Caminos Misión

GUINEA ECUATORIAL
NACUXA (MOZAMBIQUE)
OSV (Oficina de la
Solidaridad Vicentina)
Él ha venido “para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
Juan 10:10
sus escaparates. La Navidad, el surgimiento de un modo
nuevo de vivir, de renovados horizontes de sentido, de alternativa
a la desesperanza y el sinsentido, solo puede
gestarse en lo más hondo y alumbrarse hecha compasión,
misericordia, elección premeditada y convencida de
los más pobres, y que la calidad de vida tenga como criterio
el amor y no el bienestar, la mano tendida y no el
bolsillo lleno, donde el perdón inagotable cauterice las
heridas más profundas y la búsqueda de la paz y la fraternidad
haga florecer tanta tierra salpicada de sangre.
Eso es lo que vivió Jesús desde que vio la luz hasta
que su muerte dejó el mundo en tinieblas; es lo que propuso
a sus seguidores. Él tampoco improvisó su vida ni
la tenía programada desde el cielo; sus experiencias de
pobreza, de injusticia, explotación, abusos, la manipulación
de los Mandamientos… le pusieron en guardia contra
las estructuras políticas, sociales, económicas y
religiosas; le ayudaron a profundizar en el Dios misericordioso
al que acabó descubriendo como Abba cuyo designio
para los hombres era hacerlos felices en su Reino.
Por eso se dedicó a desmontar los tinglados de poder
que unos y otros habían construido sobre las espaldas
de los olvidados.
Contemplemos el Belén más allá del diaporama
en colores, romanticón y bucólico; que los más jóvenes,
interpretando lo que esconden las figuritas, conozcan el
origen de la pobreza actual en el mundo, de la violencia
CATEDRAL
DE PARÍS
que nos golpea, que aprendan con nuestra vida y ejemplo
qué es lo que nos exige el Evangelio. Sólo así serán activos
arquitectos de otro mundo en el que Dios Padre sigue
soñando y que, a sabiendas o no, es esperado por toda
la humanidad. Solo así serán Navidad
Sor Concepción Villarino, H.C.
Misionera en Larache (Marruecos)
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