior se <strong>de</strong>positaba el cádaver. Enlos casos que se han podido documentar sus dimensiones,la anchura varía <strong>de</strong> los 20 a 35 cm., mientrasque la longitud oscila sensiblemente, relacionándosecon la <strong><strong>de</strong>l</strong> cadáver. Su profundidad se encuentraentre los 60 cms.B. Enterramientos en fosas que presentan adobesen <strong>de</strong>terminadas zonas (Lam.5)El cadáver se introducía en una estrecha fosaexcavada en la tierra, colocándole adobe en zonaspuntuales: el tronco, los pies o la cabeza.19Prospecciones arqueológicas dirigidas por Dª Consuelo Martínez Sánchez y D. Luis Alberto García Blanquez, enmarcadas <strong>de</strong>ntro<strong><strong>de</strong>l</strong> proyecto <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> la Carta Arqueológica <strong><strong>de</strong>l</strong> municipio <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>.20Enterramiento 37 <strong>de</strong> calle Rojo, nº 2 (MARTÍNEZ, 1996:653).129


Juana Ponce GarcíaLámina 5: Enterramientos islámicos <strong>de</strong> la calle Rubira, nº 12. Tumbas tipos A (T.30); tipo B (T.19 y T.20); tipo C(T. 40, T.41 y T.27) y tipo E (T.46).Esta característica ha sido constatada en calleRubira (PONCE, 1997: 334) y en los sótanos <strong><strong>de</strong>l</strong>Colegio <strong>de</strong> la Purísima (MARTINEZ, 1992) en inhumaciones<strong>de</strong> adultos e infantiles.C. Enterramientos que emplean una fosa paravarios individuos (Lam.5)Tipo <strong>de</strong> tumba <strong>de</strong>finida por el uso <strong>de</strong> una mismafosa don<strong>de</strong> los inhumados se colocaban uno sobreotro o parcialmente yuxtapuestos. Este tipo <strong>de</strong> enterramientosmúltiples aparecen citados por Al-Qayrawânîquien recomienda que “si se entierra a ungrupo <strong>de</strong> gentes en una sola tumba, se introduciráen ella primero al más meritorio, vuelto hacia laqibla” 21 (RAMIREZ y URUEÑA, 1998:350).El empleo <strong>de</strong> fosas <strong>de</strong> gran longitud se ha constatadoen calle Rubira, nº 12 para albergar a tres individuosdispuestos con la cabeza apoyada sobre lasextremida<strong>de</strong>s inferiores <strong><strong>de</strong>l</strong> siguiente (PONCE, 1997:21AL-QAYRAWÂNÎ, Risâla fî-l-Fiqh. Trad. RIOSALIDO, J. (1993): Compendio <strong>de</strong> Derecho Islámico [Risâla fî-l-Fiqh]. Ibn Abî ZaydAl-Qayrawânî. Valladolid, cap.XX, p. 90.130


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerario334); y en la calle Rojo nº 2 don<strong>de</strong> los enterramientos20 y 60 fueron introducidos en la misma fosa.(MARTINEZ 1996: 649).En Alhama también se localizó la maqbāra islámicaen el entorno <strong>de</strong> la Calle Corre<strong>de</strong>ra, con variasinhumaciones múltiples, compuestas por dos ytres cadáveres superpuestos, enterrados simultáneamente(RAMIREZ, 1998: 318) e interpretados comouna familia completa <strong>de</strong> padres o hijos, o incluso ungrupo <strong>de</strong> hermanos, en todo caso <strong>de</strong> unos individuosunidos por estrechos lazos <strong>de</strong> parentesco quehubiesen fallecido simultaneamente o en muy cortoespacio <strong>de</strong> tiempo (RAMIREZ y URUEÑA, 1998:351).Otros ejemplos <strong>de</strong> varios individuos en la mismafosa los encontramos en la calle Agua, nº 18 <strong>de</strong>Málaga (PERAL y FERNÁNDEZ, 1990: 27-29), enel cementerio <strong>de</strong> Bad Bayyana <strong>de</strong> Almería (MARTÍ-NEZ; MELLADO y MUÑOZ, 1995: 93 y 95).El empleo <strong>de</strong> este sistema <strong>de</strong> enterramiento pue<strong>de</strong>correspon<strong>de</strong>r tanto a una motivación <strong>de</strong> parentescocomo a una mayor <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> suelo funerario loque obliga a reducir al mínimo el espacio <strong>de</strong> separaciónentre las tumbas y, por otro lado, a emplear untipo distinto <strong>de</strong> enterramiento que aproveche mejorel espacio.Por otra parte era también una práctica legal elreutilizar fosas anteriores siempre que no existiesenlazos familiares o memoria <strong>de</strong> quienes las ocupabany así aparecen recogido por Içe Gebir “Y si fuerenecesidad podrán enterrar en una fuesa mas <strong>de</strong> uno,<strong>de</strong>spues <strong>de</strong> otro, y pongan tierra entre medio; y asimesmo en la fuesa que largo tiempo habrá passado,podrán enterrar otros, si fuere necesidad (sic)” 22(RAMIREZ, 1998:318).D. Fosa excavada en la tierra con tapa<strong>de</strong>ra formadapor lajas <strong>de</strong> piedraEl cadáver se introducía en una fosa excavadaen la tierra y posteriormente era cubierto por variaslajas <strong>de</strong> piedra <strong><strong>de</strong>l</strong> lugar.Los ejemplos <strong>de</strong> tumbas <strong>de</strong> este tipo se han halladoen las excavaciones <strong><strong>de</strong>l</strong> Cerro <strong><strong>de</strong>l</strong> Castillo y enlos cementerios rurales, al ser <strong>de</strong> uso muy frecuenteen éstos últimos.E. Enterramientos con fosas excavadas en la tierray tapa<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> adobe (Lam.5)La única diferencia respecto al tipo A es la presencia<strong>de</strong> una tapa<strong>de</strong>ra formada por adobes <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>sdimensiones.Este tipo <strong>de</strong> sepultura se utiliza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primerosmomentos <strong>de</strong> uso <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio y pervivehasta los momentos finales. En <strong>Lorca</strong> se han documentadoejemplos en las calles Rubira, nº 12, Rojo,nº 2 y Nuñez <strong>de</strong> Arce nº 9.Es interesante anotar que las prescripciones másindulgentes toleraban, con el fin <strong>de</strong> señalar el emplazamiento<strong>de</strong> la sepultura, la construcción <strong>de</strong> unapequeña elevación realizada con ladrillos crudos (labin)(POZO, 1990:120).F. Enterramientos en cajas <strong>de</strong> adobeSepultura <strong>de</strong> forma rectangular, con su fosa excavadaen la tierra y las pare<strong>de</strong>s forradas con adobes23 , también empleados para la tapa<strong>de</strong>ra.En la calle Rojo nº 2 se halló una tumba <strong>de</strong> estascaracterísticas completa que pertenecía a un panteóntriple alterado por construcciones posteriores (MAR-TÍNEZ, 1996:647).G. Enterramientos con fosa revestida <strong>de</strong> yesoLa sepultura se ha realizado cavando una fosaque fue posteriormente revestida con una capa <strong>de</strong>yeso. El único ejemplo <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> sepultura seha constatado en las excavaciones <strong><strong>de</strong>l</strong> Cerro <strong><strong>de</strong>l</strong> Castillo.H. Enterramientos con prefosa, fosa y tapa<strong>de</strong>raConstan <strong>de</strong> una prefosa rectángular en la que seabre una fosa más estrecha, ambas revestidas <strong>de</strong> yeso.22Ibi<strong>de</strong>m nota 2, p. 302.23Con unas dimensiones <strong>de</strong> entre 30 y 40 cm. <strong>de</strong> longitud, 15 cm. <strong>de</strong> anchura y 10 cm. <strong>de</strong> grosor (MARTÍNEZ, 1996: 647).131


