Lux Diciembre 2018

¡Cuidado! Tramo en desinformación por
los siguientes 10 kilómetros.
Como comentamos, posiblemente
nunca había sido tan fácil caer en un
bache de desinformación, formado con
datos recop… INVENTADOS por gente
irresponsable y sin escrúpulos –a
cambio de unos ricos likes, ya te la you
know, baby-.
Tememos decirte que las fotos que viste
de un grupo militar sometiendo a un
montón de estudiantes, no son fotos
inéditas de los 43 de Ayotzinapa.
Asimismo, si llegaste a ver contenido
multimedia de nuestros adorables
senadores votando en contra del recorte
al presupuesto de los partidos, ¿qué
crees? Seh: ¡fotomontaje y de los
chafitas, eh!
Sin tratar de defender a ninguna
ideología, solo te pedimos que seas muy
crítico en la información (¡desinformación!)
que veas en las redes
sociales. ¿Cuál es la fuente o el autor?
¿Buscaste en reversa la imagen en
Google Images o TinEye? Esta tarea no es
difícil y te ayudará a dar con la raíz de la
foto (además, te servirá para saber cuál
es el nombre de la chamacona que tanto
te gustó pero que solo conociste por una
foto que subió tu compadre al Feis).
En conclusión: un lugar para la cultura,
¿cómo?
Las redes sociales electrónicas son una
poderosísima herramienta en pleno
auge, y cuya decadencia no se ve llegar
hasta el momento. Dándole el beneficio
a la duda, podríamos aseverar que a
estas alturas del partido, cultura e
incultura están casi a la par en difusión
mediatico-electrónica, sin embargo y
aterrizando en la cruda realidad,
definitivamente el contenido para mero
entretenimiento y morbo es más
difundido.
El reto, pues, es volver de la cultura algo
divertido y alcanzable: publicaciones de
texto breve y contenido enriquecedor.
Videos para nada excesivos en cuestión
de su duración, y que busquen llamar la
atención o poner a reflexionar al
público. Toma en cuenta que si tú eres
un artista, promotor cultural o persona
af ín a esos intereses, no todos
comparten tus gustos. ¡Hay que
ingeniárselas para llegarles!
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