Pág in a 45 EL INEXISTENTE CAMINO HACIA LA INMORTALIDAD EN EL PRÓXIMO NÚMERO ENTREVISTA A JAVIER ARRIES...
Con J o se “<strong>El</strong> Inmor ta l” Pág in a 46 dueño resucite y así pasar juntos el duro trago <strong>de</strong> respirar oxígeno nuevamente. Más complicado lo tendrá el propio Robert Einger que ha tenido la feliz i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> congelar los cadáveres <strong>de</strong> sus dos esposas. Como vemos, los problemas con los que nos vamos a encontrar no son tanto económicos como <strong>de</strong> otra índole. Porque cuando por primera vez se especuló con esta posibilidad, todo parecía extraordinariamente lógico. Pero no fue así. Los problemas fueron surgiendo, uno a uno, a medida que se fueron <strong>de</strong>sarrollando las técnicas que se iban a emplear en el proceso <strong>de</strong> conservación. Las principales dificulta<strong>de</strong>s fueron y son, como no, <strong>de</strong> ipo técnico. Por ejemplo, cuando se reviva uno <strong>de</strong> estos cuerpos crioconservados, habrá que solucionar las llamadas “fracturas térmicas”, causadas por el hecho <strong>de</strong> que el tejido animal no se congela todo a la misma velocidad y esto causa roturas, en principio a nivel celular, pero que pue<strong>de</strong>n llegar a afectar incluso a huesos enteros. En la actualidad se ha susituido la congelación <strong>de</strong>l cuerpo por su vitrificación, un proceso en el que las fracturas son mucho más escasas. Pero, aun así, el camino será largo hasta lograr un proceso absolutamente inocuo. También habrá que reparar los daños causados por la falta <strong>de</strong> oxígeno, que se cree serán mínimos, pero no se sabe a ciencia cierta. Y habrá que eliminar, sobre todo, el peligro <strong>de</strong> los crioprotectores, que paradójicamente, son en su mayoría alcoholes (sobre todo etanol) y resultan altamente tóxicos, especialmente a nivel cerebral. Tampoco se sabe aún si el renacido será la misma persona que congelamos. Si sus recuerdos serán los a<strong>de</strong>cuados, si su cerebro funcionara bien, si será sociable o un maníaco asesino… Encontramos también problemas legales, porque un cuerpo inerte, un cadáver, pier<strong>de</strong> todos sus <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo momento <strong>de</strong> su muerte. Deja <strong>de</strong> exisir y, por lo tanto, si es regresado a la vida, se encontraría en un curioso limbo legal, en el que no solo no tendría <strong>de</strong>recho alguno… sino que tampoco tendría la posibilidad <strong>de</strong> reclamarlo… A<strong>de</strong>más ¿Quién pagaría la reversión <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> congelación y la cura <strong>de</strong> la enfermedad que supuestamente se lo habría llevado? ¿Con que patrimonio económico contaría nuestro “revenant” para reiniciar su vida? ¿Se adaptaría a la vida en un futuro tan hosil como el que se encontraría? En este senido me atrevo a recomendar la película “el dormilón”, <strong>de</strong>l genial Woody Allen, en el que aborda estas y otras dudas. Sin querer profundizar más en el asunto, habría también graves problemas <strong>de</strong> índole filosófica, porque imaginemos por un momento que realmente Dios exisiera… la crioconservación le estaría quitando clientes y, si revisamos la Biblia, vemos que no conviene hacer enfadar al señor <strong>de</strong> la barba con el triangulito arriba… Y cuando llegue el momento <strong>de</strong> la reversión <strong>de</strong>l proceso… ¿cómo se hará? Simplemente no se sabe. No se ha dado el caso aún y muchos cieníficos creen que eso nunca se podrá hacer, ya que no se trata solo <strong>de</strong> calentarlo en un microondas como si se tratara <strong>de</strong> un plato precocinado. Habría que insuflarle vida <strong>de</strong> nuevo y eso, salvo el doctor Frankenstein, que se sepa, no ha podido hacerlo nadie. No faltan las voces autorizadas que califican este proyecto <strong>de</strong> “enierro caro” para frikis. Sin embargo, los creyentes en esta supuesta resucitación aseguran que simplemente están comprando una posibilidad <strong>de</strong> vivir más allá <strong>de</strong> su muerte. Una posibilidad tal vez entre un millón, pero una. Y están en todo su <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> vivir esa esperanza. Pero imaginemos por un momento que finalmente se solucionan, uno a uno, todos estos problemas y se logra regresar a uno <strong>de</strong> estos cuerpos congelados <strong>de</strong> entre los muertos… Pensadlo por un momento… ¿De qué estaríamos hablando? ¿Qué clase <strong>de</strong> ser habríamos creado?... es <strong>de</strong>cir… ¿Cómo se llama a un muerto que camina por las calles? Eso… es un zombi, aquí y en la China popular... Una vez más, la realidad imita a la ficción. Sin duda…. se acerca el apocalipsis…. Preparémonos… JOSE “EL INMORTAL” ANTES DE MEDIA NOCHE