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Intervencion profesional y matriz de analisis - Facultad de Trabajo ...

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<strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Trabajo</strong> Social UNERCiclo <strong>de</strong> Complementación CurricularAsignatura: Cuestión social e intervención <strong>profesional</strong>Año: 2009.TEMA:Intervención ProfesionalI.- Intervención social – Intervención <strong>profesional</strong>a) La intervención social como mecanismo <strong>de</strong> respuesta a la cuestión socialEn <strong>de</strong>sarrollos anteriores hicimos mención <strong>de</strong> una diferenciación entre intervenciónsocial e intervención <strong>profesional</strong> sin <strong>de</strong>sconocer la estrecha relación que existe entreambas. Parece importante volver sobre este punto ya que a menudo se realiza unahomologación <strong>de</strong> ambos conceptos, por lo menos en cierta bibliografía, lo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong>nuestra perspectiva lleva a confusiones teóricas, con inci<strong>de</strong>ncias directas en lapráctica <strong>profesional</strong>. En primer lugar conviene llamar la atención sobre la propia noción<strong>de</strong> intervención, que por <strong>de</strong>finición, nos presenta la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una acción externa <strong>de</strong> lasituación misma a la que se intenta dar una respuesta. De esta manera po<strong>de</strong>mosconsi<strong>de</strong>rar a la intervención social como un mecanismo amplio constituido por diversasprácticas que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cierto lugar hegemónico expresa la voluntad <strong>de</strong> dirigir laorganización <strong>de</strong> una sociedad, o dicho en otros términos, como estrategias que unasociedad <strong>de</strong>spliega o instituye a fin <strong>de</strong> que los diferentes sectores que la integranmantengan una cohesión que les permita percibirse como tal. En verdad se busca pormedio <strong>de</strong> la intervención dirimir <strong>de</strong> alguna manera los conflictos que en el seno socialaparecen.De esta manera la pregunta por la intervención social remite a la pregunta por losconflictos, o en todo caso por la cuestión social. Castel en su “Metamorfosis <strong>de</strong> lacuestión social” tiene una forma sugerente <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarla conceptualmente cuandodice que la misma se presenta como “la aporía fundamental a través <strong>de</strong> la cual unasociedad experimenta el enigma <strong>de</strong> su cohesión y trata <strong>de</strong> conjurar el riesgo <strong>de</strong> sufractura” o como “el <strong>de</strong>safío que interroga, que pone en tela <strong>de</strong> juicio la capacidad <strong>de</strong>una sociedad <strong>de</strong> existir como conjunto ligado por relaciones <strong>de</strong> inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia”. Enestas consi<strong>de</strong>raciones se pue<strong>de</strong>n marcar algunas dimensiones interesantes. Por unaparte la aparición <strong>de</strong> una fisura en la sociedad: “la fractura” lo que se manifiesta en unriesgo <strong>de</strong> disolución, y por otra, la aparición <strong>de</strong> la respuesta: “la conjura”, esto es laintervención. La cuestión social siempre expresa <strong>de</strong> diferentes maneras el conflictoque se encuentra en la base <strong>de</strong> la sociedad, conflicto que emerge necesariamente <strong>de</strong>la condición <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad e injusticia. Pensado así, cabe la pregunta por quiénesson los que se preocupan por este riesgo y por qué (Wan<strong>de</strong>rley señala con muchapertinencia al concepto <strong>de</strong> Castel la necesidad <strong>de</strong> preguntarse sobre quién establecelas condiciones <strong>de</strong> la cohesión en una sociedad, agregando que es posible forzar sufractura a fin <strong>de</strong> cambiar las condiciones <strong>de</strong> la integración, buscando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la noción<strong>de</strong> justicia una nueva sociedad 1 ).La sociedad europea comienza a dar estatuto público a la cuestión social en tantonúcleo <strong>de</strong> preocupación a mediados <strong>de</strong>l siglo XIX en el mismo proceso <strong>de</strong>consolidación <strong>de</strong>l capitalismo, situación que expresa en esos tiempos la contradiccióncapital – trabajo, o leído en otra clave, el antagonismo radical entre el <strong>de</strong>recho a lapropiedad y el <strong>de</strong>recho al trabajo. Sin embargo, si acordamos en que en la base <strong>de</strong>toda cuestión social se encuentra la <strong>de</strong>sigualdad, entonces po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar quehay en configuraciones sociales previas, expresión <strong>de</strong> la cuestión social, y por en<strong>de</strong>1 WANDERLEY, Luiz “La cuestión social en el contexto <strong>de</strong> globalización: el caso latinoamericano ycaribeño” en VVVV Desigualdad y Cuestión Social. Traducida al portugués por M. Belfiore Wan<strong>de</strong>rley.San Pablo. 1996.


