ToucheWorld KIDS magazine
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Pág.<br />
27<br />
El espadista venezolano inició en la esgrima a<br />
los ocho años motivado por su mamá Noris<br />
Gascón e inspirado por las clases de su tío,<br />
el entrenador Ruperto ‘Chicho’ Gascón, en Ciudad<br />
Bolívar, Venezuela, país que lo vio nacer y formarse,<br />
hasta hacerse campeón olímpico.<br />
“Recuerdo que la primera vez que me llevaron a<br />
la esgrima estaba entre los más pequeños del grupo<br />
junto a mi hermano Francisco, mis primos Dayana<br />
Martínez y Daniel Sánchez, además de otros<br />
niños de 7 y 8 años, entre ellos, mi esposa Ana<br />
Carolina Ramírez. Recuerdo que veía a los más<br />
grandes haciendo ejercicios y practicando con las<br />
espadas, mientras que nosotros jugábamos cosas<br />
de niños, sin hacer esgrima por nuestras edades”.<br />
Asaltos de emoción y temor de Limardo<br />
Los primeros asaltos fueron de sentimientos encontrados<br />
para Rubén, pues pese a la ilusión de<br />
poder tener verdaderas armas en sus manos, reconoce<br />
que sintió temor por las mismas.<br />
“Era una emoción de alegría pero con miedo a la<br />
misma vez, porque pensaba que cuando me tocaran<br />
con el arma, me iba a doler o me iban a herir,<br />
pero luego que vi que no hacía nada, agarré confianza<br />
y comencé a disfrutar de la esgrima”, dice<br />
el venezolano, recordando que durante esos primeros<br />
asaltos, recibió bastante regaños por parte<br />
de su entrenador ‘Chicho’ Gascón.<br />
“Cuando ya me tocó agarrar el arma y subir a la<br />
pedana, me sentía como El Zorro y recuerdo que<br />
mi tío se molestaba por la manera como jugábamos<br />
con las espadas”.<br />
Comenzó el sueño de ser el mejor<br />
Aunque reconoce haber ido paso a paso durante<br />
su inicio en la esgrima, Limardo confiesa que fue<br />
durante su etapa como Cadete, cuando realmente<br />
comenzó a creer en su potencial y soñar en estar<br />
entre los mejores de la disciplina.<br />
“En mi primer viaje como Cadete, recuerdo que<br />
fue en el año 1999 cuando fui a Ucrania y Hungría,<br />
allí vi a los mejores de mundo tirar en la final, y<br />
desde ese momento comencé a soñar en grande.<br />
Para ese entonces ya tenía alrededor de 14 años<br />
y le dije a mi mamá que quería ser campeón, que<br />
quería ser el mejor esgrimista de Venezuela y del<br />
mundo”.