Saqueo YUMPU
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Introducción<br />
tos comunes, patrones de continuidad y actores, que a pesar<br />
de importantes diferencias no pueden ser excluidos. Debido a<br />
que nuestra principal intención es comprender el presente con<br />
la ayuda del pasado, nos centramos en los Estados Unidos en<br />
particular, el actual poder político dominante en el mundo, de<br />
un tipo que no tiene precedentes.<br />
La retórica que apoya el Estado de Derecho ha fluido a<br />
través de las expansiones euro-estadounidenses, y con repetitiva<br />
frecuencia, para camuflar la toma de tierra, agua, minerales y<br />
mano de obra, como ha ocurrido en innumerables lugares, a los<br />
pueblos originarios bajo el colonialismo. Cuando los estudiosos<br />
del Derecho o los abogados litigantes hablan del Derecho, comúnmente<br />
se refieren a las deliberadas funciones del Derecho<br />
—un proceso para facilitar y proteger los acuerdos voluntarios;<br />
como un proceso para resolver los agudos conflictos sociales; o<br />
como un proceso necesario para una ordenada continuidad—.<br />
Sin embargo, el Derecho euro-estadounidense tiene doble<br />
filo. Las viles funciones del Derecho están esbozadas en la<br />
investigación sobre el colonialismo europeo, sobre orientalismo<br />
legal, sobre Derecho y desarrollo como imperialismo jurídico,<br />
o trabajos sobre la guerra contra el terror y su efecto transformador<br />
en el Estado de Derecho, tanto en el ámbito extranjero<br />
como en el interno. Sobre la base de esto, construimos nuestro<br />
cuerpo de trabajo. Usando una variedad de ejemplos y episodios<br />
sostenemos que a través de la historia euro-estadounidense,<br />
el Derecho comúnmente ha justificado el saqueo por parte<br />
de las naciones hegemónicas y de otros poderosos actores. El<br />
Derecho, como se construye hoy, por medio de los acuerdos de<br />
la Organización Mundial del Comercio (OMC), los contextos<br />
de condicionalidad del Fondo Monetario Internacional (FMI)<br />
y el Banco Mundial, y la naturaleza etnocéntrica de muchos<br />
discursos sobre los derechos, es un Estado de Derecho que<br />
justifica el saqueo hasta el paradójico punto de ser ilegal en sí<br />
mismo. La cuestión es si el Estado de Derecho, que opera en el<br />
contexto del colonialismo y el imperialismo, resulta en desorden<br />
más que en orden, proveyendo la continuidad de la opresión<br />
en lugar de la interrupción de la práctica colonial.<br />
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