intervención social (el mismo Wan<strong>de</strong>rley realiza este planteo analizando la situaciónlatinoamericana a partir <strong>de</strong> la conquista, en relación con la cuestión social).Des<strong>de</strong> esta línea argumentativa en la historiografía <strong>de</strong> la intervención social se pue<strong>de</strong>ni<strong>de</strong>ntificar diferentes estrategias marcadas por lógicas particulares, que portando suspropias explicaciones acerca <strong>de</strong> la cuestión social, conceptualiza a los sujetos <strong>de</strong> laintervención social e i<strong>de</strong>ntifica los procedimientos pertinentes para lograr la ansiadacohesión. Según los momentos históricos y sus configuraciones sociales cada una <strong>de</strong>estas estrategias tendrá mayor injerencia, aunque no necesariamente unasreemplacen a otras, sino que coexisten con mayor o menor gravitación. Entre lasmismas es posible i<strong>de</strong>ntificar, según los sistemas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as que las estructuran lassiguientes estrategias: Confesional, Filantrópica, Higienista, <strong>de</strong> Protección estatal.Es en el seno <strong>de</strong> una <strong>de</strong> ellas, y concretamente en el momento en que el estado sehace cargo <strong>de</strong> las respuestas a la cuestión social en que aparece la profesión,particularmente en los albores <strong>de</strong> la que hemos dado en llamar “protección estatal”(aunque es la racionalidad higienista la que fuerza su aparición en nuestro país).Situamos a la misma a fines <strong>de</strong> siglo XIX consolidándose en el siglo XX, estrategia quevemos <strong>de</strong>bilitarse en los últimos años. En síntesis, no somos la intervención social,sino que nos articulamos con ella, somos parte <strong>de</strong>l dispositivo que ella <strong>de</strong>spliega.Tampoco somos una evolución <strong>de</strong> unas protoformas, en todo opera un<strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong>l sentido producido por la caridad y la filantropía en los modos <strong>de</strong>dar respuesta a la cuestión social, hacia esta nueva práctica.b) Intervención social: un intento analítico <strong>de</strong>l conceptoSi acordamos en que <strong>Trabajo</strong> Social forma parte <strong>de</strong>l dispositivo <strong>de</strong> intervención social,aunque no se reduce a él, uno <strong>de</strong> los aspectos medulares <strong>de</strong>l campo disciplinar estarácentrado en la comprensión exhaustiva <strong>de</strong> este concepto. Sánchez Vidal, en su libro“Etica <strong>de</strong> la intervención social” esboza lo que él <strong>de</strong>nomina una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>intervención social que tomaremos, a nuestros efectos, como categoría <strong>de</strong> análisispara problematizar el concepto. El autor consi<strong>de</strong>ra:“... (la intervención social)... como una interferencia intencionada para cambiar unasituación social que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> algún tipo <strong>de</strong> criterio (necesidad, peligro, riesgo <strong>de</strong> conflictoo daño inminente, incompatibilidad <strong>de</strong> valores y normas tenidos como básicos, etc.),se juzga insoportable, por lo que precisa un cambio o una corrección en una dirección<strong>de</strong>terminada” 2 .En primer lugar es dable señalar la noción <strong>de</strong> interferencia intencionada paracambiar una situación social lo que nos reenvía a lo planteado en párrafosanteriores, esto es el carácter externo y <strong>de</strong>liberado que presenta toda intervenciónrespecto <strong>de</strong> una situación, que siempre presenta objetivos <strong>de</strong> transformación omodificación. En segundo lugar aparece la cuestión <strong>de</strong> los parámetros que guían laintervención: algún tipo <strong>de</strong> criterio, lo que implica un aspecto valorativo y enconsecuencia evaluativo -puesto <strong>de</strong> relieve con el término juzga- que <strong>de</strong>marca elcontenido y <strong>de</strong> hecho la magnitud <strong>de</strong> la situación. El autor utiliza a<strong>de</strong>más, una palabraaltamente impactante como lo es insoportable. Nótese que al enumerar los criteriosen la enunciación que <strong>de</strong> los mimos hace no aparece el aspecto “<strong>de</strong>rechos” –aunquepor honestidad intelectual es necesario <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>ja abierta la posibilidad <strong>de</strong>incorporar otros-. En tercer lugar vuelve a consi<strong>de</strong>rar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> cambio, incorporandoel término corrección, reiterando la direccionalidad que evi<strong>de</strong>ntemente se pre - fija. Sibien el uso <strong>de</strong> ciertos términos nos pone claramente frente a una perspectivafuncionalista, nos parece que esta <strong>de</strong>finición presenta ciertos aspectos que pue<strong>de</strong>nproblematizarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otras matrices. En efecto, la <strong>de</strong>finición nos entregasobre<strong>de</strong>terminaciones que es muy probable se juegan cotidianamente en la práctica2 SANCHEZ VIDAL, A. Etica <strong>de</strong> la intervención social. Paidos <strong>Trabajo</strong> Social 7. Barcelona. 1999. Pag.74.


