Caminos Misión

PRIMER DIRECTOR DE
COVIDE-AMVE
Corría el principio del mes
de septiembre del año 2005, yo estaba
de vacaciones en Villena, mi
pueblo natal, cuando recibí una llamada
del entonces Visitador de la
Provincia de Barcelona, José Vicente
Martínez. Me comentó que estaban
los Visitadores y Visitadoras reunidos
en Madrid, y al tratar sobre la unión
del Secretariado de Misiones (AMVE:
Acción Misionera Vicenciana de
España) y de la ONGd COVIDE (Cooperación
Vicenciana para el Desarrollo),
veían necesario que hubiera
un único Director de ambas organizaciones,
y había salido mi nombre
para desempeñar ese servicio.
El trece de septiembre recibía
una carta de mi Visitador. Entre
otras cosas me decía:
“Tal como he dialogado
contigo en estos días, te escribo
esta carta para confirmarte
el nombramiento de Director
General de COVIDE-AMVE. Este
nombramiento viene avalado por
la Conferencia de Visitadoras y
Visitadores de España y por
el apoyo de nuestro Consejo
Provincial y del mío propio”.
Así comenzó mi andadura
por este servicio, que duró hasta
el mes de septiembre del 2008,
y por el proceso de unión de
ambas organizaciones en una
sola. Ese puede decirse que fue
mi principal empeño: acoplar la
organización y coordinar las
dinámicas de trabajo de dos
asociaciones en una sola.
A nivel personal, fue para mí
una nueva llamada de la misión “ad
gentes”. Yo había estado en Honduras
del 2000 al 2004, ahora estaba
en Barcelona dedicado de lleno a la
acción social, y de nuevo lo “ad gentes”
llamaba a mi puerta.
Estábamos en aquellos años
en época de “vacas gordas” en el
ámbito de la Cooperación, el dinero
corría por los diferentes niveles de
lo público, y fueron muchos los proyectos
y los fondos conseguidos
para los diversos países con presencia
misionera vicenciana.
Tuve la posibilidad de viajar a
algunos países, para ver en persona
el trabajo de Paúles e Hijas de la
Caridad: Marruecos, Mauritania,
Haití, República Dominicana. Fueron
experiencias que me marcaron
y que nunca he olvidado.
El trabajo en la animación misionera
también ocupó buena parte
de este tiempo. Recorrí la mayor
parte de España entre jornadas misioneras,
formaciones en proyectos,
animación en colegios, visita de organismos
e instituciones.
Fueron para mí unos años de
mucho trabajo, y fueron vividos con
mucha intensidad. El testimonio de
tantos misioneros y misioneras vicencianos
me ayudó a fortalecer mi propia
vocación, misionera y vicenciana.
¡Gracias doy a Dios por esta
oportunidad!
Hno. Francisco Berbegal, c.m.
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