Exprésate con otro rollo sin odio

2) Criterio de humillación: Se puede manifestar de tres formas distintas. La primera
implica la existencia de opiniones que degradan o humillan a un determinado grupo en
situación vulnerable. La segunda forma consiste en la identificación de una referencia
"simbólica o histórica precisa" que expresa apoyo hacia eventos cuyo propósito es
humillar a los miembros de un grupo vulnerable. Por último, la tercera se manifiesta
cuando a una persona se le atribuyen características denigrantes asociadas con prejuicios,
claramente discriminatorios, sobre el grupo al que pertenece. En este sentido el discurso
de odio se ha construido en la igualación de la defensa de derechos humanos con el
comunismo y la guerrilla. Asimismo, a cada persona objeto del discurso se le agregan
calificativos denigrantes como ‘vividor’, ‘sanguijuela’, ‘mentiroso’, `prestamista’ y la
utilización de calificativos como ‘puta’, ‘hueco’ que profundizan los prejuicios en contra de
trabajadoras del sexo y población LGBTI.
3) Criterio de malignidad: Se extiende una invitación dirigida hacia terceras personas, ya
sea de forma explícita o implícita, para ser participes de acciones cuyo objetivo sea atentar
contra la integridad de un grupo vulnerable. En muchos de los mensajes abiertamente se
indica que ‘ha iniciado la guerra’, ‘que caerán uno por uno’ o ‘deberán ser vengados’.
4) Criterio de intencionalidad: Se caracteriza por la existencia de una intención
deliberada para llevar a cabo acciones con las que se persiga humillar y degradar a los
integrantes de un grupo discriminado. Hay organizaciones, cuentas de Facebook y Twitter
que han sido creados explícitamente para articular y provocar el discurso del odio.
b. Denuncia Judicial Infundada
Del 2007 a la fecha, UDEFEGUA ha registrado tres modalidades en la que se mueve la
judicialización de la acción estigmatizadora y difamadora: las detenciones ilegales y arbitrarias, la
utilización de la cárcel preventiva como mecanismo de desmovilización y las acusaciones y
sentencias sin fundamento.
A partir de esa fecha hemos documento 671 hechos de criminalización contra 441 denunciados
que se dividen entre 5 organizaciones y 437 personas. La conducta de las denuncias judiciales en
los últimos años muestra claramente como a partir del año 2011 (momento cuando Álvaro Colom
anuncia que hay defensores de derechos humanos que son criminales) el fenómeno se
incrementa y llega a marcar la naturaleza de relación entre el estado de Guatemala y los
defensores y defensoras de derechos humanos.
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