revistafebrero

Pipol algo que mis sojos pudieren
ver siempre son las artesanías de
nuestro país por su color y vida
cualquier lugar. La semana después
del Sael de los dones y antes de las
jovencitas visité Santa Bárbara
pero me toco subir un sendo cerro
para poder llegar rápido.
Pues acá se caracteriza por la
cositas hechas de junco. Al llegar
me encontré con tripas, un alero
quien me llevo donde su patrona
que hace esas cosas en junco. Me
quede impactado con el secado de
los cogollos que se sacan de la
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planta, ahí taban todos tirados en el
sol para que adquieran el color, casi
me hecho un pestañazo ahí. El
siguiente paso es el deshilachado de
las hebras; uy hablando de
deshilachado bien me caería una
carnita deshilachada con
tortillas. La doña nos contaba que
entre más finas las hebras, es más
fino el tejido y pa finalizar las
hebras se tejen con una aguja de
hueso de vaca para darle la forma
deseada, por suerte no es de hueso
de perro porque si haya me
hubieran dejado hecho abuja.