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No son pocos los ejemplos de películas de éxito
que hicieron que un libro desconocido y olvidado se
convirtiera, de repente, en un best-seller; como no son
pocos tampoco los que han empezado a leer una historia
por el interés que una película les depertó. ¿Quién no se
ha alegrado al descubrir tras ver una película que existen
unos cuantos libros que continúan la historia y se ha
lanzado por ellos? Uno de los mejores ejemplos está en
los hábitos de lectura de muchos niños y adolescentes,
y en cómo algunas películas y sagas cinematográficas de
éxito los han empujado a los libros.
Tendencias
A esto se debe sumar otra realidad. Las películas han
ayudado muchas veces a dar a conocer la biografía de los
escritores, a través de biopics que recuperan sus vidas, y
han logrado de ese modo generar un interés mayor por
ellos y por sus obras. Ocurrió en su momento con Jane
Austen. Las adaptaciones televisivas que la BBC hizo en los
90, y el hecho de que varias de sus novelas se convirtiesen
en éxitos en cine crearon un pico de interés, que empujó
a muchísimos más lectores a descubrir sus novelas y
biografía, e hizo que la escritora del siglo XIX se convirtiese
en un fenómeno global en el siglo XXI, a una escala que
antes no había tenido.
Por otro lado, las adaptaciones al cine, especialmente las
que se hacen a lo grande con megasuperproducciones
de Hollywood, hacen que la historia llegue a muchos
más públicos y sobre todo a públicos no lectores, que
se apropian de ella sin antes (o después) pasar por el
libro. Un pecado que los lectores no pueden perdonar
fácilmente.
¿Es por tanto la relación entre cine y literatura algo que
quienes aman los libros deben condenar? En realidad,
la situación es mucho más compleja y tiene una cara
B en la que se puede encontrar indicaciones que nos
llevan a concluir justo lo contrario. Puede que para
algunos el cine se esté apropiando, casi robando, las
buenas historias de sus libros favoritos, pero lo cierto
es que esas películas literarias también tienen un efecto
directo en los ratios de lectura, pues empujan a muchos
al libro en cuestión. Para varios no lectores, las películas
basadas en libros suponen un primer contacto con la
literatura y ayudan a eliminar muchos prejuicios de
entrada a la hora de sentarse con un libro, con un autor
o con un género.
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