PAMI & IOMA un robo calcado

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C
omo nunca antes en su historia,
bajo el kirchnerismo se vivió una
fiesta de la corrupción al interior
del PAMI, que llevó a que el organismo
público se transformara en
la caja negra de los seguidores de Cristina
Kirchner para financiar su militancia política.
Uno de los claros ejemplos se vivió en la regional
de la ciudad de La Plata, donde los incondicionales
de CFK incrementaron el personal
en forma significativa antes de abandonar
el poder, muchos de los cuales sería ñoquis
y funcionarios jerárquicos de altísimos
sueldos dedicados a la “rosca política”.
La sede del Instituto en la ciudad se convirtió
en un refugio de camporistas y militantes
K que buscaban cobijo tras la derrota de
Daniel Scioli en el balotaje frente a Mauricio
Macri, y que aún no han sido removidos
por la administración de Cambiemos.
Saqueo del
dinero público
Hasta abril del año pasado, el PAMI platense
estuvo a cargo de Araceli Mastellone,
ex integrante de Quebracho y creadora junto a
Hebe de Bonafini, de la agrupación “Las Cristinas”,
que pedía por una “Cristina eterna”.
Fue pareja de Raúl “Boli” Lescano, líder de
la organización para muchos ligada a la exSI-
DE, y que fuera condenado junto a Fernando
Esteche -actual líder de Quebracho- por haber
protagonizado desmanes contra un local partidario
de Jorge Sobisch en el año 2007.
La Cámpora siguió manteniendo el poder en
el organismo hasta el fin del mandato
de CFK, ya que quien asumió en reemplazo
de Mastellone fue la abogada Erica Luján
Pinto, autora intelectual del desembarco masivo
de muchos militantes rentados en el
organismo. En tanto, Mastellone conduce un
programa en Radio Universidad y aún seguiría
vinculada a la obra social.
Los nombres implicados
Esta clase de acciones, que han enfrentado
a los afiliados con el PAMI, tiene responsables
directos, que lejos de ser alejados y retirados
de los puestos de mando por parte de las nuevas
autoridades políticas del organismo, fueron
mantenidos en sus cargos, levantando la
queja de empleados y jubilados que toman esto
como una verdadera burla.
Según pudo saber Hoy, entre los casos más
llamativos de esta hueste de funcionarios
kirchneristas que resisten en sus cargos, se encuentra
el abogado platense Fabio Villarruel,
cercano a La Cámpora y letrado de la Asociación
Miguel Brú, quien desde hace más de dos
años desempeña tareas jurídicas para el organismo
gracias a su buena llegada al poder K.
Son crecientes las voces en la obra social,
que hablan de cómo desde la Justicia se intentó
tapar todo este escenario putrefacto ocurrido
durante el kirchnerismo en el PAMI, y que
una de las personas que ayudó a que esto pasara
fue Villarruel, que junto a un grupo de
abogados intentó acallar las protestas hacia el
servicio que se brindaba en la ciudad de las diagonales.
Otros nombres de comisarios políticos
del ultrakirchnerismo que resuenan en los pasillos
en las oficinas del organismo son los de
Carlos Sosa, Florencia Estévez y Alfonso
Elio Itri, con altos cargos y un trabajo desconocido.
La corrupción kirchnerista a lo largo
de la mal llamada década ganada, tuvo epicentro
en el PAMI de La Plata, con jubilados y
pensionados que acudieron atónitos a un manejo
espurio por conservar el poder.
La llegada de Mauricio Macri al poder despertó
la ilusión en muchos para que la década
de corrupción orquestada por el kirchnerismo
se acabase rápidamente, dando paso
a la Justicia.
El PAMI de La Plata, a lo largo de los
años K, le dio grandes contratos a las Clínicas
de la Comunidad de las ciudades de
Berisso y Ensenada, que maneja el médico
personal de Hebe de Bonafini, Juan Manuel
De Rosa, que estaría hoy bajo la lupa
analizándose si corresponde que esos contratos
se sigan efectivizando.
Fuentes consultadas por Hoy, señalan
que la clínica que conduce De Rosa, hoy no
se está atendiendo a los afiliados del PAMI,
dejando a los más viejos totalmente indefensos
ante la situación, a pesar de haberse
llevado grandes contratos a lo largo de la
última década.
Desde el gobierno nacional, salieron a
decir en las últimas horas que se están investigando
los contratos del organismo público
con La Comunidad, y podría ser
dados de baja.
Indefensión social
Mientras la corrupción golpea al PAMI
en lo más profundo, el organismo público
brinda una atención por demás paupérrima
a las decenas de miles de afiliados
de la región.
Son innumerables la cantidad de reclamos
que llegan a la redacción de Hoy
por la atención que se brinda desde la
obra social de los jubilados, como el reclamo
hecho por Ana María Gregori,
cuya madre de 83 años, María Hortensia
Bustos, sufrió hace 8 meses un ACV,
y desde ese tiempo viene peleando para
que se le otorgue el beneficio de una silla
de ruedas y de un colchón antiescama,
cosa que hasta ahora ha sido denegado.
A pesar de los incalculables trámites
que ha hecho en todos estos meses,
desde el organismo no ha habido
una respuesta favorable a este pedido,
y las personas mayores siguen
esperando en medio de la desidia
oficial.
Los reclamos son cada día más
crecientes, a lo que se les suma la
falta de insumos básicos para la
Tercera Edad, como oxígeno,
medicamentos para la vista y el
reuma, prótesis, entre otros elementos
esenciales para los adultos mayores.