PAMI & IOMA un robo calcado

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Siguen las
fracturas en
el Frente
para la
Victoria
Muchas cosas cambiaron en la Argentina
a partir de los resultados electorales
de noviembre pasado, entre
ellas que el kirchnerismo se encuentra
fuera del poder, desatándose al interior del
Frente para la Victoria una pelea feroz para ver
quién es el que encabeza la renovación partidaria
que conduzca nuevamente al PJ a la victoria
en 2019.
Esta batalla interna llevó a que el pasado miércoles
se diera la partida de quince legisladores,
encabezados por Diego Bossio, del bloque del
FpV, abriendo una grieta imposible de disimular
a su interior, y que deja en evidencia las distintas
visiones de país que atraviesan por estas
horas al Justicialismo.
La nueva bancada, que se autodenominó “Bloque
Justicialista”, planea sumar nuevos miembros
en las próximas semanas, más que nada de
aquellos legisladores que provienen del interior
y que reportan a caudillos provinciales que necesitan
del auxilio financiero del gobierno nacional,
y que no aceptan efectuar una oposición
destructiva como plantea el kirchnerismo.
Son cada vez mayores los rumores que hablan
de que los diputados Jorge Barreto (Entre Ríos),
Analuz Carol (Tierra del Fuego), Silvina Frana
(Santa Fe), Inés Loto y Juan Carlos Díaz Roig
(Formosa), Miriam Gallardo (Tucumán), entre
otros, podrían pegar el portazo y marcharse también
del bloque K, minando aún más el poder de
la ex presidenta Cristina Kirchner.
La Cámpora reunió ayer en Berazategui
a los intendentes bonaerenses que aún reportan
al pensamiento duro del kirchnerismo,
para plantear acciones concretas a la
división que atraviesa el peronismo hoy día,
en lo que se vio desde afuera como una
reunión que marca sencillamente la cara de
la derrota al interior del peronismo.
Del encuentro participaron, además del
local Patricio Mussi, participaron, entre
otros, los alcaldes Jorge Ferraresi (Avellaneda),
Walter Festa (Moreno), Osvaldo
Cáffaro (Zárate), Mario Secco (Ensenada),
Hugo Corvatta (Saavedra), Juan Ustarroz
(Mercedes), Francisco Durañona ( San Antonio
de Areco), y Aníbal Regueiro (Presidente
Perón).
De allí que en las últimas horas hayan sido
crecientes los llamados telefónicos entre diferentes
mandatarios provinciales para tratar de
articular una política conjunta hacia el interior
del PJ que sirva para dejar de lado los intereses
de La Cámpora y los sectores duros del kirchnerismo,
y plantear una salida netamente peronista
a la crisis que vive el partido hoy día.
A esto hay que agregarle el papel que estarían
jugando en las sombras Julián Domínguez y
Florencio Randazzo, que estarían articulando
medidas para aminorar el poder del kirchnerismo,
y están planteando acciones de unidad entre
la ortodoxia peronista y los sectores justicialistas
que se fueron al massismo por la arbitrariedad
K.
Encuentros singulares
La situación al interior del PJ está que arde,
lo que ha llevado a que Omar Perotti, que por
mucho tiempo fue un ferviente defensor de las políticas
kirchneristas, se haya reunido en las últimas
horas con el ministro de Transporte de la Nación,
el macrista Guillermo Dietrich, para plantear
obras para la provincia litoraleña.
Esta actitud de Perotti es vista desde el kirchnerismo
como una declaración de guerra por
parte del senador nacional, y advierten que sería
una de las figuras que podría armar un sub-bloque
dentro del FpV en la Cámara alta, que ayude
al macrismo a lograr quórum en los proyectos
centrales de renovación del Estado que planea la
administración de Cambiemos.
Según trasciende desde el propio peronismo,
serían muchos los hombres y mujeres que seguirían
el camino de Perotti y se abrirían de la
posición extrema que ha adoptado el kirchnerismo
en su relación con el gobierno nacional, y abrirían
un diálogo que ayudaría al fortalecimiento
de la democracia en nuestro país.
El designado embajador por
Mauricio Macri en España, el misionero
Ramón Puerta, arremetió
duramente contra el espacio
político que lidera la ex presidenta
Cristina Kirchner, al sostener
que “el kirchnerismo se
está desarmando, gracias a Dios”.
Quien fuera por dos días presidente
en la crisis desatada en diciembre
de 2001 en la Argentina, criticó
además la convocatoria del
PJ a elecciones internas para el
8 de mayo, porque según él
"no tiene nada que ver con el peronismo.
Es una de las últimas brazadas
del ahogado que es el kirchnerismo".
A su vez, destacó que “el kirchnerismo
nunca fue peronismo, por lo
contrario, fue casi una asociación ilícita
conducido por personajes inescrupulosos
que dejaron a la Argentina
quebrada, al pueblo empobrecido
mientras ellos se volvieron millonarios,
manejando inescrupulosamente
dineros públicos aportado
por los contribuyentes".
El ex gobernador de la provincia de
Córdoba, José Manuel de la Sota,
se viene manteniendo al margen de la
pelea intestina que vive por estas
horas el Partido Justicialista, y ha
dado a entender a sus íntimos que
no participará de la interna llamada
para el próximo 8 de
mayo.
La estrategia del ex candidato
presidencial es no apoyar
a ninguno de los sectores en
pugna y esperar el desarrollo
que tengan los acontecimientos
que se vivan en el
peronismo,
para después
a partir de
ahí comenzar
a tejer políticamente de cara primero
para el 2017, y luego para el
2019.
Para el político cordobés, esta es la
táctica que debe seguir el sector que
lo acompaña a él y Sergio
Massa, para luego ofrecerse
como prenda de
unidad hacia el interior
del Justicialismo, un
partido sin grandes referentes
y a la espera de
una figura que lo haga resurgir
nuevamente en la
política nacional.