Expresión Oral y Escrita

Dedica un tempo determinado para preparar tu exposición oral, responde a las siguientes preguntas: ¿cuál es el
propósito de mi exposición? Ya sea informar, entretener o bien, dar algún mensaje persuasivo. En seguida, ¿hacia
quién va dirigida mi exposición? Conocer a tu audiencia con antelación te ayudará a establecer una comunicación
más efectiva.
Por otro lado, ¿cómo voy a estructurar la información? Recuerda que la exposición debe contener un título, una
introducción en la que captes la atención de la audiencia, una parte central que es el desarrollo del discurso, en el
que presentas detalladamente los contenidos principales del tema y finalmente, una conclusión en la que expones
brevemente un resumen del contenido expuesto.
1. Título (tema de la exposición).
2. Audiencia (a quién va dirigida).
3. Objetivos (propósito de la exposición).
4. Mensajes fundamentales (información esencial que deseas transmitir).
5. Estructura (contenidos, materiales, cronograma).
6. Equipo digital.
7. Bibliografía (da validez a la exposición).
Durante la exposición oral del tema
Durante la exposición del tema, se presta atención en el contenido del discurso, sin embargo otros aspectos
relevantes son los elementos no verbales como es la postura del cuerpo y los movimientos. Como lo menciona
Muñoz (2010) la comunicación oral se diferencia de la comunicación escrita en que la parte no verbal
(apariencia, gestos, paralenguaje) tiene más peso que la comunicación verbal, de forma que entre un 75% y un
93% de nuestro mensaje (según diferentes estudios) llega a los oyentes a través de la comunicación no verbal.
Debemos, pues, preparar nuestra apariencia, gestos, movimientos, tono de voz, miradas, sonrisa entre otros, al
detalle. Además la comunicación verbal utiliza frases más cortas que la escrita y debe tenerse en cuenta la bidireccionalidad
continua con la audiencia.
• El lenguaje corporal. El lenguaje corporal transmite un mensaje no verbal y es necesario aprender que el discurso
oral es apoyado por lo no verbal; son todos aquellos elementos gestuales como la postura del cuerpo la
cual debe ser relajada evitando la rigidez o movimientos de un lado al otro repetitivos. Los ademanes enfatizan
o contradicen lo que exponemos en nuestro discurso, por lo tanto se debe evitar llevar objetos en las manos o
esconderlas.
Después de la exposición oral
Una vez terminada la exposición del tema, espera un momento para las preguntas de la audiencia; es por eso que
debes investigar previamente sobre el tema y de ser posible lleva contigo las referencias o los libros sobre los cuales
fundamentaste la exposición. Al finalizar agradece con un comentario reflexivo y positivo para el público.
Algunos expositores solicitan a través de un cuestionario la valoración de la exposición por parte de la audiencia,
es importante hacer una valoración para conocer los aspectos positivos y los de mejora para las próximas
exposiciones orales.
Para el control de la tensión nerviosa y la angustia.
Es frecuente que al tener que hablar en público o ante una audiencia, provoque cierto nerviosismo o pánico escénico,
es normal el nerviosismo que sienten la mayoría de las personas; el pánico escénico lo puedes llegar a controlar.
Las manifestaciones más comunes son taquicardia, sudoración, dolor de cabeza, dolor de estómago, suspiros,
enrojecimiento facial.
Practica alguna técnica de relajación con respiraciones profundas y exhalaciones pausadas, así como la meditación
para aprender a relajarte y la visualización positiva en la que te imaginas disfrutando la exposición oral,
recuerda que si tú lo disfrutas, la audiencia también lo disfruta hará lo mismo, visualiza una conexión con la audiencia.
Automensajes como “la audiencia está conmigo” “voy a dar lo mejor de mí”.
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