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FRUTOS DEL SUR

SS2016-3

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4<br />

SOLIDARIDAD Y MEDICINA<br />

para su hijo. Dos años después Valeria se dio<br />

cuenta que esas recomendaciones no eran las<br />

mejores. Fue cuando se quedó sin medicación y<br />

probó con aceite de cannabis.<br />

“Mi marido es cultivador. Pero tardé mucho<br />

tiempo en darme cuenta que en mi casa tenía<br />

las plantas para mi hijo —dice Valeria Salech—.<br />

No lo relacioné hasta que vi a Paulina Bobadilla,<br />

de Mamá Cultiva Chile en la tapa de la revista<br />

THC”. Bobadilla, es “la gran mamá”, para ellas.<br />

Además de fundadora de Mamá Cultiva Chile, es<br />

madre de Javiera, una niña de nueve años con<br />

epilepsia refractaria.<br />

CRUZANDO LA CORDILLERA<br />

En Argentina tampoco soportaron<br />

más la falta de respuestas<br />

de la medicina tradicional contra<br />

las epilepsias de los niños. Las<br />

madres se juntaron bajo el ala<br />

de Mamá Cultiva de Chile. La<br />

organización de madres y familiares<br />

de niños que requieren el<br />

aceite de cannabis cruzaron la<br />

cordillera y dejaron otro nido al<br />

occidente del Río de la Plata.<br />

MADRES QUE<br />

SE PONEN LOS ZAPATOS<br />

DE OTRAS MADRES<br />

por Sofía Almiroty<br />

foto Diego Bernardez<br />

El 16 de abril, Valeria Salech, presidenta de la<br />

organización, subió al escenario del Estadio<br />

Ferrocarril Oeste, en el barrio de Caballito. En<br />

la mitad del último show de Las Pastillas del<br />

Abuelo anunció que Mamá Cultiva Argentina<br />

existía. Con la voz clara y el cuerpo fuerte, como<br />

si estuviera acostumbrada a los escenarios,<br />

habló ante 26.000 personas.<br />

Mamá Cultiva promueve el auto cultivo del<br />

cannabis con fines medicinales, su trabajo se<br />

inició en Chile en 2014. Mamá Cultiva Argentina<br />

se lanzó oficialmente el 7 de abril de este año.<br />

“Nosotras no queremos que ningún laboratorio<br />

nos diga qué le tenemos que dar a nuestros<br />

hijos. Nosotras queremos cultivar nuestra planta.<br />

Queremos auto cultivo. Que no se nos trate<br />

como delincuentes por tener una planta. La<br />

planta salvó a nuestros hijos y sabemos que<br />

puede salvar a un montón de gente más. No<br />

queremos más presos por plantar”.<br />

Entre algunas pausas que hacía, la multitud la<br />

apoyaba con aplausos y silbidos. Valeria Salech<br />

convocó a las miles de personas en el recital a<br />

la Marcha Mundial de la Marihuana el sábado 7<br />

de mayo de 2016 en la Plaza de Mayo, corazón<br />

de las manifestaciones de Buenos Aires.<br />

SACANDO PECHO<br />

Salech es madre de Emiliano Méndez que tiene<br />

diez años, padece epilepsia refractaria desde<br />

CON MAMÁ CULTIVA ARGENTINA<br />

que nació. Cuando todavía estaba embarazada<br />

de Emiliano, sentía que se ponía duro adentro<br />

de la panza. El 11 de marzo de 2007 nació<br />

Emiliano y ese mismo día sufrió siete convulsiones.<br />

Los médicos no le daban demasiada<br />

importancia y cuando explicó lo que sentía, la<br />

partera le respondió: “no te preocupes mami,<br />

son las contracciones”.<br />

Apenas Emiliano salió de la panza todo su<br />

cuerpo se paralizó, quedó rígido. Permaneció<br />

internado y sufrió entre 40 y 50 convulsiones<br />

diarias. Con el tiempo, Valeria se dio cuenta<br />

que su hijo convulsionó desde la gestación, le<br />

dijeron que esas convulsiones se llaman convulsiones<br />

tónicas de inicio neo natal. La repetición<br />

de convulsiones es epilepsia, y cuando<br />

esa epilepsia no se puede controlar se llama<br />

epilepsia refractaria. Esto lleva a las madres<br />

a una búsqueda exhaustiva por encontrar algo<br />

que alivie la situación de hijos e hijas, algo que<br />

pare las convulsiones, porque las convulsiones<br />

los pueden matar.<br />

