revistafebrero

hasta fue preso, y en ese proceso todo
lo que sus manos tocaban prosperaba
aunque los bienes no eran suyos, al
final fue uno de los hombres más
poderosos de un reino pero por mucho
tiempo la prosperidad en sus manos
servía solo para otros, no te canses de
hacer el bien y espera que la promesa
pronto se cumplirá en tu vida.
5. Finalmente Dios le regala el
hijo prometido a Abraham, y todo
parecía felicidad, el milagro de Dios por
fin llega a sus vidas hasta que Dios le
pide su hijo en sacrificio. Parece
contradictorio pero aquí esta lo
interesante, nunca vemos a Abraham
renegando por la extraña petición de
Dios , la clave está en que Abraham
sabia la diferencia entre una promesa y
una bendición. Las bendiciones
pueden llegar a diario a tu vida y no
significa que esa sea la promesa de
Dios para ti, porque Dios no había
prometido un hijo solamente si no que
le dijo:” hare de ti una Gran nación y las
naciones serán benditas por tu causa,
y tu descendencia será como las
estrellas del cielo y la arena del mar”.
Puede ver la gran diferencia? La
promesa no solo era Isaac, a veces
confundimos la bendición con la
promesa, y por eso cuando llegan esas
bendiciones a nuestra vida nos
aferramos a ellas y no las queremos
soltar, las bendiciones son solo
semillas que te llevan a la promesas,
pero las semillas se siembran no te
quedas con ellas porque no veras la
cosecha en tu vida, Abraham se
despojó de su hijo y fue solo la semilla
para su gran promesa. Obviamente al
final Dios no permitió que sacrificara a
Isaac pero si lo hizo en su corazón la
acción y la decisión que el tomo le dio
el acceso a su gran promesa, y hasta
hoy en día el nombre se Abraham es
recordado como un padre de
multitudes y un hombre de gran Fe.
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