Juana Ponce GarcíaPresentan generalmente dos tapa<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> yeso. Enun caso la fosa tiene ladrillos que la <strong><strong>de</strong>l</strong>imitan dispuestosperpendiculamente a la misma. Todas lassepulturas con esta tipología están asociadas a laqubba <strong>de</strong> la calle Cava, nº 11.I. Fosa <strong><strong>de</strong>l</strong>imitada con ladrillos revestidos con yesoSólo se ha hallado una tumba <strong>de</strong> estas característicasque sirvió para dar sepultura a un enterramientoinfantil en calle Rubira, nº 12, ro<strong>de</strong>ado <strong><strong>de</strong>l</strong>adrillos revestidos <strong>de</strong> yeso. Este enterramiento sehalló muy alterado, por lo que se <strong>de</strong>sconocen sus dimensionestotales y si tuvo algún tipo <strong>de</strong> tapa<strong>de</strong>ra.Correspon<strong>de</strong> a la etapa más reciente <strong>de</strong> utilización<strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio <strong>de</strong> la Puerta Gil <strong>de</strong> Ricla.Ejemplos similares están presentes en el cementerio<strong>de</strong> Santa Eulalia en Murcia (ARAGONESES1966:105) y las fosas pertenecientes a la rawda <strong>de</strong> laAlhambra <strong>de</strong> Granada que presentaban el mismo esquema<strong>de</strong> ladrillos unidos con barro o yeso (TORRESBALBAS, 1981).J. Fosa <strong><strong>de</strong>l</strong>imitada con piedrasHay varios enterramientos documentados en<strong>Lorca</strong> que siguen este patrón: una sepultura <strong>de</strong> la calleRubira, nº 12 y tres en la calle Rojo, nº 2 24 (MARTI-NEZ 1996: 653). Todas ellas correspon<strong>de</strong>n a enterramientosinfantiles.En esta relación se han presentado únicamentelos tipos <strong>de</strong> tumbas documentados hasta el momentoen <strong>Lorca</strong>, aunque en la España musulmana existe unagran diversidad <strong>de</strong> sepulturas. La amplia tipología <strong>de</strong>enterramientos quizás pueda respon<strong>de</strong>r a la expresión<strong>de</strong> variaciones regionales o locales (PERAL, 1995:24).SEÑALIZACIÓN DE LAS TUMBASEn la España musulmana, la mayoría <strong>de</strong> las tumbasno presentaban señalización alguna, aunque aveces eran indicadas elevando un pequeño túmulo omontículo <strong>de</strong> tierra sobre la misma.A pesar <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse ilícito cualquier elementos<strong>de</strong> ornamentación en las tumbas, en algunos casosy épocas los enterramientos estaban señalizadospor lápidas que podían ser losas rectangulares, estelascilíndricas (principalmente en Toledo) o estelasprismáticas (maqbariyya), profusamente <strong>de</strong>coradas(ARIÉ, 1982:277).A veces el interesado hacía grabar en vida elepitafio para el que se escogían citas <strong>de</strong> Corán a<strong>de</strong>cuadasy al que sólo había que añadir la fecha <strong><strong>de</strong>l</strong>óbito (ARIÉ, 1982:277).Las estelas almerienses eran unas lápidas rectangularesdispuestas a la cabeza <strong>de</strong> la tumba representandoun arco <strong>de</strong> herradura, interpretado como elsímbolo <strong>de</strong> la puerta <strong><strong>de</strong>l</strong> paraíso o la entrada en lamuerte (CARA, 1993:86) o como la puerta por don<strong>de</strong>han <strong>de</strong> pasar todos los nacidos (AMADOR DELOS RÍOS, 1897: 108).Los textos funerarios suelen incluir el nombre,la filiación y los títulos <strong><strong>de</strong>l</strong> difunto, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lafecha <strong>de</strong> su muerte; grabados sobre la piedra en escrituracursiva en relieve. Estos epitafios incluyenprofesiones <strong>de</strong> fe islámica y alabanzas en honor <strong><strong>de</strong>l</strong>difunto (LEVI-PROVENÇAL, 1931: 312; ARIÉ,1982: 277-278).Al tipo almeriense pertenecen las dos losas sepulcraleshalladas en <strong>Lorca</strong>. Se trata <strong>de</strong> unos fragmentos<strong>de</strong> estelas rectangulares <strong>de</strong> mármol blanco.El primer fragmento <strong>de</strong> estela sepulcral al quenos vamos a referir se encuentra actualmente expuestoen la sala 8 <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Museo</strong> Arqueológico Municipal<strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> (Lám. 6), aunque hasta la remo<strong><strong>de</strong>l</strong>ación <strong><strong>de</strong>l</strong>antiguo Consistorio estuvo empotrado en la caja <strong><strong>de</strong>l</strong>a escalera <strong><strong>de</strong>l</strong> Ayuntamiento <strong>de</strong> esta ciudad, al quefue donado por el Regidor Síndico Mariano Pelegrínen 1892 (Actas Capitulares <strong><strong>de</strong>l</strong> Archivo Municipal<strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>).D. Rodrigo Amador <strong>de</strong> Ríos, cuando realizó elestudio <strong>de</strong> esta lápida la localiza en la caja <strong>de</strong> escaleras,por lo que <strong>de</strong>sconocemos el lugar exacto <strong>de</strong> suhallazgo.Este fragmento correspon<strong>de</strong> a la parte superior<strong>de</strong> la losa sepulcral, el nombre <strong><strong>de</strong>l</strong> personaje paracuya sepultura fue labrada y la fecha <strong><strong>de</strong>l</strong> fallecimientose ha perdido (AMADOR DE LOS RÍOS, 1900: 108)ya que constarían en la parte inferior.24Enterramientos 14 y 46 (MARTÍNEZ, 1996: 653).132


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioLámina 6: Fragmento <strong>de</strong> lápida sepulcral almeriense conservado en el <strong>Museo</strong> Arqueológico Municipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>.La lápida presenta algunas dificulta<strong>de</strong>s en la interpretación<strong>de</strong> la misma, motivada por las fracturas<strong>de</strong> los bor<strong>de</strong>s que han provocado que se pierdan algunos<strong>de</strong> los signos que conforman la leyenda <strong><strong>de</strong>l</strong>encuadre y por el acentuado <strong>de</strong>sgaste en la parte central,don<strong>de</strong> se ha difuminado el relieve <strong>de</strong> la escrituraque conforma el epitafio (Lám. 7). Este <strong>de</strong>sgasteposiblemente estuvo producido por su reutilizaciónen algún lugar <strong>de</strong> paso continuado.Del epitafio, inserto en la parte superior <strong><strong>de</strong>l</strong> arco,sólo se conservan tres líneas que según la traducción<strong>de</strong> D. Rodrígo Amador dicen lo siguiente:En el nombre <strong>de</strong> Allah, el Clemente, el Misericordioso!La bendición <strong>de</strong> Allah[sea sobre Mahoma y los suyos! Salud]Más tar<strong>de</strong>, E. Leví Provençal (1931:100) interpretóla inscripción que aparece formando la banda<strong>de</strong> encuadramiento <strong>de</strong> la lápida <strong>de</strong> la siguiente forma:Oh, tu que lees estos caracteres, pi<strong>de</strong> la misericordia<strong>de</strong> tu Señor sobre el difunto y sobre el queimplora tu piedad en su favor.Respecto a la segunda lápida hallada en <strong>Lorca</strong>,actualmente en para<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>sconocido, sólo disponemos<strong>de</strong> los datos que aporta D. Rodrigo Amador <strong><strong>de</strong>l</strong>os Ríos, indicándonos que, al igual que la anteriormente<strong>de</strong>scrita, correspon<strong>de</strong> a un fragmento <strong>de</strong> laparte superior.133


