Boletín "CARMEN", noviembre 2017

Noviembre 2017
MIÉRCOLES SANTO
9
FÉLIX DÍAZ
e inquietudes me ha reportado
un mejor conocimiento de
cada una de las hermandades y
de su propia problemática, que
me ha servido para un mejor
entendimiento de este gran día
que es el Miércoles Santo.
Quiero reseñaros que
en los primeros días del mes
de septiembre, con la buena
acogida de la Hermandad del
Buen Fin, tuvimos el primer
encuentro de jóvenes cofrades
del Miércoles Santo. Durante
toda una mañana más de
cien jóvenes, representando a
nuestras hermandades, compartieron
sus ideas e hicieron
una puesta en común de lo que
para ellos es su hermandad y
qué les aporta. Fue toda una
apuesta de jóvenes valientes y
comprometidos con su fe, que
constantemente se tienen que
poner a prueba en un mundo
donde lo que priva es lo que
se tiene o lo que se aparenta;
donde lo primero es el yo,
después el yo, y por último el
yo. Este encuentro ha servido
también para estrechar lazos
de fraternidad entre jóvenes de
diferentes hermandades, que
en un futuro no muy lejano están
llamados a formar parte de
nuestras juntas de gobierno.
Este año, además, he podido
asistir al décimo aniversario
de vuestra Estación de Penitencia
a la Santa Iglesia Catedral.
Es una gran alegría el poder
comprobar cómo día a día se va
consolidando vuestra hermandad
y no solo en el incremento
de patrimonio, que ha sido muy
importante en este periodo,
sino también en el aumento de
hermanos. Vuestros cultos son
seguidos por un nutrido grupo
de hermanos y he podido comprobar
cómo organizáis actividades
en las que igualmente el
apoyo es importante.
Os deseo de todo corazón
que sigáis manteniendo este
impulso y unidad, con la seguridad
de que os conduce al
engrandecimiento de vuestra
hermandad.
Yo en mi persona he podido
comprobar cómo, con este
esfuerzo, unido a un gran amor
a nuestros titulares, es posible
conseguirlo. A principios de los
años setenta del siglo pasado
un grupo de jóvenes nos empeñamos
en volver a reorganizar
mi hermandad de Jesús Despojado.
Los resultados ahí los
tenéis.
Le pido a Nuestro Padre
Jesús de la Paz y Nuestra Señora
del Carmen en sus Misterios
Dolorosos os protejan y os den
la unidad y el gran amor necesario
para minimizar cualquier
esfuerzo.