Revista q

Limbo
Entrevista
LE. Mmm más que con la tecnología, tiene que ver con el nuevo concepto de proceso
de mercado. Desde nuestro enfoque, el café es un proyecto de vida, que relaciona lo
que sabemos hacer, con lo que queremos hacer y con lo que tenemos, además, con lo
que quieren los jóvenes. La gente nos ve como productores de café, otros como
recorridos guiados, otros más como cabañas y esos trabajitos, otros como lugar para
los talleres. Es un espacio muy complejo, de aquí sacamos para vivir, pero también lo
vivimos.
E. ¿Entonces de qué manera se mueve el mercado del café? O sea, ¿qué
requiere para que funcione?
LE. Lo que pasa es que, en el mercado, el mundo del café ha cambiado
dramáticamente. Hoy si tú quieres vivir solamente de vender café, es muy poco
beneficioso. Para poder tener cafetales tuvimos que reinventarnos porque el ingreso
en el café nunca fue negocio. Entonces inventamos Reserva Azul, donde
incorporarnos el tema de la cafetería orgánica, amalgamando un modelo de negocios.
El día que nos cae una nevada, esto sigue funcionando, porque, aunque no tengamos
café se sigue vendiendo café en términos virtuales.
E. ¿Consideras que esta reinvención del café es valorada por los turistas?
LE. Sí, claro. Cada vez se busca más porque éste es un modelo en el que la gente se
refleja; nosotros somos gente, que sin perder esta parte urbana también vivimos la
parte rural, entonces eso es como un sueño para una persona que es de la ciudad. Aquí
todos los días vas caminando y vas saludando a todo el mundo, aquí eres alguien, en la
ciudad eres un número de CURP; aquí todo el mundo tiene un nombre, es una cara,
tiene un sentido; relación que yo creo que es la base fundamental de la vida. Eso es lo
que hemos construido a partir del café, entonces, ya no queremos tener mucho café
sino el mejor café.
E. Claro, eso es lo más importante: calidad mejor que cantidad; por
último ¿qué es lo que esperas que la gente sienta cuando prueba su café?
LE. (Pensativo; esta respuesta lo vale) Yo lo que espero es que... pueda recrear sus
sentidos, a través de una taza de café; que lo huela, que lo vea, que lo sienta. Y en su
momento: ni muy caliente, ni muy frío; tienes que hacerlo cuando está en la
temperatura adecuada para que pueda degustar como debe de ser.