Juana Ponce GarcíaLámina 7: Dibujo <strong>de</strong> la lápida sepulcral tipo almeriense conservado en el <strong>Museo</strong> Arqueológico Municipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>.En su época, este trozo <strong>de</strong> lápida lo conservabaD. Pascual María Massa, mayordomo <strong>de</strong> semana <strong><strong>de</strong>l</strong>rey en Madrid 25 (AMADOR DE LOS RÍOS, 1897:129; LEVI-PROVENÇAL, 1931:101), posteriorespublicaciones reflejan que fue donada a un museoparticular <strong>de</strong> Madrid (ARCAS, 1971: 68) 26 .Este fragmento <strong>de</strong> lápida fue remitido al Sr.Massa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, aunque sin precisar el lugar exacto<strong>de</strong> su hallazgo. Según la <strong>de</strong>scripción que se hacees una lápida tipo almeriense labrada en mármol blanco.El arco que aparece tallado es <strong>de</strong> herradura, peraltadoy con ten<strong>de</strong>ncias a la ojiva, con un florón25Dado el año <strong>de</strong> publicación <strong>de</strong> esta lápida, <strong>de</strong>be referirse a Alfonso XIII, que contaría con 11 años <strong>de</strong> edad.26Se ha intentado en repetidas ocasiones localizar este fragmento contactando con varios museos que conservan colecciones <strong>de</strong>epigrafía arábiga en Madrid (<strong>Museo</strong> Arqueológico Nacional, <strong>Museo</strong> <strong>de</strong> la Real Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> la Historia, <strong>Museo</strong> Valencia <strong>de</strong> DonJuan), incluso conectando con personas que aún conservan el apellido Massa y con investigadores en vías <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> unCorpus <strong>de</strong> lápidas almerienses, sin embargo hasta el momento esta labor ha sido infructuosa.134


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerariotallado en la clave, el cual sube cortando en dos mita<strong>de</strong>sdos <strong>de</strong> las líneas <strong><strong>de</strong>l</strong> epígrafe. En las enjutas yen los hombros lleva labores <strong>de</strong> relieve (AMADORDE LOS RÍOS, 1897: 129).La inscripción se <strong>de</strong>sarrolla en varias zonas: enel farjáh o arquitrabe, en el vano <strong><strong>de</strong>l</strong> arco, y en lasfajas laterales <strong>de</strong>recha, izquierda y superior. La traducciónque Amador <strong>de</strong> los Ríos nos proporciona esla siguiente (AMADOR DE LOS RÍOS, 1897: 131):En el arquitrabe:En el nombre <strong>de</strong> Allah, el Clemente, el Miseri[cordioso]¡La bencidión <strong>de</strong> Allah sea sobre Mahoma y lossuyos! ¡Salud y paz! ¡Oh vosotros hombres! Creedque las[promesasEn el vano <strong><strong>de</strong>l</strong> arco:<strong>de</strong> Allah son ciertas! No os <strong>de</strong>jeis, pues seducirpor los placeres <strong><strong>de</strong>l</strong> mundo, y noos aparten <strong>de</strong> Allah las vanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la tierra! 27La muerte es el término <strong>de</strong> las criaturas ycamino <strong>de</strong> los primeros y <strong>de</strong> los últimos.El único eterno es Allah, Señor<strong><strong>de</strong>l</strong> Universo! Todo cuanto hay en élperecerá! 28 . Sólo quedará la faz <strong>de</strong> tu Señor,ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> majestad[y <strong>de</strong> gloria! 29 ...]En la faja lateral <strong>de</strong>recha:Que Mahoma es su siervo y su profeta. Envió-[le con la dirección y l...En la faja lateral superior:..ey verda<strong>de</strong>ra para término y para complemen-[to...En la faja lateral izquierda:Allah ¿<strong><strong>de</strong>l</strong>ante <strong>de</strong> él...?, que el paraíso es dog-[ma y...El problema fundamental que se nos presentacon estos hallazgos es que carecen <strong>de</strong> contexto y se<strong>de</strong>sconoce el lugar don<strong>de</strong> se localizaron, por lo queno se pue<strong>de</strong>n relacionar con alguno <strong>de</strong> los cementerios<strong>de</strong> la medina <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. En muchos casos estaslápidas eran trasladadas y reutilizadas en construc-ciones posteriores, como posiblemente sucedió conel fragmento que se conserva en el <strong>Museo</strong> ArqueológicoMunicipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, dado el <strong>de</strong>sgaste que presentaen la parte central.Otra dificultad añadida es que ambos fragmentoshan perdido la parte inferior don<strong>de</strong> aparecería losnombres <strong>de</strong> los finados a los que pertenerían estaslápidas.Sin embargo a través <strong>de</strong> las fuentes islámicas,en especial las biografias, conocemos algunos nombres<strong>de</strong> personajes ilustres <strong>de</strong> la época que murieronen <strong>Lorca</strong> y que aparecen relacionados <strong>de</strong> la tesis <strong>de</strong>Licenciatura <strong>de</strong> D.ª María Arcas Campoy, en el capítulo<strong>de</strong>dicado a los hombres célebres que tuvieronalguna relación con <strong>Lorca</strong>El primero es el caso <strong>de</strong> un poeta almeriense <strong><strong>de</strong>l</strong>inaje lorquino llamado Sa‘ī d B. Ahmad B. Ibrāhī mB. Ahmad Al-Tuŷibī, Abū 'Utmān, <strong><strong>de</strong>l</strong> que se diceincluso el momento <strong>de</strong> su muerte, al terminar la plegaria<strong><strong>de</strong>l</strong> subḥ (amanecer) el sábado, 14 <strong>de</strong> Ŷumāda<strong><strong>de</strong>l</strong> año 750 (ARCAS, 1971: 167).Otro caso mencionado en las biografías es <strong><strong>de</strong>l</strong><strong>de</strong> Ahmad B. Battāl, ilustre lorquino versado en lasciencias religiosas y que ejerció <strong>de</strong> jurisconsulto enesta ciudad. Hacia el año 1021 murió en <strong>Lorca</strong> respetadopor su paisanos (ARCAS, 1971: 167; 1990:182).Y quizás el personaje más significativo para eltema que nos ocupa es el <strong>de</strong> Abū ‘Umar Ahmad b.Muhammad b. ‘Af īf b. ‘Abd Allāh Ibn Marŷūl, cordobés<strong>de</strong> nacimiento que fue nombrado cadí <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>por Jairan (ARCAS, 1990: 180-181). Entre susactivida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mayor piedad cuenta la <strong>de</strong> lavar y purificara los muertos antes <strong>de</strong> ser sepultados. Murióuna hora <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ponerse el sol, el domingo, 16noches pasadas <strong>de</strong> rabi II <strong><strong>de</strong>l</strong> año 1029. (ARCAS,1971: 160).Cuando en los diccionarios se hace referencia apersonas importantes <strong>de</strong> la comunidad, llama la atenciónque en muchos casos se incluya entre sus datosel hecho <strong>de</strong> que “no faltara nadie a su entierro” (AVI-LA, 1989: 155) o “que asistió a su entierro gran can-27Sura XXXI, aleya 33 y Sura XXXV, aleya 5 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.28Sura XV, aleya 26 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.29Sura XV, aleya 27 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.135


