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UNA PARTE DE MÍ<br />
En ocasiones a muchas personas nos<br />
gusta hablar o escuchar historias de terror,<br />
pero abandonamos el interés cuando lo<br />
vivimos en carne propia. Hace tres meses<br />
mi hermano murió de un paro cardiaco. Era<br />
hipertenso y siendo mi única familia sentí<br />
una profunda soledad, de nada sirvió leer<br />
cientos de reflexiones. No quería aceptar<br />
que ya no estaba conmigo. Era tanta mi<br />
desesperación que investigué en la red cómo<br />
resucitar un muerto. Después de un par de<br />
horas encontré un libro, el precio era elevado<br />
pero lo compre en línea. Cuando lo tuve en<br />
mis manos la esperanza de regresarlo a la<br />
vida me reconfortó. Si existe Dios todo es<br />
posible y lo opuesto a Dios también existe.<br />
Tenía todo preparado y a las 3:00 am me<br />
encontraba en el panteón a un lado de la<br />
tumba de mi hermano con el libro que incluía<br />
un ritual poderoso para invocar a un espíritu.<br />
Parecía sencillo, encendí una vela negra la<br />
muerte y una vela blanca la vida.<br />
“Te invoco a ti, fuerza poderosa, resucita a mi<br />
hermano”. (susurré).<br />
De la nada fluyó un ligero viento que apagó<br />
las velas. Me quedé sentada mirando a mi<br />
alrededor, todo era una locura y comencé a<br />
llorar. Besé la tumba de mi hermano y me fui<br />
a casa. Al día siguiente desperté al escuchar<br />
ruidos que venían del patio trasero de mi<br />
casa, al llegar ahí quedé inmóvil, uno de mis<br />
gatos estaba tirado en el suelo, mutilado,<br />
le faltaba la mayor parte de la cabeza y<br />
trozos del cuerpo que dejaba ver partes del<br />
hueso. Además, el cadáver de mi hermano se<br />
encontraba de espaldas, hincado en el suelo<br />
con otro de mis gatos entre sus manos que<br />
maullaba con desesperación y a tarascadas<br />
lo deglutó. De súbito volteó la cabeza hacia<br />
mí con piel desgarrada colgando de sus<br />
dientes. Comenzó a arrastrarse en dirección<br />
a la puerta donde yo estaba parada y de<br />
forma instintiva la cerré asegurándola para<br />
estar a salvo.<br />
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