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A unos treinta kilómetros, por una serpenteante carretera, llegaremos a Castro Caldelas, que
como su nombre apunta está presidido por un Castillo desde donde podemos otear gran
parte de esta Ribeira. Calles empedradas nos llevan a recorrer la llamada Cima de Vila, y nos
conducen hasta la fortaleza medieval perfectamente conservada.
Es O Castro inspiración de escritores y no es de extrañar que allí las letras fluyan, seguramente
la gastronomía actúa de musa… sus cocidos de garbanzos con grelos ,carnes de caza,
chorizos ,lacones o el siempre venerado, pulpo a feira junto a la sabrosa orella autentica
fuente creativa y no solo de poetas...para rematar degustaremos la Bica Amantecada que
sin dudar se llevará todos los honores… bizcocho sabroso para tomar solo o con un licor de
orujo de hiervas… o de café, que personalmente os diré, alcanza el grado divino de elixir de
dioses…
Cuerpo y espíritu reconfortado para una temporada.
Todo esto, sin olvidarnos, que el alma de esta comarca lo dan sus viñas, con una altísima
calidad, lograda gracias a la sabiamente llamada viticultura heroica de la zona, que ya en
tiempos de los romanos lo consideraban el oro del sil
Mis raíces están unidas desde siempre a estas tierras, conozco los paisajes, he disfrutado del
clima, gozado con su gastronomía, reído con sus vinos y licores… pero sobre todo, son sus gentes
las que hacen de esta comarca un punto único en el mundo.
Quiero que sirva de humilde homenaje a Silvestre Novoa ejemplo de amor a esta tierra y a sus
viñas.
Revista de cultura y viajes / Marzo 2017 / www.icruceros.eu