Contrastes Argentina ED-D2

ESTUDIO
cuenta los colores y la iluminación. Y ya
que llevamos recorridos 24 meses, nos
hicimos los “vintage” y elegimos algunas
cámaras antiguas. Siguiendo con la
misma inspiración elegimos un fondo en
tono pastel (en realidad celeste porque es
el que más se asemeja al cyan que solemos
utilizar en las gráficas de la revista), como
se solía usar en el pasado. Tonos pasteles
o imágenes un poco “lavadas” o de bajo
contraste eran las que se conseguían en
función de la película y el revelado que
había y, debido a la dificultad para capturar
la luz, la iluminación solía ser de
tipo “dura” y con luces fuertes de flashes
directos.
Entonces, con el proyecto en mente,
empezamos a darle forma. Fuimos consiguiendo
los equipos que usaríamos a
modo de ingredientes, un plato y una
pala, el fondo de color y las velitas que no
podían faltar.
Como bien sabemos, lo único que
cuenta en una foto es la parte que se ve,
y por eso no importa qué elementos
utilicemos en tanto contribuyan al
acabado de la imagen final. Siendo así,
podemos aclarar que los pies de cada
plato eran tubos de cartón (muy firmes
para que aguanten el peso de los equipos
sin arriesgar a que se venzan y todo caiga)
forrados con papel blanco, para asemejar
el tono de los vidrios blancos circulares
que se usaron a modo de superficie de
cada plato.
Utilizamos una mesa para toma de
productos aprovechando la suave curvatura
de su superficie que une la base con
el fondo. De esta manera se eliminó la
línea que, de otra forma, quedaría marcada
por una pequeña diferencia de iluminación
entre lo que podrían haber sido
dos planos diferentes. Una vez colocado
el fondo, acomodamos la primera base o
pie con su plato y sobre ella fuimos colocando
los cuerpos de cámaras y los objetivos,
además del segundo plato y más
equipos para armar una forma de torta
lo más definida posible. Controlando
desde el punto de vista de la cámara (se
puede hacer a través del visor o tomando
una foto y viéndola directamente desde
la computadora), se fue buscando milimétricamente
la posición ideal de cada
objeto, algunas veces cambiándolos de
lugar entre sí y otras sólo corrigiendo un
poco su posición inicial.
Para iluminar esa foto se utilizaron
cuatro luces (ver esquema). En primer
lugar colocamos un flash con un octo
(softbox de forma octogonal) de 90 cm de
diámetro y 75 cm de profundidad en la
misma línea vertical que la cámara, pero
un poco más alto, sujetado por una jirafa
pues hubiese sido imposible colocar un
trípode en el mismo lugar en el que estaba
ubicada la cámara. Este flash, seteado
en 700 watts, no apuntaba directamente
hacia la torta, sino que fue colocado en
sentido contrario y su luz fue reflejada
por las “paredes” o fondo del softbox. De
esta manera, la luz se difumina y, al no ser
“directa” produce una iluminación suave
o poco contrastada. Y para quitar un
poco más de contraste, el softbox cuenta,
44 CONTRASTES FEBRERO / MARZO 2015