<strong>profesional</strong> y por lo mismo se hacen necesarias <strong>de</strong> revisar. Profundizaremos aquífundamentalmente la cuestión <strong>de</strong> la externalidad, lo valorativo y en consecuencia lanoción <strong>de</strong> “situación social”, volviendo a hacer conexiones con la cuestión social.En párrafos anteriores consi<strong>de</strong>ramos la intervención social “como estrategias que unasociedad <strong>de</strong>spliega o instituye a fin <strong>de</strong> que los diferentes sectores que la integranmantengan una cohesión que les permita percibirse como tal”, incorporamos a<strong>de</strong>másel tema <strong>de</strong> los conflictos que <strong>de</strong> alguna manera “atentan” contra esa misma cohesión.De allí que toda situación social, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>mos, <strong>de</strong>bearticularse para una comprensión coherente, a la cuestión social <strong>de</strong>l momento. Conesto queremos plantear que no existen “situaciones sociales” aisladas yautoproducidas y si bien las mismas presentan particularida<strong>de</strong>s, sus expresiones nopue<strong>de</strong>n ser atribuibles sólo a razones <strong>de</strong> índole psicológico, familiar o <strong>de</strong> meroentorno, tradición muy extendida entre las profesiones que actúan en el campo social.Es probable que cada una <strong>de</strong> estas dimensiones pueda tener alguna gravitación, perocuando se trata <strong>de</strong> la intervención social se necesitará <strong>de</strong> un esfuerzo <strong>de</strong>complejización, <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> mediaciones que permita realizar los nexos con lasmanifestaciones <strong>de</strong> la cuestión social. De allí la importancia <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r loaxiológico, o en todo caso los valores que permean la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> intervenir. Estacomprensión, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestra postura, <strong>de</strong>bería realizarse en una doble grilla: por unparte enten<strong>de</strong>r quien produce y <strong>de</strong>fine estos valores, porqué son consi<strong>de</strong>rados comotales y cómo los mismos son percibidos por los sujetos protagonistas <strong>de</strong> la situación,o en todo caso ¿para quién son insoportables? y ¿por qué se consi<strong>de</strong>raninsoportables? De este modo volvemos sobre la propuesta <strong>de</strong> Wan<strong>de</strong>rley cuandorefiere a la necesidad <strong>de</strong> saber quien establece los parámetros <strong>de</strong> la cohesión social.Esta reflexión se convierte en un eje ético por excelencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento que nospermite la toma <strong>de</strong> posición <strong>profesional</strong>: así como hemos impugnado como ciudadanos–por lo menos una buena parte <strong>de</strong> los argentinos- la obediencia <strong>de</strong>bida aducida pormuchos genocidas <strong>de</strong> la última dictadura militar, no <strong>de</strong>bería existir tal cuestión para los<strong>profesional</strong>es que trabajamos en el complejo dispositivo <strong>de</strong> la intervención social.Aquel principio tantas veces <strong>de</strong>clamado <strong>de</strong>l “respeto al otro” (que <strong>de</strong> ninguna maneraquiere <strong>de</strong>cir “tolerar” en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que todo que<strong>de</strong> como está, o dicho en otraspalabras justificar cualquier modo <strong>de</strong> vida, ya que en esto pue<strong>de</strong> colarsepeligrosamente, la justificación <strong>de</strong> la injusticia y la <strong>de</strong>sigualdad) <strong>de</strong>be tomar cuerpo,encarnadura <strong>de</strong>s<strong>de</strong> valores claros: nuestra convicción