ATRAPADOS EN LA REVOLUCIÓN RUSA 1917
CapítuloRevoluciónRusa
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PRÓLOGO<br />
dificultades para instruir acerca de cómo preparar una comida<br />
al estilo americano, dado que ella no entiende una palabra de<br />
inglés, y él no habla una de ruso» 31 . La ayuda llegó pronto, bajo<br />
la forma de un conocido de Francis con el que coincidió en<br />
el viaje: madame Matilda de Cram, una rusa que regresaba a<br />
Petrogrado, vivía cerca de la embajada –de la que se convirtió<br />
en asidua visitante– y se ofreció para enseñar francés a Francis y<br />
ruso a Jordan. La amistad del embajador con madame de Cram,<br />
que incluía acompañarla a las carreras en su día libre, fue creciendo,<br />
para consternación de sus colaboradores y de la contrainteligencia<br />
aliada, que la consideraba una espía alemana, presta<br />
a seducir al ingenuo nuevo embajador 31* . Ya amoldado a la<br />
situación, Francis prescindió de la cocinera rusa, y en adelante<br />
fue Jordan el que preparó el desayuno, hasta que encontraron a<br />
un «cocinero negro que es de color muy negro, un negro de las<br />
Indias Occidentales llamado Green». Jordan se había mostrado<br />
sorprendido desde su llegada por los «pocos negros» que había<br />
en Petrogrado, y «ninguno como nuestros negros» 34 . Francis<br />
observó también, y así se lo explicó a su esposa, que Phil, «de<br />
piel relativamente blanca», incluso «casi lo bastante blanco de<br />
piel como para pasar por un blanco», no salía a la calle con el<br />
cocinero de Trinidad porque este era «demasiado negro» 35 . Al<br />
parecer, Jordan y Green pasaban la mayor parte del tiempo «intrigando<br />
para conseguir comida», o conjurándose para abastecer<br />
la mesa del embajador, a pesar de las severas restricciones:<br />
Jordan, equipado con su ruso simplificado, resultó ser «intrépido<br />
a la hora de vagar por las calles y regatear en los mercados,<br />
mezclándose con el gentío políglota y multicultural» 36** . No cabía<br />
duda de lo mucho que Francis extrañaba los lujos de su país:<br />
esperó durante meses la llegada de un envío de jamón y beicon<br />
*<br />
Sin pruebas sólidas que respalden esa acusación, ni las insinuaciones de<br />
que no era feliz en su matrimonio, parece más probable que el solitario Francis,<br />
que apreciaba un bello rostro, se limitase a disfrutar de la amistad y compañía<br />
femeninas de madame de Cram.<br />
**<br />
Más destacable es el hecho de que Jordan, con la asistencia de Francis, se<br />
convirtiese en uno de los dos únicos norteamericanos a los que el jefe de policía<br />
de Petrogrado permitió tomar fotografías en la ciudad.<br />
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