BODA 32

EspíaBODA
Emilie
&
Ludovic
Durante una jornada de trekking
por los prados situados alrededor
de Giron y disfrutando de una
maravillosa vista del valle de esta
localidad francesa, Ludovic Dreyer
pidió la mano a Emilie Shaw, quien era su novia
desde hacía dos años. En esa tarde de 2011
ella aceptó sin dudar: “Resultaba importante
mostrar a nuestra familia y amigos que él es el
hombre de mi vida y que yo soy la mujer con la
que él quiere estar”.
AMOR sin fronteras
y con magía oriental
UNA ORQUÍDEA
POR TOCADO
Éstas son las flores
favoritas de Emilie y
por eso eligió usar una
blanca en el pelo, al
igual que las damas de
honor y las madres.
En el ramo, esa misma
especie se combinó en
un delicado bouquet
con rosas y gerberas
blancas.
Fort Saint André en Salins-les-Bains, Francia
24 de agosto de 2013
TRAJE DE NOVIO
Gemelos de la familia
complementaron el traje de
Ludovic.
Los futuros esposos deseaban una gran fiesta,
una que reflejara su personalidad, algo no
demasiado formal y donde se comiera y bebiera
bien. Como los invitados contemplados
se encontraban en diferentes lugares del
mundo –Inglaterra, Australia, Francia, Hong
Kong y Chile– a cada uno le llegó una simple
pero simpática tarjeta personalizada en su
idioma, donde, además de anunciar una
ceremonia civil y celebración, se les convidaba
a alojar en un antiguo fuerte y a compartir un
desayuno al día siguiente de la boda. La cita
quedó programada para las 15:00 hrs en la
Municipalidad de Salins-les-Bains, localidad
del noreste de Francia, cuyas salinas fueron
declaradas Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco.
El día del matrimonio caía una intensa lluvia; sin
embargo, a eso de las 14:30 horas, justo antes
de la ceremonia y en tanto los 180 invitados
comenzaban a llegar, increíblemente dejó de
llover y el cielo se despejó de nubes. Junto a
esa especial coincidencia, entre los recuerdos
más hermosos que guarda Emilie se encuentra
su llegada a la ceremonia: ...“Sosteniendo la
mano de Ludo y viendo a todos nuestros seres
queridos, muchos de los cuales viajaron desde
muy lejos para compartir este momento,
realmente me conmovió”.
Tras la ceremonia oficiada por el alcalde, los
amigos de Ludovic homenajearon a los nuevos
esposos levantando los cascos que usan en
espeleología –el deporte que comparten–
como un símil de la tradición que hacen los
uniformados. Luego, todos los invitados en
caravana condujeron hasta la cima de una
colina, donde se encuentra el fuerte Saint
André y se disfruta de una increíble vista de la
ciudad. Ludovic y Emilie eligieron el lugar no