se centra en los <strong>de</strong>rechoshumanos, incluyendo en tales los <strong>de</strong>rechos sociales. La condición <strong>de</strong> externalidad <strong>de</strong>toda intervención social exige <strong>de</strong> un examen respecto <strong>de</strong> los criterios en que se basael imperativo <strong>de</strong> la intervención social. La ambigüedad constituyente <strong>de</strong> <strong>Trabajo</strong> Social,esto es la objetiva imbricación con los mecanismos <strong>de</strong> la intervención social no pue<strong>de</strong>llevar a mimetizaciones. El “lugar” <strong>profesional</strong> exige responsabilida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>be hablar <strong>de</strong>un conocimiento acerca <strong>de</strong> la realidad social y <strong>de</strong> la diferenciación, aún cuando comoestamos planteando exista una relación estructural, entre intervención social eintervención <strong>profesional</strong>. Lo que estamos consi<strong>de</strong>rando se extien<strong>de</strong> por cierto a todasaquellas disciplinas que intervienen en el campo <strong>de</strong> lo social.II.- Intervención <strong>profesional</strong> en <strong>Trabajo</strong> Sociala) Acerca <strong>de</strong>l conceptoPo<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar a la intervención <strong>profesional</strong> como la puesta en “acto” <strong>de</strong> untrabajo o acciones a partir <strong>de</strong> una <strong>de</strong>manda en el marco <strong>de</strong> una especificidad<strong>profesional</strong>; aunque esta enunciación resultaría insuficiente –o motivo <strong>de</strong> múltiplesinterpretaciones- si no rearfirmáramos que esa “puesta en acto” se configura <strong>de</strong>s<strong>de</strong>una <strong>matriz</strong> teórica. Al respecto el concepto que Alberto Parisí ofrece <strong>de</strong> “trabajo<strong>profesional</strong>”, al que entien<strong>de</strong> "... tanto como lugar don<strong>de</strong> se juega una visión teórica-


i<strong>de</strong>ológica específica, como un espacio <strong>de</strong> acción-con-sentido sobre la realidad...” 3 ,resulta significativo en tanto coloca con claridad la estructuración <strong>de</strong> lo que hemosdado en llamar puesta en acto: lo teórico i<strong>de</strong>ológico y el sentido.Son justamente estos dos aspectos los que otorgarán las características <strong>de</strong> todaintervención <strong>profesional</strong> y sobre los cuáles nos <strong>de</strong>bemos una vigilancia constante o entodo caso un trabajo <strong>de</strong> elucidación 4 (pensar lo que hacemos y saber que pensamos)en relación a la visión teórica i<strong>de</strong>ológica que poseemos como trabajadores sociales ycomo ésta se materializa en esa acción con sentido. En este contexto la noción <strong>de</strong>sentido se torna “algo más” que un objetivo trazado en razón <strong>de</strong> una planificación <strong>de</strong>activida<strong>de</strong>s al referirse al entendimiento (propio y ajeno) <strong>de</strong> los fines últimos queinvolucra al trabajo <strong>profesional</strong>. El sentido será <strong>de</strong>udor <strong>de</strong> la propia constitución <strong>de</strong>lcampo disciplinar y <strong>de</strong> la inscripción teórica, y a la vez en la misma puesta en actoproducirá efectos sobre sujetos y representaciones sociales.Es indispensable reconocer que la intervención <strong>profesional</strong> está atravesada por ellugar que esa profesión tiene asignado en el imaginario social, esto es, la construcciónhistórico-social que <strong>de</strong> esa profesión se ha realizado: funciones, características,práctica, resultados esperados, etc. En esta construcción operan el <strong>de</strong>sarrollo histórico(sus antece<strong>de</strong>ntes, sus vertientes, lo atribuido), como