La_Hortelana_9_(2)

Septiembre 2017, nº9
Se puede observar en estas balconadas como
los laterales suelen estar cerrados o con algún
habitáculo. En algunos casos estos habitáculos
albergaban el escusado; eran los tiempos en los
que algunos residuos iban a parar al mar. Otra de
las singularidades de estos balcones es que los
antepechos suelen ser lisos sin cojinetes, pero sí
con balaustres torneados o sin tornear.
Existen algunas singularidades como en el caso
de los techos de madera de Garafía, algo que sí
es único de la isla de La Palma.
Algunas de estas balconadas están cerradas
con cristaleras, otras por el contrario su cierre lo
componen ventanas con celosía.
Ilustr. 4: Casa con techo de madera en
Garafía.
Estas casas de Garafía con los techos de madera
son uno de los patrimonios arquitectónicos con los
que cuenta la isla. Estas construcciones siguen las
pautas arquitectónicas de la casa rural tradicional:
paredes de piedra seca y en este caso techos a
dos vertientes. Por otra parte las ventanas y las
puertas no se diferencian mucho de las de otras
islas. Las puertas de la casa urbana suelen ser más
elaboradas con cojinetes labrados, en cambio las
de la casa rural son mucho más simples.
Ilustr. 5 Calcinas.
Ilustr. 2- 3: Balcones de la Avenida Marítima.
La belleza de estas balconadas se ve favorecida
por las flores y el colorido de las paredes.
En cuanto a la arquitectura puramente rural, las
diferencias no son muchas con respecto al resto de
las islas, salvo casos puntuales.
En esta imagen de arquitectura urbana se pueden
apreciar las pautas arquitectónicas tradicionales:
planta rectangular, dos alturas, tejados a cuatro
aguas, ventanas de guillotina asimétricas y puertas
en algunos casos con cojinetes. Otra de las cosas
a tener en cuenta es el color de la carpintería, que
casi siempre suele ser verde o marrón.
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