Ideas 20181007

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6 Domingo 7 de octubre de 2 018 Página SIETE
Energía
La producción de
b i o c o m b u st i b l e s ,
¿pérdida o ganancia?
l En términos económicos, la producción de etanol como combustible no le beneficia al
Estado, ya que lo comprará al doble del precio del mercado internacional ($us 0,36 vs. 0,72).
La energía que se consume y
permite la vida en el planeta
proviene mayormente
del Sol, que es una bomba
en permanente explosión por fusión
nuclear. Los fotones que emite
llegan a la Tierra, la calientan para
dar lugar a la energía eólica y a la
termo-solar y a través de la fotosíntesis
permite la formación de
los vegetales, que a partir del CO2
construyen su masa y sus funciones
liberando el oxígeno por partición
del agua.
Dicha energía se almacena en
las moléculas formadas y se
transfiere a los demás seres vivos
en las diferentes cadenas tróficas
(alimentarias). Esta energía
almacenada en la biomasa puede
ser liberada gradualmente en los
procesos metabólicos o de manera
súbita por procesos de oxidación
en condiciones de alta
temperatura, dando lugar al fuego
o a explosiones, dependiendo
de la energía desatada por estructuras
químicas con gran
energía química acumulada en
su formación.
Estos últimos compuestos se
denominan combustibles y todos
son producto de la captura
de CO2 por vegetales en presencia
de la energía fotónica.
Por eso, la leña, el carbón vegetal
(desgasificado y deshidratado
por calor), el carbón mineral
(proveniente también de masas
boscosas aprisionadas y desoxigenadas
y deshidratadas por
anaerobiosis microbiana), los
pellets de biomasa (desechos vegetales
comprimidos y combustionados
en hornos que producen
electricidad), los combustibles
fósiles (grandes masas boscosas
aprisionadas a gran presión
y temperatura hace millones
de años, convertidas en petróleo
y gas) y los derivados de la
fermentación de azúcares de
ciertas especies vegetales (azúcares
del jugo de la caña, del almidón
del maíz o de la celulosa y
de la lignina, que son parte de la
biomasa vegetal de desecho,
despolimerizadas química o enzimáticamente),
todos, estrictamente,
son biocombustibles.
Sin embargo, la tecnología reciente
ha apropiado este nombre
para aquellos que son obtenidos
Ro ge r
C a r va j a l
S a rav i a
Doctor en
Ciencias e
i nve st i ga d o r
emérito de la
U M SA
“En términos
ambientales
,
el etanol reduce
la
emisión de
par tículas
contami -
nantes, de
óxidos de
nitrógeno y
de azufre,
provenien -
tes de la
combus -
tión de la
gasolina de
mala calidad
y que
afectan a
salud de la
p o b l a c i ó n”.
por fermentación (alcoholes,
particularmente el etanol) o por
trans-esterificación y mono-alquilación
de ácidos grasos de cadena
larga (el biodiésel).
En términos estrictos, estos
últimos se denominan agrocombustibles,
si provienen de cultivos
agrícolas. Estos últimos han
sido utilizados en los motores de
combustión interna de manera
idéntica a los derivados del petróleo,
particularmente la gasolina
y el diésel, porque tienen
propiedades energéticas bastante
similares, pero no iguales.
El etanol posee un 30% menos
de densidad de energía que la gasolina,
lo que deriva en un mayor
o más rápido consumo del combustible.
Asimismo, el etanol
provee solo 29 Mjoules/kg, en
cambio la gasolina provee 42
Mjoules/kg, por lo que energéticamente
un litro de gasolina
equivale a 1,5 litros de etanol.
Esto tiene su correlato en términos
de precio: con un dólar a
precios internacionales ($us
0,35 el litro de etanol y $us 0,50 el
litro de gasolina comprada en
APG
Chile) se puede adquirir 14,65
Kcal/l de energía con etanol y
16,4 Kcal/l con gasolina. Esto es
más incidente con los precios
pactados con los productores en
Bolivia ($us 0,72 el litro de etanol
y $us 0,55 el litro de gasolina)
pues se obtiene solo 7,125 Kcal/litro
con etanol y 15 Kcal/l con gasolina
por un dólar
Por otra parte, debe recordarse
que lo aceptado para los motores
que no serán arreglados es una
mezcla de 10% de etanol y 90% de
gasolina. Se dice que esta proporción
produce una elevación de un
octano en la gasolina, con lo que
mejora su resultado y se obtiene
una reducción en la emisión de gases
contaminantes.
No obstante, la alta volatilidad
del etanol anhidro afecta la eficiencia
de la mezcla y puede llevar
a intermitencias en el suministro
de combustible al motor y
a pérdidas por evaporación, la
misma que aumenta con la temperatura
ambiente.
La elevada afinidad química
que posee el etanol por el agua,
en virtud de su estructura molecular,
puede generar problemas
en los componentes de las tuberías
y sellos (oxidación) y, por
tanto, fallas en la correcta operación
del motor. Todo esto ha determinado
posiciones contrapuestas
de parte de fabricantes
de algunas líneas de automotores.
A esto se agrega la existencia
de requerimientos de infraestructura
especial para transporte
y almacenaje.
Entre las ventajas que se describen
para el etanol, se resalta la calidad
de producto renovable y la posibilidad
que brinda este hecho
para romper la dependencia de los
combustibles fósiles. Asimismo,
se hace notar la posibilidad de generar
empleo en diferentes rubros
de la cadena productiva.
En términos ambientales, se
destaca el hecho de que el etanol
reduce la emisión de partículas
contaminantes, de óxidos de nitrógeno
y de azufre, provenientes
de la combustión de la gasolina
de mala calidad y que afectan
a salud de la población.
Por lo demás, este agente aumenta
la capacidad de combus-