también las prácticas<strong>profesional</strong>es que le han otorgado, y <strong>de</strong> hecho le otorgan significación a la intervención<strong>profesional</strong>. Someternos al trabajo <strong>de</strong> elucidación que señalamos antes permitecompren<strong>de</strong>r el refuerzo, o las líneas <strong>de</strong> ruptura que estamos realizando sobre elinstituido que como profesión tiene el <strong>Trabajo</strong> Social.Por otra parte, la intervención no es un episodio natural 5 , sino una construcciónartificial <strong>de</strong> un espacio-tiempo, <strong>de</strong> un momento que se constituye <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva<strong>de</strong> múltiples actores: los que solicitan la intervención (institución, sujetos individuales ocolectivos), y los sujetos <strong>profesional</strong>es, en el marco, como expresamos en párrafosanteriores, <strong>de</strong> cierta estrategia <strong>de</strong> intervención social.Esta consi<strong>de</strong>ración remite a remarcar dos aspectos relevantes:* la <strong>de</strong>manda, que se expresa atravesada por la construcción imaginaria <strong>de</strong> laprofesión y la propia percepción <strong>de</strong> los sujetos que la solicitan en lo que referente asus problemas y necesida<strong>de</strong>s, en un contexto histórico particular. Esta <strong>de</strong>mandaexpresará las manifestaciones <strong>de</strong> la cuestión social <strong>de</strong>l momento.* la intervención, como proceso artificial, como un venir entre, que exige <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laposición <strong>de</strong> los <strong>profesional</strong>es, la capacidad teórica para compren<strong>de</strong>r esa <strong>de</strong>manda eincorporar la dimensión ética en términos <strong>de</strong> reconocer las consecuencias que sobre elotro, produce la intervención. Nos estamos refiriendo a la producción <strong>de</strong> sentidoespecífico que realizamos respecto <strong>de</strong> los sujetos: la promoción <strong>de</strong> sus autonomías, ola cancelación <strong>de</strong> las mismas. (¿Sujetos <strong>de</strong> asistencia?; ¿Sujetos <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s?;¿Sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos?).De este modo podríamos analizar a la intervención <strong>profesional</strong> en <strong>Trabajo</strong> Social<strong>de</strong>s<strong>de</strong> diferentes <strong>de</strong>sagregados, a fin <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rla en su integralidad.* Puesta en acto <strong>de</strong> un trabajo, <strong>de</strong> una acción con sentido sobre la realidad, a partir <strong>de</strong>una <strong>de</strong>manda (entendida como expresiones <strong>de</strong> la cuestión social) en el marco <strong>de</strong> unaespecificidad.* "Hacer" fundado, argumentado. Toda intervención está enmarcada en un lugarteórico, esto quiere <strong>de</strong>cir un modo <strong>de</strong> ver e interpretar la realidad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un régimen<strong>de</strong> la mirada.3 PARISÍ, Alberto “Paradigmas teóricos e intervención <strong>profesional</strong>”. Mimeo Departamento <strong>de</strong>Investigación <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> <strong>Trabajo</strong> Social <strong>de</strong> la UNC. Córdoba 19934 CASTORIADIS, Cornelius “La institución imaginaria <strong>de</strong> la sociedad” Vol. I. Ediciones Tusquet 2da.De. Bs. As. 1993. El autor <strong>de</strong>fine elucidación como el trabajo por el cual los hombres intentan pensar loque hacen y saber lo que piensan.5 CARBALLEDA, Alfredo “El proceso <strong>de</strong> análisis y la intervención en <strong>Trabajo</strong> Social” RevistaEscenarios Nº 2 Escuela Superior <strong>de</strong> La Plata. UNLP 1997.


