Resumen Ejecutivo

En materia de formación y cualificación, la Comisión pretende reducir la brecha
entre lo que buscan las empresas y la cualificación de los europeos. Lo que ha
llevado a activar diez medidas en los dos próximos años, entre las que
destacan incentivos contra la fuga de cerebros y una propuesta para convertir
la formación profesional en la primera opción para los estudiantes. Al mismo
tiempo, la UE tiene un ejército de parados (20 millones de personas), en
paralelo a la existencia de centenares de empresas que dicen buscar
empleados y no terminan de encontrar los perfiles adecuados. Por lo que
presentó en junio una agenda cargada de buenas intenciones pero carentes de
presupuesto, más allá de los instrumentos actuales, para facilitar a los
ciudadanos de mejores competencias y facilitar su entrada en el mercado
laboral.
Se anuncia la creación de una “garantía de capacitaciones”, para asegurar un
nivel mínimo de alfabetización, aritméticas y conocimientos digitales,
incluyendo una propuesta para fortalecer la formación profesional (FP). Unos
70 millones de europeos se encuentran con una falta de capacidad de lectura,
escritura y cálculo, y el 40% de la población de la UE carece de conocimientos
digitales básicos, lo que la sitúa en “grave riesgo de desempleo, pobreza y
marginación”.
Para ello, prevé modernizar los estudios de FP, incluida la reversión del marco
de referencia europeo para asegurar la calidad de esta opción y el sistema de
créditos en ese ámbito. La Comisión Europea constata que existe un fuerte
desajuste entre la formación recibida y los empleos disponibles, lo que hace
que muchos jóvenes cualificados ocupen trabajos que no corresponden a su
talento y aspiraciones.
La digitalización de la industria y la acción sindical 28