Juana Ponce Garcíatidad <strong>de</strong> gente” (AVILA, 1989: 158), e incluso la referencia<strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio don<strong>de</strong> fueron enterradas.No se conocen citas <strong>de</strong> mujeres nacidas o enterradasen <strong>Lorca</strong>. Los diccionarios biográficos árabesmencionan a Amat al-Rahmān bint Abī Muhammadb. ‘Atiyya 30 , casada en segundas nupcias con un murciano<strong>de</strong> familia noble y antigua y que <strong>de</strong>stacó porescribir un libro <strong>de</strong> tumbas (Qubūr). Esta obra no seconserva (AVILA, 1989: 152).PEREGRINAJE A ALGUNAS TUMBASLos textos reflejan controversias doctrinalesacerca <strong><strong>de</strong>l</strong> culto a los santos y los diversos ritos <strong>de</strong>veneración a las tumbas.En general, las tumbas <strong>de</strong> sabios, santos o personas<strong>de</strong> particular relevancia solían ser visitadas paraconseguir bendiciones particulares. Recogemos dosejemplos que ilustran este apartado: el caso <strong>de</strong> unaesclava 31 <strong>de</strong> Abd al-Rahman II, con la que <strong>de</strong>spuésse casó y fue conocida por conce<strong>de</strong>r muchas limosnasa mezquitas, enfermos y menesterosos, que sutumba se hizo tan famosa que se libró a los habitantes<strong>de</strong> la alquería próxima <strong><strong>de</strong>l</strong> pago <strong>de</strong> contribucionesa cambio <strong>de</strong> que la vigilaran y la mantuviesen(AVILA, 1989:172) y el relatado por Al-Ùdrî en elsiglo XI durante su estancia en Zaragoza don<strong>de</strong> mostróinterés por el estado <strong>de</strong>scuidado <strong>de</strong> dos tumbas<strong>de</strong> hombres piadosos, por lo que le preguntó al cadí“por qué causa no se coloca en sus tumbas algo quesirva <strong>de</strong> orientación a los que acu<strong>de</strong>n a ellas en busca<strong><strong>de</strong>l</strong> favor divino” (RAMIREZ y URUEÑA,1998:368).PRESENCIA DE OBJETOS EN EL INTERIORDE SEPULTURAS ISLÁMICASEs un hecho excepcional la presencia <strong>de</strong> objetosen el interior <strong>de</strong> las sepulturas islámicas, sin embargoestá documentada en un porcentaje mínimo <strong>de</strong>enterramientos.En el caso <strong>de</strong> los fragmentos <strong>de</strong> tejido se asociancon el sudario empleado en el amortajamiento,las jarras y candiles hallados en el interior <strong>de</strong> las sepulturasse han interpretado con una implicación simbólica(MARTÍNEZ; MELLADO y MUÑOZ, 1995:107-109), los elementos <strong>de</strong> adorno (pendientes, anillos..)y botones pue<strong>de</strong>n ser fruto <strong><strong>de</strong>l</strong> olvido durantelas tareas <strong>de</strong> amortajamiento. Para otros objetos,como una llave <strong>de</strong> hierro hallada en la calle Rubira yuna pieza <strong>de</strong> hierro in<strong>de</strong>terminada colocada en lamano <strong>de</strong> un enterramiento <strong>de</strong> la calle Rojo (MARTÍ-NEZ, 1996: 644), <strong>de</strong>sconocemos su significación.Fragmentos <strong>de</strong> tejido: el sudarioEs difícil que se conserven restos <strong><strong>de</strong>l</strong> sudario <strong><strong>de</strong>l</strong>os enterramientos islámicos, sin embargo en ocasionesse han hallado fragmentos <strong>de</strong> tejido, en muchoscasos adheridos a objetos metálicos que portabael inhumado.El hábito mortuorio podía ser el vestido <strong>de</strong> cadadía, o un lienzo <strong>de</strong> tejido. La doctrina malikí aconsejabaque la piezas <strong>de</strong> tela empleadas estuvieran limpiasy blancas, tolerándose los <strong>de</strong>más colores, exceptoel rojo, que algunos no admiten. Normalmentese empleaba el algodón, permitiéndose en las mujeresprendas <strong>de</strong> seda.La mortaja mínima era una sábana, aunque segúnlas prescripciones falicitadas por Al-Qayrawânîen el siglo X “es preferible amortajar al cadáver conun número impar <strong>de</strong> mortajas, tres, cinco o siete contandoel camisón, la camisa y el turbante” y aña<strong>de</strong>que “El Profeta, ..., fue amortajado con tres lienzosblancos <strong><strong>de</strong>l</strong> Yemén en los cuales fue enrollado” 32(RAMIREZ y URUEÑA, 1998: 350).A este respecto se pue<strong>de</strong> citar <strong>de</strong> nuevo la compilación<strong>de</strong> leyes <strong>de</strong> Içe Gebir, don<strong>de</strong> se dice que seaamortajado el difunto en tres lienços ó cinco ó siete,blancos, hechos tiras, ó camisas una sobre otra <strong>de</strong>30La Tamilka <strong>de</strong> Ibn al-Abbar y el Dayl <strong>de</strong> al-Marrakusi.31Al-^Sifa’ (siglo IX).32AL-QAYRAWÂNÎ, Risâla fî-l-Fiqh. Trad. RIOSALIDO, J. (1993): Compendio <strong>de</strong> Derecho Islámico [Risâla fî-l-Fiqh]. Ibn Abî ZaydAl-Qayrawânî. Valladolid, cap.XX, p. 87.136


