Es de sobra conocido que losaccidentes de tráfi co representan una delas causas de mortalidad de mayor peso enlas sociedades modernas. Al igual que losriesgos cardiovasculares, el tabaquismo y otrascuestiones de distinta naturaleza, los accidentesde tráfi co son un problema que está presenteen de manera perenne en nuestra sociedad,considerándose como consustánciales anuestros modernos hábitos de vida. Es más,determinados comportamientos asociados alos problemas de tráfi co se consideran comosocialmente admirables. Para muchas personas,alcanzar altas velocidades conduciendo es unademostración de su destreza al volante, siendoademás objeto de admiració n por otras. Por elcontrario, conducir respetando los límites develocidad es, para muchos, sinónimo, no deprudencia, sino de torpeza o escasa habilidaden el manejo de un vehículo.La arraigada imbricación de estasconductas de riesgo en nuestros patronescomportamentales hace necesario que, paracombatirlas, actuemos desde distintos frentes.Sólo de esta manera, cuando la Cultura de laSeguridad Vial esté presente en las distintasfacetas de nuestra vida cotidiana, será cuandoseremos capaces de consolidar hábitos yactitudes más seguras y responsables.De unos años a esta parte, los diferentespoderes públicos han demostrado su fi rmeapuesta por luchar contra los accidentes detráfi co, desarrollando importantes esfuerzospara paliar este grave problema. La realizaciónde campañas de sensibilización que muestrancon crudeza las consecuencias de un accidente,la implantación de medidas legislativas másrigurosas, las grandes inversiones en tecnologíapara la vigilancia de la seguridad vial, sonalgunas de las medidas adoptadas por laadministración para reducir la siniestralidadcausada por accidentes de tráfi co, medidasque han culminado con grandes hitos como laimplantación en España en julio de 2006, del1 INTRODUCCIÓN permiso o licencia de conducir y la reforma delCódigo Penal en materia de delitos contra laSeguridad Vial en diciembre de 2007.Todas estas medidas se han mostradomuy efi caces en la reducción de la siniestralidadvial. La cifras tanto de accidentes como defallecidos, han descendido considerablementeen los últimos años, aunque sin embargo, losresultados obtenidos no son sufi cientes. Por elloes necesario, como planteábamos anteriormente,actuar en otros planos, sin abandonar por ellola línea seguida hasta el momento, de maneraque la Cultura de la Seguridad Vial se extienda aotros ámbitos de nuestra vida.Este es el motivo por el que nace elmanual Buenas Prácticas en Seguridad LaboralVial, por la necesidad de poner de manifi estoque la Seguridad Vial no es una cuestión atener presente cuando emprendemos un viajeen nuestras vacaciones, o salimos el fi n desemana, sino que es un tema que debe regirnuestro comportamiento de manera continuada,y no esporádica, cada vez que subimos a unvehículo.Una persona adulta dedica comomínimo un tercio de su tiempo a la actividadlaboral, y en ese tiempo el vehículo supone unelemento de gran importancia. Hoy en día, unagran mayoría de las personas utilizan el vehículopara desplazarse a su trabajo, destinando paraello un tiempo importante de su quehacer diario.A ello hay que añadir que muchas personasrealizan desplazamientos en vehículo de manerahabitual durante su jornada laboral, por no decirde aquellas otras para las que el vehículo esuna herramienta indispensable para su actividadlaboral.El accidente de tráfico en laempresaComo hemos mencionadoanteriormente, los accidentes de tráfi co son
Los accidentes de tráfi co en el ámbito laboral7una de las primeras causas mortalidad enlas sociedades modernas, y por lo tanto, laconducción de un vehículo, dado los riesgosque entraña, debe ser considerada como unaactividad de intervención prioritaria para lagestión de la prevención de riesgos laborales.Más aún, desde el momento en que, segúnreconoce la legislación de Seguridad Social (LeyGeneral de la Seguridad Social art. 115.2), seconsidera que los accidentes que suceden enlos desplazamientos que realiza un trabajadoral ir o volver del lugar de trabajo -esto es, losaccidentes in itinere -, se consideran accidenteslaborales, y por lo tanto, son competencia de lagestión de la prevención de riesgos laborales enla empresa.Respecto al peso del tráfi co como causade la siniestralidad laboral en España, hay queseñalar en primer lugar, que casi uno de cada diezaccidentes laborales con baja, son accidentesde tráfi co. Según el informe elaborado por elObservatorio Estatal de Condiciones de Trabajosobre los accidentes laborales de tráfi co, estaproporción presenta una ligera tendencia al alzaen los últimos tres años: en 2007, los accidentesde tráfi co representan el 8.52% de los accidenteslaborales con baja, en 2008 este porcentaje sesitúa en el 9.14%, mientras que en 2009 losaccidentes de tráfi co se elevan al 9.88%.Más reveladoras son las cifras de losaccidentes mortales, ya que, según los datoscorrespondientes al año 2009, de los 831accidentes laborales mortales que se produjeronen España, 283 muertes fueron causadas poraccidentes de tráfi co. Es decir, uno de cadatres accidentes laborales mortales es debido aun accidente de tráfi co. Además de estos 283fallecimientos debidos a un accidente laboralde tráfi co, un 60.07%, 170 en cifras absolutas,fueron in itinere y el resto en misión. Cabe concluirpor tanto, que los accidentes laborales de tráfi cosuponen una parte importante de los accidenteslaborales mortales, siendo mayoritarios los quese producen en los desplazamientos de lostrabajadores a su lugar de trabajo.Esta pérdida de vidas humanas, lasituación en la que se quedan las familias quepierden a un ser querido, así como la merma enla calidad de vida de las personas que sufrenun accidente laboral vial, son cuestiones quepertenecen al plano de los intangibles y que esimposible por tanto, su cuantifi cación.Pero para ahondar más si cabe en larelevancia de la seguridad vial laboral, hay quehacer referencia a los costes que representanlos accidentes laborales de tráfi co. Para unaempresa, los costes de la “no prevención”