Carlos Alberto Méndez Mosquera. Arquitect0 - Sociedad Central de ...

materia Visión en la UBA, y en ese momento fue como si hubieradescubierto una pasión, una preocupación por la buena arquitecturay pensé: “hay que hacer una revista”; una revista de difusión,de comunicación. Y después de pasar por una larga enfermedad,hacer reposo absoluto me obligó a pensar mucho; diría que lahepatitis me ayudó: me puse totalmente amarillo y era ¡insoportable...!Mis hijas me hacían burla porque no querían verme amarillopero eso pasó y en abril de 1963 salió el numero uno deSumma: tapa blanca y título vertical; lo único que vendía era lamarca. Entonces se fueron dando una serie de cosas fantásticas yme ayudaron grandes personajes: Alberto Le Pera, gran colaborador,gran consejero y amigo; él influyó mucho en mi. En el año1965 Cícero ya estaba crecido y por distintas circunstancias pudecomprar el piso de las calles Florida y Paraguay; y un día Albertollegó, se sentó y me dijo:”Carlitos, tené cuidado, tené cuidado porquelo que hiciste, lo que estas haciendo es bárbaro pero vas a tenerenemigos, te van e envidiar…”; y tuvo esa cosa de santón, de hombredel horóscopo! Le Pera era un hombre fantástico que memarcó en toda mi vida: un gran consejero, un gran amigo, aprendíy transité mucho con él en Rosario y en Buenos Aires hastaque murió.¿Y fue así, aparecieron enemigos, la envidia...?... vos sabes que una de las cosas peores es cuando a vos te vabien y para otros personajes... Y yo creo que los seres humanos,en general, nos dividimos en gente de buena onda y gente demala onda; yo me alegro muchísimo con los triunfos de la genteque respeto, y por supuesto ¡con los míos! Y al mismo tiempo séque hay gente que se alegra de que me vaya bien, que las cosasanden bien y lo podemos compartir. Pero esto no es universal;por supuesto con los años yo también he cambiado mucho, estoymás apacible, más respetuoso, ¿no? Siempre le digo a Cristina;“¿Pero cómo, si yo soy el más humilde de los humildes?!”; ¡y se ríe,se muere de risa, no me cree! pero creo que una dosis de humildad,de amor al prójimo, de amistad que hoy siento verdaderamentees bueno pero sé que por momentos debo haber sidopetulante, insoportable; qué se yo! La juventud siempre te da unpoco ese peligro... y los consejos del maestro Le Pera me vinieronmuy bien.¿...hablamos de los 60? Jujo Solsona en una entrevista quehemos hecho, los ha llamado años de “creatividad insolente” yesa insolencia se daba en distintos planos: vos tenías una educacióny familia muy católica; pero en los ‘60 junto con Lala, tuprimera esposa fundan la revista Summa: en ese tiempo de ruptura,de ebullición ¿como fue trabajar con la mujer compartiendoun proyecto tan importante lado a lado?¡La respuesta es que desde chiquito tuve gran debilidad por lasmujeres!¡Una insolencia menos!Y es cierto que con Lala me casé e hicimos muchas cosas juntos.En Summa no solamente colaboró y trabajó conmigo sino quedespués ella sola la continuó. Cuando nosotros nos separamoscomo pareja también separamos ciertas cosas; esto es un pocointimo, pero es así. Yo trabajé en los primeros seis números de larevista y después Lala tomó la conducción y la llevó adelante…; ydebo decirles, ya que estoy en la Sociedad Central de Arquitectos,que a Lala ustedes tendrían que hacerle un monumento! porquecuando yo me abrí y me dediqué a Infinito, a Cícero Publicidad ytodo lo demás; ella realizó una labor que fue difícil, cruel, dura,costosa y heroica.¡Yo al menos le voy a hacer una entrevista! y en ese clima y productividadque hubo en el país y en el mundo sesentista, comoparte de la historia de nuestras dificultades se vivió la Noche delos bastones largos: eras el Vice decano de la Facultad deArquitectura, me gustaría tu relato respecto de ese episodio quecambió la vida de todos.Esa noche yo estaba en la facultad, con Jujo Solsona al lado mío;también estaba el decano, Horacio Pando; había mucha gente yya nos veíamos venir un poco la pesada contra la universidad,dada la presión que ya había contra los estudiantes, contra lafacultad... habían pasado treinta días del golpe del GeneralCONVERSACIONES CARLOS ALBERTO MÉNDEZ MOSQUERA101Foto 1. Con Justo Solsona y Tomás Maldonado / Foto 2. Con su esposa Cristina, Guillermo González Ruíz y Ronald Shakespeare.