hidrogeológico de la provincia de Alicante

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Acuíferos del Bajo Vinalopó
y Vega Baja (DH 25 y 26)
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Acuíferos Meridionales (DH 27 y 28)
Hidroquímica de las aguas subterráneas Atlas hidrogeológico de la provincia de Alicante
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La Font de Salinetes presenta una elevada salinidad debido a la disolución de la halita existente
en la formación de facies Keuper del Trías (3)
La evolución hidroquímica tampoco refleja tendencias homogéneas en todos los puntos,
pese a que el descenso de niveles es generalizado y progresivo. En el centro del acuífero, en
vez de observarse procesos de salinización, se registra una disminución en cloruros. Mientras,
en sondeos cercanos al contorno norte se evidencia salinización, igual que en la mayoría de
los sondeos del sector oriental.
En el acuífero Serral-Salinas (DH 21) también se pueden distinguir dos sectores con
facies muy diferentes, dentro de los que también se observan ciertas variaciones. En el
oriental van desde la bicarbonatada cálcico-magnésica, con CE cercana a los 500 μs/cm, a
la bicarbonatado-sulfatada mixta o bicarbonatada-clorurada mixta con mayor presencia de
sales (1.800 μs/cm). Los pozos ubicados en el borde noroeste del sector occidental, que
captan el acuífero cretácico inferior, presentan aguas cloruradas sódico-magnésicas y su
salinidad está influenciada por los bombeos intensivos que allí se realizan. Los parámetros
hidroquímicos de los sondeos situados en la parte central de este sector indican la existencia
de facies bicarbonatada-clorurada cálcico-magnésica o bicarbonatada-clorurada mixta, con
una importante dispersión en sus valores de CE (590-965 μs/cm).
Toda la extensa llanura que se extiende entre las poblaciones de Alicante y Orihuela está
ocupada por dos sectores del mismo acuífero: Elche-Santa Pola (DH 25) y Vega Baja (DH
26). En el primero la composición de las aguas subterráneas está caracterizada por tener
una elevada salinidad, y su aprovechamiento directo sólo es posible en ciertos cultivos y
mezclada con aguas de mejor calidad. La facies hidroquímica varía entre la clorurada sódica
y la sulfatada sódica, con una clara transición entre ellas. La CE se incrementa en sentido
general SE, desde los 4.600 a los 5.000 μS/cm en su área noroccidental, hasta más de 15.000
μS/cm en las cercanías de los azarbes meridionales y del sector oriental. Además, en el área
de Torrellano-El Altet existe otra clara gradación de la calidad, esta vez en sentido E-O, en
dirección al saladar de Agua Amarga, dónde se llega a encontrar agua con salinidad superior
a la del mar.
En el sector acuífero de la Vega Baja, integrado por varias formaciones acuíferas
superpuestas, su facies hidroquímica dominante es la clorurada y la sulfatada sódica o
sódica-cálcica, influenciada por la mezcla de aguas de los horizontes más superficiales con los
más profundos, y por la recirculación del agua de riego. También existe un gran predominio
de los sulfatos, con concentraciones elevadas en la mayoría de las captaciones.
La formación acuífera superficial suele adquirir, de forma general, facies sulfatada-clorurada
cálcico-sódica, mientras que en los niveles profundos existe una mayor diversidad de facies
hidroquímicas. En estos el agua es sulfatada magnésica al sur de la Sierra de Abanilla y
clorurada sódica con fuerte mineralización al norte de Rojales y de las sierras carbonatadas
de Callosa y Orihuela. Sin embargo, al sur de estas sierras pasa a ser sulfatada sódico-cálcica
con claro aumento de los bicarbonatos por efecto de la descarga de los macizos montañosos.
En este acuífero es de resaltar, especialmente, la existencia de una zona con intrusión marina
fósil al norte y este de Almoradí, con facies clorurada sódica y aguas extremadamente duras,
generalmente con contenidos en carbonato cálcico entre 1.000 y 2.500 mg/L.
