Lux Diciembre 2018

Ignoramos por qué no haya entrado
con tanto rigor esta saga de libros
como lo hizo en Gran Bretaña y
Estados Unidos, pero de lo que sí
estamos seguros es que por falta de
contenido o calidad, no lo fue. Vean
cada imagen e imaginen a su “yo”
de 12 o 13 años de edad
presenciándolas plasmadas en un
libro, cuyas letras van devorando
debajo de las cobijas mientras se
iluminan con una lámpara.
Si bien un libro no se juzga por su
portada y es completamente
opcional acompañar a una creación
literaria con ilustraciones, el caso
particular de la batuta Gammell-
Schwartz nos hace replantear
seriamente lo anterior. ¿De qué
diantres estamos hablando? Pues
del hecho que, de no haber sido
acompañados por los dibujos de
Stephen Gammell, muy
posiblemente estos cuentos y serie
de libros habrían quedado en el
olvido:
—¿Te acuerdas de la historia del espantapájaros de carne humana?
—No, fíjate.
—¡Oh! ¡El del libro ese de cuentos de terror!
—Nope…
—¡Uts! A ver, el que tenía el dibujo ese de un mono colgado; que el
sombrero le tapaba la cara y se le caía la piel de las piernas.
—¡Aaaaaah simón!
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