Resumen Ejecutivo

• En materia de contenidos de trabajo: la integración de nuevas
tecnologías de la información, multimedia y de la nube; sistemas de
asistencia más cooperación; interacción ante los cambios permanentes
entre el mundo de trabajo virtual y real.
• En cuanto a las nuevas exigencias en materia de cualificaciones
profesionales: más complejidad, más interdisciplinaridad, más
soluciones de problemas (recualificación), junto a tendencias a la
simplificación de tareas (descualificación).
• En materia de protección de datos: nuevas posibilidades de
recopilación, del procesamiento y del uso de datos personales y
perfiles de usuario (coincidencia con los datos tecnológicos).
• Respecto a la jornada laboral y lugar de trabajo: la eliminación de las
fronteras del tiempo y lugar, incremento de la importancia de la
movilidad del trabajo.
En definitiva, aspectos como movilidad, tiempo de trabajo y cualificaciones son
los aspectos que determinarán las consecuencias de la aplicación de la
digitalización en las futuras relaciones laborales, con especial incidencia en que
sólo desde la formación continuada es posible dar respuesta a la demanda
laboral que exige la digitalización. Aspectos que van a tener una especial
referencia en las regulaciones legales que se vayan a aplicar en el futuro, a la
hora de adaptar las nuevas realidades industriales a los puestos de trabajo.
Es preciso contar con mano de obra especializada y altamente cualificada en
las nuevas tecnologías y es preciso velar para que los planes de formación se
dirijan a cumplir con este objetivo, a ser posible de manera previa a la creación
de las necesidades; e influir en las administraciones públicas para garantizar
que “la cultura TIC” esté presente en todas las fases formativas. De esta forma,
se podrán reconvertir a las personas que ocupen puestos de trabajo obsoletos
a profesionales válidos para las actividades de nueva creación
Como es preciso conseguir que se reconozca la responsabilidad de las
empresas en cualquier tipo de actividad laboral, incluso en aquella que se
realice por medio del formato de smartwork, formato que trasciende, con
mucho, al del teletrabajo, marcando como objetivo el introducir la regulación del
smartwork en la negociación colectiva. Sin olvidar, el trabajar para que se
incorporen al cuadro de enfermedades profesionales las patologías
relacionadas con la digitalización que puedan ir surgiendo (por ejemplo, el
síndrome visual o el de “la oficina en casa”).
En este marco, y a través del diálogo social, es preciso conseguir la integración
y participación de los trabajadores y de las trabajadoras en este proceso a
través de una mayor información respecto a las consecuencias de la
digitalización y la participación en su concepción, definir lo campos de acción y
acordar los pasos de implementación para conseguir una mayor seguridad en
el empleo y un trabajo más seguro, cualificado y eficiente.
El dialogo social, las prácticas de formación adecuada, el aprendizaje
permanente, los programas de recapacitación y ajuste en beneficio mutuo de
La digitalización de la industria y la acción sindical 59