Carlos Agustín

Destinos
Punta
Mita
El destino sibarita
por excelencia
La casa del Árbol
por / fotos Azucena Pacheco
restaurante Catch
Día 1
La Sorpresa
Punta Mita es
el destino más
sofisticado de
nuestro país. Aquí
no encontrarás
largas calles llenas
de comercios,
restaurantes
y bares; sino
que vendrás a
desaparecer un
rato del mundo en
el interior de algún
resort del que,
simplemente, no
vas a querer salir.
jacuzzi de Casona Jaguares
Tras una hora de camino desde
el Aeropuerto de Vallarta, bordeando
en algunos tramos bellísimas playas
y siempre rodeados de un ambiente
selvático, llegamos al sitio más exclusivo
de Punta Mita: Imanta Resort, donde
estrellas de Hollywood, socialités y jefes
de Estado logran pasar desapercibidos en
sus aproximadamente cien hectáreas.
Nos recibe Ernesto, quien estará
a cargo de cumplir todos nuestros
caprichos, con una refrescante agua de
limón con chía, en una inmensa palapa
que deja asomar el prístino mar azul
turquesa. Allí abordamos el carrito de golf
que nos llevará a nuestra suite.
El entorno selvático, los acabados
en madera, cantera rosa y enormes
puertas de palma tejida de la Suite Kieri,
además del bello jacuzzi de cantera de la
terraza, nos hacen sentir en una historia
de Rudyard Kipling. Ernesto nos cuenta
que toda la estructura del resort está
conformada de ese modo: con la cantera,
palma y maderas propias de la zona, lo
que hace este espacio, además de lujoso,
sustentable.
Después de refrescarnos y
descansar un poco, Ernesto se ofrece a
llevarnos a conocer el lugar, por supuesto
que aceptamos encantados. Aparece
puntualmente en un carrito de golf para
llevarnos a conocer los restaurantes, el
spa, el club de playa y, lo más increíble
de todo, la casa del árbol –rodeada de
cascadas y pozas, ideales para lidiar con el
calor nayarita–.
Sorprende enterarse que este
enorme lugar sólo posee 10 suites y
tres casonas (entre ellas la del árbol).
Sorprende aún más que éstas sean
verdaderas mansiones con alberca y
jacuzzis propios, que van de los 180 a
los 230 m 2 , cada una con impresionantes
vistas al océano o la selva. Terminamos
nuestro recorrido en el restaurante
Catch, a pie de playa, que nos deleita con
cocina mexicana con frescor de mar, y
cuyos ceviches son una gloria.
Pasamos el resto de la tarde
disfrutando de la playa, enmarcada en
una pequeña bahía de cantera rosa,
limpísima, con sedosa arena dorada y
oleaje medio. Después, ya entradas las
20:00 horas, nos dirigimos al bar El
Observatorio, desde donde apreciamos
el espectacular atardecer con una copa
de vino y deliciosamente relajados en las
tumbonas.
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