Lámpara Minera Nº11 / Agosto 2018

entrevista
¿Cuál fue tu primer contacto con el Festival
Internacional del Cante de las Minas?
Más que con el Festival, que empecé a conocer
cuando ya tenía cierta edad, sí recuerdo que fué un
tío mío, aficionado al cante, el que me hizo
conocer el flamenco de primera mano. Era un
hombre muy alegre, y en cualquier reunión
familiar acababa entonando alguna de esas
canciones que hablaban de La Unión, de su
historia minera, de su pasado grandioso y a la vez
tan duro, con la mina y los mineros que se dejaban
la vida en ella. Mi abuelo paterno fue uno de esos
trabajadores, aunque yo nunca llegué a conocerle
porque murió joven, como muchos otros.
me había afectado un Expediente de Regulación
de Empleo en la emisora donde llevaba trabajando
casi 10 años, la radio autonómica, Onda Regional.
Volver a ejercer mi profesión en un certamen tan
importante, con tanta responsabilidad, fue una
maravilla. Tengo que agradecer su confianza al
que entonces era Alcalde de La Unión, Francisco
Bernabé, que no dudó en encomendarme esta
tarea con la que aprendí muchísimo.
Y luego ya como profesional ¿Qué es lo primero
que hiciste?
Pues la cobertura informativa para la primera
radio en la que trabajé. Fue durante unas prácticas
en Radio Nacional de España en Cartagena, en
pleno verano del año 1992, cuando el Festival no
atravesaba sus mejores momentos. Y desde
entonces, todos lo veranos en el mes de agosto,
siempre lo he seguido de cerca, con entrevistas a
sus protagonistas, a los responsables de su organización,
reportajes culturales, etc… Cualquier
excusa era buena para poner en primer plano a La
Unión y al Cante de las Minas.
Dicen que nadie es profeta en su tierra pero, en
tu caso, eso no se cumple ya que has participado
en las funciones de comunicación del Festival .
Pues no sé si será ser profeta o no, pero tuve la
inmensa suerte de poder dirigir el departamento
de Prensa del Festival en el año 2014. Además,
coincidió con una dura etapa personal, en la que
¿Qué recuerdas de tu paso profesional por el
Cante de las Minas?
Lo primero que recuerdo es trabajo, trabajo y más
trabajo. Fueron muchas horas de desvelo, porque
era la primera vez que dirigía un equipo de
profesionales y que asumía una responsabilidad
tan importante. Pero también recuerdo a los
excelentes compañeros de la Fundación Cante de
las Minas, que me ayudaron en todo lo posible y
me hicieron el trabajo muy fácil. Y me quedo con
la satisfacción de haber afrontado el reto y de no
haber metido “demasiado” la pata. Hubo errores,
claro, pero pudimos subsanarlos sin que se
notaran demasiado. Fue un lujo, la verdad.
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