DETOX Emociones FINAL

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SEMANA 2 /
ADMINISTRACIÓN
DE LAS EMOCIONES
“YO LES HE DICHO ESTAS COSAS PARA QUE EN MÍ HALLEN
PAZ. EN ESTE MUNDO AFRONTARÁN AFLICCIONES, PERO
¡ANÍMENSE! YO HE VENCIDO AL MUNDO”.
JUAN 16:32
El pecado nos ha llevado a expresar nuestras emociones de
maneras poco saludables:
1. Ignorar, negar: desafortunadamente cuando ignoramos
o disimulamos la realidad de las emociones en nuestra
vida, éstas distorsionan nuestra perspectiva y agravan las
experiencias. Tenemos la predisposición de negar o
rechazar las cosas que Dios quiere usar para ayudarnos a
crecer.
2. Rendir el control: Cuando permitimos que las
emociones nos dominen, es factible que reaccionemos
con exageración o que por el contrario, nos quedemos
“paralizados.”
Existe una tercera opción que es la única realmente
saludable. Elegir ver nuestras emociones desde la
perspectiva de Dios y llevarlas a un punto de armonía en
nuestra mente. En esta opción, una verdadera madurez está
envuelta porque es necesario tener un balance entre
corazón y mente, entre nuestros sentimientos y lo que
pensamos o hacemos.
¿HASTA DÓNDE PUEDEN
IMPACTAR LAS EMOCIONES?
Estas pueden trascender de manera positiva o negativa
nuestra vida. Las negativas afectan nuestro estado de ánimo
y perturban nuestra salud emocional, mientras que las
positivas nos proporcionan salud
emocional y nos dan equilibrio.
“
Las emociones deben trabajar
para nosotros y no en contra de
nosotros.
๏ Emociones positivas. Proporcionan un estado ideal de
felicidad. Nos conectan con el mundo exterior y nos
permiten relacionarnos mejor con los demás. Entre éstas
se encuentran: alegría, gratitud, serenidad, esperanza,
inspiración, amor, entre otras.
๏ Emociones negativas. Las emociones negativas son
perjudiciales para la salud emocional, mental y física;
afectan la relación con los demás y están reforzadas por
los eventos y la perspectiva individual a lo largo de la
vida. Es urgente trabajar en nuestras emociones negativas
para no vivir atrapados por ellas, ya que son sumamente
peligrosas y ponen en riesgo el sistema nervioso central.
Entre las emociones negativas encontramos: ira, miedo,
angustia, tristeza, celos, vergüenza, avaricia, codicia, entre
otras. Las emociones negativas nos producen ansiedad,
insatisfacción personal y rechazo. Dicho sea de paso,
estas son más intensas y duraderas.