Memorias proceso Casas de la cultura, localidad de Bosa.

Como “Bovea y sus vallenatos”, “Los Alegres Vallenatos”
de Guillermo Buitrago, ya habían hecho conocer los
ritmos de “Francisco el hombre” con guitarra en el interior
del país. Con la creación del Festival de la Leyenda Vallenata,
se trata de reducir la música de acordeón al
Valle del cacique Upar y una serie de cultores y autores,
emprenden una descalificación de las otras influencias
como la sabanera de banda, nacida en el valle del Sinú.
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!!!GRACIAS MAESTRO
ALFREDO GUTIERREZ!!!!
Es en ese momento en que se da una valerosa y fructífera,
división entre los que defendían, la ”pureza del vallenato
de Valledupar…” y los que se decidieron por la
música de acordeón sabanera. Uno de ellos fue Alfredo
De Jesús Gutierrez Vital, junto con Anibal Velásquez,
Dolcey Gutiérrez y otros músicos que no abandonaron la
guaracha, el fandango, el porro y que fueron duramente
criticados por la prensa y los teóricos del momento. Si no
hubiera existido esa fuerza, no hubieran llegado uno por
uno, al único estudio de grabación famoso en Colombia,
por los años cincuenta, Discos Fuentes, personajes como
Calixto Ochoa, Armando Hernández, Eliseo Herrera,
Chico Cervantes, Julio Estrada (Fruco), Julio Erazo, Lisandro
Meza, entre otros, a grabar por separado sus temas,
para obtener como propuesta del dueño del estudio,
“Toño Fuentes”, la idea de fundar una banda, lo que dio
origen al grupo más famoso de toda la historia de la
música costeña “Los Corraleros del Majagual”.
Sin embargo, Alfredo Gutiérrez no abandonó el Vallenato
y fue en 1974, 1978 y 1982, cuando delante de sus detractores,
fue tres veces “Rey Vallenato” en la Plaza
Alfonso López, formando parte de de esa dorada lista de
autores clásicos, a la que también pertenecen Leandro
Díaz, de quien dijo García Márquez, haber escrito el
tema más bello del folclor vallenato: La Diosa Coronada;
Gustavo Gutierrez Cabello, el de Camino Largo”; Fredy
Molina el de “Los tiempos de la cometa”; Carlos Huertas
el del “Cantor de Fonseca”; Octavio Daza, el de “Río
Badillo”; Adolfo Pacheco anillo, el de “La Hamaca
Grande”, entre otros. Haber sido el más importante en las
dos grandes vertientes de la música de acordeón colombiana,
le otorga a Alfredo Gutierrez, todas las credenciales,
para SER EL MIL VECES REY entre los músicos latinoamericanos
y mundiales, ejemplo a seguir por quienes hoy
detentan injustamente el nombre de “Vallenatos” por
haber recibido premios que reflejan las ventas, pero no la
calidad de sus letras ni melodías, llenas de efectos electrónicos,
pero poquísima calidad.
Por : Orlando Triana, Docente Videos y Rollos