* Tiene una intencionalidad, generar alguna modificación en relación con la situaciónque se le es presentada.* Se expresa en una construcción metodológica, esto es en un conjunto <strong>de</strong>mediaciones que dan cuenta <strong>de</strong> la intencionalidad y objetivos, y <strong>de</strong> sus "comos"particulares.* Se trata <strong>de</strong> una construcción artificial. Se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r como un "venir entre", porlo tanto tiene connotación autoritaria. Es así, un dispositivo por don<strong>de</strong> circula el po<strong>de</strong>ren estrecha relación con el saber.* Presenta un carácter personalizado. En la intervención se da una relación cara acara con los sujetos directamente involucrados. Esta relación produce efectos sobrelos sujetos construyendo i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s.b) Dimensiones <strong>de</strong> la intervenciónTeórica epistemológicaPolítica (constitutiva en torno a los compromisos públicos y en la articulación <strong>de</strong> lasdiferentes dimensiones <strong>de</strong> la realidad centrada en los <strong>de</strong>rechos humanos)InstrumentalToda la intervención está atravesada <strong>de</strong> la reflexión éticaSi hablamos <strong>de</strong> dimensiones me parece conveniente hacer algunas aclaraciones: enprimer lugar utilizar el término dimensión equivale a enten<strong>de</strong>r al mismo como soporteque configura un espacio sin el cual, si se nos acepta la metáfora, “un edificio sevendría abajo”, pero que a la vez tampoco pue<strong>de</strong> existir sin la articulación con las otrasdimensiones. En otras palabras, la intervención <strong>profesional</strong> no se reduce a unaintervención política, necesita <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más aspectos para constituirse como tal, aúncuando esa misma intervención tenga fuertes efectos políticos. En esta línea <strong>de</strong>argumentación po<strong>de</strong>mos agregar que la dimensión teórico epistemológica no sólo nospermite intervenciones fundadas que a la vez otorgará los criterios para construir lasestrategias, técnicas y procedimientos, sino que también aporta a la ruptura con lasnaturalizaciones, advirtiendo a modo <strong>de</strong> vigilancia, el efecto político <strong>de</strong> nuestrasprácticas y discursos. A<strong>de</strong>más la imprescindible reflexión ética nos auxilia en lavaloración <strong>de</strong> los propios efectos <strong>de</strong> la intervención.Para intervenir es preciso, entonces compren<strong>de</strong>r por que /respecto <strong>de</strong> que / paraque se actúa. De este modo, siempre existe un anclaje teórico, en el cual es necesarioexponer las visiones, las categorías conceptuales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se nombran losobjetos y los sujetos involucrados en la intervención. Por otra parte, el “respecto <strong>de</strong>que” intervenimos, no es una respuesta que nos da directamente la realidad, tampocouna <strong>de</strong>finición a priori, es una construcción que realizamos en relación con lacomprensión <strong>de</strong> esa misma realidad.En párrafos anteriores <strong>de</strong>cíamos que la intervención tiene origen en la <strong>de</strong>manda, por lotanto comienza con un proceso <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> la misma. Por lo general, lostrabajadores sociales consi<strong>de</strong>ramos que intervenimos sobre los problemas sociales.Esto amerita que pensemos este término tratando <strong>de</strong> corrernos <strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>nciaempiricista que nos acompaña, que nos hace creer la ilusión <strong>de</strong> que el problema "estáallí" como dato directo <strong>de</strong> la realidad, sin po<strong>de</strong>r muchas veces reflexionar que lo se nospresenta es un conjunto <strong>de</strong> enunciados pre construidos por la cotidianeidad,necesarios <strong>de</strong> <strong>de</strong>sentrañar a fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r compren<strong>de</strong>r realmente cual es el foco en elque intervenimos. En este sentido la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong>be ser comprendida/problematizadaen el marco <strong>de</strong> las manifestaciones <strong>de</strong> la cuestión social.c) Matriz para reflexionar sobre la intervención <strong>profesional</strong>- Intencionalidad <strong>de</strong> la intervención- Fundamentos