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerariogrado en grado. En este caso se puntualiza que nosea amortajado en seda nin en sirgo, ... (sic)” 33 (RA-MIREZ y URUEÑA, 1998:350).El sudario era cosido <strong>de</strong> arriba abajo, para posteriormente<strong>de</strong>scoserlo o <strong>de</strong>satarlo por la parte <strong>de</strong> lacabeza y los pies al <strong>de</strong>positar el cadáver en la fosa.En el caso <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, varios enterramientos localizadosen las calles Rubira y Rojo presentabanfragmentos <strong>de</strong> tejido o su impronta, que podrían i<strong>de</strong>ntificarsecon los restos <strong>de</strong> la mortaja empleada.En Alhama <strong>de</strong> Murcia, se localizaron los restos<strong>de</strong> sudarios o gasas, probablemente <strong>de</strong> lino, en don<strong>de</strong>se han podido contar hasta un mínimo <strong>de</strong> sietecapas o tiras <strong>de</strong> lino adheridas a unas arracadas <strong>de</strong>cobre cuyo óxido permitió su conservación. Entrelas esferas recogidas y el tejido había restos <strong>de</strong> algodónen bruto, que suponen servían para taponar losoídos o cubrir las orejas <strong><strong>de</strong>l</strong> difunto (RAMIREZ yURUEÑA, 1998:350).Quizás más espectaculares son los restos <strong>de</strong> sudarioso túnicas asociados a unas sepulturas islámicashalladas en en distintas excavaciones efectuadasentre la Iglesia <strong>de</strong> San Nicolás y la Plaza <strong>de</strong> San Pedroen Murcia, que aparecían bordados con hilos <strong>de</strong>oro (POZO, 1990:119) formando motivos geométricosy florales.Jarras, jarros y redomasLas mayoría <strong>de</strong> las cerámicas que se han localizadodurante estas excavaciones en el interior <strong>de</strong> lasfosas estaban muy fragmentadas, y <strong>de</strong>ben interpretarsecomo restos que habrían quedado entre la tierra,no como parte <strong>de</strong> un ajuar <strong>de</strong> tipo funerario.El único ejemplo <strong>de</strong> enterramiento asociado auna vasija cerámica completa en el cementerio <strong>de</strong> laPuerta Al-Sharia o Gil <strong>de</strong> Ricla <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, se localizóen la calle Nuñez <strong>de</strong> Arce, nº 9, don<strong>de</strong> se excavó unasepultura que contenía una redoma 34 (Lám. 8) fechadaen el siglo XIV (MARTÍNEZ y PONCE, 1994:33;MARTÍNEZ, 1997:384). La funcionalidad atribuidaa las redomas es el servicio <strong>de</strong> vinagre o aceite (FLO-RES y MUÑOZ, 1993: 18). Otra redoma <strong>de</strong> cronologíamás antigua (ss. X-XI) se halló en el interior <strong>de</strong>una tumba <strong>de</strong> Almería (PERAL, 1995:24).La presencia <strong>de</strong> vasijas cerámicas en sepulturasse ha documentado también en el cementerio <strong>de</strong> SantaEulalia en Murcia, en Almería (MARTÍNEZ; ME-LLADO y MUÑOZ, 1995:87), en Callosa <strong>de</strong> Segura(GARCÍA y ALFOSEA, 1997:447-448) y en Málaga(FERNÁNDEZ, 1995:51). En los casos referidoslas vasijas halladas son jarras y jarros.Las jarras o jarros están asociados funcionalmenteal mundo <strong><strong>de</strong>l</strong> agua, por lo que su razón simbólica<strong>de</strong>be partir <strong>de</strong> la misma.Son númerosas las suras <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán en las quese <strong>de</strong>scribe: ...un Paraíso en el que fluyen los arroyos35 . O en el que los temerosos <strong>de</strong> Dios estaránentre jardines y fuentes 36 e igualmente, los siervosescogidos <strong>de</strong> Dios serán honrados en los Jardines<strong>de</strong> la Delicia, en lechos, unos enfrente <strong>de</strong> otros, haciéndosecircular entre ellos una copa <strong>de</strong> agua viva,<strong><strong>de</strong>l</strong>icia <strong>de</strong> los bebedores que no aturdirá ni se agotará37 (MARTÍNEZ; MELLADO y MUÑOZ,1995:108).La utilización <strong>de</strong> elementos cerámicos en el interior<strong>de</strong> las sepulturas pue<strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>r a un ritono muy extendido, quizás relacionado con una contribuciónpara el acercamiento al paraíso (MARTÍ-NEZ; MELLADO y MUÑOZ, 1995:108), utilizandocomo símbolo las vasijas cerradas que pudierancontener líquidos, como el jarro, la jarra o incluso laredoma colocada en el interior <strong>de</strong> la fosa.CandilesEn algunos enterramientos se han documentadocandiles <strong>de</strong> cerámica en el interior <strong>de</strong> las fosas <strong>de</strong>enterramiento, como en Santa Eulalia en Murcia(JORGE ARAGONESES, 1966:104), en Almería33Ibi<strong>de</strong>m nota 2, pág. 300.34Esta pieza está expuesta en la sala 8 <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Museo</strong> Arquelógico Municipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> con el número <strong>de</strong> inventario 1873.35Sura IV, aleya 13 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.36Sura XV, aleya 45 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.37Sura XXXVII, aleyas 40-47 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.137


Juana Ponce García(MARTÍNEZ; MELLADO y MUÑOZ, 1995:87) oen Granada.La luz es un elemento salvífico <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lasgran<strong>de</strong>s religiones monoteístas <strong><strong>de</strong>l</strong> Occi<strong>de</strong>nte <strong><strong>de</strong>l</strong>Viejo Mundo y no ha <strong>de</strong> ser por ello diferente elmundo islámico, here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> la vieja tradición ju<strong>de</strong>o-cristianay la aceptación <strong>de</strong> sus elementos litúrgicosy materiales (ZOZAYA, 2000: 521).Referencias a la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la luz con Diosse encuentran en la Sura 24 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán cuyo nombrees precisamente “La Luz”: “Dios es la Luz <strong>de</strong> loscielos y <strong>de</strong> la tierra. Su luz es comparable a una hornacinaen la que hay un pabilo encendido. El pabiloestá en un recipiente <strong>de</strong> vidrio, que es como si fueraun astro fulgurante. Se encien<strong>de</strong> <strong>de</strong> un árbol bendito,un olivo, que no es <strong>de</strong> Oriente ni <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte, ycuyo aceite casi alumbra aun sin haber sido tocadopor el fuego. ¡Luz sobre Luz! Dios dirige su Luz aquien El quiere. Dios propone parábolas a los hombres.Dios es omnisciente” 38 (ZOZAYA, 2000).El papel prepon<strong>de</strong>rante <strong>de</strong> la luz en el elementoritual musulmán a tenor <strong>de</strong> lo especificado, pue<strong>de</strong>ser el signo que relacione la presencia <strong><strong>de</strong>l</strong> candil enel interior <strong>de</strong> las fosas funerarias. Podría tener el simbolismo<strong>de</strong> un elemento <strong>de</strong> apoyo para facilitar elseguimiento <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong> Dios (MARTÍNEZ; ME-LLADO y MUÑOZ, 1995:107).BotonesAsociado al enterramiento 31 <strong>de</strong> la calle Rojo,nº 2 se halló a la altura <strong>de</strong> las costillas unos fragmentos<strong>de</strong> tejido y una pieza pequeña <strong>de</strong> hueso (Lám. 9)formada por dos pequeños conos rematados por unabola y unidos por un estrangulamiento que serviríapara fijarlo al tejido 39 (MARTÍNEZ, 1996:650).En esta misma intervención arqueológica y <strong>de</strong>nuevo situado entre las costillas <strong><strong>de</strong>l</strong> enterramiento34 se localizó una placa <strong>de</strong> hueso (Lám. 10) <strong>de</strong> formaoval con dos perforaciones en el centro y una <strong>de</strong>sus caras <strong>de</strong>corada con pequeños círculos que formanuna banda paralela al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la lámina y otrasLámina 8: Redoma hallada junto a un enterramientoislámico <strong>de</strong> la calle Nuñez <strong>de</strong> Arce, nº 9 (<strong>Lorca</strong>).dos bandas perpendiculares que se cruzan en la partecentral entre las perforaciones (MARTÍNEZ, 1996:650).Los restos <strong>de</strong> tejido <strong>de</strong> la primera sepultura mencionada<strong>de</strong>bían pertenecer al sudario <strong><strong>de</strong>l</strong> cadáver.Los objetos, ambos <strong>de</strong> hueso, pue<strong>de</strong>n i<strong>de</strong>ntificarsecon botones. Según la tradición las telas queformaban los sudarios <strong>de</strong>bían quedarse abiertos, sinanudar los extremos para que el difunto pudiera incorporarsecuando los angeles custodios, Monkar yMaquir acudieran a interrogarlo.La posición que ocupan ambos botones a la altura<strong>de</strong> las costilla induce a pensar que los cadáverespudieron haber sido amortajados con sus ropas, y <strong>de</strong>ahí la presencia <strong>de</strong> estos elementos.38Sura XXIV, aleya 35 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.39Actualmente expuesto en la sala 8 <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Museo</strong> Arqueológico Municipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, con el número <strong>de</strong> inventario 1785.138


