Crónicas de la Diversidad

Sonia y su
corazón
boliviano
conquistaron
Bogotá
19
Hace 33 años un viaje inesperado cambió
el rumbo de la vida de la “paceña” Sonia
Quiroga de Muñoz, dejando atrás a su
familia, amigos y a su amada Bolivia, país
poseedor de una enorme riqueza étnica y
cultural.
Corría 1985, Sonia y su esposo vivían en La
Paz, capital del país, ciudad colorida y rodeada
de montañas. Allí se desempeñaba como
enfermera. En ese entonces Bolivia sufría una
crisis política y económica insostenible para
muchas familias.
A finales de ese año, su esposo fue
trasladado a Bogotá por motivos laborales.
Ya en la capital, conocida como la ciudad de
oportunidades, empezó a vivir el viaje de su
vida. La familia comienza a crecer y llegan
dos hijos. Una niña y un niño.
Durante sus primeros años, Sonia se pasaba
los días estudiando cocina, dedicada al hogar
y disfrutando de la gastronomía colombiana,
de la cual destaca sus platos preferidos, el
ajiaco santafereño y el sancocho.
El desconocimiento de la cultura boliviana por
parte de los bogotanos le generaba angustia
y preocupación, porque muy en su interior
soñaba en publicitar su cultura. Es entonces
cuando se convierte en la presidente de
“Bolivianos en Acción”, una organización de
migrantes integrada por paisanos residentes