En cuanto a los procesos de contaminación antrópica, la afección por nitratos se da
indistintamente en los niveles acuíferos, aunque con menor intensidad en los profundos. En
estos últimos, los valores más bajos, inferiores a 20 mg/L, se observan al sur de Orihuela,
mientras que en el superficial se detectan hasta 270 mg/L en la zona de influencia de las
sierras de Callosa y de Orihuela. En este aspecto, es de resaltar la ausencia de este tipo de
contaminante en las aguas ligadas a la intrusión marina fósil.
Las aguas del acuífero Terciario de Torrevieja (DH 27) son clorurado-sulfatadas sódicomagnésicas
y, en general, no son aptas para consumo humano ni en algunos casos para
regadío, ya que su salinidad varía entre 1,5 y 6,0 g/L. No obstante, en ciertos sectores (oeste
de las salinas de Torrevieja) la facies cambia a sulfatada-clorurada mixta, con el sodio como
catión mayoritario y predominio del magnesio sobre el calcio.
En el acuífero de Cabo Roig (DH 28) existe un avanzado proceso de intrusión marina, si
bien en los últimos años se ha amortiguado debido a la disminución de las extracciones por
el deterioro de sus aguas. En la zona costera se alcanzan CE de 10.000 μS/cm, mientras que
hacia el interior ésta se encuentra entre 750-1.000 μS/cm. En coherencia con lo anterior,
presenta facies clorurada, que tiende a ser clorurado-bicarbonatada y/o sulfatada hacia sus
límites. En cuanto a los cationes, va desde la sódico-magnésica hasta mixta, con porcentajes
de magnesio casi siempre superiores a los del calcio.
Por lo que respecta al acuífero del Campo de Cartagena (DH 28), del que sólo una pequeña
área se encuentra en la provincia de Alicante, presenta tres tramos bien diferenciados: el
Cuaternario, el Plioceno y el Andaluciense. En el primero, la CE está entre 3.600 y 8.200 μS/
cm, con máximos de 11.000 μS/cm en la zona central y facies clorurado-sulfatada a clorurada
en lo que a aniones se refiere. En cuanto a los cationes, la facies es sódico-magnésica o
mixta. El contenido en nitratos en esta formación acuífera es muy elevado, normalmente
entre 30 y 300 mg/L.
El Plioceno adquiere una CE entre 3.900 y 7.500 μS/cm, pudiendo superar los 9.000 μS/cm
en algún punto concreto. La facies hidroquímica que lo caracteriza, en cuanto a los aniones,
es clorurado-sulfatada, con predominio del ión cloruro, y en cuanto a los cationes es mixta,
con el sodio como catión mayoritario, seguido generalmente del magnesio y del calcio. Al
igual que con el tramo cuaternario, se encuentra afectado por procesos de intrusión marina
debido a su extenso contacto con el agua marina a lo largo de la costa.
El tramo Andaluciense se localiza en la mayor parte de su extensión a gran profundidad bajo
un impermeable de techo muy potente. Adquiere facies clorurado-sulfatada sódica a mixta en
casi todos los casos, con predominio general del ión calcio sobre el magnesio. Sin embargo,
en la época de primavera la acción del agua bicarbonatada cálcica procedente del trasvase
aplicada sobre zonas regables donde aflora invierte dicha tendencia.
Las aguas de los acuíferos de Umbría, Chinorlet y Madara (DH 22) son cloruradas sódicas,
muy duras y fuertemente mineralizadas, debido a la sobreexplotación que han venido
experimentando. La concentración en cloruros varía entre 1.000 y 2.000 mg/L, pudiendo
superar incluso los 3.300 mg/L, siendo, en general, de mejor calidad las aguas del sector
norte y de peor las del sector sur, donde se hallan las principales explotaciones.
La salinidad de las aguas, en algunos lugares del interior de la Provincia, permiten su explotación industrial (11)
Los acuíferos de Argallet y Crevillente (DH 23) presentan también aguas de cierta salinidad.
La mayoría de las captaciones de la unidad de Crevillente bombean agua clorurada sódica,
con salinidades comprendidas entre los 800 y los 1.100 mg/L, e incluso superior en algunos
pozos de riego, mientras que las situadas en la sierra del Argallet adquieren facies mixta,
de tipo clorurado-bicarbonatada cálcico-sódica.