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioLámina 9: Botón <strong>de</strong> hueso hallado junto al enterramiento islámico nº 31 <strong>de</strong> la calle Rojo, nº 2 (<strong>Lorca</strong>).Lámina 10: Botón <strong>de</strong> hueso <strong>de</strong>corado hallado junto al enterramiento islámico nº34 <strong>de</strong> la calle Rojo, nº 2 (<strong>Lorca</strong>).139


Juana Ponce GarcíaLámina 11: Llave <strong>de</strong> hierro hallada junto al enterramiento islámico nº 98 <strong>de</strong> la calle Rubira, nº 12 (<strong>Lorca</strong>).Llave <strong>de</strong> hierroColocada en la espalda <strong><strong>de</strong>l</strong> enterramiento 98 <strong><strong>de</strong>l</strong>a calle Rubira, nº 12 se halló una llave <strong>de</strong> hierro 40(PONCE, 1997: 356) y un objeto <strong>de</strong> hierro in<strong>de</strong>terminadoen la mano <strong>de</strong> un enterramiento <strong>de</strong> la calleRojo (MARTÍNEZ, 1996: 644).En el primer caso se pue<strong>de</strong> pensar que fortuitamentepudo caer una llave en el interior <strong>de</strong> la fosadurante el entierro, aunque parece un elemento losuficientemente gran<strong>de</strong> como para pasar <strong>de</strong>sapercibido(Lám. 11), sin embargo es evi<strong>de</strong>nte que el objeto<strong>de</strong> hierro que portaba el enterramiento 68 <strong>de</strong> lacalle Rojo en su mano izquierda fue puesto allí intencionalmente,aunque el pésimo estado <strong>de</strong> conservación<strong><strong>de</strong>l</strong> mismo lo hace irreconocible.En ambos ejemplos coinci<strong>de</strong> el que los objetosson <strong>de</strong> hierro, que posiblemente fueron introducidosintencionalmente en la fosa y por el momento <strong>de</strong>sconocemossu significado o simbolismo, en caso <strong>de</strong>que existiera.Objetos <strong>de</strong> adornoLa doctrina malikí y la mayor parte <strong>de</strong> los tratados<strong>de</strong> sunna dictaminan que el difunto habrá <strong>de</strong> serenterrado solamente con un sudario. Más tar<strong>de</strong>, IçeGebir vuelve a remarcar que al muerto “ni le metanoro ni plata ni otra cosa 41 .Sin embargo, contrariamente a lo expuesto, una<strong>de</strong> las fatuas recogidas por Al-Wansarîsî refleja laopinión <strong>de</strong> ciertos muftis autorizando que algunasmujeres fuesen enterradas con joyas 42 .El hallazgo <strong>de</strong> objetos <strong>de</strong> adorno asociados aenterramientos es una cosa poco habitual. Un ejemplolo tendríamos en una <strong>de</strong> las sepulturas <strong>de</strong> la calleRubira, nº 12 don<strong>de</strong> se documentó un anillo <strong>de</strong> platacon sello 43 (Lám. 12) colocado en el <strong>de</strong>do corazón<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> un individuo adulto. Este anilloconserva la impronta <strong><strong>de</strong>l</strong> tejido posiblemente pertenecienteal sudario (PONCE, 1997:336).Otro enterramiento que llevaba unas arracadas<strong>de</strong> bronce fue hallado durante las excavaciones ar-40Actualmente se encuentra expuesta en la Sala 8 <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Museo</strong> Arqueológico Municipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> con el número <strong>de</strong> inventario 1878.41Ibi<strong>de</strong>m nota 2, p. 300.42AL-WANSARÎSÎ, Kitâb al-Mi’yâr al-mugrib wa-l-yâmi’al-mu’rib’an fatâwî ahl Ifrîqiya wa-l-Andalus wa-l-Magrib; Trad. Parc.Franc. AMAR, E. (1908): “La pierre <strong>de</strong> touche <strong>de</strong>s Fetwas (al-Mi’yar) <strong>de</strong> Ahmad al-Wansarîsî. Chois <strong>de</strong> Consultations Juridiques<strong><strong>de</strong>l</strong> fâqihs du Magreb”. Archives Marocaines. Vol. XII. París, p. 111.43Tiene un diámetro <strong>de</strong> 17 mm. y un peso <strong>de</strong> 3.15 gr. Actualmente expuesto en la sala 8 <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Museo</strong> Arqueológico Municipal <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>,don<strong>de</strong> se le asignó el número <strong>de</strong> inventario 1790.140


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioLámina 12: Anillo <strong>de</strong> plata <strong><strong>de</strong>l</strong> enterramientoislámico nº 46 <strong>de</strong> la calle Rubira, nº 12 (<strong>Lorca</strong>).queológicas efectuadas en una zona <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerioislámico <strong>de</strong> Alhama <strong>de</strong> Murcia, don<strong>de</strong> se interpretaque la razón <strong>de</strong> que algunos inhumados presentenobjetos <strong>de</strong> adorno pue<strong>de</strong> relacionarse con un <strong>de</strong>scuidoo incluso por razones <strong>de</strong> tipo sentimental (RA-MÍREZ y URUEÑA, 1998:356).CuernosUnicamente se conoce un ejemplo <strong><strong>de</strong>l</strong> hallazgo<strong>de</strong> un cuerno con <strong>de</strong>coración incisa junto a un enterramientoislámico en Cartagena (NAVARRO,1986:461).La presencia <strong>de</strong> ejemplares <strong>de</strong> cuernos, generalmente<strong>de</strong> cápridos, asociados a los cementerios islámicos,aunque no en el interior <strong>de</strong> las fosas funerarias,es un hecho constatado en varias intervencionesarqueológicas: en Murcia se halló otro cuerno<strong>de</strong>corado en el cementerio islámico <strong>de</strong> San Nicolás(NAVARRO, 1986:461), más <strong>de</strong> una docena i<strong>de</strong>ntificadoscomo <strong>de</strong> macho cabrío, junto a huesos <strong>de</strong>conejo y espinas <strong>de</strong> pescado, fueron localizados porD. Manuel Jorge Aragoneses en el cementerio <strong>de</strong>Santa Eulalia en Murcia, colocados en el interior <strong><strong>de</strong>l</strong>gollete <strong>de</strong> una gran tinaja sobre un difunto (JORGEARAGONESES, 1966: 106-107).En <strong>Lorca</strong>, se han constatado cuernos en las excavaciones<strong>de</strong> las calles Rubira, nº 12 (PONCE, 1997)y Rojo, nº 2 (MARTÍNEZ, 1996) asociados con elnivel <strong>de</strong> uso <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio.Desconocemos la razón que provoca la presencia<strong>de</strong> cuernos en los espacios funerarios islámicos,aunque para el caso <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio <strong>de</strong> Santa Eulaliase ha planteado la existencia <strong>de</strong> un banquete funerario(JORGE ARAGONESES, 1966: 106).Otra hipótesis sería, cuando aparecen en posicióninvertida, la señalización <strong>de</strong> las cabeceras, actuandocomo estela <strong>de</strong> algunas inhumaciones. Tambiénpodrían servir para acumular el rocío matutinocon un uso ritual <strong>de</strong> purificación (PERAL, 1995: 25).En el Corán se menciona el cuerno cuando anunciael Día <strong><strong>de</strong>l</strong> Juicio Final “...Cuando se sople en elcuerno, no habrá ya, entre ellos, genealogías, no seinterrogarán. Aquellos en cuya balanza pesen susbuenas acciones, aquellos serán los bienaventurados,pero aquéllos en cuya balanza el peso <strong>de</strong> susbuenas acciones sea ligero, esos serán quienes sehabrán perdido a sí mismos. En el infierno viviráneternamente... 44 . En la Sura 69 vuelve a aparecer citado:“Cuando se sople una sola vez en el cuerno,cuando la tierra y los montes sean trasladados, <strong>de</strong>struidos<strong>de</strong> un solo golpe, ese día carecerá <strong>de</strong> consistencia...”LA VEGETACIÓN EN LOS CEMENTERIOSISLÁMICOSPara una aproximación al conocimiento <strong>de</strong> lavegetación que presentaban los cementerios islámicosdisponemos aún <strong>de</strong> pocos datos, proporcionadosen su mayoría por los documentos escritos.Parece ser que la vegetación no era muy abundante,y así lo expresa Torres-Balbás en su trabajosobre los cementerios hispano-musulmanes.Sobre el ciprés, a pesar <strong>de</strong> ser símbolo <strong>de</strong> santida<strong>de</strong>n el Islam, no existe documentación sobre suuso como árbol funerario.44Sura XXIII, aleyas 93-104 <strong><strong>de</strong>l</strong> Corán.141


