Edición 81

VIDA EN ARMONÍA
VIDA EN ARMONÍA
¿A quién le toca el
cuidado de los hijos
y del hogar?
Actualmente se dice y promueve la importancia de
manejar el cuidado de los hijos y del hogar entre
padre y madre… pero sea por tradición o por otros
motivos, muchas mujeres siguen llevando la
mayor parte de la carga de educarlos y
de mantener la casa en orden.
Si el hombre lleva el sustento y la mujer se queda en
casa, es lógico que a ella le toca hacer hogar y cuidar
a los niños. Pero, incluso en esta situación, es imprescindible
que no recaiga en ella todo el peso de estas tareas
y a todas horas.
Aunque aún son muchos los maridos que no realizan tareas
domésticas tradicionalmente femeninas (como limpiar y ordenar
la casa, cocinar, lavar la loza, lavar y planchar la ropa o
cuidar de los hijos), los hombres suelen encargarse de ciertas
labores que a veces no consideramos. Por ejemplo:
• Mantenimiento del auto (revisar y/o cambiar las llantas, realizar
reparaciones menores, supervisar las idas al taller).
• Mantenimiento de la casa (cambiar bombillas, reparar grifos
que gotean, pintar paredes, cortar el césped, montar muebles
y aparatos que requieran de ensamblaje, mover muebles,
colgar cuadros, etc.).
APROPIACIÓN TERRITORIAL
En las últimas décadas los hombres se están implicando cada
vez más en las tareas domésticas, si bien todavía son muchos
los que acuden a los roles de género
tradicionales para evadir estas responsabilidades.
También se da el caso de
los maridos conscientes que quieren
aligerar la carga a su mujer, pero ésta
opina que él no debería meterse en las
cosas del hogar, sobre cuyo espacio,
decoración y organización ella tiene
derecho exclusivo. En consecuencia,
el hombre lo siente cosa de su mujer y
pierde interés en “ayudar” a mantenerlo
limpio. En casos extremos, extraviado en su propio hogar, necesita
crear un espacio para sí mismo: una “oficina” en casa,
un “taller” o “cuarto de juegos” en el sótano, garaje o jardín y
lo acondiciona a su propio estilo.
DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA
Cada pareja tiene su manera de funcionar. Hay quienes se
sienten bien con los roles tradicionales; pero si eres la mujer
y quieres iniciar un cambio para tratar que la relación familiar
funcione de forma equitativa, aquí tienes tres ideas:
1. Habla con tu esposo
Este es el primer paso que debes dar. Quizá te preocupa
cómo plantearlo y cómo lo va a tomar; pero no es buena idea
esperar hasta que te sientas tan cansada o saturada que no
puedas más, ya que esto podría llevarte a echárselo en cara
a gritos e incluso propiciar llevar la relación a un punto delicado.
Comienza por buscar un momento adecuado, un día que estén
tranquilos (de ser posible, los dos solos, con los niños ya
dormidos o en casa de los abuelos o tíos). Dile que necesitas
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