- Sujetos- Espacio / Tiempo- Cuestiones instrumentalesLa intencionalidad <strong>de</strong> la intervención: no hay intervención <strong>profesional</strong> sin intención,en tanto es ella la que nos plantea la pregunta <strong>de</strong>l “para qué” hacemos lo quehacemos. Es el horizonte <strong>de</strong> sentido que juega en términos generales, pero que a lavez se recrea en cada una <strong>de</strong> las acciones que encaramos como <strong>profesional</strong>es. Juntoa la intencionalidad están los fundamentos, o en otras palabras la necesidad <strong>de</strong> hacerexplícito el “por qué” hacemos lo que hacemos. Si este por qué queda negado osoterrado, las acciones quedan sin horizonte. La fundamentación refiere a laargumentación (explicación no sólo teórica, sino también ética y política) sobre laelección <strong>de</strong> aquellas acciones que <strong>de</strong>cidimos llevar a<strong>de</strong>lante y <strong>de</strong> aquellas que<strong>de</strong>sechamos.Los sujetos: toda intervención <strong>profesional</strong> involucra sujetos, tanto a los <strong>de</strong> la acción<strong>profesional</strong> (que suelen ser <strong>de</strong>nominados <strong>de</strong> diferentes maneras), pero también otrossujetos <strong>profesional</strong>es, los funcionarios políticos (éstos últimos siempre cruzan laintervención en tanto participan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> algún lugar), y nosotros mismos como sujetos<strong>profesional</strong>es. Lo social en su complejidad no pue<strong>de</strong> ser abordado sólo por lostrabajadores sociales, <strong>de</strong> mantener una posición unilateral es probable que laintervención se diluya en la tensión omnipotencia/impotencia, frustrando a los<strong>profesional</strong>es, impidiendo, a<strong>de</strong>más, dar cuenta <strong>de</strong> respuestas coherentes frente a la<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> los sujetos. Es un lugar común hablar <strong>de</strong> la intervención “con los otros”,pero no pocas veces subyace en ello una i<strong>de</strong>a romántica que nos torna impotentesante los conflictos que <strong>de</strong> por sí conlleva el trabajo “con otros”.Espacio/tiempo: Esos dos conceptos que si bien también han sido objeto <strong>de</strong>discusiones teóricas en el campo científico en otros momentos, hoy manifiestan unametamorfosis necesaria <strong>de</strong> explorar. La mo<strong>de</strong>rnidad, o mejor dicho, la ciencia mo<strong>de</strong>rnaconcibieron al tiempo y al espacio como factores exógenos constantes <strong>de</strong> la realidadsocial, conformando parte <strong>de</strong> nuestro entorno natural. 6 De esta manera la <strong>de</strong>limitacióntemporal y espacial <strong>de</strong>, por ejemplo, un objeto <strong>de</strong> estudio, se efectúa en un contextoespacio-temporal que aparece como telón <strong>de</strong> fondo, como historia preexistente.Guadalupe Valencia García critica esta posición planteando “… (que) Lasconsecuencias teóricas y políticas <strong>de</strong> una concepción <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l espacio —omejor aún <strong>de</strong>l complejo tiempo-espacio— como dimensiones constituyentes <strong>de</strong> larealidad social no <strong>de</strong>ben soslayarse. Dicha concepción se origina en elreconocimiento <strong>de</strong>l carácter inacabado <strong>de</strong> la realidad social misma que sólo pue<strong>de</strong>analizarse en el marco <strong>de</strong> la permanente tensión entre la historia acaecida y lashistorias posibles <strong>de</strong> ser construidas. Y que supone, también, la incorporación <strong>de</strong> lossujetos — movimientos, actores, grupos, clases— como los verda<strong>de</strong>ros protagonistas<strong>de</strong> los aletargados o vertiginosos tiempos <strong>de</strong> la historia 7 .Des<strong>de</strong> estas consi<strong>de</strong>raciones nos interesa mirar las coor<strong>de</strong>nadas espacio/tiempo,entendiendo que, tanto tiempo como espacio, han sido categorías poco incorporadasen el repertorio conceptual o quizás naturalizadas. No obstante si nos <strong>de</strong>tenemos arevisar la intervención <strong>profesional</strong> ellas se encuentran siempre presentes, y quequedan más explícitas al momento <strong>de</strong> preguntarnos por el cuando y el don<strong>de</strong> <strong>de</strong>nuestras prácticas, o cuando hablamos <strong>de</strong> los “diferentes tiempos” –los institucionales,los <strong>de</strong> los sujetos, los <strong>de</strong> los <strong>profesional</strong>es- aunque en general lo hacemos con el6 Cfr. Wallerstein, Immanuel, "El espacio-tiempo como base <strong>de</strong>l conocimiento", en: Análisis político,Instituto <strong>de</strong> Estudios Políticos y Relaciones Internacionales Universidad Nacional <strong>de</strong> Colombia, No. 32,sep/dic 1997, p.p. 3-15, p.4 citado en VALENCIA GARCIA, Guadalupe “El tiempo social: unadimensión fundante” Ponencia XXII Congreso <strong>de</strong> la Asociación Latinoamericana <strong>de</strong> Sociología (ALAS)Concepción, Chile, 1999 (mimeo).7 Ibi<strong>de</strong>m.