Juana Ponce GarcíaEn el siglo XIII se menciona la existencia <strong>de</strong>palmeras en el cementerio islámico <strong>de</strong> Córdoba. Esteárbol expresa la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la inmortalidad y es empleadoactualmente con este fin en los países islámicos.Es un árbol monumental <strong>de</strong> gran inci<strong>de</strong>ncia en elpaisaje, símbolo <strong>de</strong> vencedores, victoria <strong><strong>de</strong>l</strong> espíritusobre el mal, triunfo <strong>de</strong> la vida y la recompensa eterna(IBAÑEZ, 1998).Otra referencia es la proporcionada por el viajeroJerónimo Münzer 45 en su visita a Granada, don<strong>de</strong>menciona la presencia <strong>de</strong> olivos en el cementerio <strong>de</strong>Puerta Elvira.Por último, y ya en el siglo XV, se relata la existencia<strong>de</strong> azufaifos en la Ceuta “...protegiendo consus ramas espinosas las tumbas <strong>de</strong> los mártires...”(IBAÑEZ, 1998).La realización <strong>de</strong> analíticas <strong>de</strong> palinología sobrelos sedimientos <strong><strong>de</strong>l</strong> nivel <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> los cementeriosislámicos podrían aportar en un futuro una visiónfi<strong><strong>de</strong>l</strong>igna <strong>de</strong> las plantas y árboles que poblaronestos espacios fúnebres.EL ABANDONO DE LOS CEMENTERIOSISLÁMICOSLos cementerios islamicos pue<strong>de</strong>n ser temporalo <strong>de</strong>finitivamente abandonados por varias razones,una <strong>de</strong> ellas que ya no quedara espacio para efectuarenterramientos.En algunos lugares existía la costumbre <strong>de</strong> novolver a enterrar sobre un viejo cementerio repletohasta pasados un mínimo <strong>de</strong> 80 años, mientras algunosjurisconsultos como Ibn ‘Ât admitían que se podíahacer tal cosa transcurridos apenas diez años,opinión que <strong>de</strong>saprueba Ibn Marzûq, para quien uncementerio saturado <strong>de</strong>bía permanecer clausuradohasta que no quedase huella alguna <strong>de</strong> las tumbas, ysólo entonces podría arrendarse el terreno para sucultivo, <strong>de</strong>stinando las rentas a la adquisición <strong>de</strong> mortajasy la excavación <strong>de</strong> sepulturas para los pobres 46(RAMIREZ, 1998:319).En el caso <strong>de</strong> los cementerios que tras la construcción<strong>de</strong> murallas o ampliación <strong>de</strong> las mismasquedaban intramuros, suele pasar poco tiempo hastaque se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> edificarse sobre los terrenos ocupadospor las sepulturas.Un ejemplo lo encontramos en el cementerio<strong>de</strong> la mussallá <strong>de</strong> Almería, que tras la ampliación<strong><strong>de</strong>l</strong> recinto amurallado por Jayran al-Amiri (entre1012 y 1028) provocó que este espacio funerarioquedara intramuros, siendo utilizado en los primerosmomentos y respetado hasta principios <strong><strong>de</strong>l</strong> sigloXII, momento que ante la falta <strong>de</strong> suelo optanpor la ocupación <strong>de</strong> este terreno para la construcción<strong>de</strong> casas (MARTÍNEZ, MELLADO y MU-ÑOZ, 1995: 90).Algunas zonas <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio <strong>de</strong> la Puerta Al-Sharia o Gil <strong>de</strong> Ricla <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong> se ven invadidas durantela primera mitad <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XIII, por instalacionesrelacionadas con la metalurgia <strong><strong>de</strong>l</strong> hierro, comosuce<strong>de</strong> en las calles Rojo nº 2 y Cava nº 20-22, mientrasque la zona <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio que ocupa la calleNuñez <strong>de</strong> Arce, nº 9 continúa empleándose por lapoblación mudéjar con el mismo uso funerario hastael siglo XIV.Es posible que la falta <strong>de</strong> espacio periurbanopróximo a la puerta Gil <strong>de</strong> Ricla haga que no se contemplenlas prescripciones coránicas sobre la prohibición<strong>de</strong> construir sobre los cementerios (MARTÍ-NEZ, 1996: 655).Otro caso distinto se plantea cuando las ciuda<strong>de</strong>sson conquistadas por los cristianos y los cementeriosquedan como zonas periurbanas, pasando a serutilizados como rediles para el ganado, verte<strong>de</strong>ros<strong>de</strong> residuos <strong>de</strong> la elaboración <strong><strong>de</strong>l</strong> vidrio en Alhama(RAMIREZ, 1998: 319) o para la instalación <strong>de</strong> lasescombreras <strong>de</strong> los alfares en el cementerio <strong>de</strong> Bab-Bayyana en Almería (MARTÍNEZ, MELLADO yMUÑOZ, 1995:97).En la intervención realizada en calle Cava, nº11se comprobó que sobre los restos <strong>de</strong> la qubba aparecíancerámicas cristianas <strong>de</strong> los siglos XIV y XV,por lo que esta zona <strong>de</strong> la ciudad posiblemente fuerapidamente ocupada sin importar el uso funerarioanterior.45Ibi<strong>de</strong>m nota 5.46Ibi<strong>de</strong>m nota 42, p. 113.142


