Revista Virtual Noviembre

La última muerte relacionada con una auto-fotografía fue
la de un turista japonés de 66 años de edad, que al parecer
sufrió un ataque al corazón mientras posaba con un
“palo para selfies” en el Taj Mahal en la India.
Otras muertes a sido causadas por distraídos fotógrafos
al caerse de acantilados, chocando sus coches, ó siendo
golpeados por los trenes e incluso disparando a sí mismos
mientras posan con armas de fuego.
De hecho, la locura de este tipo de fotos ha demostrado
ser tan peligrosa que funcionarios en Australia tuvieron
que cercar una de las rocas más altas en la región que
parece un pastel de bodas, por lo que la gente no deja de
tomarse fotos sobre esta a pesar de los temores de que
podría colapsar en cualquier momento.
Rusia también ha experimentado su cuota de accidentes:
dos hombres en los Urales murieron mientras se tomaban
una auto-fotografía sosteniendo una granada (la foto sobrevivió
cómo prueba), y un adolescente murió en mayo,
mientras que pretendía subir a un ferrocarril.
Los incidentes han causado que el gobierno ruso ponga
en marcha una campaña para advertir a la gente sobre los
peligros de selfies, que incluye el siguiente cartel:
“Ud no se preocupa por que la atracción turística se esté
cayendo; se preocupa por lo que la gente comente en las
redes sociales”. Afirma Jesse Fox, autor del estudio.
Así que deberíamos de dejar a un lado el “si no hay foto,
no existes”
Cuidémonos a nosotros mismos y no olvidemos que la
mejor USB es nuestra propia memoria.
Código: S151120