PONIENDO EL PECHO<br />

En ese momento, Salech consultó a la neuróloga<br />

podía medicarlo con el aceite de la planta, le<br />

parecía más natural que toda la medicación que<br />

le estaba dando. Como en Argentina la planta es<br />

ilegal la médica le dijo que no podía asesorarla.<br />

Por si fuera poco le dijo que no iba a funcionar<br />

Valeria Salech aclara que la designaron presidenta<br />

porque era la única con conocimientos<br />

previos sobre cultivo. Hoy son doce madres que<br />

hacen cultivo comunitario, hay otras mamás<br />

en el grupo, pero no cultivan. “Este tratamiento<br />

lleva muchos intentos de prueba y error para<br />

que cada madre sepa cuál es la cepa o la dosis<br />

que necesita su hijo”, dice Salech que ahora se<br />

siente empoderada.<br />

“¿Sabés lo que es para una madre que su hijo<br />

nunca le hable ni la mire y que de repente te<br />

mire y diga mamá? ¿Sabés lo que fue para<br />

nosotros verlo con una birome en la mano dibujando<br />

por primera vez a los diez años? Lo cierto<br />

es que los chicos, por varias razones, están<br />

en un estado de desconexión que la planta lo<br />

revierte en la primera toma”.<br />

Mariana Quiroga tiene 34 años, es otra madre<br />

que forma la comisión directiva de Mamá<br />

Cultiva Argentina. Aclara que fomentan el auto<br />

cultivo y que no proveen de aceite de ningún<br />

tipo. “La idea es enseñar a cultivar a las madres<br />

y generar una red”, explica.<br />

Mariana es la madre de Lara Baldoni de 14 años<br />

y su caso es diferente a la mayoría, porque ella<br />

no nació con epilepsia refractaria. Lara sufrió<br />

un accidente de auto cuando tenía diez años, a<br />

raíz de ese incidente tuvo un traumatismo de<br />

cráneo severo. Luego, a causa del traumatismo,<br />

apareció la epilepsia. Desde el primer día del<br />

traumatismo Lara está medicada con anticonvulsivos<br />

farmacológicos.<br />

Mariana Quiroga narra su vivencia desde las<br />

vísceras. “Éstas medicaciones no controlaban<br />

los estados, y además empecé a notar efectos<br />

adversos severos. No dormía y se levantaba<br />

a las cuatro de la mañana como si fueran las<br />

diez. Las crisis seguían y le generaban mucha<br />

ansiedad. Lara llegó a engordar seis kilos en<br />

un mes. Al mismo tiempo, había empezado<br />

con sus ciclos menstruales y yo notaba que se<br />

desconectaba más cuando le venía, no tenía ni<br />

ganas de hablar”.<br />

La odisea para mejorar la vida de Lara siguió<br />

por el camino de la farmacología hasta el<br />

invierno de 2015 cuando en medio de una crisis<br />

Mariana vio a su hija orinarse. Ese fue el límite.<br />

No lo soportó más. “Hace cuatro meses que le<br />

damos aceite a Lara y las crisis se redujeron,<br />

no convulsiona más todos los días y cuando no<br />

está en crisis ella es Lara de vuelta”. De pasar a<br />

tomar veintiún pastillas diarias, hoy toma catorce.<br />

Mariana espera seguir reduciendo la dosis<br />

farmacológica. “Encontrar a Mamá Cultiva fue<br />

saber que no estaba sola y que nunca más voy<br />

a estarlo. Con esta red podemos acompañarnos<br />

y contenernos. Entre las mamás sabemos lo<br />

que es estar en los zapatos de la otra”, explica<br />

Quiroga.<br />

Ahora Argentina podrá tener un espejo donde<br />

mirarse. Un espacio para la reflexión y la investigación<br />

colectiva, además de un lugar de alivio<br />

para madres, padres y familiares que tanto<br />

sufren con esas enfermedades que padecen<br />

sus niños.<br />

Para que Argentina sea un verdadero espacio<br />

de alivio las normativas deberían modificarse.<br />

Ya no hablamos del uso recreativo de la planta.<br />

Hablamos de niños y madres que no aguantan<br />

más y que encuentran en el aceite de cannabis<br />

una medicina que les devuelve la calidad de<br />

vida.

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