Los cementerios islámicos <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>. Aproximación al ritual funerarioACTITUD DE LOS ARABES ANTE LOS DI-FUNTOS PRECEDENTESExisten algunos testimonios que reflejan un profundorespeto en época islámica hacia las sepulturasque pertenecen a periodos anteriores.En todo el cuadrante suroriental <strong>de</strong> España, losmusulmanes hallaron cuevas don<strong>de</strong> se encontrabancadáveres embalsamados. Los naturales <strong><strong>de</strong>l</strong> país lestenían el mayor <strong>de</strong> los respetos y no osaban profanarlos.Esto es lo relatado por Al-‘Udrî acerca <strong>de</strong> unagruta <strong>de</strong> la montaña <strong>de</strong> Loja (Granada) don<strong>de</strong> se encuentrauno con cuatro cadáveres <strong>de</strong> hombres queestán en ese lugar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempo inmemorial y sinque nadie pueda aportar noticia acerca <strong>de</strong> ellos niaparezca en las historias mención alguna referentea tales personajes. Lo único que se sabe es que lospo<strong>de</strong>res públicos los han ro<strong>de</strong>ado siempre <strong>de</strong> un respetosagrado y <strong>de</strong> un cuidado que les hace inclusocambiarles las mortajas; aunque no se las colocansin antes hacerlas jirones para evitar que se las llevecualquier <strong>de</strong>saprensivo sin temor <strong>de</strong> Dios (CAR-MONA, 1993: 478).En las excavaciones arqueológicas efectuadasen el Tormo <strong>de</strong> Minateda (Hellín, Albacete) los musulmanesinstalan un cementerio cerca <strong>de</strong> una necrópolistardorromana. Al excavar una fosa para efectuarun enterramiento islámico acci<strong>de</strong>ntalmente encuentranlos restos <strong>de</strong> una sepultura tardorromana,que es respetada sin alterarla 47 (MARTÍNEZ y PON-CE, 2000: 423).Refiriéndonos a <strong>Lorca</strong>, en las excavaciones efectuadas<strong>de</strong> la Iglesia <strong><strong>de</strong>l</strong> Convento <strong>de</strong> las Madres Mercedarias,se observó <strong>de</strong> nuevo esta actitud hacia sepulturasanteriores. A finales <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XII se estáhaciendo una gran zanja para cimentar y elevar lamuralla islámica, durante estas labores <strong>de</strong>scubrencasualmente una sepultura <strong>de</strong> época argárica efectuadaen tinaja. La curiosidad lleva a los obreros a romperla tinaja e incluso a remover los huesos humanos <strong>de</strong>su interior, pero los <strong>de</strong>jan en el mismo lugar y estrechanla zanja para que este enterramiento no se vieraafectado (MARTÍNEZ y PONCE, 2000: 422-423).UN VIERNES EN UN CEMENTERIO ISLÁ-MICOPara finalizar he elegido las palabras <strong>de</strong> TorresBalbás <strong>de</strong>scribiendo el aspecto que tendría el cementerio<strong>de</strong> Sevilla un viernes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la oración, queno <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> diferir mucho <strong><strong>de</strong>l</strong> que tendrían los cementerios<strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>: los caminos que conducían alos cementerios estaban concurridos por una muchedumbre<strong>de</strong> ambos sexos, que en ellos se mezclaban.Jóvenes elegantes entablaban conversación con lasmujeres que iban solas. Entre las tumbas se levantabantiendas, en las que las mujeres permanecían largorato con el pretexto <strong>de</strong> huir <strong>de</strong> las miradas indiscretas,buen incentivo para acrecentar el <strong>de</strong>seo y elvicio <strong>de</strong> conquistadores y libertinos que, en busca <strong>de</strong>buenas fortunas, acostumbraban a ir a las necrópolispara seducir a las mujeres que las frecuentaban.Estas tiendas, en la Sevilla almorávi<strong>de</strong>, sobre todoen verano, cuando a la hora <strong>de</strong> la siesta estaban <strong>de</strong>siertoslos caminos, se convertían en lupanares. Tambiénacudían los ven<strong>de</strong>dores a contemplar los rostros<strong>de</strong>scubiertos <strong>de</strong> las enlutadas, relatores <strong>de</strong> cuentose historias, <strong>de</strong>cidores <strong>de</strong> la buena ventura y músicos(TORRES BALBAS, 1981: 257-258)GLOSARIOAlfaquí: Doctor o sabio <strong>de</strong> la ley, entre los musulmanes.Almotacén: Persona que se encargaba oficialmente<strong>de</strong> varias activida<strong>de</strong>s: contrastar las pesas ymedidas utilizados por los ven<strong>de</strong>dores, vigilar lasmanifestaciones públicas <strong><strong>de</strong>l</strong> culto islámico: oraciónritual y oración <strong>de</strong> los viernes, prohibición <strong>de</strong> cualquiernegocio <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la llamada a la oración, etc.Almuédano: Persona encargada en la mezquita<strong>de</strong> convocar en voz alta a los fieles para orar, generalmente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el alminar o minarete.Almunias: Masiones <strong>de</strong> recreo emplazadas enlas afueras <strong>de</strong> la ciudad.Cadí: Juez, agente <strong>de</strong> la autoridad investido <strong>de</strong>47Información proporcionada por Dª. Sonia Gutiérrez Lloret, codirectora <strong>de</strong> las excavaciones realizadas en el Tolmo <strong>de</strong> Minateda(Hellín, Albacete).143


Juana Ponce Garcíapo<strong>de</strong>r, que entien<strong>de</strong> <strong>de</strong> las causas civiles. Actuabancomo <strong><strong>de</strong>l</strong>egados <strong><strong>de</strong>l</strong> califa y a él le <strong>de</strong>bían su nombramiento.Imán: Dirige la oración canónica musulmana,poniéndose <strong><strong>de</strong>l</strong>ante <strong>de</strong> los fieles para que estos le siganen sus rezos y movimientos.Malvavisco: Planta con flores <strong>de</strong> color blancorojizo y fruto como el <strong>de</strong> la malva, ya que pertenecena la misma familia.Medina: Centro urbano <strong>de</strong> una ciudad musulmana.Mihrab: Nicho que señala la dirección a la Mecay es el distintivo <strong>de</strong> cualquier mezquita. El nicho ensí no es sagrado, como lo es el altar en los temploscristianos; lo sagrado es la dirección que señala (RO-BINSON, 1992: 184).Muftí: Jurisconsulto musulmán con autoridadpública, cuyas <strong>de</strong>cisiones son consi<strong>de</strong>radas comoleyes.AGRADECIMIENTOSTengo que agra<strong>de</strong>cer la ayuda prestada por D.Juan Antonio Lorente Hernán<strong>de</strong>z que colaboró en laexcavación <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los enterramientos islámicosen la calle Rubira, nº12.También quiero expresar mi agra<strong>de</strong>cimiento aD. José Antonio Ruíz Martínez por su amabilidad al<strong>de</strong>jarme incluir en este artículo su plumilla con larecreación <strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio islámico <strong>de</strong> la Puerta Gil<strong>de</strong> Ricla (<strong>Lorca</strong>).Mi sincera gratitud hacia mis compañeros: D.José Sánchez Pravia por los datos que me aportó sobrelos enterramientos islámicos localizados <strong>de</strong> lasrecientes excavaciones en el Castillo <strong>de</strong> <strong>Lorca</strong>, aúnen proceso <strong>de</strong> estudio, a D. Enrique Pérez Richard ya Dª Ana Pujante Martínez por las informaciones facilitadasque me ayudaron a puntualizar algunos aspectos<strong>de</strong> este artículo.144


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