sentido al que alu<strong>de</strong> Wallerstein. Es probable que las fuertes mutaciones que hemosvenido sufriendo como sociedad y las interpelaciones que éstas nos plantean, ponganlas condiciones para recuperar conceptualmente estas nociones y así proponer otracorporeidad teórica a la propia intervención.Respecto <strong>de</strong>l espacio: Las instituciones <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad y en particular lasconstituidas en la sociedad salarial estuvieron estructuradas a partir <strong>de</strong> unai<strong>de</strong>ntificación bastante precisa (más allá <strong>de</strong> las críticas que po<strong>de</strong>mos realizar alrespecto) en relación a una necesidad-<strong>de</strong>manda social, con una clara <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>espacios: instituciones que atendían la salud, la asistencia, la vivienda, las cuestiones<strong>de</strong> niñez, adolescencia, vejez, etc. De este modo en nuestra intervenciónprácticamente ha quedado naturalizada la noción <strong>de</strong> espacio reducida a la institución o“lugar” <strong>de</strong> trabajo. Pero las nuevas configuraciones sociales rompen justamente conesto haciendo tambalear aquella institucionalidad, reconfigurando los espacios <strong>de</strong>s<strong>de</strong>don<strong>de</strong> se dan las respuestas a las problemáticas y conflictividad social. Así la noción<strong>de</strong> espacio hoy necesita ser revisada en clave <strong>de</strong>, por una parte po<strong>de</strong>r reconocer lamultiplicidad y las formas nuevas en que hacen su aparición los espacios (los virtuales,por ejemplo, los no lugares como planea Mac Auge a aquellos espacios <strong>de</strong> purotránsito, las interconexiones entre los espacios, entre otros). Por otra, incorporar laperspectiva <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> los espacios: la territorialidad, los mojones queestructuran espacios no convencionales o la resignificación <strong>de</strong> los “viejos” espacios.A<strong>de</strong>más, vale recordar que un espacio no sólo es materialidad, sino que también essimbólico, representado. Lo material y lo simbólico están asociados aunque tengamosque hacer diferencias en algún momento por razones analíticas; siempre implicaarraigo y va más allá <strong>de</strong>l espacio físico con el que nos referenciamos.Respecto <strong>de</strong>l tiempo: Ya planteamos el modo en que la ciencia mo<strong>de</strong>rna consi<strong>de</strong>ra eltiempo, como una temporalidad que expresaba cierta homogeneidad, y tal loconsi<strong>de</strong>rado para espacio, también se están re<strong>de</strong>finiendo los procesos temporales.Observamos un aceleramiento <strong>de</strong>l ritmo social y a la vez vivimos en tiemposdiferentes. En lo que hace a nuestra intervención esta dimensión aparece revestida <strong>de</strong>lo que <strong>de</strong>nominamos comúnmente “la urgencia”. Lo que en otros momentos podíanconsi<strong>de</strong>rarse como situaciones particulares y hasta cierto punto aisladas o <strong>de</strong>excepción, hoy se convierte en lo cotidiano. Como diría Benjamín, la “excepción es laregla”, en tanto las condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los sujetos es una pura urgencia paraamplias capas <strong>de</strong> la población. Por estas razones es que esta noción necesita serincorporada con espíritu crítico para po<strong>de</strong>r incorporarla en la intervención <strong>profesional</strong>.Por último estas dos dimensiones espacio/tiempo también están presentes en nuestracondición <strong>de</strong> trabajadores materializadas en las formas <strong>de</strong> contratación: contratos <strong>de</strong>obra, <strong>de</strong> servicio (para <strong>de</strong>terminados trabajos por un tiempo <strong>de</strong>terminado), cuestióntambién importante para repensar la intervención <strong>profesional</strong>.Las cuestiones instrumentales refieren al cómo <strong>de</strong> la intervención. Las técnicas einstrumentos constituyen el andamiaje <strong>de</strong> las estrategias <strong>de</strong> intervención y siempreson “elegidas” y/o construidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el entramado teórico en tensión con los aspectos<strong>de</strong> la realidad o situaciones/problemas que requieren <strong>de</strong> modificaciones.

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